Monumento a Los Italianos, conocido como Monumento a la Loba. Foto: Mabel Gómez
Monumento a Los Italianos: (Monumento a la Loba), fue inaugurado el 11 de octubre de 1959, por iniciativa de la Asociación Nacional Alpina, y la Colectividad italiana en Concepción del Uruguay. Entre sus más entusiastas promotores figuraba el recordado Convecino Serafino Follin. Es una construcción de mármol, con columnas que en su parte superior tiene el clásico símbolo de la fundación de Roma. Una Loba amamantando a Rómulo y Remo. Ubicado en la intersección con calle Antártida Argentina.
Símbolo del Cooperativismo. Inaugurado en el año 1985, en homenaje al día del cooperativismo, 7 de julio. Ubicado en la intersección con calle Sta. María de Oro.
Monumento a Ana Teresa Fabani. Foto: Mabel Gómez
Monumento a Ana Teresa Fabani. Poetiza concepcionera, su casa estaba emplazada frente a la Plaza Ramírez (hoy Banco Santander-Rio). Nació en nuestra ciudad el 6 de marzo de 1922, falleció en Buenos Aires 21 de junio 1949, a los 27 años, luego de padecer por muchos años tuberculosis. Publico un único libro poemario “Nada Tiene Nombre” y una novela póstuma “Mi Hogar de niebla”, que está inspirada y refleja su vida en el sanatorio de la provincia de Córdoba.
Está ubicado en plazoleta con intersección de calle Combatientes de Malvinas (frente a las canchas de tenis del club Rocamora) curiosamente, está emplazado en la plazoleta de enfrente a la que lleva su nombre, a la que le es impuesto ese nombre por medio del Dec. 6.444 del año 1979. El monumento es obra del escultor Juan Carlos Ferrero
Monumento a Santa Cecilia. Foto: Mabel Gómez
Santa Cecilia. Patrona de la música. El autor fue Andrés Mirwald. Es, junto con el monumento a la República (La Salamanca) y el monumento al Ejército Argentino (Frente al cementerio municipal) un conjunto de tres monumentos financiados por la Municipalidad de Concepción del Uruguay en el año 1991. Ubicado actualmente en intersección con calle Combatientes de Malvinas, estuvo emplazado originalmente en la plazoleta de calles Larroque y Combatientes de Malvinas, desde dónde fue trasladado a su actual ubicación al construirse, en 1996, el monumento a Zubiaur en dicho sitio.
Monumento a José B. Zubiaur. Foto: Mabel Gómez
Monumento a José B. Zubiaur. Fue inaugurado el 26 de noviembre de 1996 en un acto que se desarrollo en el lugar desde las 18,30 horas, se conto para ello con la presencia del Secretario de Turismo de la nación Francisco Mayorga y de presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), coronel Antonio Rodriguez, mientras que el atleta local Andrés Charadía encendía la antorcha olímpica del monumento. Más allá de los méritos de Zubiaur bastaban para que la ciudad tuviera una demostración de este tipo, la edificación de este monumento se inscribió en una estrategia llevada a cabo por el gobierno y el COA para lograr que Buenos Aires sea elegida como sede de los Juegos Olímpico 2004, los que finalmente se desarrollaron en Atenas, entre el 13 y el 29 de agosto de 2004.
El primer premio recayó sobre el proyecto presentado por la Arq. Carina amarillo y la Ing. Susana Demarchi. Este monumento ocupa toda la plazoleta ubica da entre las calles Larroque y Combatientes de Malvinas.
Homenaje del Centro Entrerriano de Córdoba. Inaugurado el 10 de agosto de 1985.
Leyendas de sus placas:
“La ciudad de Córdoba sede de la primera Universidad Rioplatense a la ciudad de Concepción del Uruguay, cuna del histórico Colegio que educo a los argentinos que forjaron la organización Republicana y Federal del país”.
“Homenaje de Córdoba: la ciudad de las campanas, las universidades, las fábricas, de quienes forjaron su porvenir en ella tras abrir su espíritu a la educación y la cultura en este suelo entrerriano”.
“Centro de ex alumnos uruguayense, residentes en Córdoba”.
Hoy, solo puede verse el monumento, sin las placas que existieron en el pasado. Ubicado en intersección con calle Erausquin.
