Ramírez y el censo de 1820

Placa colocada en el supuesto lugar de nacimiento de Francisco Ramírez, en el actual sitio donde se encuentra el Rectorado de la UNER

Por Lic. Aixa Mega (Instituto Ramiriano de Estudios Históricos)

En el año 1820 Francisco Ramírez creó la República de Entre Ríos, con los actuales territorios de Entre Ríos, Corrientes y Misiones. Dicha creación se habría legitimado  a partir de un conjunto de Reglamentos de “Orden Interno”, más conocidos como los “Bandos de 1820”. Al crearse la República también fue necesario efectuar un relevamiento que dé cuenta, sobre las formas de vida y cantidad de pobladores en estos territorios.  Es así que por Bando del 29 de septiembre en su artículo octavo se ordena la realización de un Censo o Padrón de población. Esta disposición se cumplió con rapidez. El padrón, comprendía, Patria, Edad, Estado y Ejercicio; el primer relevamiento que se concluyó fue el de Itatí, el 8 de Octubre de 1820.

Los Padrones de Entre Ríos, se remitieron entre noviembre de 1820 a enero de 1821,  la población censada ascendió a 56.753 personas, correspondiendo a Corrientes 36.697 y a Entre Ríos 20.004, de los cuales 7.801 viven en los pueblos, de éstos el que tiene más población es Paraná con 4284 moradores y Concepción del Uruguay, con 1223; los cinco restantes: Gualeguaychú, 755; Gualeguay 559; Nogoyá 538; Rosario del Tala 261; La Matanza 181;  no se censó la población Misionera, por inconvenientes.

    Los partidos y Villas entrerrianas   relevadas por el Censo fueron: Alcaráz, Ensenada, Gualeguaychú, Nogoyá, Villa del Tala, Villaguay La Matanza, Feliciano, Chilcas, Concepción del Uruguay pueblo y recinto, Goya, Las Moscas, Raíces, Yaguareté Corá. Debemos aclarar que en el caso de Goya y Yaguareté Corá son Departamentos que en la actualidad pertenecen a la provincia de Corrientes, pero que en el lapso analizado constituyeron parte de los dos Departamentos principales entrerrianos Goya a la Bajada y Yaguareté Corá a Uruguay.

Desde el año 2010 el Archivo General de Entre Ríos tiene el Censo completo digitalizado para consulta del público que lo requiera.

Bibliografía

Bosch Beatriz, (1979), Historia de Entre Ríos, Buenos Aires: Plus Ultra.

Maeder Ernesto (1969) “La Estructura Demográfica y ocupacional de corrientes y Entre Ríos 1820”, Cuadernos de Historia, Serie 1 Nº4, Resistencia: Universidad Nacional del Nordeste.

Delsart Ileana – Mega Aixa. (2013). “Comunidad real, comunidad imaginada: Entre Ríos en la República Entrerriana 1820 – 1821”. Jornadas Interescuelas de Historia, Mendoza. Disponible en web.

La Universidad Popular

Escuela Avellaneda, lugar de funcionamiento de la Universidad Popular

La Universidades Populares constituyen el más acabado exponente de democracia en materia educacional. A ella concurren hombres y mujeres de todas las edades de todas las condiciones y sectores sociales, que generalmente no pueden hacerlo a los colegios del Estado, sin restricciones de ninguna naturaleza y sin otra exigencia que la mínima de cumplir los horarios establecidos. Hombres y mujeres que tienen en su espíritus la fuerza ponderable que los lleva en sus horas libres a ocupar pupitre y aprovechar en el máximo de sus posibilidades las lecciones que se dictan. Hombres y mujeres a quienes esa sola inquietud los sindica como valores positivos para la sociedad en que viven.

La Universidad Popular de nuestra ciudad fue fundada en el mes de junio de 1937, por feliz iniciativa del Señor Rodolfo Seró Mantero, obteniendo la personería jurídica en el año 1944. Estuvo siempre dirigida por consejos directivos compuestos por hombres calificados que hubieron de vencer permanentemente un sinfín de dificultades y atendida por profesores que se fueron renovando a lo largo de los años, pero todos movidos por el mismo afán de poner su entusiasmo, su cariño y su saber al servicio de esa gran institución. Ha cumplido ya los 25 años (hoy 81 años) y desde su fundación ha funcionado regularmente, sin interrupción.

Fue presidente del Primer Consejo Directivo el Dr. Antonio C. Muzzio y su primer Rector el Prof. Lucio Macedo

En ella se dictaban cursos de Contabilidad, Telegrafía, Encuadernación, Mecanografía y Secretariado Comercial, Ingles, Dibujo lineal, Dibujo Arquitectónico. Cursos de conexiones eléctricas y sanitarias, Danzas folclóricas.

En 1962, concurrieron 493 alumnos, habiendo llegado en años anteriores a tener aproximadamente 800 alumnos.

Miles de ciudadanos egresaron de ella en su gran mayoría obreros y empleados que obtuvieron el modesto pero solido certificado que positivamente les facilita la lucha por la vida, habiendo llegado algunos de ellos a ocupar posiciones destacadas.

En 1962, estaba presidido el Consejo Directivo por el Prof., Manuel Macchi, acompañado por los señores: Juan Chiozza Traverso, Serafino Follin, Jorge Rivera, Nivardo Tenreyro, Atilio Chiozza, Francisco Hraste, Lucia Liberatori, Víctor Laurencena, Justo Artusi, Darío Peretti, Adolfo Ressio, Ángel Cremona, Natalio Bochatay y N. Scarinci. Desde el año 1949 ocupaba el cargo de Rector el Prof. Miguel Ángel Gregori, hombre de reconocida jerarquía intelectual, luchador infatigable, que pone al servicio de la Universidad Popular, su desinterés su férrea voluntad su capacidad y visión de futuro.

