El Ferrocarril Central Entrerriano y la Estación del Ferrocarril Urquiza
El primer ferrocarril que surcó el territorio entrerriano fue el que unió Gualeguay con Puerto Ruiz, inaugurado el 9 de Julio de 1866 el Gobernador de la Provincia de Entre Ríos José María Dominguez, en representación del General Urquiza. El 27 de Marzo de 1874, el presidente Sarmiento y el gobernador Echagüe inauguraron el tramo Concordia – Federación y un año después, el presidente Avellaneda y el mismo Echagüe, hicieron lo propio con el tramo Federación–Monte Caseros.
Eduardo Racedo, encaró la construcción del Ferrocarril Central Entrerriano, lo que posibilitaría que por primera vez Concepción del Uruguay se vinculara a otros puntos de la provincia por este medio. En junio de 1883 se autorizó la construcción de un ferrocarril interfluvial que saliendo de Paraná y pasando por Nogoyá, llegase a Rosario del Tala, de donde un ramal saldría para Uruguay y otro para Villaguay y Concordia.
Al año siguiente, se contrató con la empresa Lucas Gonzalez y Cía. la construcción de la primera sección Paraná–Uruguay, cuyos trabajos fueron comenzados el 12 de julio de 1885.
El 18 de enero de 1887, asume la gobernación de la provincia de Entre Ríos Manuel Crespo, pero fallece el 4 de marzo del mismo año asumiendo el Vice Gobernador Clemente Basavilbaso. Este designa, el 16 de Mayo de 1887, como Presidente del Directorio del Ferrocarril Central Entrerriano al Ingeniero Honoreto lssoribehere quién es autorizado a recibir la línea ferroviaria Paraná-Concepción del Uruguay y ponerla en servicio.
Inmediatamente se habilita al servicio público el tramo Paraná-Nogoyá. El 2 de Junio del mismo año el tramo Nogoyá-Tala y el 30 del mismo mes y año el tramo Concepción del Uruguay-Tala, quedando de esta manera concluida la línea troncal del tendido ferroviario previsto. Este ultimo tramo, se puso en servicio por Decreto del 30 de junio de 1887, realizando su paso el primer tren por esta línea el 19 de julio de 1887.
Estación de trenes hacia fines del S. XIX, observesé las dos torres, luego demolidas.
Con ello la provincia contó con un importantísimo medio de comunicación, y transporte y, a la vez, con un factor valiosísimo para su progreso. La estación de trenes de Concepción del Uruguay fue inaugurada el 12 de agosto de 1886
Esta política ferroviaria encarada por el gobierno de Entre Ríos sufrió un cambio fundamental con motivo de la crisis económico – financiera de 1890. El gobierno provincial, por la suba desmesurada del oro, no podía pagar sino una parte del servicio de la deuda externa, que comprendía los empréstitos contratados para la construcción de los ferrocarriles. Fue por ello que en 1892 se transfirió el Ferrocarril Central Entrerriano a The Entre Ríos Railways Comp. Ltd.
Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos. Texto extraído de: Urquiza Almandoz, Oscar, “Historia de Concepción del Uruguay”, Tomo III. Díaz, Oscar y Leuze, Roberto, “Caseros, la historia de su formación”, 2011 y Rousseaux, Andrés, Serie Pequeñas historias Uruguayenses “El Ferrocarril al Puerto Viejo”
Publicidad de “La Delfina” en una guía del año 1979. Se puede apreciar la oferta de este emprendimiento para esos años
“La Delfina”, hoy ya considerada como un icono de la gastronomía y los servicios turísticos de Concepción del Uruguay, tiene su verdadero origen en la cercana localidad de Santa Anita.
Allí, del matrimonio de Francisco e Inés Pag, nacen dos de las personas que con el correr del tiempo darían origen a este emprendimiento que hoy llega a sus, casi 50 años de vida y que a lo largo de su vida ha presta casi la totalidad de los servicios relacionados con el turismo y la recreación.
Hoy, con todas las fuerzas de aquellos primeros momentos y como siempre, buscando nuevas alternativas para hacer frente a esta realidad económica, que, lejos de frenar el desarrollo de esta empresa familiar, los impulsa a generar nuevas propuestas para continuar con la vigencia de este proyecto.