Monumento a los trabajadores. Foto: Mabel Gómez
Monumento a los Trabajadores. El día 1 de mayo de 1984, se coloca la piedra fundamental de dicho monumento, ubicado en intersección con calle Supremo Entrerriano. No obstante ello, tuvieron que pasar 9 años para que el mismo fuera emplazado e inaugurado el 1 de mayo de 1993, con la presencia del presidente municipal Dr. Hugo Baldoni y del presidente del HCD, D. Julio Lauría. El monumento es obra del artista local Alberto Guinea
Plazoleta de la Colectividad Española. En homenaje a la colectividad española que pobló nuestra provincia. En ella se encuentra una estatua del “Quijote de la mancha”, realizada por el convecino Alberto Guinea, representativo de los españoles. Ubicada en intersección con calle Eva Perón. La Sociedad Española se encargó del monumento que fue inaugurado el 12 de octubre de 1985 con la presencia del presidente municipal Juan Carlos Godoy y bendecido por el padre Juan Rolando
Monumento a Hipólito Yrigoyen. Foto: Mabel Gómez
Homenaje a Hipólito Yrigoyen. en conmemoración del cincuentenario de la muerte del Presidente Hipólito Yrigoyen, se levanta este monumento (1933-1983). Como anécdota, nunca fue inaugurado, a pesar que en la placa tiene fecha 12 de Octubre de 1983. Ubicado en intersección con calle Urquiza. El busto es de bronce, sin firma, pero el escultor local Mario Morasán en si citado libro la adjudica a Juan Carlos Ferraro
Plazoleta 17 de Octubre. Al cumplirse el cincuentenario de la Revolución Peronista, se levanta este monolito. Leyenda de la placa:
“Al Movimiento de masa más grande de Latinoamérica” 1945- 1995
Ubicado en intersección con calle Urquiza.
Plazoleta de la Comunidad Judía: en abril de 1983, en conmemoración del bicentenario de Concepción del Uruguay, se designa este lugar en homenaje a los inmigrantes judíos.
Ubicado en intersección con calle 14 de julio.
Plazoleta de la Colectividad Árabe: inaugurado el 22 de noviembre de 1983, en homenaje a la Colectividad árabe residente en la ciudad. Ubicada en intersección con calle Ameghino.
Monumento a José Gervasio Artigas. Foto: Mabel Gómez
Monumento a Gervasio Artigas. Donación de residentes uruguayos, como símbolo de amistad entre orientales y argentinos.
La cabeza de bronce del Gral. Artigas fe donada por el Instituciones y pueblo de Paysandú. Fue inaugurado en 1943 y en la placa dice:
ARTIGAS
Confiado a la custodia del Instituto de estudios Históricos, como símbolo de Perenne Amistad entre orientales y argentinos.
Una de las características salientes del acto en que asistieron autoridades uruguayas y entrerrianas, fue la colocación de la bandera Federal que Artigas llevaba al frente de sus huestes con las palabras “FEDERACION O MUERTE”.
Ubicado en la intersección con calle 14 de julio.
Homenaje a Paul Harris. Fundador del Rotary Club Internacional. Homenaje del Rotary Concepción del Uruguay. Mayo 1984.
Ubicado en intersección con calle Maipú.
Plazoleta de los Derechos Humanos. Foto: Mabel Gómez
Plazoleta de los Derechos Humanos. Inaugurada el 10 de diciembre de 1986, por Ordenanza Municipal N° 3010.
En ella se puede apreciar: tres columnas con las leyendas JUSTICIA – VERDAD – MEMORIA.
También placas que recuerdan a los desaparecidos, victimas del terrorismo, oriundos de Concepción del Uruguay y en especial en Memoria de Horacio Norberto Poggio (2011).
Desde el año 2007, dos placas en recuerdo de Rodolfo Walsh de parte de la Casa de la amistad Argentina- Cubana y la otra a Jorge Julio López.
Y el día 16 de setiembre de 2018, será inaugurado un nuevo homenaje esta vez a las Madres de Plaza de Mayo. Consiste en una columna de metal con perforaciones de pañuelos y palomas, que serán iluminadas desde el interior. Esta obra es del escultor concepcionero Mario Morasán, encargada por la Municipalidad de Concepción del Uruguay.
Ubicada en intersección con calle Maipú.
Monumento al Dr. Domingo Plazaola. Foto: Mabel Gómez
Homenaje al Dr. Domingo Plazaola. El busto es obra del escultor Horacio Juárez, basado en la única fotografía instantánea que se tenía del Dr. Fue inaugurado el 15 de febrero de 1948, y apoyaron esta iniciativa de rendirle homenaje, la Unión Obrera Departamental, que agrupaba sindicatos de la ciudad y la Unión Obrera Provincial.
Ubicado en intersección con calle Dr. Scelzi, originalmente estaba emplazado una plazoleta más al oeste, en la intersección con el Bv. Los Constituyentes.
Monumento a Leandro N. Além. Foto: Mabel Gómez
Monumento a Leandro N. Além. Ubicado en la plazoleta que lleva como nombre “Centenario de la Unión Cívica Radical” nombre impuesto por la Ord. 3.441 del 24 de julio de 1991.
El busto fue obra del artista local Héctor tanga y fue inaugurado el 1 de julio de 2009, al cumplirse 113 años de su trágica desaparición
Monumento a Samuel Yabiansky. Se encuentra en el Bv. Yrigoyen y calle Isaías Torres.