Edición: Civetta María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio sobre  un artículo sin firma publicado en el diario Provincia, 1 de diciembre de 1962.

Imágenes de la Basílica de la Inmaculada Concepción. Parte 2

Vista del Altar del Sagrado Corazón de Jesús (Foto: Jorge Duarte)

Altar del Sagrado Corazón de Jesús. Imágenes de San Antonio de Padua, de N. S de Fátima y del Sagrado Corazón de Jesús

 Altar del Sagrado Corazón de Jesús

Al igual que el Altar Mayor, este altar actualmente dedicado al Sagrado Corazón de Jesús fue levantado en los tiempos primigenios del templo, siendo financiado por Urquiza. El mismo según afirman los historiadores previamente mencionados, se habría erigido en memoria de su hermano Juan José de Urquiza. No hay mayores datos sobre la evolución posterior de esta construcción, pero ha sido posible observar que existieron diversas intervenciones decorativas sobre el mismo, las cuales fueron tapadas sucesivamente por sucesivas capas de pintura, hasta llegar al falso mármol actual.

El Pbro. Zoilo Bel (Libro I de Inventarios) hacia 1945, lo describirá de la siguiente manera: “Gran altar de mampostería pintado a la cal y a la tiza y cola pero que en mejores tiempos fue estucado. La mesa del Altar tiene un borde de mármol, y toda ella cubierta de una chapa de madera terciada. Tiene una sola gradería con chapa de mármol. En 1946 el Apostolado de la Oración hizo lavar y restaurar este altar”

Es posible que las gradas de este altar conserven el mármol de Carrara original utilizado para la construcción de las peldaños del presbiterio y del atrio del templo. Además, las baldosas de ese material que cubren el piso superior, podrían ser parte de las piezas marmóreas que otrora formará parte del piso de atrio.

 

Imagen del Sagrado Corazón de Jesús

Imagen del Sagrado Corazón de Jesús (Foto: Jorge Duarte)

Material: Madera estucada y policromada

Medidas: 1,81 centímetros

Ubicación: Altar Lateral derecho – Retablo Central

Referencia Histórica: Esta imagen podría haber llegado al templo parroquial hacia 1893, atendiendo a dos datos importantes registrados en el Archivo Parroquial. Dice el Acta del 22 de marzo de 189, correspondiente a la Comisión Directiva del Apostolado de la Oración, presidido por Tecla F. de Aramburu “…en breve llegará la imagen del Sagrado Corazón de Jesús i que era necesario celebrar su fiesta con todo esplendor i solemnidad posible”.

Atendiendo luego al Libro I de Inventarios se observa que en ese mismo año el Pbro. Bencivenga  registra el ingresa de imagen de esta advocación de Cristo, donada por Don Fernando Bourvier, destinada particularmente para el ejercicio piadoso del Apostolado de la Oración.

 Es posible que esta imagen haya ocupado por un tiempo el retablo superior del Altar Mayor.

 

Imagen de Nuestra Señora de Fátima

Imagen de Nuestra Señora de Fátima (Foto: Jorge Duarte)

Material: Vaciado de yeso

Ubicación: Altar Lateral derecho – Retablo izquierdo

Referencia Histórica: Imagen comprada por el Pbro. Alfredo Frossard mediado de los años 1950. Hacia 1955, el Arzobispado de Paraná autoriza la colocación en el templo de esta imagen (Caja 7 Carpeta 1). La recuperación actual de la misma fue financiada por la comunidad de la Capilla homónima.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen de San Antonio de Padua

Material: Vaciado de yeso

Medidas: 1,20 centímetros

Ubicación: Altar Lateral derecho – Retablo derecho

Referencia Histórica: Según datos encontrados en el Archivo Parroquial (Caja 8), esta imagen fue comprada en tiempos del Pbro. Amancio Rodríguez, hecho que podría haber sido contemporánea a la erección canónica (Caja 8 Carpeta 3) en la parroquia de la Pía Unión de San Antonio, acaecida hacia el año 1900. En el registro de inventarios del Pbro. Angel Solessi, esta imagen comienza a aparecer. Vale mencionar que este sacerdote sucede en el curato al Pbro. Rodriguez.

Edición: Civetta, maría Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente: Lic. Adrián Bertolyotti  “Inventario de imágenes reordenado el 23 de abril de 2015”

 

 

Sobre el lugar de nacimiento de Francisco Ramírez

Monumento que recuerda a Francisco Ramírez en el centro de la plaza principal de Concepción del Uruguay

Siempre se sostuvo que el general Francisco Ramírez había nacido en la villa fundada por Tomás de Rocamora, la Villa de Concepción del Uruguay, la que por largo tiempo, aún en los documentos oficiales siguió llamándose “Villa del Arroyo de la China”.

Placa que recuerda el lugar de nacimiento de Ramírez en el edificio del Rectorado de la UNER

Los lugares en que la tradición sitúa el nacimiento de Ramirez son varios; por lo menos tres. El más conocido y el que han aceptado los historiadores, es dónde. A nuestro parecer se ha colocado, equivocadamente, la placa en homenaje a los 150 años de su muerte, frente a la plaza Ramírez en los muros del Hotel París (Hoy Rectorado de la UNER). Esa manzana perteneció al fisco, no fue de ningún particular y allí existió el Cabildo y la primera Aduana, ya en tiempo de la Colonia. (1)

Otro lugar que se ha señalado como casa de los padres de Ramirez, es la que existió donde se encuentra la casa de la Logia Masónica, en calle 8 de junio. (2)

Por último también la tradición oral, señala como casa paterna de Ramirez la que existió en la esquina de las calles Rocamora y Supremo Entrerriano, hoy casa del Dr. Pedro Tavella. Existen documentos probatorios que esa residencia perteneció a los Calvento. (3)

Ahora bien; el padre del Supremo Entrerriano fue un modesto carpintero de nacionalidad paraguaya. (4)