Monumento ubicado en el acceso del balneario Itapé
En el año 1852, cuando el ejército de Urquiza se dirigía a Diamantes, habiendo partido desde el Campamento Cala, con destino a Buenos Aires. El día 21 de noviembre la ciudad de Concepción del Uruguay es invadida por el General Madariaga, ordenada desde Buenos Aires con el objetivo de que el Congreso Constituyente no se reuniera en Santa Fe.
La defensa de la ciudad estuvo a cargo del Gral. Ricardo López Jordán, quien la salva, reafirmando los principios del Federalismo y la Entrerriana. Y por supuesto el Congreso se llevó a cabo y es el que sanciona nuestra Constitución Nacional.
En el periódico “Los Principios”, el día 1 de agosto de 1938 el periodista D. Albino Romanzo, escribía al respecto:
“la expedición invasora, partió de Buenos Aires el día 10 de noviembre de 1852, en el vapor Mercedes y siete buques a vela, desembarcando el Gral. Hornos el día 18 en Gualeguaychú, localidad que no opuso resistencia al invasor.
“Madariaga con la flota remonto el rio Uruguay y penetrando por la desembocadura del arroyo de La China, fondeo el día 20, frente al saladero Santa Cándida, propiedad del Gral. Urquiza.
“Ese día remitió una nota al Comandante de la plaza D. Ricardo López Jordán, fechada el 19 a bordo del vapor Mercedes, la que fue rechazada por este militar.”
“cuando el Comandante de la plaza D. Ricardo López Jordán frente a la inminente invasión, ordeno tocar generala y disparar el cañonazo de alarma, se reunieron de inmediato en la Comandancia las tropas licenciadas pertenecientes a los batallones “Urquiza” y “Entrerriano”, como así mismo la mayor parte de los habitantes, entre los cuales, gran número de extranjeros y estudiantes del colegio Nacional.”
El cronista transcribe también datos suministrados por el Dr. Juan Andrés Vásquez, testigo ocular quien relata los cantones que se forman en la ciudad:
Colegio Nacional: a las órdenes del Capitán Fidel Sagastume.
Aduana: el Capitán Pedro Busquets.
Entre Jefatura de Policía y Municipalidad: Capitán Lorenzo Farulla.
Al Sur de Plaza Ramírez: Capitán Francisco Urquiza y Comandante Teófilo de Urquiza
Sud Oeste de Plaza Ramírez: Teniente José María Montandon.
Sud Este Plaza Ramírez: Teniente de Marina Bartolomé Cordero.
Casa Canavessi: León Peña. Este fue uno de los lugares donde se peleó más encarnizadamente
Ancianos, niños y mujeres ayudaron en esta refriega. Con un recuento de 92 muertos y 44 heridos. Fueron 10 muertos y 14 heridos de nuestra ciudad de los 705 que la defendieron.
Hoy este hecho se recuerda con el nombre de una calle de Concepción del Uruguay.
(Fuente Abescat Francisco, “La ciudad de Nuestra Sra. De la Concepción del Uruguay”, 1971, imprenta CASAL)
La historia nos indica que en el lugar que hoy ocupa el Rectorado de la Universidad Nacional de Entre Ríos, funcionó el Teatro 1º de Mayo, primer edificio dedicado al arte de este tipo en Concepción del Uruguay.
En el año 1867 en que se constituyó la Asociación Promotora del Progreso de Concepción del Uruguay, quienes se proponen entre otros fines el de dotar a la ciudad de un teatro.
Finalmente, el 21 de noviembre de 1868, se produjo la inauguración del Teatro 1º de Mayo, con la actuación de una compañía dramática española. Para dar una idea de la magnitud de la obra, cabe consignar que para esa fecha la población de C. del Uruguay (capital de la provincia de Entre Ríos) era de 6.513 habitantes
El teatro tenía capacidad para 450 personas distribuidas en plateas, palcos altos y bajos y un paraíso con 120 asientos. La decoración estuvo a cargo del pintor Bernardo C. Victorica, quien pintó el interior del teatro y los adornos del cielorraso, en el que se destacaba un ángel cubierto por una túnica transparente. Victorica, después de abandonar C. del Uruguay realizó su obra cumbre, la ejecución del telón de boca del antiguo teatro Colón de Buenos Aires. Este pintor, Bernardo Cornelio, era hermano de Benjamín Victorica, secretario del general Urquiza y marido de Ana Urquiza, hija del general.