Samuel Yabiansky, fue un vecino de Concepción del Uruguay, y comerciante, tenía un negocio en calle 9 de Julio, la “Mercería Seguí”.
Tenía por costumbre, en fechas patrias y antes del horario del desfile en Plaza Francisco Ramírez, esperaba en la puerta de su Mercería, por calle 9 de Julio y repartía escarapelas a aquellas personas que no la llevaban puesta. También le gustaba regalar banderas argentinas a las escuelas.
Hoy tiene un monumento en su honor, ubicado en calles Isaías Torres y Bv. Hipólito Yrigoyen. Obra del artista Andrés Mirwald.
Este conjunto escultórico, inaugurado 18 de junio de 2001, tiene el siguiente significado:
Escarapela: por todas las repartidas en fechas patrias.
Campanas: representan a las escuelas que recibieron donación de la bandera.
Pinos: de la cooperación, que realizaba con personas o instituciones que lo necesitaban.
Triangulo: de sabiduría enriquecido por la lectura que hizo de él, la facilidad de palabra.
Como paradoja del destino Don Samuel falleció el 20 de junio de 1999.
Diario La Calle suplemento aniversario 1983; Abescat, Francisco, “Nuestra Señora de la Concepción del Uruguay” y Morasán Mario, “La histórica” (Patrimonio, monumentos y escultura pública de Concepción del Uruguay, 1783-2011)
Vista aérea del circuito “Mena”. Imagen extraída de “Una pasión de la histórica” vidéo de RUS
El viejo circuito “Mena”, está íntimamente ligado a la historia grande de la Fórmula Entrerriana.
El circuito llevaba ese nombre porque el dueño del campo que era una vieja cantera de broza, ubicada en la zona norte de la ciudad, lindera al barrio San Isidro, fue don Roberto Pedro Mena vecino de Concepción del Uruguay que vivía en calle Alberdi entre España y 3 de Febrero pegado a la tienda Astral. Actualmente en esa casa vive su hija Nora. Eran dos hermanas la otra murió hace unos años.
Don Roberto era un hombre solvente, apasionado del Turf en la época de oro de esa actividad en nuestro principal circo hípico.
La idea primigenia de construir en ese lugar un circuito debemos buscarla en 1954, cuando la Comisión Directiva del Club Amigos del Volante, que encabezaba el señor Francisco Baxter, logró en septiembre por parte de don Roberto P. Mena propietario del predio la autorización correspondiente.
Todo indicaría que, pese a iniciarse los trabajos no pudieron concluirse y que la idea se retomó algunos años después siendo otra gente la que dinamizó la construcción.
Finalmente el 25 de noviembre de 1956, al disputarse el Gran Premio “Francisco Durando” hermano fallecido en una competencia en Paysandú de Américo Durando, el circuito se utilizó por primera vez. Esta carrera la ganó el campeón de la temporada Isidro B. Gertsner, quedando inaugurado oficialmente el circuito “Roberto P. Mena” de 1.700 metros.
Don Raúl Scolamieri manifestaba en un reportaje realizado muchos años después, al referirse a este perimetral que “…en Concepción del Uruguay , se corrió donde estaba últimamente el Autódromo Municipal pero en sentido contrario, eran dos rectas paralelas y dos curvas, una pasaba en la casona y la otra frente a la casa de Mena”.
El circuito empezó a tener inconvenientes de mantenimiento un par de años durante la década del 60, volviéndose a habilitar en 1965. Pero se desestimo en 1966 y no hubo actividad en 1967 y 1968 porque evidentemente se estaba trabajando en el.
Este trazado se amplio y modifico en 1967, estirándose a 2.100 metros. Don Roberto Mena vendió el campo a la Municipalidad en 1968, sin embargo la gente por una cuestión de costumbre siguió llamándolo el circuito “Mena” aunque oficialmente se llamaba Parque Autódromo Municipal. Después de algunos intentos entre 1970 y 1971 para ampliarlo, en 1974 se extendió el perimetral a 2.230 metros construyéndose lo que se denomino el “Chupete” siendo inaugurado el 10 de noviembre de 1974 para el Gran Premio Pre Coronación de la Fórmula Entrerriana.
Imagen vandalizada de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
En el año 1959, fue emplazada la imagen de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, en la esquina de Juan José Millán, junto a la Parroquia Santa Teresita.
Pero el día miércoles 6 de diciembre de 1995, la ciudad se vio conmovida por un hecho nunca ocurrido, la imagen de la virgen lloraba. Durante todo el día se vio el desfile de centenares de personas, católicos o no, deseosas de ver si era verdad.
