Escuela “Juan José Millán”

Edificio de la Escuela Millán en el año 1962

Actualmente es la escuela Nº 109 “Juan José Milán” pertenece a jurisdicción provincial, pero cuando se creó pertenecía a jurisdicción nacional y llevaba el Nº 220.

El 1º de abril de 1.954 se fundó la Escuela Nacional Nº 220 de Entre Ríos, en la zona conocida como Bajada Grande, al oeste de nuestra ciudad.
Transcribimos a continuación datos extraídos del libro histórico escolar, que describen el paisaje del lugar donde se creó la escuela:
“Bajada Grande es un conglomerado de gentes en su mayoría típicamente campesina. El éxodo rural -muy notable en estos años- ha contribuido a la formación de este nuevo barrio, hasta hace poco, sólo poblado en los fines de semana.
Quintas de frutales, animales de pastoreo; eucaliptus elevadísimos junto a viviendas todavía precarias, es el panorama que se ofrece al transitar por sus calles, no delineadas aún.
Las rutas nacionales 131 y 14, vecinas a la nueva escuela, quiebran la quietud del barrio, trayendo a pasos acelerados el crecimiento y la urbanización.”

Empiezan las clases…
El primer director de nuestra escuela, Don Carlos María Goñi, era único personal, por lo que debía realizar tareas administrativas y docentes. Durante el mes de marzo de 1.954 realizó la inscripción de alumnos, previa al inicio de clases.
El 1º de abril de 1.954 comenzó la tarea escolar. El director, que también era el único maestro, inició las clases a cargo de 129 alumnos y al frente de todos los grados. Dispuso dictar lecciones para los grados 1º Superior; 2º; 3º y 4º en el turno de la mañana (67 alumnos) y en el turno de la tarde dos secciones de 1º Inferior (62 alumnos).
En junio del mismo año se nombraron cuatro docentes más que alivianaron el trabajo directivo, que hasta ese momento estaba cumpliendo doble turno.

Así era el edificio…
El edificio escolar constaba de dos aulas, dirección, galería, dependencias sanitarias y casa para el director. Techo de tejas y en el centro del patio el mástil. Hoy, el edificio está totalmente remodelado, habiéndose perdido para siempre aquella bella construcción original.

Otras fechas…

El 23 de abril de 1.970 se crea la Comisión de Madres de la Escuela Millán.

El 24 de abril del mismo año se constituye la Comisión de Ex-alumnos.

Inauguración del busto que recuerda a Juan José Millán

El 12 de octubre de 1.970 se realiza el acto de inauguración del busto de Juan José Millán, donado por la Comisión Permanente de Homenaje. Participan del mismo sus hijos Justo, Alberto y Enrique Millán, además de diferentes personalidades de Concepción del Uruguay y la Comunidad Educativa.

(Texto: Jorge Haidar. Fuente: Boletín editado en Junio de 2008 los alumnos de 6° B de la escuela)

¿Quien fue Juan José Millán?

Juan José Millán nació en nuestra ciudad el 4 de marzo de 1873, en el solar de la calle Alberdi casi España. Aprendió sus primeras letras en la escuela de Doña Flora, ubicada en Vicente H. Montero y Almafuerte, para posteriormente ingresar en el colegio Justo José de Urquiza. Se graduó como profesor Normal en Paraná en 1892. Inicio sus actividades docentes en Gualeguay en 1893. Desempeño sus cátedras en nuestro Colegio donde llego a ejercer funciones de Vice-rector junto a Enrique de Vedia.

En 1902, concurso en la primera Conferencia anual de Profesores realizada en Buenos Aires. Se destacó como periodista, fundando lo periódicos “El Independiente” y “El Civismo”, colaborando en las revistas “Sarmiento” de Paraná. Al dejar en 1910, el Prof. Ernesto Bavio el puesto de secretario de las Escuelas Normales, Juan José Millán pasó a ocuparlo para luego, en 1912, ser designado Imp. Gral. De las Escuelas Normales. Su afán por llevar  la cultura al pueblo como así también su independencia de carácter le impidió su ascenso al Rectorado del colegio Nacional Justo José de Urquiza.

Falleció en Victoria (Bs AS), el 1 de marzo de 1939.  Por ordenanza 1160 del 24 de octubre de 1949, el Municipio le impuso su nombre a la antigua calle Catamarca. En intersección con la calle 9 de julio se lee la placa “Juan José Millán” Eximio Profesor, talento, probidad y cultura. (Fuente: https://concepcionhistoriayturismo.com/las-calles/)

 

Edificio de la Capitanía de Puerto del Uruguay (Universidad tecnológica Nacional)

Edificio de la capitanía de Puerto hacia el año 1936

Durante el gobierno del General Urquiza, como Gobernador de la provincia de Entre Ríos,(1842-1852)  se concretaron diversas obras públicas de relevancia, entre ellas el Colegio del Uruguay que hoy lleva su nombre.

Según testimonio de Cuyás y Sampere expresa: “…tan sólo en un año (se refiere al año 1848) Urquiza ha reemplazado a los asquerosos ranchos de” “paja que servían en las capitales de los departamentos de comandancia militar, aduanas  y” “demás  edificios públicos por otros nuevos, aunque sencillos, eran decorosos y mejoran el “aspecto  de la población…”

La destacada historiado entrerriana Beatriz Bosch en su libro  “Urquiza Gobernador (1842-1852)” Capítulo III página 23 hace referencia a las obras encaradas por el General  Urquiza  expresando:  “Obras públicas :edificios de las comandancias de Gualeguay- Gualeguaychú y Uruguay” “(Concepción del ) y Aduana de Concepción del Uruguay (se refiere al edificio de la Capitanía de Puerto y Comandancia del Resguardo) acorde el reglamento de Echagüe del año  1832)

Estos antecedentes y otros que se irán mencionando, queda claro que el edificio de la Capitanía de Puerto y Comandancia del Resguardo del Uruguay (Concepción del ) se construyó entre los años 1849 y  1850 por parte del reconocido constructor D. Pedro Remón (el mismo que había tenido a su cargo la construcción del edificio del Colegio del Uruguay) juntamente con su similar de la ciudad de Gualeguaychú .-

Al producirse la frustrada invasión de los Generales Hornos y Madariaga el 21 de noviembre de 1852, el edificio de la Capitanía de Puerto y Comandancia del Resguardo, fue  asiento “…del 5to cantón de la defensa de la ciudad al mando del Capitán D. Ramón Bergará …”

En el Plano de Concepción del Uruguay, levantado por el agrimensor  Augusto Picont en el año 1853 figura el edificio de la “Capitanía de Puerto” en el actual emplazamiento de UTN mientras que el edificio de la Aduana se encuentra frente a la Plaza Gral Ramírez, donde posteriormente se construyera el Teatro 1º de Mayo, después  anexo del Hotel París hoy sede de la Universidad de Entre Ríos.