En el año 1926 el teatro estaba clausurado por el municipio por razones de seguridad y la comisión directiva juzgó que el costo era demasiado alto para los recursos de la Asociación, y eso sumado a que ese año vencía el plazo de vigencia legal de la misma que había sido conformada por 25 años. En base a estas razones se resolvió la disolución de la Asociación Promotora del Progreso y proceder al remate del edificio del teatro.
El ganador de la puja resultó el señor Inocencio Suilar. El día 24 de mayo de 1928, seis meses después del remate se procede al traspaso de la propiedad al Sr. Suilar, y en ese mismo acto el teatro es vendido a la señora Ambrosia Serafina Delaloye de Barral. Cabe señalar que la señora de Barral era ya propietaria del Hotel París, establecimiento que funcionaba lindero al límite sur del teatro.
El fin de la señora de Barral era conservarlo y remodelarlo conjuntamente con la expansión del hotel. El proyecto planeaba dotar al nuevo teatro de 535 butacas, con la platea en declive, un hall 40 metros cuadrados, espacio para orquesta, tertulia, 17 camarines con baño, etc. el costo del proyecto era de 206.000 pesos, suma elevada para la época y la crisis del ’30, hizo imposible conseguir la financiación.
Finalmente, ya muy deteriorado nuevamente clausurado por la municipalidad la señora Barral debió desistir de su obra y el histórico edificio fue demolido en el año 1930. (Fuentes principales: Oscar F. Urquiza Almandoz, Historia de Concepción del Uruguay Tomo I y II y Pref. Andrés Rousseaux, Edificios con historia, año 1999. “Hotel parís, entre la nostalgia y la realidad“, Diario La Calle, 15 de diciembre de 1987)
Panteón de Anastasio Chiloteguy (Foto: Mabel Gómez)
Nació el 23 de diciembre de 1861. Ingreso al Colegio Nacional en el año 1875, terminando brillantemente su carrera de Medico a los 27 años. Alterno su profesión con la docencia, dictando cátedras en el Colegio Justo José de Urquiza. Un sincope cardíaco le arrebata la vida el 6 de agosto de 1904, cuando tan solo contaba con 43 años. Fue médico de varias instituciones y sociedades de socorros mutuos.
Su panteón es obra del artista Victor de Pol y el busto que se encuentra al frente del panteón hecho en mármol, es obra del escultor argentino Correa Morales. Este mausoleo con columnatas, verjas y graderías, de mármol pulido con una artística portada de bronce fue mandado a construir por su esposa, doña Sara Sagastume. (Fuente: Civetta, Virginia, “Breve historia y guía del Cementerio de C. del Uruguay”.
Matilde Artigas, nieta del Gral. José G. Artigas la encontramos viviendo en la ciudad de Concordia, según testimonio del Profesor Nelson Caula, de acuerdo a lo expresado por Juan Zorrilla de San Martín “…Doña Matilde Artigas es, hija legitima de Don Roberto Artigas y de Doña Francisca Peyrallo, casados en el Cordón en 1834, R. O. del Uruguay” vivía en la ciudad de Concordia Y ante una pregunta, hecha a Matilde
– ¿Y su hermana Ángela ?