El hecho aparentemente ocurrió en el momento en que los feligreses de la parroquia Santa Teresita, asistieron al Rosario de la Aurora y el oficio religioso en honor a la patrona de la ciudad, cuya novena se reza en todas las parroquias en esos días.
Terminado el oficio religioso, una señora se detiene junto a la imagen y ve que de los ojos de la imagen surgían lagrimas que caían hacia el mentón.
Las autoridades eclesiásticas no son de manifestarse en forma inmediata, pero entonces el Padre Pablo Kolomi, dijo: “yo no puedo opinar si esto tiene interpretación científica. Lo que puedo decir es que no es algo que ocurra por primera vez a nivel mundial, ni en Argentina. Se ha comprobado que distintas imágenes, han derramado lágrimas, que al ser analizadas, se comprobaron que eran lagrimas humanas…”
En cuanto al significado del acontecimiento, el sacerdote dijo: “Desde el punto de vista del significado, podemos decir que es como una manifestación. Un modo de la Virgen para hacerse presente, para llamar la atención de la gente, creyente o no creyente, como una madre, ¿Cuándo llora la madre?, cuando el hijo anda mal, cuando esta desviado, cuando no hace caso. En este momento podemos decir que estamos en esa situación ¡Cuantos son los que hacen caso omiso de la voluntad de Dios, de sus leyes, de lo que significa la vida cristiana y su compromiso! Eso a la Virgen le duele, y de esta manera lo manifiesta”.
En días siguientes siguió el incesante pasaje de la población por donde estaba la imagen, algunos la vieron llorar, otros no, pero todos rezaban a sus pies.
El día 10 de diciembre visita la ciudad el Padre Varela Zapata, por su iniciativa fue entronizada en la parroquia Santa Teresita, la imagen de la Virgen Medalla Milagrosa. Muy emocionado por los acontecimientos y el encuentro con quienes lo acompañaron en 1959, que estando frente a esta imagen, le piden a la virgen, por que bajen las aguas del rio Uruguay.
A la tarde se rezó el rosario, y el anciano sacerdote se refirió a su fe mariana, terminando su alocución dirigiéndose a la virgen:
“no te merecemos, Señora, pero te necesitamos, por eso te pedimos que no llores más y bendigas esta ciudad tan mariana de Concepción del Uruguay, sobre todo en esta Parroquia y sus feligreses.”
Decía Don Bosco, “amad a Jesús Eucaristía y a la Virgen y conoceréis lo que es un milagro. Bendícenos Madre”.
Lamentablemente hace unos meses vándalos rompieron la imagen de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.
Hoy la imagen ya fue repuesta, y tenemos de nuevo a la Virgen de la Medalla Milagrosa en su lugar.
Ubicado actualmente en la intersección de las calles 9 de julio y bulevar Montoneras.
Está formado por un conjunto de troncos petrificados y arenillas geológicas. Este conjunto es acompañado por dos mástiles, uno para la bandera Argentina y el otro para la de la provincia de Entre Ríos.
Fue erigido en la ciudad por iniciativa del Instituto Ramiriano en el año 1976. Fue emplazado primeramente en bulevar Yrigoyen, luego en Avenida Costanera Norte, desde donde se traslada en el año 2005 a su actual lugar.
La Sra. Bonnin, como miembro del Instituto, explica en el acto de conmemoración del tratado el 23 de febrero de 2018, y en el momento en que la Municipalidad reinaugura el Monumento finalizando la obra de puesta en valor del mismo.
“No es un lugar cualquiera, esta sobre el bulevar que nombra las milicias de los caudillos (Montoneras) bien nuestro, mira hacia la calle que recuerda el cumpleaños de la patria y hacia el bulevar “Los Constituyentes”, que homenajea a aquellos hombres que tuvieron la delicada misión de redactar y reformar la Ley de Leyes y mas allá, a la arteria que evoca la bravura y el coraje del entrerriano Gral. Miguel Galarza.”
En la placa de mármol, que reemplaza a la original que era ilegible, se puede leer:
“Cimiento y Norma, Ruta y Estrella, para dos comienzos a la obra de levantar la grande y gloriosa Nación”.
“Punto de partida del Federalismo Argentino y base del Pacto Federal de 1831, se firmó el 23 de febrero de 1820, en Pilar, Provincia de Buenos Aires, después de la batalla de Cepeda (1 de febrero de 1820), por los gobernadores de:
Buenos Aires: Don Manuel de Sarratea
Entre Ríos: Gral. Francisco Ramírez
Santa Fe: Gral. Estanislao López
Es el primer Pacto Preexistente que reconoce los importantes principios:
Sentimientos de Unidad Nacional.
Respeto de la Autonomía Provinciales.
Consagradas por el artículo primero de la constitución Nacional, obra del Gral. Justo José de Urquiza que sella el Sistema Federal.
Gestión del Instituto Ramiriano de Estudios Históricos.”