El periódico local “El Uruguay” de fecha 22 de diciembre de 1858 (Nº 359) se refiere al edificio analizado y prueba que el mismo por diversas causas, políticas y militares en que se viera comprometida la provincia de Entre Ríos entre los años 1851/1853, no había sido terminado al expresar: “Acabamos a ver el hermoso plano trabajo del Sr Fossatti (Constructor de la Iglesia” “Parroquial de la ciudad) para la conducción (sic) (debería decir conclusión) del edificio de la” “aduana que debe ponerse en obra. Será un precioso edificio que aumenatrá el ornato de la” “ciudad……”

En el plano del “Proyecto de Delineación de la Capital de la Provincia de Entre Ríos (se refiere a Concepción del Uruguay) elaborado aproximadamente en el año 1857, existente en el Palacio San José en la parte dispositiva expresa:

Calles: Artículo 4to:”Las calles que se hallaren al esterior (sic) del boulevar i (sic) que” “determinan las suertes de chacras i (sic) quintas  tendrán 20 varas de latitud (sic) una calle” “también de esta dimensión, será también delineada en dirección i enfrente a la aduana y la” Capitanía de Puerto  i  (sic) llegará hasta el río en el punto donde se piensa establecer el” “nuevo muelle de desembarque (se refería al proyectado muelle -en ése momento- que se va concretar en el año 1969/1870 muelle de Urquiza en el Puerto Viejo)”

Cuadras: Artículo 3er: “Desde la Capitanía hasta el boulevard del sud (se refiere a la actual Calle Ingeniero Pereyra), se delinearán dos secciones especiales de solares…..”

Plazas: Artículo 2do: “A más de las plazas indicadas (se refería a las indicadas en el plano de referencia) para la ciudad y alrededores, existirá una frente a la Capitanía de Puerto que tendrá “una cuadra de largo, en cuadro i (sic) esta ha de servir exclusivamente para la carga i (sic) descarga de las mercaderías que se introduzcan o exporten de la aduana”

Esta plaza en realidad estaba a una cuadra al este de la capitanía y se denominaba “del Comercio” en clara alusión a su destino y es la correspondiente a la ex Plaza Italia y que posteriormente  ocupara el Club División Río Uruguay (hoy Parque Sur)

Posteriormente en la rendición de cuentas de las “Rentas Nacionales de agosto de 1861 expresa: “…En cuentas abonadas pertenecientes al edificio provincial que sirve para aduana y” “capitanía de puerto… $ 1003,48 “

Las funciones de policía marítima (Capitanía de Puerto) y las fiscales aduaneras (Comandancia del Resguardo) fueron ejercidas por la misma persona (Capitán de Puerto y Comandante del Resguardo) en la provincia de Entre Ríos hasta el año 1863, en que se separan estas funciones, Capitanía de Puerto por un lado y Aduana Nacional por el otro.

Consecuentemente esta debidamente probado, con documentación indubitable que el actual edificio de la Facultad Regional de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) fue asiento de la Capitanía de Puerto y Aduana  del Uruguay desde su construcción hasta el 31 de marzo de 1888 cuando ambas instituciones  toman posesión de sus respectivos nuevos edificios en el “Puerto Nuevo” (los actuales) y que fueran ocupados el 18 de junio del mismo año.

Al desalojarse el edificio, con motivo de su traslado al “Puerto Nuevo”, en el mismo quedó una “Ayudantía” (destacamento de la Prefectura) para tender las necesidades de la navegación en el “Puerto Viejo”, hasta su entrega  en febrero de 1900, al Ministerio de Obras Públicas de la Nación, con destino a las  Oficinas de las Obras Hidráulicas Nacional, predecesora de la División Río Uruguay (El Ministerio) remitiéndome a un artículo publicado por el periódico local “La Juventud” del 22 de febrero de 1900 que dice: “Casa para una oficina: Se ha resuelto que la casa ocupada por la Capitanía de Puerto (se aclara que en ésa época era Subprefectura) conocida como “Aduana Vieja” sea ocupada por las” “oficinas de las Obras Hidráulicas…”

La entrega formal la efectúa el Subprefecto de Concepción del Uruguay (Jefe de la Subprefectura) D. Benito Figari a las autoridades del Ministerio de Obras Públicas de la Nación ratificando la propiedad del antiguo edificio por parte de la Prefectura

El edificio de la Capitanía de Puerto y Comandancia del Resguardo del Uruguay (Concepción del) conocido en la jerga popular como la “Aduana Vieja” fue declarado Monumento Histórico Nacional  mediante Decreto Nº 562/1991, pasando a ser el octavo monumento nacional de Concepción del Uruguay (ER).

Texto: Rousseaux, Andrés Federico, para “Cuaderno de Bitácora”

El viejo puente de calle Suipacha

Viejo puente de la calle Suipacha (Foto: Jorge Haidar)

Pese que en la actualidad ya no existe, el lugar se lo conoce como “el puente de la Suipacha”. Nos acompañó hasta el año 2000 y hoy se está trabajando en la zona, realizando un entubado y colocando adoquines en los caminos aledaños, realzando la zona que permaneció “abandonada” durante mucho tiempo, siendo que ese barrio es dónde se reunieron los futuros habitantes de la ciudad y dónde estuvo también la primera capilla y el primer y tercer cementerio Uruguayense.

En la década de 1930, el Estado Nacional adquiere terrenos pertenecientes a Doña Teresa Arreseigor de López, para el ejército y Gendarmería.

El ejército (Regimiento 10 de Infantería de Montado) ya estaba en la ciudad, ocupando terrenos de lo que hoy es el barrio La Rural.

 A su vez el puerto local estaba en plena expansión hacia el Sur sobre el riacho Itape. Registraba un importante movimiento de buques que venían a cargar cereales.

Por iniciativa del Ing. Emilio Pereyra, Jefe de División Rio Uruguay del MOP (Ministerio de Obras Públicas), el gobierno nacional dispone de una partida de dinero, para la ampliación de la Costanera Paysandú (antes se llamaba Justo José de Urquiza).

En 1929 se inicia la pavimentación de la misma, terminándose en 1933.

En 1933, se muda a su nuevo emplazamiento el Ejercito, hasta 1935 que es trasladado y lo reemplaza “Agrupación de Zapadores Pontoneros”.

En 1934, la Municipalidad llama a licitación para la pavimentación de 198 cuadras del centro de la ciudad.

Simultáneamente el MOP, recibe la orden de pavimentar, las calles que llevaban al puerto, hoy desde Bvard Martínez e Irigoyen hasta Antártida Argentina y por esta hasta Artusi. Desde aquí al puerto. Por estos trabajos, el acceso al puerto se vio interrumpido y siendo imperioso llegar al lugar, fue necesario buscar otra alternativa.

Se eligió calle Suipacha, pero esta calle, se interrumpía por una cañada a la altura del barrio “La Concepción”, donde desaguaban las aguas de lluvias de la ciudad (Arroyo Las Animas).

A esto se sumaba que, para abrir la calle al Oeste, había que expropiar algunos terrenos privados y la Municipalidad no contaba con el dinero. Esto llevo a que los propietarios donaran sus terrenos. En 1937 el MOP y la Municipalidad dan inicio a los trabajos, estando terminado en unos meses (1938).