Croquis realizado por la autora del artículo. Referencias: 1. Asiento de los primeros pobladores del Arroyo de la China. 2. Villa de Concepción del Uruguay. 3. Lugar aproximado del nacimiento de Francisco Ramírez

En el Censo levantado en 1781 por el Alcalde Comisionado Don Julián Colman, figura el matrimonio Ramírez – Jordán sin ningún hijo. El 18 de junio de 1782 nace la hermana mayor del general, Marcelina y su padrino fue don Bartolomé Martínez, que se halla anotado junto a Juan Gregorio Ramirez en el Censo de Colman; por lo tanto eran vecinos. El 3 de enero nace la segunda hija, Estefanía, cuyos padrinos fueron Antonia Jordán y Felipe López, tíos y también vecinos y en 1786 nace José Francisco, el Supremo, cuyos padrinos fueron Francisco Fernández Mora y Bartola Días. Francisco Fernández Mora (anatómico) se casa más tarde, en 1803, con una prima de Ramirez, Gavina Almada, hija de Doña Magdalena Jordán. (Libro I de casamientos. Folio 188. parroquia de San Sebastián).

Doña Tadea Jordán al quedar viuda (se desconoce el año de la muerte de su marido) seguramente quedó con sus pequeños hijos viviendo en el mismo lugar. En el año 1788 tiene un hijo natural llamado también José Francisco (por los libros de bautismo comprobamos que era corriente a los varones ponerles como primer nombre José y a las niñas María. Este hijo natural figura en el acta de nacimiento como José Francisco Jordán. Es probable que con el correr del tiempo, siendo hijo de la viuda de Ramírez y criándose, sobre todo, con el otro hijo que fuera luego El Supremo, le llamarán también por el apellido Ramírez (Partida de nacimiento Libro l. Folio 61 de la Inmaculada Concepción).

Este hijo natural de Doña Tadea aparece en el Censo levantado por Ramírez en 1820, poblando el mismo lugar que habitaba su madre en “El partido del Tala principiando por el Arroyo de la China”. Figura allí con su mujer Margarita González (Libro II de matrimonios. Folio 55) y un hijo de ocho meses. Fallece el 8 de febrero de 1861 (Libro III de muerlos Folio 187 de la Inmaculada Concepción).

Ahora con todos estos antecedentes podemos pensar, casi con certeza, que Ramírez no nació en Concepción del Uruguay, sino en el campo y que su madre vino a radicarse al pueblo después que se casó con Lorenzo López, su segundo marido, en el año 1789. (Partida del Libro 1 de Casamientos. Folio 42 de la parroquia de San Sebastián).

Aclaraciones: (1) Trabajo de la autora aparecido en el diario La Calle el 19 de mayo de 1980 bajo el tirulo: “Las Aduanas de Concepción del Uruguay”. La placa a que hacemos referencia fue colocada después de una consulta hecha a la Comisión de Lugares y Monumentos Históricos (Filial C. del Uruguay) desde Paraná. En ese entonces todos coincidimos (los componentes de este Organismo) que debía colocarse allí pues ese era el sitio era el N° 1 y había sido otorgado a Tadea Jordán por ser descendiente del Virrey Juan josé de Vértiz y Salcedo. Una hermana del Virrey Juana Magdalena Tadea Vértiz y Salcedo (Mexicana como el Virrey), nacida también en Mucatán) y cuyos padres eran Juan José Vértiz y Hontaña y María Violante de Salcedo Enríquez de Navarra, casó con Gonzalo Jordán, Sevillano, padres de Antonio Jordán y Vértiz natural de Malta (que se halla censado aquí en 1781) y casado con Doña Elvira López natural de Buenos Aires. (Trabajo de la autora sobre Tadea Jordán aparecido en el folleto “Evocaciones”. Diciembre de 1975).

Volviendo al sitio N° 1 que dicen fue otorgado a Tadea: nos preguntamos ¿Porqué se lo otorgaron a ella existiendo cinco hermanas más Jordán, según hemos  comprobado por documentos de la parroquia. Ellas eran: 1. Tadea casada con juan Gregorio Ramirez. 2. Magdalena con Agustín Almada. 3. Antonia con Felipe López. 4. Maria Concepción con Lorenzo Zabala y. 5. María Rosa con Santiago Amarilla y un hijo varón: Martin. Además vivía el padre Antonio Jordán y Vértiz a quien con más mérito correspondía otorgarle el  sitio por ser el descendiente más directo.

 (2). Esta casa pertenecía a Don María Blas Gutiérrez cuyos descendientes la venden a Don Tomás del Río en el año 1831 (Protocolo 1826 183. Folio 542 Archivo Histórico de la Provincia de Entre Ríos.

(3) Escritura facilitada por el Dr. Pedro Tavella la casa que se hallaba en dicho sitio pertenecía a Narciso Calvento y después a Dolores Calvento de Céspedes.

(4). Hay versiones de algunos historiadores que lo hacen descender del Marqués de Salinas, Don juan Ramírez de Velazco. 

Croquis: En el croquis que se adjunta indicarnos de acuerdo al Censo de 1820, las jurisdicciones de Concepción del Uruguay y del Partido del Talar la primera comprendida entre la margen derecha del arroyo Molino y la margen izquierda del arroyo de La China y la segunda de la margen derecha del arroyo de La China y la margen izquierda del arroyo Tala.

Los primeros pobladores del Arroyo de La China se establecieron en la rinconada limitada por el arroyo de La China y el arroyo El Chancho.

Tomás de Rocamora trasladó esta población al norte del arroyo de La China fundando con ella en el año 1783 Concepción del Uruguay. Varias familias permanecieron en su primitivo asentamiento y otros se trasladaron pero conservaron la tierra que ocupaban. Los censistas del año 1820 realizaron su tarea siguiendo la dirección norte-sur para censar. Para censar el distrito Tala cruzaron el arroyo de La China y el primer censado es José Ramirez hijo natural de Doña Tadea que seguramente en edad de trabajar ha vuelto a ocupar y trabajar el campo heredado de su madre.