Fuente: www.lapiramide.net (2018)
El “Tratado del Pilar”
Las fuerzas del Directorio habían sido derrotadas en Entre Ríos y Ramírez adquirió gran prestigio en el litoral. Buenos Aires decide concentrar grandes cantidades de efectivos en Santa Fe, para marchar sobre Entre Ríos.
Se ordena desde buenos aires a Belgrano y San Martín que se concentren en Santa Fe. San Martín no dio cumplimiento a la orden y Belgrano llego hasta Rosario donde firma un tratado con Estanislao López, que imponen la paz.
Por otra parte en el litoral se tenía el avance de los portugueses en la Banda Oriental. A estos dos momentos que se estaban viviendo, pacto de paz en Santa Fe e invasión en la Banda Oriental, se suma que el Congreso constituyente aprueba una Constitución unitaria, centralista, que molesto aún más a los pueblos del interior.
Se decide la guerra y se nombra a Ramírez, Jefe del Ejército Federal que marcharía sobre Buenos Aires.
En este momento llegan a la provincia de Entre Ríos y se ponen a las órdenes de Francisco Ramírez, dos hombres: María de Alvear y el chileno José Miguel Carrera. Este último trajo consigo una imprenta que sirvió para pregonar las ideas federales. José G. Artigas, no vio con agrado esta llegada de refuerzo.
En 1819, Ramírez cruzaba el Paraná por Punta Gorda y marchaba hacia Buenos Aires. En las proclamas que se imprimían en la imprenta de Carrera, se decía: “que se hacia la campaña para implementar la igualdad de los habitantes, derribar el gobierno de Buenos Aires y rechazar la invasión portuguesa”.
El 1 de febrero de 1820, el Directorio es vencido por Ramírez, en la batalla de Cepeda. Las consecuencias de este triunfo fuero: se alejaron de nuestro territorio las ideas monárquicas, se disuelve el Directorio y el Congreso Constituyente y dio lugar a que se formara la provincia de Buenos Aires. Se impuso el sistema federal de gobierno, como se dejó expresamente comprometido en el Tratado del Pilar que se celebró por ambas partes.
Este tratado no olvido el principio de la integridad nacional (todas las provincias formaban una misma nación). Además en este Tratado, aparece Ramírez firmando como Gobernador de Entre Ríos, por primera vez.
Monumento-sepultura del padre Rolando. Foto: Mabel Gómez
Quien no recuerda al Padre “Chiche” o “Rastrillo”, falleció en setiembre de 1995, en Santa Fe. Concepción del Uruguay que le debe tanto quiso que sus restos descansaran en nuestra ciudad, es así que el Sr. Luis María Colombo, Sr. Gabriel Andrés Larenze y la Sra. Gladys R. de Colombino, entre otros presentaron el proyecto a las autoridades Municipales locales y al Director de la Obra de Don Bosco, Presbítero Kolomi.
El proyecto consistía en que sus restos sean trasladados a nuestra ciudad y descansen en la Parroquia Santa Teresita.
Para esto se solicitó el diseño de su tumba, se presentaron dos. Uno de la Srta. Elvira Torres y el otro del artista local Salvador Álvarez. Este último fue el elegido, por razones de espacio.
Se implementaron colectas para recaudar el dinero, las donaciones se recibían en las santerías de Santa Teresita, San Roque, San Vicente, Inmaculada Concepción y María Auxiliadora. Se recibían en alcancías que fueron confeccionadas por el Padre Oscar Callegari y tenían pegada una foto del Padre Rolando.
Es así, que el “Padre Gaucho”, que hizo tanto por la educación, los humildes y los enfermos, junto a los inolvidables Pablo Sceliga y Héctor Allais, pudo descansar junto a la comunidad que tanto lo amo.
La sepultura se hizo a la derecha del Templo y su diseñador, el pintor Salvador Álvarez explica sus partes y significados:
“los restos del Padre Rolando serán depositados bajo el nivel del suelo. El suelo de esta tierra y de su querida ciudad.
“La gran Cruz, símbolo de nuestra redención, se apoya suavemente sobre su tumba y asciende luego verticalmente al Cielo, simbolizando su vida. Así consagro su existencia enteramente a Dios, distinguiéndose por su bondad y entrega.
“Las dos pantallas laterales simbolizan a la comunidad erguida y velando a su lado, sobresaliendo allí el rostro del Padre rolando. En las placas de mármol queda grabada la memoria de su paso terrenal.
“Dos maceteros con plantas naturales simbolizan su presencia que sigue viva en la comunidad, floreciendo el alma de cada uno de quienes le conocieron.
“La figura de San Juan Don Bosco a su lado, expresa la complacencia del santo fundador con este, su hijo querido, que lo encarno en su vida y ahora gozan juntos en el cielo. El busto de Don Bosco está basado sobre un engranaje que representa las principales virtudes y que más recomendó a los jóvenes: Caridad, Trabajo, Templanza, Paciencia, Castidad, Humildad, Fe.