Como “proyecto Sur al Puerto”, nunca se usó, pero la obra permitió la unión con la populosa zona de la ciudad.

Texto: Andrés Rousseaux, Diario La Calle 7/3/99 

Edificio de los hoteles “Nacional”, “Nuevo Nacional” y “Concordia” y diario “La Calle”

Vista actual del edificio. Foto: Mabel Gómez

Por: Rousseaux, Andres René “El Edificio del diario La Calle y Rio Cable Visión“, de la Serie: Edificios Con Historia

El primer antecedente que se tiene sobre la existencia de un edificio en este lugar (Calles Moreno y Sarmiento, esquina noroeste), se remontan al plano levantado por el “Delineador Municipal” Don Victorio C. Guzmán, con el fin de elaborar un relevamiento de las defensas instaladas en la ciudad, ante un posible ataque de las fuerzas  del Gral. Ricardo Lopez Jordán.

En dicho plano, de fecha 25 de noviembre de 1873, se consigna sobre la calle De La Libertad (actual Moreno) “una construcción de de material con azotea de tejas”…. lo que fue en su momento la dirección y administración del diario La Calle.

Don José Romero, propietario de dicha manzana, fallece después de estos acontecimientos, dado que el l6 de Julio de 1874, su Viuda Doña Juana Lozada de Romero, otorga poder especial a Don Leandro Reynoso para que la represente en los “trámites ó juicios sucesorios de las propiedades de su esposo D. Jose Romero, ubicadas sobre la calle De La Libertad (Moreno),entre Buenos Aires (Sarmiento) y Entre Ríos (Alberdi), siendo éste el primer documento legal, que testifica la propiedad de los terrenos en cuestión

En el año l878, fallece Doña Doña Juana Lozada de Romero, dejando sus propiedades en herencia a sus dos hijas mujeres, Doña Prudencia Romero de Cabezón, la “mitad” del cuarto de manzana del terreno de la esquina de las calles Moreno y Alberdi; mientras que, a la Señora Doña Nicanora Romero de Savari, su otra hija, le correspondió el cuarto de manzana de la esquina de las calles Lima (Moreno) y Buenos Aires (Sarmiento),es decir, donde funcionara por muchos años  el diario La Calle.

El 5 de diciembre de 1878, Nicanora Romero, vende con derecho de “retroventa” (en la práctica una hipoteca sobre la propiedad) a Agustín M. Alió, la propiedad en cuestión. La venta se efectúa en al suma de $ 1000 pesos fuertes, cumplido lo pactado en dicha fecha, solicitando sucesivas prórrogas, hasta el 22 de noviembre de l880, en que se le abonan al Sr. Alió la suma de $ 1000 pesos fuertes, correspondiendo a la suma prestada más $ 340 pesos fuertes, en concepto de intereses, restituyéndose a Nicanora Romero el mencionado solar.

Ese mismo día, el matrimonio Romero-Savari, ante el escribano público D. Rafael Paradelo, “venden con derecho a retroventa”, al Sr Jacobo Gilbert la propiedad en la suma de $ 1.404 pesos fuertes, con derecho de recuperarla dentro de los dos meses, a contar de ésa fecha, sufriendo sucesivas prórrogas hasta el año 1882. En el año 1881, la Calle Lima pasa a llamarse Mariano Moreno o Moreno como se la conoce popularmente, manteniendo el nombre de Buenos Aires la actual Sarmiento.

El 16 de septiembre de l882, Braulio Savari, esposo de Doña Nicanora Romero compra, en realidad “levanta la hipoteca” de la propiedad de la calle Moreno y Buenos Aires, en la suma de $ 1500 pesos fuertes, con la intervención del Escriba no Rafael Paradelo.

Hotel Nacional:

Braulio Saravi, el 7 de Septiembre de l885, vende el edificio y terreno de su propiedad a Don Isidoro Cereda en la suma de $ 1900 pesos fuertes quién lo destinará a “Hospedaje”, dándole el nombre de “Hotel Nacional”, iniciándose de ésta manera una larga trayectoria, en este tipo de actividad comercial, de más de 50 años que iremos viendo.

El “Hotel Nacional” es explotado entre los años 1890 a 1894 por el matrimonio de Pedro José Barral y su esposa Doña Amabrosina Delaloye De Barral, continuando su explotación a partir de 1895 por parte de su propietario Isidoro Cereda. El 20 de diciembre de 1904. Isidoro Cereda, propietario del “Hotel Nacional” pone en “venta los útiles y muebles que conforman el patrimonio del hotel”, por haber decidido “retirarse de las actividades comerciales”, ofreciendo en arriendo-alquiler el edificio, según reza en el artículo publicado por el periódico local “La Juventud”.

El Hotel es arrendado,con todas sus existencias, al conocido comerciante de la ciudad Sr Carlos Gatti, quién se hace cargo el 6 de febrero de l905,introduciendo mejoras en las instalaciones y contratando personal especializado en Buenos Aires para el servicio de cocina y atención al público, ofreciendo un esmerado servicio de lunch, despedidas y banquetes. La explotación comercial del “Hotel Nacional”, por parte de Carlos Gatti, no dura mucho tiempo, dado que el 27 de Mayo de l906,se lo reintegra a su propietario Isidro Cereda, que continúa con su atención, dándole el nombre de “Nuevo Hotel Nacional”.

“Nuevo Hotel Nacional”.

El dueño introduce muchísimas mejoras, ofreciendo variados servicios de atención al público, incluso ofrece lugar para la “guarda de carruajes y caballos”, contratando la “ampliación del edificio sobre la calle Buenos Aires (actual Sarmiento) para aumentar el número de habitaciones disponibles y reformando otras, para dar mayores comodidades. El Sr. Isidoro Cereda, con su salud quebrantada, por una vieja dolencia, viaja a la Ciudad de Buenos Aires, para su atención médica, donde fallece en el Hospital Francés el 3 de Diciembre de 1906, a los 56 años de edad, siendo sepultado, en la Capital Federal.

La viuda de Cereda, queda a cargo del “Nuevo Hotel Nacional”, siendo declarada “única y universal heredera de todos los bienes” del Sr. Cereda por parte del Sr Juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de Concepción del Uruguay.

Hotel “Concordia”

Doña Maria Zubeldia Guisti, vende las existencias del “Nuevo Hotel Nacional”, al conocido comerciante local Ángel Volanterio, qué a su vez “arrienda-alquila” el edificio para continuar su explotación como hotel, a partir del 8 de Junio de 1908, por cinco años, con opción a futuras renovaciones, acorde conformidad de la dueña de la propiedad.

Ángel Volanterio toma posesión el 1 de Julio de 1908 adoptando como primera medida, el cambio del nombre que tenía, por el de “Hotel Concordia”, realizando  importantes mejoras, entre ellas, la de “agrandar el Salón Comedor hasta la esquina (se refiere a la de las actuales calles Moreno y

Sarmiento), pasando el “despacho de bebidas a la habitación contigua, con comunicación a la calle. Además, ha adquirido en Buenos Aires, una importante partida de cristalería y lozas, para atender con esmero las comidas y banquetes que se le encomienden. Entre otras importantes innovaciones realizadas al edificio, es la colocación de alumbrado y campanillas eléctricas, en todas las habitaciones, las que serán equipadas con nuevos muebles, adquiridos en una conocida casa del ramo de la Capital de la República, anexando a partir del 4 de Junio de ése año un fiambrería.