Vive en Concepción. Tiene menos años que yo y sin embargo me cuentan que está más vieja. Es la misma cara del General. Prosiguiendo con la investigación, contrae matrimonio con el Señor Amado (No se ha encontrado el acta de casamiento), con quien tiene dos hijos Vicenta Amado Artigas y Jorge Amado Artigas
En la ciudad de Colón se encuentra el acta de nacimiento de una niña bautizada con el nombre de Angela y según reza el acta:”….En el día treinta de octubre de mil ochocientos ochenta y seis (…) bautizó solemnemente a una niña nacida el día veintiséis de septiembre de este mismo año en paraje dicho Puente de Gualeguaychú de esta feligresía a quien se le impuso por nombre Angela es hija legitima de Diego Burgos y de Doña Vicenta Amado Artigas (…)”.El Profesor Nelson Caula me hace conocer la petición que realiza la Sra. Angela Artigas de Amado realizado en la ciudad de Colón Se transcribe parte de ella ” (…) Ángela Artigas de Amado, hoy viuda y en la mayor miseria que se encuentra en estos pagos (…)nació en Porongos el 2 de octubre de 1836 y fue bautizada en Las Piedras, donde se encuentra su acta de nacimiento (…)”. “(…) La Señora Ángela Artigas de Amado se presentará ante el Cónsul de esta ciudad, Don Diego I. Sanguinetti Sáenz, pidiendo que el gobierno le acuerde una pensión para pasar sus últimos años de existencia (…)”.
No conocemos la fecha de arribo a esta ciudad, pero si, hemos encontrado su lugar de residencia, de acuerdo a versiones de sus familiares. Se trataría de un simple rancho de ladrillo montado en barro con paredes pintadas a la cal, con piso de ladrillos como figura en el acta catastral de 1944 de nuestra municipalidad, ubicada en la esquina suroeste de Bulevar Yrigoyen y Congreso de Tucumán (hoy inexistente).
Vivió, como puede verse, humildemente hasta la edad de 86 años y fue enterrada en el cementerio local. En su tumba conservada y cuidada por familiares existente en nuestra ciudad se lee el siguiente epitáfio:”La Familia a Ángela Artigas de Amado”.
El árbol genealógico de Angela Artigas es el siguiente:
Jose Gervasio Artigas con Maria Matilda Borda
Roberto Artigas Borda con Francisca Peyrallo
Matilde Artigas Peyrallo Ángela Artigas Peyrallo
Ángela Artigas Peyrallo con Amado
Vicenta Amado Artigas con Diego Burgos
Ángela Amado Artigas
(Fuente: Arturo Mardon, proyecto para que la tumba de Ángela Artigas Peyrallo sea reconocida como patrimonio histórico de la ciudad)
Tumba Monumento de Martín Reibel (Foto: Mabel Gómez)
En una destacada tumba monumento se encuentran los restos del doctor Francisco Martín Reibel, conocido simplemente por Martín Reibel, tal como él firmaba. Nació en Alsacia (Francia) en 1848. Obtuvo el título de médico en la Facultad de Medicina de París.
Se casó con doña Diana de Donatis en la ciudad de Colón en 1874. Fue éste el primer matrimonio consagrado por la ley civil argentina, ya que el 13 de Agosto de 1873 los concejales de esta ciudad sancionaron la ordenanza que crea la primera oficina de Registro civil, que posteriormente dio base a una de igual organización de carácter nacional.
Fue el primer médico que tuvo la ciudad de Colón. Fundó allí la Bilbioteca Fiat Lux y se desempeñó también como edil del municipio. En nuestra ciudad fue profesor del Colegio del Uruguay dictando diversas cátedras entre las cuales se destacaba la de idiomas (francés, alemán, griego y latín).
En Julio de 1893 ocupó el cargo de Rector del Colegio por ausencia del titular Dr. Zubiaur. Fue además un buen médico, un filántropo, ya que daba todo en pos de solucionar el dolor ajeno, servicios profesionales, cuidado, dinero, privándose muchas veces de lo necesario para su propia vida.
Fallece en Concepción del Uruguay en 1899. Una calle lleva su nombre. Aún se recuerda su casa llamada El Castillo de Reibel.
Por iniciativa de sus amigos se erigió su tumba, pirámide truncada de base cuadrangular constituida por bloques de piedra rosa obtenida en las canteras de esta ciudad. El diseño correspondió al Arq. Raúl Kristofle y su construcción a dos artesanos: el español Restituto Villaboa y el italiano Luigi Enrico.