Edición: Civetta maría Virginia y Ratto, Carlos Ignacio sobre un artículo María del Carmen Miloslavich de Álvarez publicado en el Diario “La calle” del 13 de marzo de 1981 “Acerca del lugar de nacimiento de don Francisco Ramírez”.

 

 

 

Imágenes de la Basílica. Parte 1

Interior de la basílica de la Inmaculada Concepción, año 1920

Imágenes de la Purísima Concepción, de Cristo Resucitado y de la Inmaculada Concepción

Imagen de la Purísima Concepción

Material: Madera estucada y policromada. Es una imagen de vestir, con articulaciones y encastre de extremidades.

Medidas: 1,52 centímetros

Ubicación: Capilla del Santísimo Sacramento

Imagen de la Purísima Concepción (Foto: Jorge Duarte)

Referencia Histórica: Esta imagen perteneció a Doña Ana Dolores Urquiza de Victorica, – hija de Justo J. de Urquiza y María de la Cruz López Jordán – quién todos los años la cedía a la parroquia para ser llevada en procesión cada 8 de diciembre. Al ausentarse definitivamente de la ciudad, la familia la donó a la comunidad de la Inmaculada Concepción, dándosele entonces el lugar de imagen patrona. Vale mencionar que no es la imagen fundadora.

“Es la imagen de vestir que guardaba durante el año dentro de una vitrina, en la sacristía, luce el 8 de diciembre sus mejores galas: el manto de brocado de oro donado por Doña Sara Sagastume de Chiloteguy y; su cabellera natural, que perteneció alguna niña que se despojó de su medio ornamento femenino para dárselo a la Virgen; su aureola de brillantes, rubíes, esmeralda, plata, oro y platino, trabajada por un artífice del ramo, con joyas donadas por la vieja sociedad lugareña” (Nadal Sagastume: 61)

Relativo a esta aureola y recuperando datos del Libro I de Actas de la Congregación de Hijas de María, es posible decir que hacia 1932 (Acta 27, pag. 12) se comenzaron a recibir donaciones para construir esta corona adaptable. En la oportunidad la presidenta de la mencionada congregación, da cuentas de una donación de “alhajas y joyas realizada por la Sra. Stella Sagastume de Alzogaray, siendo depositaria la Sra. Luisa Lopez”. En las actas 51 y 52 se hace un detalle de las mismas y en la 29 (pag. 54), se precisa la tasación de las mismas pro un valor de $ 1385.

El 6 de febrero de 1932, se encarga al Pbro. Clemente Silva gestione la confección del resplandor de la Purísima Concepción. El 6 de diciembre (acta 35) “La Srta. Concepción Tenreyro Oliver hace entrega de la aureola para la Purísima Concepción mandada a confeccionar a Buenos Aires con las alhajas que habían sido donadas en diversas oportunidades…”, el costo de la misma “…fue de $ 800, que se remitirán al Pbro. Silva para ser pagados en Buenos Aires”

En cuanto al traje de la imagen, si bien la tradición afirma que fue donado por Sara Sagastume de Chiloteguy, puede constatarse que hacia 1952 (Libro I de Actas de la Congregación de Hijas de María, pág. 252), la familia Ratto dona géneros para la confección de uno nuevo, encargándose la confección del mismo a la “socia señorita Clotilde Cattaneo”. Situación similar ocurre con la peluca que completa la imagen, aunque el primer dato que se registra sobre este articulo aparece en 25 de de noviembre de 1964, cuando la Comisión Directiva de la Congregación encarga la confección de una cabellera postiza a una casa de Capital Federal. Dice el acta 151, “…la confección de una peluca para la imagen de la virgen, con cabello donado por la Sra. María Mabel Artusi de Barbieri, en la cada Pozzi de la Capital federal, cuyo costo es de $ 4000 m/n.

Acerca de las intervenciones sobre el rostro y las manos de la imagen es posible precisar y según la documentación existente, que antes del actual trabajo realizado por el Padre Leikam, se realizaron otras. Una en 1952 y otra en la década 1970 – 1980. La primera se realizó en la ciudad de Buenos Aires, encargándose la gestión de esta tarea a la Srta. Clara Piloni; esta restauración costo $42,95. La segunda y atendiendo al acta 132 de la Congregación de Hijas de María, se realizó en la “Casa Mojo” de Capital Federal. La última se realizó durante el curato del Pbro. Víctor Bonín, sin encontrarse datos acerca de la misma. El traje actual de brocado de oro fue donado por la Familia Ferrari el Sel.

 

Imagen de Cristo Resucitado

Imagen de Cristo Resucitado (Foto: Jorge Duarte)

Material: madera estucada y policromada

Medidas: 1 metro.

Ubicación: Altar Mayor – Cúspide de la cúpula central

Referencia Histórica: Esta imagen de Cristo resucitado, fue regalada por Don Fulgencio Del Sel. Traída de Barcelona, por el costo de $100. La mencionada imagen se instala en el templo durante 1880, durante el curato de Bencivenga. No hay datos del momento en que se lo coloca en la cúspide del altar mayor, posiblemente haya sido cuando se desmontó el agregado de madera realizado entre los años 1950 – 1960.

 

Imagen de la Inmaculada Concepción

Esta imagen pertenece a un conjunto integrada por la esfinge de la Virgen María, dos querubines encastrables, una representación del Espíritu Santo en forma de paloma. Ambas imágenes con su correspondiente rayería de tamaño proporcionado.

Material: Madera estucada y policromada.

Medidas: 2,35 cm.