Inaugurando su moderno comedor, el día 7 de Agosto de 1908,se sirve una cena, para despedir de la vida de soltero al joven caballero de la sociedad Uruguayense Héctor M. Herrerra, ofrecida, por un grupo de amigos, con motivo de su enlace con la Señorita Joaquina Yañez.

El 1 de Junio de 1933, Ángel Volanterio, renueva el contrato de arriendo-alquiler por dos años más, con opción a un futura renovación por igual lapso, fijándose en $ 255 pesos mensuales para los dos primeros años y en $ 300 pesos mensuales, para el futuro contrato. Al vencer el contrato mencionado, el 1 de junio de 1915, Ángel Volanterio, no renueva el arriendo del edificio del “Hotel Concordia”, en razón que en sus planes comerciales, tenía previsto dedicarse a la explotación de la Confitería y Cine del ex salón “Uruguay” (intercepción de las actuales calle Galarza y Urquiza, hoy Confitería Grow),hacho que se lleva a cabo, inaugurándolo, en sociedad con el Sr Cabrera, el jueves 6 de Mayo de l915, con el nuevo nombre de Confitería y Cine “Esmeralda”.

El “Hotel Concordia”, permanece cerrado hasta el 1 de enero del 19l6, fecha en que nuevamente abre sus puertas, bajo la dirección de los hermanos Marcial (Nemesio y Eustaquio),que eran familiares del viuda de Cereda, manteniendo su anterior nombre. Los nuevos administradores, introducen modificaciones en el edificio, incorporando mayores comodidades para los pasajeros y el “servicio de viandas a domicilio”, manteniendo los de lunch y banquetes.

El 1 de abril de 1920,el “Hotel Concordia” pasa a ser explotado por la sociedad de los Señores Luis Perematheu y B. Gautemein, quienes adquieren los muebles y demás enseres a los Srs. Nemesio y Eustaquio Marcial, continuando la propiedad del edificio en manos de la Sra. María Zubeldia viuda de Cereda, quién lo alquila por el término de dos años a contar de ésa fecha. Los nuevos propietarios, son experimentados profesionales del comercio hotelero, ofreciendo al público y visitantes extranjeros su especial atención, hablando la Gerencia los idiomas de “Inglés-Francés y Alemán”.

El 1o de abril de 1923, renueva el contrato de alquiler del edificio, por el término de cinco años a contar de ésa fecha el Sr Luis Perematheu solamente.

El día 14 de abril de 1924, siendo aproximadamente las 23,30 horas, un cortocircuito produce un  incendio en el despacho de bebidas del “Hotel Concordia”, quemándose totalmente ése local, no habiendo tomado mayores proporciones, por las personas que se encontraban presentes en el local que lograron sofocarlo.

El 15 de Octubre de 1925, la propiedad pasa a nombre de los herederos de Maria Zubeldia Guisti viuda de Cereda, Nemesio y Eustaquio Marcial

En el año 1927,los hermanos Nemesio y Eustaquio Marcial ,adquieren por compra judicial el terreno lindante al norte de su propiedad con un frente de 6 metros y 23,04 metros de fondo, con una superficie aproximada de 138 metros2.

El 1 de Abril de l928, finaliza el contrato de alquiler del edificio del “Hotel Concordia” con el Sr Luis Perematheu, que no renueva el contrato de locación, cerrando el hotel las puertas después de más de 30 años de actividad comercial en el ramo

El principal inconveniente, que tenía el edificio del hotel, era que, acorde las disposiciones municipales vigentes, a partir del 1 de enero de l928, todas las propiedades de la ciudad ubicadas dentro de un determinado radio desde la plaza Ramírez, debían instalar los servicios de aguas corrientes, cloacas y suministro de energía eléctrica, por parte de la nueva usina nacional.

El edificio del “Hotel Concordia”, es sometido a diversas reparaciones y construcción de baños, acorde las nuevas normas vigentes para adaptarlo a las exigencias de los usuarios por parte de sus propietarios Señores Nemesio y Eustaquio Marcial.

Los propietarios de la finca la alquilan el día 3 de Abril de 1928,a los hermanos Pedro Antonio y Isidoro Jose Pirovani hoteleros de la localidad de Basavilbaso, donde explotaban el conocido “Hotel Paris”, de ésa ciudad, pasando a radicarse en Concepción del Uruguay, firmando el correspondiente contrato de locación por el término de tres años a contar de ésa fecha, con opción a cinco años más, a razón de $ 450 pesos m/n mensuales, girando comercialmente bajo la razón social de “Pirovani Hnos”, teniendo a su cargo la explotación comercial del “Hotel Concordia”.

En el año 1930,la razón social “Pirovani Hnos”, pasa a denominarse “Pedro Antonio Pirovani y Cia”. El 29 de Agosto de 1936, Nemesio Marcial compra a su hermano la propiedad de la calle MORENO N° 129 y 149 y el terreno anexo-

La antigua Calle Buenos Aires, cuyo nombre mantenía desde el año 1850, por ordenanza municipal N° 1073 de fecha 26 de Agosto de 1938,pasa a llamarse “Sarmiento” que a la fecha mantiene.

El 1 de Abril de 1940,la Señora Maria Luisa Colombo De Marcial, con la venia de su esposo Nemesio Marcial, vende al Sr. Pedro Antonio Pirovani y a su esposa Elba Cornelia Angela Justet la referida propiedad y el terreno aledaño, al norte del edificio del “Hotel Concordia”. La venta se efectúa en la suma de $ 50.000 m/n correspondiendo al edificio el hotel la suma de $ 45.000 y $ 5.000 por el terreno anexo. En el año 1947, esta firma, pone en venta el prestigioso “Hotel Concordia”, incluyendo el edificio y existencias, prosiguiendo sus actividades comerciales hasta su concreción.

EL 9 de Enero de 1970, Editora La Calle, recepciona la nueva máquina impresora, la primera en su tipo, en un diario Uruguayense, que le permitirá tirar 4000 ejemplares por hora, y en forma automática los dobla y corta. La máquina, es instalada en el local de calle Moreno 139, iniciándose el traslado de la dirección, oficinas y talleres al mismo, lo que motiva que en ése período, las ediciones del diario, salgan a la calle, con un tiraje reducido debido que todo el personal, se encuentra abocado a la mudanza. El 28 de Enero de 1970, queda concluido el traslado del Diario “La Calle” a su propio edificio, simultáneamente se pone en marcha la moderna impresora rotoplana, que a un costo millonario se ha adquirido para la impresión del diario, siendo su Director el profesor Leopoldo Broëdl.