“El pedestal con erguidas franjas de cemento, significan la perenne juventud de Don Bosco y de sus seguidores, y sobre todo de sus destinatarios, los jóvenes.”
El deseo del Padre rolando siempre fue emplazar una imagen de Don Bosco junto al Templo. Es ahora que se cumple su deseo y sus restos descansan junto a la imagen.
Vista panorámica del monumentos a la “República Argentina”
Monumento a la “República Argentina”, también conocido como “Monumento a las manos” o simplemente “Las manos”.
Esta ubicado en el Parque Costanera Norte “La Salamanca” y su autor es el artista escultor Andrés Mirwaldt.
Fue inaugurado el 9 de diciembre de 1991.
Fue construido en cemento patinado, siendo el desarrollo del monumento de 18 metros, elevado sobre el terreno 14 metros.
Esta obra la encarga el Presidente municipal Don Carlos Scelzi, y el autor demoró en realizarlo 3 meses.
Este grupo escultórico está formado por: la estatua de la PATRIA, con antorcha y cadena en sus manos, transitando sobre nuestro país (mapa).
La Obra es un canto a nuestro sistema democrático, poniendo énfasis en la esperanzada armonía con las fuerzas de defensa que ayudaron a romper las cadenas de nuestra patria y que ahora con sus manos que emergen de nuestra tierra, de nuestros hijos, protegen la marcha de la República, iluminando con la antorcha, nuestro destino de grandeza.
La Escuela Urquiza fue fundada en el 25 de octubre de 1893 y se la conocía como “la escuela de la señorita Ángela Casarini”, ya que ésta tuvo la iniciativa de crear una escuela en esa zona de la ciudad,
Educación en el recuerdo: Las “escuelas particulares” de principio del S XX
Ya nos hemos referido al Colegio del Uruguay, Justo José de Urquiza, Escuela Normal Mariano Moreno, Escuelas Primarias, Urquiza, Avellaneda, Viamonte, entre las más importantes de la ciudad. Pero en una época no muy lejana existieron en la ciudad otras escuelas, conocidas como “Escuelas particulares”, que ya no están y a las que nos referiremos en este artículo. (Las fotos, son ilustrativas)
“Escuela Escudero”
Estaba ubicada en calle Alberto Carosini 124, (antes calle Santa Fe). Su directora fue la Srta. Justa Escudero y las maestras sus hermanas Felisa y Eufrasia.
El horario era de 7 a 11 y 14 a 18 horas, de lunes a sábado. Muchos alumnos asistían y las aulas se dividían para diferentes grados.
Casi todos los alumnos asistíamos solamente durante las vacaciones, cuenta Gregorio Troncoso Roselli en su libro “Evocaciones a la distancia”, siendo un remedio eficaz para “Sacarnos de la calle” durante esos períodos. Otros niños, rezagados o bien de mala conducta en las escuelas fiscales, eran remitidos allí para confeccionar sus deberes bajo la férreo control de las señoritas Escudero. Cuando un chico tenía problemas, bien de aprendizaje o bien de conducta, se lo solía corregir bajo la amenaza de “¡Te mandaré a la escuela de Escudero!”
La escuelita constaba de una sola sala, con una ventana a la calle, piso de ladrillos cuadrados y techo de paja debajo del zinc exterior. Cada maestra atendía un grupo de alumnos clasificados según el adelanto o capacidad.
Los asientos eran heterogéneos: algunos pupitres viejos pero conservados, con rayaduras e iniciales marcadas con cortaplumas. Además había mesitas largas con sillas paja. El amplio pizarrón solo era empleado en las clases colectivas, que eran pocas. Se trabajaba desde la entrada hasta la salida; según fuera la conducta y aplicación, había uno o dos recreos. A veces estos dependían de la voluntad de la Srta. Felisa, quien estaba a cargo de los alumnos. Las tres maestras usaban punteros de caña de bambú o de varas de mimbre, para señalar el número o la sílaba en el pizarrón o “para descargarlos a totas y a locas sobre nosotros, con los ojos cerrados para ser más justas”.
Las clases se desarrollaban por lo común de la siguiente manera, matemáticas, con varias cuentas surtidas, luego se resolvían problemas por pasos ordenados. Después venía la clase de lectura, alternada con dictado, mientras los más pequeños realizaban una copia o estudiaban las tablas.
Por último se daban las lecciones recitadas de memoria. Las composiciones se incluían en los deberes para la casa. Esto era lo normal, pero a veces por “desatender o por mala conducta nos caían temibles penitencias: Veinticinco divisiones con prueba; repetir cien veces, por escrito oraciones educativas como, “No debo hablar en clase”; “Debo atender a mi maestra”; “debo portarme bien”; esto era el medio didáctico aún en las escuelas fiscales de época, pero la escuelita Escudero tenía también sus ratos amenos, la válvula de escape, para la actividad necesaria a tanta rigidez: los recreos y las salidas esporádicas que conseguíamos para ir al “servicio”, fingiendo suma necesidad”.