Imagen de la Inmaculada Concepción (Foto: Jorge Duarte)

Referencia histórica: Según dice Urquiza Almandoz en el Tomo III, pág 397 de la Historia de Concepción del Uruguay, la imagen de la  Inmaculada Concepción que preside el altar mayor de la iglesia, “es una fiel reproducción de Santa María del Alcázar, que fue donada a principios del siglo XX por el Sr. Ricardo Oliver y su esposa Cándida Sagastume. Tallada en madera, iluminada en ricos y tiene tintes, de gran formato y ojos de cristal, esta imagen constituye la fiel expresión de la altura que llegaron los artistas españoles, inspirados seguramente en alguna de las niñas pintadas por Murillo”

Según especifica una plaqueta ubicada a los pies de la imagen, fue comprada en la Casa Especial en artículos de todas las clases para el culto católico; grandes talleres para la construcción de altares, confesionarios y púlpitos “José Ferres y Saganna e hijos”, de la ciudad de Buenos Aires.

 El Pbro. Zoilo Bel, en el detallado registro que realiza de los bienes habidos en el templo, precisa que hacia 1945 esta imagen llevaba como alhajas una cadena de oro con incrustaciones de diamantes y una pulsera de plata con medalla de oro con dos pequeñitos diamante (Libro I de Inventarios, F. 33).

Edición: Civetta, maría Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente: Lic. Adrián Bertolyotti  “Inventario de imágenes reordenado el 23 de abril de 2015”

 

 

 

 

La Iglesia en el Colegio (1849-1859)

Colegio Superior del Uruguay, a fines de 1800

Hasta aquí estamos en los primeros tiempos del incendio. Recordemos que la Iglesia pasó a funcionar en el ala sur del Colegio Nacional. Al decirlo así parecería que fue aquella una instalación precaria, pero no. Alcanzó a ser una iglesia formalmente instalada, con todos los elementos del culto, altares, imágenes, púlpito, en fin, los detalles que darían al ambiente el tono del lugar sagrado.

Con motivo de la muerte del Cura Párroco Dr. José Benito Cotelo, -asesinado en Villaguay- se recibió como párroco interino el Pbro. Gregorio Maria Céspedes y Calvento, bajo el siguiente inventario: Viva la Confederación Argentina, mueran los enemigos de la Organización Nacional! En la ciudad de Uruguay, a los dos días del mes de octubre de mil ochocientos cincuenta y uno, año 42 de la Libertad, 37 de la Federación de Entre Ríos, 37 de la independencia y 22 de la Confederación Argentina, yo el Juez de Paz del Departamento pase a la iglesia parroquial de esta Ciudad a consecuencia de la muerte del cura de ella, D. José Benito Cotelo y en presencia del Presbítero D. Gregorio Céspedes, D. José Solares (representante del Síndico, D. Jorge Espiro, ausente) y los vecinos que suscribe: Procedía al inventario de los ornamentos, alhajas, útiles y existencias de dicha iglesia parroquial de modo siguiente: La iglesia y sacristía, están ocupando uno de los solares del Colegio de estudios, su extensión es como de 50 y tantas varas de largo y 6 varas de ancho; el dicha capilla hay cuatro altares incluso el altar mayor, con su tarima correspondiente y alfombra, el cual se compone de una mensa de madera con cuatro gradas, tabernáculo, sagrario y nicho, todo de madera; en dicho nicho se halla una imagen de la Purísima Concepción de talla en regular estado con una corona de plata lisa por adorno…  etc. etc.

El Colegio del Uruguay en sus primeros años.

Continúa este documento, muy extenso para su reproducción integra, el que por otra parte se encuentra borrado en varios lugares al margen de las páginas por haber sufrido la acción de la humedad. Sin embargo de él se deduce lo que antes decía: se trataba de una iglesia debidamente instalada, con proyección en el tiempo. Se advierte un detalle de objetos a veces de gran valor en imágenes, telas, joyas finas, platería, en fin… todo eso que da la sensación, podríamos decir, de esplendor. Este inventario está rubricado por el Juez de Paz Mariano Jurado. El Cura Gregorio M. Céspedes. Por el Sindico Jose Solares. Testigo Pedro Ma. Irigoyen y abarca seis páginas manuscritas de 39 líneas cada una, en texto bien apretado.

Plano del Colegio del Uruguay en 1874. (Foto: Calomar Argachá)

Siempre en relación a esta iglesia provisoria se registra en la página 25-26 del mismo libro de Fábrica antes mencionado la siguiente: Relación de las alhajas que han entrado a esta iglesia para su ornamento, a saber: De orden de SE el Gobernador y capitán General de la provincia Brigadier Justo José de Urquiza ha remitido el maestro platero de Gualeguaychú, Nicolás Pérsico lo siguiente: Una Custodia de plata como de dos tercias varas de altura con la base cincelada, con adornos en contorno del viril de hojas y espigas de plata dorada, un incenciario grande con la naveta y cuchara, dos cáliz uno de ellos todo cincelado y el otro con una guarnición solamente tiene sus pátenas y cucharas, todo de plata lisa, un ascebre para agua bendita con hisopo, todo de plata cincelada, un hostiario de plata.

Sigue luego un detalle de objetos adquiridos por colecta popular, entre los que figura el Órgano serafín que importó cuatrocientos cincuenta patacones, etc.

Al devenir de los tiempos, muchas de estas cosas han desaparecido destruidas por el uso. En algunos casos el metal fino ha servido para construir nuevos elementos, sin perjuicio de que alguna pieza -dicho sin malicia-, haya ido a parar a algún museo. Pero de los objetos regalados por Urquiza se conservan, identificados: la custodia del Santísimo, dos cálices, la naveta de incienso, el juego de vinajeras y el hostiario, verdaderas joyas que merecen ser conservadas.