A partir del 14 de Junio de 1991,en el edificio del Diario “La Calle” comienza a emitir el Canal de cable “Rio Cable Visión” ,estando presente en su inauguración el Sr. presidente de la Nación Dr Carlos Saúl Menem, incorporándose otro hito en la historia de este antiguo edificio de la ciudad.

Durante los años 1995/1997,las necesidades propias de un diario moderno y en continua evolución como lo eran “La Calle” y del “Canal Rio Cable Visión” ,motiva que la empresa encare importantes modificaciones, en su estructura interior, manteniendo su fachada.

El edificio, sin ningún tipos de dudas, tiene más de un siglo de existencia, habiendo sido casa de familia, cuartel, cantón de defensa, hoteles como “Nacional”, “Nuevo Hotel Nacional” y ” Concordia”, del Diario “La Calle”, ” Rio Cable Visión” y la Radio FM “Sensaciones” 90.5 , Hoy, abandonado luego una disputa judicial entre los dueños y antiguos empleados, sigue esperando por alguien que lo vuelva a la vida y no lo deje caer víctima de la piqueta para construir en ese histórico lugar un nuevo edificio en torre.

Puerto nuevo: Capilla Stella Maris

Capilla Stella Maris (Foto: 03442.com)

Terminado el mes de octubre de 1959, se realizó en nuestra ciudad una Santa Misión, terminábamos de vivir una catástrofe natural, la crecida del rio Uruguay más alta de que se tenga memoria, recordemos que el 17 de abril de 1959 el río registró una  altura de 10,22 metros.

En el barrio “Puerto Nuevo”, el padre Misionero Rolando Federico, toma la iniciativa conquistando varias almas, fruto de concretos de la inspiración divina.

Al no tener un espacio físico para reunirse la Prefectura Naval Marítima, presta un galpón para realizar las celebraciones, donde se dieron Misas de Campaña.

Esto llevo a que el barrio viera la necesidad de tener una capilla, la que decidió por cercanía de la Prefectura estuviera bajo la advocación de la Virgen Stella Maris.

Se formó una comisión en presencia del padre Juan Ángel Fiorotto, presidida por la Señora María Angélica D. de Alfonso, quien fue acompañada por los vecinos: Bernay, Cherot, Grandi, Rizzo, Chichi, Ratto, Parodi, Costa, D`Agostino, Minaglia, Donatti entre otros.

Con diferentes beneficios se pudo comprar un terreno, en 8 de junio y Máximo Álvarez, esto ocurrió con el permiso del obispo Monseñor Jorge Chalup en 1960.

Los planos y presupuestos estuvieron a cargo del Almirante Gastón Clement.

La imagen donada por Don Elbio, de 1,35 metros de altura, hecha en cerámica y comparada en casa Majo de Buenos Aires.

Así nace la capilla de estilo sencillo, moderno y acorde a las normas sacras. Fue consagrada el 29 de octubre de 1967, por el obispo de Gualeguaychú, Pedro Boxler.

Recuerdo que mi abuela Elvira Ratto de Conci donó monedas viejas que tenía para, con ellas, fundir la campana del templo.

Bibliografía: Boletín Parroquial Basílica Inmaculada Concepción, septiembre de 2017

El puerto de Santa Cándida

Muelle de Santa Cándida (Foto: Canavessi, Carlos Rogelio, “Concepción del Uruguay, Evolución Urbana y Patrimonio Arquitectónico 1783-1983”)

El 22 de Septiembre de 1860, el Gral. Justo José de Urquiza firma en contrato, con el Arquitecto Baltazar Fossati en sociedad para la obra, con el Sr. Juan Cruz Ocampo,  para la construcción de un puente y muelle en el Saladero de su propiedad Santa Cándida.

El monto de la obra era de 22.000 onzas de plata de diecisiete onzas, según planos y presupuesto presentados oportunamente.

El puente se hacia necesario para “salvar el bajo” existente entre la barranca donde estaba emplazado el Saladero y la costa del arroyo.

El muelle tenía 20 metros de frente, y el puente de acceso 154 metros de largo y 4,50 metros de ancho.

El Puerto de Santa Cándida -dado que se trataba de una verdadera infraestructura portuaria, es el primero que posee la ciudad de Concepción del Uruguay ya que van a tener que pasar más de 10 años para que se construya el primer muelle de la ciudad propiamente dicho, en la zona del Puerto Viejo, sobre el Arroyo Itapé, en la proyección imaginaria de las actuales calles  Juan Perón y Moreno.

Texto: Andres F. Rousseaux, “Lo primero en Concepción del Uruguay”

 

 

Molino del Arroyo Urquiza: Maury y Fabani

Molino Fabani en 1925 (Foto de Rodolfo Gradizuela, tomada de http://patrimoniouruguayense.blogspot.com/)

A pocos kilómetros de Concepción del Uruguay, dentro de lo que hoy es el balneario camping “Viejo Molino”, se encuentran unos altos muros y restos de murallas y canales que seguramente han de sorprender a los desprevenidos. Y, quizás, poco conozcan el verdadero origen de esta vieja construcción que data del año 1884.

Se trata del primer Molino harinero de la Provincia. En un artículo, coleccionado por la señora Florentina Delaloye de Barral, antigua dueña del Hotel París, se encuentra una descripción del Molino hecha por el  Dr. Carlos Gatti.

La construcción del Molino harinero de arroyo Urquiza por les señores Ludovico y Próspero Maury, en el año 1884 constituye la primera iniciativa de importancia en la utilización del agua como fuerza motriz en la Provincia. En el lugar conocido como Talar de Urquiza junto al camino carretero que une Uruguay con Colón se llevaron a cabo obras que para la época fueron sin lugar a dudas de gran aliento. El curso del arroyo fue embalsado y dirigido en forma e una “V” de manera que el  agua que se utilizaba para la fuerza tomaba hacia la derecha realizando una curva pronunciada. Para ello fue preciso que se construyera el dique regulador del embalse con sólidas compuertas, a fin de contener el gran volumen de agua al ser detenida en su curso natural por la obra del embalse. Se levantó un murallón de más de cien metros de extensión.

Fueron amplias y fuertes construcciones con materiales del mismo lugar: piedra, arena y cal.

Es también obra de los mismos constructores la de los edificios para instalación de máquinas, depósitos de trigo, maíz y demás efectos. Hoy, casi todas esas obras se encuentran aún en pie. El juego de las compuertas elevaba el agua a la altura que fuese menester y así entraba por un canal a la boca por un túnel que llevaba hasta debajo del edificio principal donde se hallaba instalada la turbina. Una vez que el agua llenaba su función salía por un canal de descarga y seguía su curso por el arroyo; detrás del murallón ya mencionado, de modo que el arroyo seguía su curso, para desembocar, finalmente, en el Río Uruguay.