Panteón dónde se encuentran los restos de Benigno Teijeiro Martínez
En el panteón de la familia Martínez Soler – Vázquez se encuentran los restos del Profesor Benigno Teijeiro Martínez.
Nació en Santa Marta de Ortigueira -La Coruña- en 1846. Fueron sus padres don Francisco Teijeiro Viscoso y doña Vicenta Martínez. Obtuvo en España se graduó de Perito Agrimensor y Tasador de tierras.
En 1875 se radica en nuestra ciudad donde obtiene el título de preceptor de escuelas primarias. Cinco años más tarde se incorpora como profesor en el Colegio del Uruguay y en la Escuela Normal dando clases de Historia, al mismo tiempo que desarrolla su actividad como investigador de historia.
Al llevarse a cabo los primeros juegos florales en conmemoración al centenario de la fundación de Concepción del Uruguay (25 de Junio de 1883) obtuvo la medalla de oro con su trabajo “Memoria acerca de la conquista y fundación de los pueblos de Entre Ríos”.
Es autor de la “Historia de Entre Ríos” en tres volúmenes (publicados en 1910; 1920 y 1930) quedando sin publicar el cuarto y el quinto. Sus trabajos sobre temas históricos, científicos y pedagógicos sobrepasan los cien, sin incluir los artículos publicados en distintos medios.
Integró la junta de historia y numismática, la academia de la historia y el instituto geográfico argentino, entre otras instituciones. Participó en 1882 del congreso pedagógico internacional americano y colaboró con la exposición continental de ese mismo año.
Su muerte, el 18 de Agosto de 1925 lo sorprende siendo director del archivo de la provincia.
Su casa estaba situada en San Martín 895 y era famosa por su riquísima biblioteca que abarcaba dos habitaciones. Su esposa, Francisca Soler fue maestra superior de piano de la Escuela Normal.
Una escuela ubicada en el suroeste de la ciudad, la N° 4 lleva su nombre y hasta que en 1994 se le cambia el nombre por “Los Constituyentes” (En ese año se realizó la Jura de la Constitución reformada en el Palacio san José) el conocido como “bulevar de la terminal”, se denominaba “Benigno Teijeiro Martínez”
Sus restos descansan en el panteón de la familia Martínez Soler – Vázquez, y por medio del Dec. Nº 3281 MGJ del 11 de junio de 1958 es declarado “Tumba Histórica Provincial”.
Censo de 1820 dónde figura Manuel Artigas y su mujer, Juana Josefa Ayala
En el Censo que ordenó levantar el General Francisco Ramírez en 1820, y que abarcaba tres Provincias: Entre Ríos, Corrientes y Misiones, en la parte que pertenece a Concepción del Uruguay, encontramos censado a Manuel Artigas, hijo del General Don José Artigas.
Lo que llama la atención es que este hijo de José Artigas, que era el mayor y oficial del Ejército, vive en Concepción del Uruguay en la época en que culminaron las divergencias entre Ramírez y Artigas. Por el nacimiento de sus hijos comprobamos que Manuel Artigas debió vivir varios años en Concepción del Uruguay.
En este Censo se halla él y su familia: Manuel Artigas cuenta 26 años, nacido en Soriano (República Oriental del Uruguay), casado y figura como transeúnte. Su esposa, Juana Josefa Ayala cuenta 22 años de edad, nacida también en Soriano. Hijos: Rufino, de 5 años, nacido en la Banda Oriental, y Pedro Pascual de 2 años, nacido en Concepción del Uruguay. Luego figuran los esclavos y los agregados.
Manuel Artigas se casa con Juana Josefa en la Parroquia de San Antonio en Concordia, Entre Ríos rezando su partida de matrimonio:
“En el año 1815 en el paraje denominado El Hervidero, en la República Oriental del Uruguay, Departamento de Salto, el Pbro. José Monterroso (el Cura Monterroso, que estuvo a las órdenes de Artigas y después pasó a las órdenes de Ramirez, actuando a su lado.) desposó a Manuel Artigas, oficial del ejército Oriental, natural de la misma República, hijo de Don José Artigas y de Doña Isabel Sánchez, con Doña Juana Josefa Ayala, natural de la misma República, hija de don Francisco Ayala y Doña Pascuala Montes de Oca, siendo testigos entre otros muchos: Don juan A. Viana, Doña Margarita Gonzalez y Don Tomás Marote.- juan Antonio Abelende”.