Edición del texto: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio, sobre el texto extraído de: Nadal Sagastume, José A. “Nuestra Parroquia, apuntes para la historia”, 1975

 

 

 

 

La Casa del General Urdinarrain

Casa del general Urdinarrain en 1970 (Foto: Diario “La Calle”)

Hace poco me ocupé en un programa radial sobre la casa del General Urdinarrain en la cual viví con mi familia durante casi cincuenta años.

Ahora un periodista amigo me dijo: Omar ¿por qué no me hace una nota sobre esa casa que seguramente habrá dejado tantos recuerdos en Ud.?

Y cumpliendo con esa solicitud, deslizo algo de lo mucho que en tantos años 1932-1979 ocupó espacio de mi vida. Pero como seguramente lo que le interesa al lector es saber sobre la parte histórica de la antigua casona, transcribo lo anotado por Lorenza Mallea en el libro: “Las mallas del viaje”, luego de haber estado en casa para documentarse: “Antiguo zaguán, piso de mármol, ventanas enrejadas, puerta de hierro a la galería con las iniciales H. I. U. y una fecha, 1855. Las iniciales significan Hermenegilda Irigoyen de Urdinarrain. Fue ella la esposa del General Urdinarrain, amigo y gran colaborador del General Urquiza, nació aquí, el 8 de Junio de 1800. Se conserva en la casa el aljibe de una pieza de mármol traído por Urquiza desde Italia. En esta casa funcionó antiguamente la Escuela Profesional de Mujeres”.

En el libro de Luis R. Boschetti “El amor que oculta el corazón” (cuando se prepara la defensa de Uruguay y al nombrar los distintos cantones donde se ubicarán los piquetes) dice: “Casa del Sr. General Urdinarrain, dos cuadras al Nord-Oeste de la Plaza, piquetes de los pre citados batallones, a las órdenes del Capitán Don Roque Cámara”. “Desde estos cantones aplastaron el ataque del General Madariaga el 21 de Noviembre de 1852” (los techos eran de terraza con altos muros semejantes a trincheras, principalmente los que daban a la calle).

Vista de la construcción de un nuevo tramo de la Peatonal Rocamora. A la derecha se puede ver el complejo de canchas de padel construido luego de demoler la casa de Urdinarrain

El General Manuel Antonio Urdinarrain fue gran colaborador del General Urquiza, ocupando preponderantes lugares en el accionar del Gobierno y en cuanta comisión se formaba. (Constan muchos datos valiosos de la vida del General Urdinarrain en la “Historia de Concepción del Uruguay” del Profesor Oscar Urquiza Almandóz, al que le dedicó varias páginas).

Tomando al pasar algunas de ellas, dice: “Estuvo presente en la colocación de la piedra fundamental de la actual Pirámide dedicada a Ramírez en 1858 (la primera pirámide databa de 1828; en la fundación del Histórico Colegio; en todo lo relacionado con la creación del Templo Parroquial, programando el futuro Banco Entrerriano y el Poder Judicial, etc., etc. Hasta para la compra de un local propio para el Club Uruguay donde se realizaban las fiestas, contando el mismo con gabinete de lectura, y entre muchas cosas interesantes que rescata Oscar Urquiza Almandóz, anota por ahí, ponderando la personalidad de Urdinarrain, que en 1849 fue nombrado Comandante General de la frontera del Uruguay -en ese entonces era diputado-. Fue presidente de la Legislatura y, en fin, sin lugar a dudas, una figura importantísima en la historia de nuestra ciudad.

Por eso duele que no haya un control para evitar que edificios tan valiosos como esta casona, ubicada en calle Rocamora 814 desaparezca para siempre llevándose tal caudal de historia que hubiese podido permanecer latente, instalando en ella -por ejemplo- un museo.

Esta casona forma a parte con el edificio de la esquina de Rocamora y Leguizamón. Era toda una enorme mansión con el hermosísimo aljibe ubicado en principio en el centro del patio que al dividirse la propiedad, quedó de nuestro lado embelleciéndolo. Patio de baldosas que conservamos hasta el final lleno de flores, con altos rosales trepadores que lo separaban de las galerías, y helechos por doquier, todo aromado con el exquisito perfume del jazmín de país y del gran árbol de pitanga que en su momento dejaba caer su caudal de flores, luego la puerta de hierro de dos hojas que daba paso al otro patio de larguísimo parral. En la casa de la esquina queda todavía la otra puerta que hacía pareja con la nuestra.

Vista actual, en el lugar donde estaba la casa de Urdinarrain es ocupado por un salón de juegos para chicos (Foto: Mabel Gómez)

Me detendrá brevemente recordando algunos momentos pasados ahí con mi familia: Cuántas fiestas de fin de año con la mesa presidida por mi madre! .Cuanta lucha también para sortear tiempos difíciles! ¡Cuántas vivencias forman parte de cincuenta años de una familia. Imposible al sintetizarlas. Quedan particularmente en mi recuerdo innúmeras visitas de personalidades de la cultura que ponderaron el patio, el aljibe; la casa toda. Cuanto artista plástico llegó a Uruguay en tan dilatado lapso, visitó mi taller mis dos Salas de Exposiciones que eran también frecuentadas por excursiones y alumnos de establecimientos educacionales de nuestro medio. Así pasaron: Spilimbergo; Soldi; Castagnino; Policastro; Raquel Forner; Bigatti; Pellegrini; Julio Payró, etc. (la señora de Castagnino aprovechó para el pintar un tema del patio con el aljibe). Músicos como Los  Chalchaleros; Los Quilla Huasi; Carlos Di Fulvio; Ramón Ayala. Escritores y poetas como Martínez Howard, Koremblit, Peltzer, Aráoz, Ruiz, Panizza tantos otros, que quedan en el recuerdo al rememorar los días vividos en la querida casona Ahora, al contemplar esos restos de muros, afloran esas saudades con marcada insistencia, poniendo la nota nostálgica que golpea el corazón, trayéndome ese tiempo pasado que se ha ido junto con los mejores años de mi vida. Están ellos sepultados ahí, debajo de ese montón de escombros que cubren una buena parte de la Historia de Concepción del Uruguay.