La fuerza motriz necesaria para mover los cilindros y demás maquinaria del molino la proporcionaba la turbina que por su fuerza parecía una hélice de cuatro palas y de un diámetro de tres metros más o menos. Estaba colocada a bajo nivel y el agua que entraba a ese depósito ejercía presión sobre  las palas de la hélice accionándolas en un sentido de modo que giraban  velozmente poniendo  en movimiento toda la maquinaria. (…). Se calcula que tenía una fuerza de veinte caballos, entre sus mecanismos se contaba con un regulador de dos esferas, como el de las primitivas máquinas impulsadas a vapor, de modo que si la mayor presión del agua aumentaba la velocidad de la turbina, el regulador llamaba la atención advirtiendo por toque de campana a fin de que fuera regulada adecuadamente la entrada de agua disminuyendo el volumen mediante mayor abertura de las compuertas. Además contaba con una pequeña turbina la cual accionaba a una dínamo a fin de producir energía eléctrica la que se utilizaba para la iluminación, la electricidad que producía era de 110 voltios. Era interesante la instalación de sus cables que en los interiores estaban embutidos en varillas de madera que se adherían a las paredes. Como se ve allá en medio del campo había corriente eléctrica en el año 1884. Antes que en Buenos Aires que se inauguró en 1889 y que en Concepción del Uruguay que se instala en 1903.

La obra de los señores Maury es digna de ponderación. En uno de los paredones del edificio se halla una piedra en la cual se lee el año de construcción. El primer Maury que llegó a la Argentina fue Don Jean Lois, traía una recomendación para el entonces ministro francés en Buenos Aires; se embarcó con su familia en Burdeaux el año 1867 con su esposa y sus dos hijos: Próspero y Alfonso Ludovico. Jean Lois se casó en Francia con Rosalie E Coussieux, francesa, Ludovico no tuvo descendencia y Próspero caso con Julia Brousseaux, nacida en la Argentina, de esta unión nacieron seis hijos de los cuales tres murieron jóvenes de difteria. Los tres sobrevivientes eran: Rosa y María Luisa que fueran maestras en la Escuela Normal y Emilie que se dedicó a las actividades bancarias. Los dos hermanos Maury construyeron el Molina, Ludovico fue también profesor del Colegio Nacional Justo José de Urquiza.

 

Molino Fabani

Agobiados por los inconvenientes, los Maury en Abril de 1898 venden el molino al Dr. Fraga. Publicaciones de la época dan cuenta de arreglos y mejoras, pero no de actividad alguna.
En 1907 y, casi tras diez años de inactividad el Dr. Fraga lo vende a Quintin Fuseo. 

Noviembre de 1912: Don Juan Antonio Fabani es el nuevo propietario, y con él y su familia comienza la última y gran etapa. Proviene de Gualeguay. Descendiente también de los primeros colonizadores. Don Juan Fabani, panadero y visionario, emprende una nueva etapa.
Como Juan Fabani, como Juan Fabani e hijos y como Fabani Hnos. sociedad colectiva, creció esta empresa en ese orden se fue fortaleciendo. Seis meses llevó ponerlo nuevamente en marcha, en Julio de 1913. Sus hijos Mateo y José Vicente supervisaban la tarea. Mateo desde la administración, con cuatro oficinistas y un contador, y José Vicente a cargo de la molienda y el personal.
Las estibas de cereal almacenado en el patio eran cubiertas por encerados y llegaban hasta una altura de 27 bolsas. Hasta el año 1920 la harina era envasada en bolsas de 90 kg. y a partir de allí se redujo a 70 kg. para hacerlas más manuables y prácticas. En el año 1928, récord de cosechas, llego a haber almacenadas en el patio principal más de 14.000 bolsas de trigo a la espera de la molienda. En la entrada actual, justo donde está emplazada la ruta 14 se encontraba el puesto policial, un caserío con dos policías permanentes pagos por la empresa, encargados de mantener el orden y desalojar a los peones que eran despedida.

Para ese entonces y para alojar a tanta peonada, principalmente correntinos, era numeroso el rancherío que se había establecido a la vuelta del molino. Eran tiempos duros y difíciles; la barbarie aún mostraba sus signos, la confianza era escasa, los capataces y encargados con mucha prudencia calzaban revólveres y hacían cumplir el trabajo. El acarreo de cereal y harina eran efectuado por 10 carros playeros, los que eran tirados por caballos alimentados por el mismo afrecho producido de la molienda. El total de ellos no pasaba de 60. Dicho acarreo se producía desde y hasta la estación de ferrocarril de Bella Vista, próxima a unos 5 km. al sur. Los carros cargaban 40 bolsas de cereal por viaje y en el caso de harina 30.

Debido a numerosos problemas del sistema hidráulico, éste es reemplazado por un motor a vapor, para así optimizar la producción. Hasta que un día un gran incendio en la sala de maquinas destruye a ésta y al motor, paralizando totalmente la faena. Sin pérdida de tiempo los Fabani encaran la instalación de una maquina diesel que generó la energía hasta sus últimos días.

Así llega el año 1929. El molino había concluido su ciclo, lo desplazaba el progreso, un moderno edificio con todos los adelantos de la época en el puerto de Concepción del Uruguay con vías férreas y navegables a sus puertas. El 11 de Octubre de 1929 el viejo molino detuvo sus maquinas para siempre.

Textos:

Molino Maury:  María del Carmen Miloslavich de Álvarez. Artículo publicado en diario “La Calle” el 10 de diciembre de 1989.

Molino Fabani: http://elviejomolino.net/historia/

“Aula Histórica” del Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza”

Aula histórica (Foto: Jorge Duarte)

Nuestro Histórico Colegio del Uruguay, Justo José de Urquiza, Monumento Histórico Nacional desde el 4 de febrero de 1942, es muy visitado por turistas durante todo el año y en épocas de turismo estudiantil (después de vacaciones de invierno), por estudiantes que llegan de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y de nuestra provincia en gran cantidad.

Todos, se ven sorprendidos por la belleza de la Biblioteca “Dr. Alberto Larroque”, por el Salón de Actos “Alejo Peyret”, por el patio, por los museos que posee en su parte superior y también por el Aula Histórica, “Dr. Alfredo Parodie Mantero”, que fue inaugurada en 2015.

En esta aula, se observan los pupitres que fueron realizados en la Penitenciaria de Las Heras (Bs. As.) en 1910 y se dejaron de usar en 2010. Cien años que acompañaron a nuestro establecimiento. Son pupitres cuyas patas de hierro, poseen las iniciales PN (Penitenciaria Nacional) y la madera de las mesas y asientos es de cedro y otros de robles.

Los pizarrones (los que llaman más la atención), son dobles con una cuerda que los hace desplazar uno hacia arriba y otro hacia abajo. Este modelo lo ve en la década de 1940, el rector Luis Grianta, en Mar del Plata y solicita al Ministerio de Educación de la Nación, copiar el modelo e implementarlo en nuestro Colegio.

Aclaramos que estos pupitres no fueron los primeros, sino que se tiene referencia de cómo fue la vida en los inicios del Colegio en el libro Del Tiempo Viejo, escrito por Luis Araoz. Este narra que se estudiaba en mesas y bancos largos, con capacidad para doce alumnos.