Isabel Sánchez fue la mujer con quien José Artigas tuvo sus primeros hijos naturales, ya que la misma fue madre de: María Clemencia, María Agustina y María Vicenta.
El matrimonio Artigas-Ayala tuvo tres hijos nacidos en Concepción del Uruguay: Pedro Pascual, nacido el 18 de enero de 1819 (Libro 2, Folio 120); juan Agustín, 5 de mayo de 1821 (Libro 4, Folio 96); Juana Francisca, 23 de agosto de 1823 (Libro 4; Folio 130). Los padrinos de ésta última son: juan Bartolomé Ortiz y Juana María Laguna, matrimonio oriental afincado en Concepción del Uruguay; Bartolomé Ortiz, nacido en la provincia de Santander (España), y Juana María Laguna, descendiente de familias fundadoras de Montevideo y hermana del General Julián Laguna, guerrero de la Independencia. Este matrimonio y su familia, también figuran en el Censo de 1820.
De los hijos de Manuel Artigas y Juana Josefa Ayala, Pedro Pascual casó con Teresa Ramírez, Juan Agustín casó con Dominga Franco y Juana Francisca falleció soltera.
Manuel Artigas era de carácter voluble, poco amigo de cuidar los intereses y dilapidó pronto su fortuna. De esta carta que transcribimos podemos deducir que su padre no confiaba mucho en él. La carta es enviada por el General Artigas desde Mandisovi, el 19 de octubre de 1819, donde le recomienda cuide de sus bienes y de su familia.
“Mi querido Manuel: por tu apreciable del 2 del ppdo. quedo enterado de cuanto has recibido, con este y lo que de antemano te tengo entregado, me parece tienes bastante para sostener tu familia, tu hermanito (se refiere a su hermano Santiago), y nuestros cuatro criados: tío Pancho, tío jorge, el Hornero y Francisquillo, a quienes debes proporcionarles todo lo que necesiten, aún los vicios, aunque sea vendiendo algunos animales. Las carretas es de necesidad las tengas siempre listas; si se ha ido como me anunciabas el maestro carpintero no faltará otro que pagándole su trabajo las ponga en estado de servir; con ellas y los criados puedes adquirir lo necesario para vivir, siempre que arregles tu conducta y no malbarates (SIC); este debe ser tu anhelo, debes hacerte cargo que tú ocupas en el día mi lugar para proveer de lo necesario a tu familia; tus esclavos, tu hermano y la madre de éste (Se refiere a la segunda mujer del General Artigas, Melchora Cuenca), que mis atenciones no permiten lugar para esta y que sólo tu con tu conducta arreglada puedes proporcionarles, lo que yo haría en iguales circunstancias y he hecho cuanto me ha sido posible. Da mis expresiones a Santiago, Melchora, Juanita y demás familia y tú recibe la bendición de tu padre. José Artigas.
Esta carta, quizás la última que escribe el General José Artigas a su hijo, llena de consejos y recomendaciones, debió recibirla Manuel antes de su llegada a Uruguay. Lo extraño es que Artigas, hacía a su mujer Melchora Cuenca y a su hijo Santiago junto a Manuel y su familia, pero en el momento de levantarse el Censo, unos meses después de escrita la carta, no estaban, pues no figuran en él. En cuanto a Manuel por lo visto, siguió con su vida disipada pues, algunos años más tarde, abandona su familia.
Hemos podido ubicar la manzana donde vivió Manuel Artigas y su familia durante su permanencia en Concepción del Uruguay, por su ubicación en el Censo es al lado oeste de la entonces Villa, en la manzana que actualmente rodean por el norte, la calle 9 de julio; por el oeste, calle Além; por el sur, calle San Martín y el este, calle España.