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio sobre el texto de Omar Scolamieri Berthet “La casa del General Urdinarrain”, Diario “La Calle” c. 1990

 

El tango en Concepción del Uruguay

Año 1955. De izquierda a derecha: Rojas, Sequeira, Chappuis, R. Zárete, Colombo, Cremona, Colombo y Bouried (Foto: Breve historia del tango en C. del Uruguay, de Gabriel Buffa)

El tema es interesante, en los medios gráficos locales, se pueden leer tangueros que han visitado la ciudad: Dora Davis, “La Calandria Criolla”, Carlos Gardel, “El astro máximo de la canción criolla”, Juan Carlos Padula, “El Gaucho del Piano”, quien actuó en el Cine Teatro Rocamora el 6 de febrero de 1936.

En octubre de 1933, llega a la ciudad, que entonces contaba con unos 50000 habitantes, el Zorzal Criollo Carlos Gardel. Actuó en el cine teatro Avenida, conocido como Cine Rex, o, Supermercado Rex.

Cuarteto Brisas: Atrás, las hermanas Mercanzini y Apeseche, adelante P. Mercanzini y Delaloye (Foto: Breve historia del tango en C. del Uruguay, de Gabriel Buffa)

 

Además del encanto de la danza, se escuchaba por la radio la música referida y cuando había retretas en Plaza Ramírez, el regimiento 10 de Infantería, hacia versiones de La Cumparsita.

En 1933, actuaron en Cine Teatro Texier, Dora Davis, en el Teatro Cine de Circulo de Obrero, el tenor José Alisio. En el teatro Avenida, Agustín Magaldi y la Orquesta de Roberto Firpo.

De acuerdo al artista era también el precio de las entradas, por ejemplo para escuchar a Firpo se debía abonar la Platea baja $1,00 y alta $0,60. Y para Gardel, la Platea baja $1,80 y alta $1,30.

Se hacían concursos locales en Balneario Municipal y en Cine-Teatro Rex. También en el Bar Imperial, ubicado en 9 de julio casi calle Alem. De estos lugares surgieron Liberatori, Nery, Bradl, Nadal Notta, Soto García, Peretti, Miro, Rodríguez, Cuchi Colleoni.

Los bailes eran los concurridos por las muchachas acompañadas por su madre y hermanas. Los muchachos de saco y corbata. Las serenatas a la orden del día.

Para fines de 1930, teníamos la Orquesta Itape, compuesta por Mazzarelo y Gatti, Avallone y Cartocetti Hernández, Soto García y la voz de Chiquito Dotti. La agrupación de los Hermanos Sarrot, Los Cojinillos, el grupo de Luis Rodríguez, el cuarteto El Amanecer, de los Hermanos Scevola, el Quinteto Concepción de Pierino Guglielmetti entre otros.

1986. De izquierda a derecha:Luis Rodriguez, A. del Río, Hugo pascal y José Castro (Foto: Breve historia del tango en C. del Uruguay, de Gabriel Buffa)

Y los bailarines no faltaron: Ramón Céspedes – Argentina Minatta, Hermelindo Dutra – María Elena López, Adolfo Marco – Érica Lanble.

Corren los años y la ciudad recibe orquestas y solistas de renombres: Francisco Canaro, Mariano Mores, Juan D Arienzo, Goyeneche y Pugliese entre otros.

En setiembre de 1951, surge LT 11, favoreciendo al Tango Local que se pudo escuchar en todas partes.

La fama del tango se vio opacada para la década de 1960, aparecen otros ritmos y la televisión. Sin imaginar lo que ocurre cuando llega la belleza de Los Beatles.

Pero nuestra generación no olvidara a los Rodríguez, Missorini, Crosignari y Sarrot. Tampoco a Yumba 4, de los hermanos Crosignari, Vaca y Sarrot, luego Asim y Guidoni. Uruguay 5, orquesta de Luis Herling, Tango 4 y la Orquesta Municipal de Tango. Sus actuaciones eran en la ciudad, ciudades vecinas y el Uruguay.

El tango es cultura y vive en el amor de la gente.

 

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio, texto extraído de Buffa, Gabriel, “Breve Historia de Tango en Concepción del Uruguay“, 2001

 

La primera iglesia de la Villa (¿? – 1849)

Representación gráfica del templo de la Inmaculada Concepción a principios del siglo XIX

Volviendo sobre el tema del templo en sí, en cuanto a sus características y ubicación en el lugar y en el tiempo, debemos recordar que, fundado el pueblo en 1783, la Iglesia Parroquial ha debido funcionar por algunos años en la capilla de Almirón. Allá a la margen izquierda del Arroyo de la China.

Es un interrogante saber cuando realmente se construyó la primera Iglesia en el lugar actual. En el inventario redactado por el Dr. López para la entrega que hace al Dr. Videla, apoderado del Dr. Redruello, fechado en 1802, da la referencia de que en esa fecha ya estaba construida la nueva iglesia en el solar en que hoy se halla La Inmaculada.

Este edificio debió estar enclavado en el centro de la cuadra frente a la plaza. Algunos datos acompañan esta creencia, cuando se realizaban las grandes obras de consolidación del templo, al excavar los cimientos de las columnas de entrada para reforzarlas con inyección de cemento, se halló el vestigio de dos basamentos de columnas en sólida masa de ladrillos, lo que dio la sensación de que allí había existido una puerta principal. Parecía además que en esta manzana han debido existir algunas casas particulares muy cercanas a la Iglesia, lo que viene a corroborarse por la referencia que hace al General Urquiza el Párroco Dr. José Benito Cotelo al describir el incendio del templo, ocurrido en la noche del dos de noviembre de 1849, en uno de cuyos párrafos –Historia Eclesiástica de Entre Ríos, por el Prof. Juan A. Segura, dice: “toda la iglesia ha sido presa de las llamas. De cuanto había en la sacristía nada se pudo salvar, por empezar allí el fuego, y sólo se salvo lo que había en el cuerpo de la Iglesia, a saber,  todos los altares, imágenes, etc. Y más adelante: Se quemó toda la casa de Doña Felipa Galán y hubo tres quemazones más. Hicimos iglesia de la mitad de la Escuela… etc”.