Pero en 1871, Marcos Sastre, que era Inspector de Escuelas Primarias, preocupado por la postura de los alumnos, diseña pupitres de madera con respaldos. Los presento en la Exposición Nacional de Córdoba. Estos fueron aceptados e implementados en diferentes colegios, siendo el primero en tenerlos nuestro Colegio del Uruguay. El inventor destacaba que el respaldo permite una buena postura al alumno. El modelo se lo puede apreciar en Museo Palacio San José.

Bibliografia: Araoz, Luis, “Del Tiempo Viejo”. Liberatori de Presas, Angélica, “Guía para visitar el Colegio del Uruguay” y Diario “La Calle”, 2015

Confitería “RyS”: testigo de la historia uruguayense

Edificio de la RyS en la actualidad. (Foto: Carlos Ratto)

Sin lugar a dudas, la esquina noreste de calles Urquiza y Galarza en Concepción del Uruguay, traerá innumerable recuerdos de infinidad de uruguayenses que en su juventud y luego, en su madurez, compartieron inolvidables momentos, tomando una copa con amigos o compartiendo un desayuno al salir del boliche bailable.
Es que la esquina de la “Ris” no puede pasar por desapercibida y generación tras generación, supo de su historia y presente, lo que siempre le dio vida y un sentimiento especial.
Hoy, totalmente renovada, con dueños que llegaron con la intención de darle el toque requerido a la época, la “Esquina de Urquiza y Galarza”, está más viva que nunca, con modernas barras, nuevas luminarias, tanto en el interior como en su fachada, más cómoda que nunca, con un nuevo comedor y una excelente atención, es el punto de encuentro de gran cantidad de uruguayenses de todas las edades.
Más allá de este presente prometedor, la esquina tradicional de la “Ris” es parte de nuestra historia y seguramente, la ciudad no sería la misma sin ella.

Según el profesor Celomar José Argachá, se estima que alrededor del año 1800, a solo 17 años de la fundación de Concepción del Uruguay, llego a la ciudad Juan Jorge, griego, que en el Censo realizado por Francisco Ramírez en 1820, figura con 26 años de edad, comerciante. Sus descendientes, Juan y Nicolás Jorge, compraron entre 1822 y 1823 a José Antonio Leyes y Bernardo Crossa casi toda la manzana frente a Plaza Ramírez.
En 1873 la Municipalidad obligó por ordenanza a ochavar las esquinas y la familia de Juan Jorge la realizó sobre una vieja construcción de una casa con azotea que daba sobre las dos calles: De las Ciencias (hoy Galarza) y Santiago del Estero (actual Urquiza). En 1878, haciendo cruz al Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza”, funcionada el Bar “Jorge”, en cuyo fondo había billares donde concurrían personalidades del Uruguay de entonces.

Precisamente en dicha esquina se produjo un alboroto de grandes proporciones. Cuando se realizaba una manifestación para celebrar el triunfo electoral a Gobernador de Francisco Antelo, que estaba presidida por una Banda musical llamada “Los Italianos”, al llegar a dicha esquina fueron recibidos por los estudiantes del Colegio con “baldazos” de agua, tarros con piedras para hacer ruidos y que también fueron arrojadas a los manifestantes y desde la marcha política partieron 40 balazos a los altos del Colegio, donde estaba el dormitorio de los alumnos internos. Fue todo un escándalo e inició el Ministerio de Instrucción Pública de la Nación, un sumario y deciden llamar a declarar a algunos profesores que estaban en el Bar “Jorge”.
Entre ellos se puede citar a Martín Ruiz Moreno (ex Ministro provincial, diputado e historiador), Guillermo Seekamp (alemán y primer profesor de Química de la provincia), Alejo Peyret (francés, profesor del Colegio y organizador de la Colonia San Jose) y Manuel Soneira entre otros, todos ellos uruguayenses destacados en aquellos tiempos. Es decir que ya en 1878 era un concurrido lugar.

Entre el Correo y Telecomunicaciones y el Bar “Jorge” existía un terreno baldío y allí funcionó en verano “La Terraza del Cine Esmeralda”, uno de los primeros cinematógrafos de la ciudad.
Debido al estado ruinoso del viejo edificio, resolvió Manuel Aurelio Jorge su demolición en 1927 y la construcción de un moderno salón comercial, Juan Filippini y fue llamado “El Nacional Bar” o “Bar Nacional”. El nuevo dueño inauguró la “Boite Itapé”, un muy concurrido lugar bailable.
Años después, 1944, la explotación comercial quedó a cargo de la firma Tófalo Hermanos, anexando bar y café, secciones de confitería estando a cargo de Jose Comas un conocido profesional en el ramo. Lo llamó Bar “Tupinambá” siendo pintadas sus paredes con la leyenda india. Un tiempo de la Gerencia estuvo en manos del “Tuli” Barbieri. Un gran incendio en enero de 1949 destruyó totalmente su mobiliario e instalaciones, funcionando temporariamente en el llamado “Rancho o Boite Itapé” hasta su reconstrucción y volvió a funcionar ahora con el nombre de “Confitería Ramírez” y el “Rancho” paso a denominarse “Night Club Ramírez”. La venta de Helados se hacía por calle Urquiza con el nombre de “Heladería Oasis”.

Recordemos que fue el primer lugar público de Concepción del Uruguay que tuvo, solo a partir de las 21 horas de todos los días, la transmisión de televisión, levantando para ello una enorme torre y antena para captar Canal 7, con serias interferencias y la imposibilidad de hacerlo en los días de lluvia.
Con la muerte de Manuel Aurelio Jorge todo el edificio y predio pasan a sus descendientes, quienes venden en 1973 el terreno anexo a Miguel Ángel Barral y este al Dr. Julio Simovich, quien construyo los actuales locales comerciales y luego se agregó un segundo piso para distintas actividades y estudios.

En 1968 la familia Tófalo abandona la explotación de la “Confitería Ramírez” y la misma fue encarada por los empresarios locales Abel Rodríguez y Albino Spada, cambiando su nombre por “Confitería RYS”, tomando las primeras letras de sus apellidos.

En 1970 por ordenanza municipal se cambio el nombre de la calle “Centenario del Pronunciamiento” por su actual “General Urquiza”, que fue su nombre original colocado en 1850.
Ambos compraron una parte de la edificación indivisa, quedando así como dueños junto a los descendientes de Manuel Aurelio Jorge. Encararon reformas del local en tres oportunidades (1970, 1992, y 1997) hasta que finalmente problemas económicos y comerciales provocaron la venta de la propiedad que fue adquirida por una entidad o asociación con sede en Paraná.

La misma la decidió alquilar a una cooperativa de los empleados de dicha confitería y finalmente su explotación queda en manos de una sociedad compuesta por dos hermanos, que realizaron nuevas refacciones, y poniendo además un restaurante, colocándole por nombre “Confitería y Bar La RIS”.
Mantener y defender los lugares tradicionales e históricos de la ciudad debe ser objetivo principal de nuestras autoridades y la Confitería RIS lo tiene de sobra por cuanto fue y es un lugar tradicional en la vida de los uruguayenses.