El patio para el recreo era todo el solar, con canteros cubiertos de plantas de jardín y árboles frutales, diseminados por el predio sin simetría, había higueras, perales, ciruelos, damascos, durazneros, nísperos y el infaltable granado, “todo un paraíso para nosotros en la época de la fruta”
Aun se recuerdan algunas anécdotas. Los alumnos el 25 de mayo, se presentaban al alba, las aulas se iluminaban con velas, de ahí marchaban a Plaza Ramírez para cantar el Himno a la salida del sol, luego tomaban chocolate caliente y masas en el “Foyer” del magnífico y desaparecido Teatro 1 de Mayo.
Otra: bajo la glorieta del patio de la escuela se ubicaba una gran olla de hierro, los alumnos se ubicaban a su alrededor en los recreos.
Las tres maestras tenían un perro gordo y regalón, que dormía en el corredor camino a las aulas. Los niños debían tener cuidado al pasar por que si lo despertaban era falta para la libreta.
Las señoritas Escudero, enseñaron hasta que les dio la vista y la estabilidad. En sus últimos años vivían de una mezquina pensión oficial por haber enseñado honrada y tenazmente durante más de cuarenta años.
“Escuela de Selay”
Ubicada en calles Alberdi y 21 de Noviembre. La Directora Srta. Selay, que fue maestra consejera y amiga, conservo su salud y cerro las aulas.
Esta escuelita gozaba de renombre en la ciudad, Allí asistían los alumnos del barrio y generalmente los que debían rendir examen de selección para ingresar al Colegio Nacional o a la Escuela Normal o bien los aplazados en los mencionados establecimientos.
En aquel entonces no se hablaba de jubilación, pensión, Reconocimiento de servicio. El maestro se daba a la patria, la familia y la niñez hasta terminar su labor, momento este que pasaba al olvido.
“Escuela Ingresada”
Debemos hacer constar la existencia de la “Escuela de Niñas”, cuyo ingreso a la N°1 (Nicolás Avellaneda), dispuso la autoridad escolar, al establecerla “Mixta”.
Esta escuela funciono en Artigas 182, fue su Directora Aurelia Tibiletti, hermana de ex rector del Colegio del Uruguay Justo José de Urquiza, Dr. Eduardo Tibiletti.
“Escuela Udrizar”
Fundada en 1928, por María Dolores Udrizard, para niñas y mujeres jóvenes. La llamo “Técnica del hogar”.
Ubicada en Congreso de Tucumán y 8 de junio. Se enseñaba hilados, telares, corte y confección, lencería y bordados. Tenía 1º,2º y 3º grado con tres maestras. Desfilaron millares de alumnas por esta escuela.
“Escuela de Lola”
Ubicada en la esquina de Colón (Hoy Eva perón) y 8 de Junio, funcionó otra escuela a que se la llamaba “Escuela de Lola” por el nombre de su maestra, “Lola” Osuna. A esta escuelita concurrían más de 20 chicos de distintos grados, y, “hasta analfabetos”.
Diariamente, al entrar a clases, todos los alumnos debían repetir, al unísono, las tablas de multiplicar desde las del 2 hasta la del 12, “cuando perdíamos el compás, la señorita Lola con golpes isócronos dados con el puntero sobre la mesa, nos hacía retomar el ritmo”.
El patio de recreo de la escuelita era reducido, con piso de ladrillos rodeados de macetas o tarros con plantas.
La señorita Lola era morocha, alta con leves huellas de viruela en su rostro. Sus cabellos eran, todavía, negros y su rostro expresaba una serena bondad. Gozaba de fama de buena maestra y “nunca faltaban una veintena de alumnos que colmaban la pequeña sala de clase”
“Escuela de Rodríguez Cortés”
Otra escuela reconocida era la de las señoritas Rodríguez Cortés, en la esquina de 25 de Mayo y Artusi (en ese entonces Uruguay) La casa tenía techo a dos aguas y daba a la calle, “en lejanos tiempos funcionó allí la escuelita de Urquijo, según oí mencionar”.
Todas las señoritas Rodríguez Cortés eran maestras diplomadas. “La señorita Antonia, ya jubilada, ejerce sus tareas en una escuela hogar, hasta hace unos años las señoritas Mercedes y María desempeñaban cargos docentes en escuelas de la ciudad y, la Srta. Ana, que no ejercía la educación oficial era la encargada de la escuelita privada”.