Antes de continuar, debemos señalar que esta “escuela” es el ya fundado Colegio del Uruguay, de lo que informará en otro artículo. Otra referencia interesante relativa a pobladores de esta manzana podría ser la que trae don Eduardo de Urquiza en su folleto “Antecedentes Biográficos de Don José Cipriano de Urquiza”, quien transcribe un documento cuya copia fotográfica -obsequio del autor- poseía el autor de este texto, que se refiere a una transferencia de un lote de terreno en el mencionado solar, que hace Doña Francisca Solana Redruello, hermana del Dr. y Cura Párroco, a Don Cipriano de Urquiza, y que por los limites que menciona, parecería haber estado ubicado allí, junto al templo. Sintetizando: desde 1802 -por lo menos- hasta 1849, Concepción del Uruguay tuvo por templo parroquial aquel que se menciona y describe en el inventario de López y Videla.

Esta Iglesia fue testigo presencial del nacimiento de la nacionalidad. Por allí pasaron los futuros próceres del federalismo y la organización. En su nave criolla, por sus tres puertas abiertas al oriente, fueron pasando generaciones que nacían por el bautismo a la fe. Las parejas criollas que emprendían el camino a la conjugación del amor. Los que se daban en el último adiós y quedaron sepultados en el cementerio contiguo, que existió hasta 1805, en que el Obispo Lué y Riega  dispuso que se erigiera uno nuevo donde estuvo la primera capilla.

Y bien, quemada la Iglesia; pasó a funcionar el en Colegio Nacional hasta el 25 de Marzo de 1859 en que se inauguró el templo actual. Entre tanto, no hay ninguna referencia de que, ni en el traslado de restos del cementerio contiguo al nuevo -de 1805- ni con motivo de la apertura de los cimientos del nuevo templo o del relleno de la superficie -evidentemente elevada- de su piso, se hayan extraído sus despojos mortales.

Siempre sobre el tema del incendio, es bueno destacar como, de la pobreza inicial de aquella sociedad colonial pobre y sacrificada, gracias a su trabajo había logrado una independencia económica que le permitía dedicarle algo de confort y hasta de lujo. Por aquellos tiempos había en el pueblo un piano, arpas y violines y por el detalle de los objetos que se quemaron y que se salvaron de la destrucción puede apreciarse como la ciudad tenía una personalidad desarrollada, culta y de buen gusto.

Edición del texto: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio, sobre el texto extraído de: Nadal Sagastume, José A. “Nuestra Parroquia, apuntes para la historia”, 1975

 

 

Instituto “Carolina Tobar García”

Vista actual del Instituto “Tobar García”. (Foto: Mabel Gómez)

Dra. Carolina Tobar García. Pionera de la educación especial en argentina.

En su cincuentenario saludamos al Instituto Tobar García, de nuestra ciudad.

Lleva el nombre de una de las pioneras de la educación especial en Argentina, Dra. Carolina Tobar García. Esta Dra. Fue de vida austera, dedicada a la medicina y a la psicopedagogía. Trabajo en el Hospicio de las Mercedes, del cuerpo Médico Escolar y de la Liga de Higiene Mental.

Dra. Carolina Tobar García

Pese a la oposición de los padres, quiso ser maestra y se volcó a la vocación de enseñar. Al cumplir 51 años comenzó a fundar escuelas especiales en nuestro país. No fue fácil debió enfrentar inconvenientes por los prejuicios de la sociedad de mediados del siglo XX.

“Cuando  era adolescente, yo trabaje en la casa de una familia rica de San Isidro. Tenían un hijo deficiente mental. Me ordenaron que lo sacaran a caminar bien temprano, a la mañana, o al medio día, cuando no había nadie en las calles. A la familia le daba mucha vergüenza tener ese hijo”.

En el año 1936 Carlina Tobar García decía:

“si echamos una ojeada a la organización de nuestra escuela primaria creeríamos estar en un país de niños privilegiados donde todos fueran estrictamente normales o superdotados. Apenas si contamos con algunas escuelas al aire libre, una para ciegos y otra para sordos. Pero no tenemos escuelas para retrasados.”

La Asociación Civil “Surco de Esperanza” y el  Instituto “Carolina Tobar García”

La Asociación Civil “Surco de Esperanza” crea en 1964 la Escuela Especial del mismo nombre que comienza a funcionar en febrero de 1965 y en 1968 surge en nuestra ciudad el Instituto Carolina Tobar Gracia, dependiente de esta asociación. Este instituto imparte en un principio el profesorado de Enseñanza Especial, posteriormente amplió su oferta educativa siempre a áreas educativas características del sistema, y es así que en 1972 egresa la primera promoción del profesorado de Jardín de Infantes. En 1984 crea el Profesorado de Prácticas y Plásticas que en 1999 se  transforma en profesorado en Arte con orientación en Lenguaje Visual,  además se incorpora el posgrado para Escuela maternal y Estimulación Temprana.  Siendo para Concepción del Uruguay un prestigio contar con este Instituto.

Logotipo

El logotipo de la Institución, es obra artista local Jorge Coco quien propone varios bosquejos, de los que eligen el de una niña en la oscuridad que mira hacia una puerta abierta de donde viene la luz.

 

 

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos. Texto extraído de: Diario La Calle, Noviembre de 1998