(Artículo publicado el 5 de Junio de 2016 en el diario digital “03442”)

Edificio en torre “Centro Comercial”

Edificio del Centro Comercial en una foto del año 1970

En el año 1962, la comisión directiva de ese entonces, toma la iniciativa, de construir en el predio que ocupaba el “Centro Comercial y de intereses Departamentales de Concepción del Uruguay (denominación de la época) en la esquina de las calles Galarza y La Fraternidad (ex Colón, actualmente Eva Perón) de un edificio “en torre” con galería comercial en su planta baja y departamentos en sus pisos superiores, reservándose el primer piso para sede social y dependencias de la institución, además la “clausula de cesión por parte del Gobierno de Entre Ríos de 1922, así lo establecía. Para tal fin, se llama a asamblea extraordinaria para el 22 de julio de ese ano, estando previsto en el Orden del Día, el tratamiento de esta iniciativa, la que es aprobada.
En febrero de 1963, se llama a concurso de “anteproyectos” del edificio sede y galería comercial y departamentos. El 7 de septiembre de ese mismo año, se llama a concurso de pre selección, entre las empresas constructoras locales y no locales para la realización de la obra.
Para poder concretar este proyecto, la Comisión Directiva del “Centro Comercial”, busca apoyo económico en las entidades financieras locales. En abril de 1964, se adjudica la construcción del edificio, que iba a ser el segundo en la ciudad, después, del “Edificio Guini y Guini” de la esquina de 9 de Julio y 3 de Febrero que se había inaugurado el 22 de noviembre de 1964; a la empresa constructora local de D. Atilio Nichele. 
La promoción y venta de los locales comerciales y departamentos, es encomendada en junio de 1964 a la empresa local “impulso Uruguay SRL” con oficinas en calle Vicente H. Montero N° 77.
A raíz de haberse aprobado la ordenanza municipal 2187 de 1964 que establece que establecía que no podrá autorizarse la demolición de ninguna finca en la zona céntrica, sino se han aprobado previamente el proyecto y los planos de la construcción que reemplazará a la existente, los tramites de construcción del nuevo edificio se ven demorados, hasta tanto las autoridades municipales aprueban los planos del nuevo edificio, trámite que se realiza rápidamente, dado que dicha Ordenanza, no estaba dirigida al caso particular del proyectado edificio del “Centro Comercial”, sino a la demolición de la casona de Sra. Sagastume de Chiloteguy en la esquina sureste de las calles 9 de Julio y Vicente H. Montero (actual Juan Perón). 
En octubre de 1964, la Comisión Directiva del Centro Comercial, aprueba los pliegos para el llamado a licitación para la construcción del edificio. El 17 de noviembre de 1964 (martes) en una asamblea extraordinaria convocada al efecto, se aprueba el contrato que la Comisión Directiva había firmado “ad referéndum”, con la empresa constructora de D. Atilio Nichele. El edificio en torre constará de planta baja, garajes, bauleras, galería comercial y 16 pisos de departamentos.
Se reserva el primer piso de aproximadamente 400 m2 para la sede del “Centro Comercial” cumpliendo de esa manera con la clausula de cesión que el gobierno de la provincia había establecido en la escritura del 1 de mayo de 1922. El jueves 12 de diciembre del mismo año se firma el contrato definitivo de construcción del edificio con la empresa D. Atilio Nichele, teniéndose previsto iniciar los trabajos en los primeros meses del año siguiente.
El 22 de enero de 1965, se inician los trabajos de estudios de suelo tareas que están a cargo del ingeniero Hugo V. Vercelli, para determinar el cálculo de la estructuras.
El 15 de abril del mismo año, el “Centro Comercial y de intereses Departamentales de Concepción del Uruguay deja de tener su sede en el antiguo local del ex-Banco Entrerriano, trasladándose provisoriamente al edificio de COPUL en calle Rocamora, para permitir las obras de demolición que dan comienzo de inmediato previo vallado del predio. La ultima pared del antiguo e histórico edificio es demolida el día 29 de junio de 1965. Los materiales recuperables de la demolición mas muebles, útiles, rejas etc. son rematados por la firma martillera local juan Carlos Rabosto Barther y Plazaola. 
En el mes de septiembre se inicia la excavación de los cimientos y subsuelos del nuevo edificio donde se coloca en oportunidad del hormigonado una “capsula del tiempo” construida en los talleres metalúrgicos de Celinsky Hnos., la que consta de un tubo de acero sin costuras de 4 centímetros de diámetro y 40 centímetros de largo, en forma de torpedo. En su interior se coloco un tubo de cristal sellado que contiene fotografías y películas de la ciudad con un tratamiento especial realizado por “Fotografía Yusti”. 
Para septiembre de 1966, se habían vendido 26 departamentos para viviendas, quedando solo 13 disponibles además de los locales comerciales de la futura galería. A fines de enero 1967 la obra se encontraba en el piso 14, faltando dos más para completarla, pasando a ser el edificio de mayor altura de la Provincia de Entre Ríos de esa época, teniéndose previsto su finalización total para fines de 1969. El 15 de julio de 1968, se entregan los veintisiete locales de la galería comercial, a quienes los habían adquirido y son inaugurados el domingo 21 de julio, constituyéndose en la primera galería comercial de la ciudad. De inmediato se instalaron diversos comercios, entre ellos; “Foto Ricardo”, sucursal de “El Sportman”, “La Candela”, “Karina Calzados”, “Decoraciones Seven”, “Foto Yusty”, “Leopardo Turismo”, sucursal de la tienda “Víctor Niño”, etc. Es de hacer notar que los locales de la galería no solo se destinarían a comercios sino que también en ellos se podían instalar oficinas y profesionales, tal como se puede ver en la actualidad.
El 7 de marzo de 1969 (viernes) se firma la escritura de transferencia de la unidad que le corresponde al “Centro Comercial”, comprendiendo la totalidad del primer piso, interviniendo en el acto el Escribano Mario José Gluschan, firmándola el presidente de la entidad D. Francisco Hraste y el Secretario D. Ángel Massoni.
En el mes de mayo del mismo año, el Centro Comercial tiene previsto su traslado a su sede propia para lo cual se recurre a sus socios, solicitándoseles adhesiones, con el fin de adquirir el amoblamiento adecuado acorde sus nuevas instalaciones. A partir del mes de julio de 1969, la venta de departamentos y locales comerciales, pasan a estar a cargo del Banco de Entre Ríos, el que acuerda financiación especial a los compradores, acordando quince años de, completándose la venta de los departamentos
En el mes de julio de 1970 el “Centro Comercial” llama a licitación para la explotación del restaurant, bar y salón de fiestas de su sede social, sita en el 1° piso del “Edificio Centro Comercial el que es adjudicado al Sr. Alejandro Castro, el que se inaugura el 8 de diciembre de 1970, con una nutrida concurrencia. El 13 de agosto de 1972 -domingo- los conocidos rematadores locales, D. Edmundo Bastreri, padre e hijo rematan las cuarenta y cuatro bauleras del edificio, exclusivamente para los copropietarios del inmueble.
Texto: Rousseaux, Andrés, “Concepción del Uruguay, edificios con historia”, Tomo III, Concepción del Uruguay, 2013