Manuel Artigas, se sabe que llegó a Coronel y que falleció en Paysandú, siendo llevados sus restos a Concordia, desde donde fueron trasladados mucho más tarde a Montevideo. En la revista uruguaya ya desaparecida, Mundo Uruguayo, del 21 de septiembre de 1950, apareció un artículo titulado: “Yacen en, Concordia los restos de dos hijos de Artigas; para conservarlos habría que restaurar las bóvedas del Cementerio Viejo”. En este artículo aparece la partida de defunción de MANUEL ARTIGAS, con la certificación del Cura Párroco de la Parroquia de San Antonio de Padua, de Concordia. En el (Libro II de Defunciones, Folio 112) se lee:
“En la Parroquia de San Antonio de Padua, a 15 de octubre de 1851, se dio sepultura eclesiástica a los restos del finado Coronel Manuel Artigas, casado con Doña Juana Ayala, de nacionalidad oriental; murió en el campo perteneciente a Francisco Vázquez, Departamento de Paysandú, en la República Oriental del Uruguay. Doy Fe: Ramón Navarro.
Santiago artigas y Urquiza
El hermano de Manuel, Santiago, nació en Purificación (República Oriental del Uruguay) en el año 1816; tuvo destacada actuación en su país y en 1847 ofrece sus servicios al General Urquiza, quien dispone su incorporación al ejército reconociéndole los grados. Este hecho marca un rumbo definitivo en la carrera de Santiago, quien se ocupa después de los establecimientos ganaderos y las estancias del Estado, convirtiéndose Urquiza en su guía y protector. El General Urquiza se ocupa también de su familia y hace venir de Uruguayana (Brasil), a su madre, Melchora Cuenca, a su cuñada Juana Josefa Ayala y a los hijos de ésta a quien instala en Concordia, en una casa alquilada por su orden. También se encuentra en Concordia la partida de defunción de Santiago Artigas, cuya muerte ocurre el 22 de enero de 1861. Santiago Artigas desempeñaba, cuando falleció, el cargo de Comandante Militar de la Plaza por lo que el Gobernador Urquiza dispuso que en virtud de los servicios prestados a la causa pública, se le oficiara un funeral y se le rindieran honores. Según indica el autor de la nota, los hijos de Artigas fueron enterrados en la bóveda N° 44 y 49 del Cementerio Viejo.
La madre de Santiago, Melchora Cuenca, última mujer de Artigas, también muere en Concordia. Las emanaciones de un brasero encendido provocaron su deceso una fría noche del año 1870.
Texto y fotos extraído de: Miloslavich de Álvarez, María del Carmen “Hace un largo fondo de años. Genealogía Uruguayense”, Concepción del Uruguay, 1988
Esta ubicada en la intersección de las calles 3 de Febrero y Ereño, esquina noroeste.
Esta añosa casona fue la antigua mansión de los Magasanik, que en su época fue una de las más fastuosas de la ciudad.
Hace más de 80 años, las habitaciones que se encuentran a la derecha del zaguán constituían la amplia sala, con su lujoso juego tapizado en terciopelo rojo al igual que los doseles d elas ventanas. Contiguo a la sala, el comedor, con sus suntuosos muebles tallados madera y cristales biselados.
Sus dueños eran los hermanos Magasanik: Clara, Jorge y Alejandro. Estos fueron grande benefactores de diversas instituciones de bien público.
Según la tradición oral y recuerdos de Nicanor Rodríguez, nacido en 1891, cuando contaba con unos 10 años ahí funcionaban las oficinas del correo; coinciden con el los recuerdo de José Larenze, vecino de esta casa. Cuando aún vivían en la casa los hermanos Magasanik, ocupando las habitaciones que dan a la izquierda del zaguán, y a la calle Ereño, se instalaron los escritorios de una conocida firma comercial.
En la actualidad se encuentran las oficinas y estudios de Cablevisión, quienes han mantenido en inmejorables condiciones el frente de este edificio, pero el mérito de esto le cabe a Ricardo Sáenz Valiente, quien ocupo este edificio para el ya desaparecido Río Cable Visión recuperando de esta manera esta añosa casa. (Fuente: Textos y fotos extraídos de Mallea, Lorenza y Coty Calivari, “Las mallas del viaje”, ediciones El Mirador, 1982)