La enseñanza era metódica y racional como las que impartían las maestras normales. Los alumnos eran agrupados por grado o capacidad y las clases eran simultáneas, dentro de lo posible. Ahí la disciplina no era ni rígida ni forzada, todos “nos portábamos bien”. En esta escuela, a la que concurrían alumnos de ambos sexos, no se usaban ni puntero ni caña ni palmetas.
El patio de recreo era fresco y sombreado y estaba rodeado de plantas, como casi todos los de la época. En el otro patio se encontraban árboles frutales, la señorita Ana solía obsequiar a sus alumnos con damascos, duraznos y ciruelas extraídos de esa quinta.
“En mis viajes a Uruguay, cuenta el autor, suelo verlas sentadas en el porche de la moderna casa que sustituyó a la anterior y me pregunto a veces ¿Por qué no me he acercado a estrecharles la mano o a besárselas cumplidamente ya que ellas merecen tal actitud?”
Bibliografía: Abescat, Francisco, “La Ciudad de Nuestra Señora de la Concepción del Uruguay” y Troncoso Roselli, Gregorio, “Evocaciones a la distancia, recuerdos de Concepción del Uruguay”
Edificio del diario “La calle” en sus 60 años. Foto: Mabel Gómez
Diario “La Calle” sus primeros 60 años
En la década de 1940, se publicaban en Concepción del Uruguay, los periódicos “La Juventud” y “Los Principios” como órganos de prensa más importantes, que respondían a la ideología política de sus fundadores, además circulaban una variada gama de boletines, entre los que podemos citar el “Boletín Parroquial”, órgano de la iglesia católica y el “Despertar”, publicado por la Unión Obrera Provincial, de corte sindical y algunas revistas periódicas realizadas con mucho esfuerzo e ingenio como “Índice” dirigido por el periodísta Francisco Javier Abescat..
En ése entonces, la ciudad y el departamento constaba de alrededor de 45.000 habitantes. Su puerto-una de las principales económicas- se encontraba prácticamente paralizado con relación al movimiento de buques ultramarinos a causas de la guerra, operando solamente buques de cabotaje interno y los conocidos vapores de pasajeros(vapores de la carrera como se los conocía en la jerga popular).
A fines del año 1943, un grupo de prestigiosos vecinos, amantes de las letras y las artes, encabezados por el recordado poeta Alfredo Martinez Howard, tomaron la feliz iniciativa de fundar y editar un diario independiente, dedicado a atender y defender las inquietudes de la ciudad..
Los impulsores de la idea, querían que el periódico o diario (aún no se habia determinado su periocidad) fuera totalmente independiente, para poder de ésa forma, luchar libremente, sin ataduras, en defensa de la verdad y los intereses locales.
Alfredo Martinez Howard, que a pesar de su corta permanencia en la ciudad, donde se había afincado en el año 1940, había logrado con su personalidad y condicciones intelectuales a aglutinar a su alrededor , a un prestigioso grupo de vecinos que reconocían en él, a un hombre capaz y emprendedor, entre los cuales podemos mencionar, a los profesores Leopoldo Bröeld y Darío Peretti, a los Doctores Victor Rodriguez y Luis Grianta y el empresario Francisco Saenz Valiente los que constituirán el grupo fundacional del hoy diario “La Calle”
Primera edición:
Siempre se ha sostenido, que la edición Nº 1 del diario “La Calle”, nombre que fuera adoptado por moción del Sr Martinez Howard, hizo su aparición el 6 de enero de 1944, pero antecedentes recientemente obtenidos, se ha determinado que a “modo de prueba piloto”, en el mes de diciembre de 1943, se publicó una edición especial de sólo 25 ejemplares, exclusivamente literaria y de circulación limitada, la que fuera impresa en lujosa cartulina telada, conteniendo poemas y sonetos de conocidos poetas, entre ellos Francisco Luís Bernardez, Carlos Mastronardi, Juan F Ortíz y Teté Fabani.
Tal vez, algún coleccionista, tenga en su poder un ejemplar de esta inédita edición, para aportarla al archivo del diario y su divulgación futura.
Después de sortear diversos inconvenientes, tanto de orden financiero como de imprensión,dado que no se contaba con talleres gráficos propios y gracias al apoyo desinteresado del periódico local “Los Principios”, el 6 de enero de 1944, la ciudad despertó con la voces de los canillitas que por primera vez voceaban un nuevo diario -¡¡diario La Calle¡¡-¡¡ La Calle diario¡¡ que desde el primer día, conquistó el corazón de los concepcioneros, al decir de D. José Nadal Sagastume.
Para acometer, la incierta empresa, dado que se desconocía la aceptación y evolución que iba a tener el nuevo diario, Martinez Howard, se constituyó en su primer director y convocó para la empresa ,a diversas personas, que tenían experiencia en el arte periodístico y en ramo de la tipografía y armado, sistema que se utilizaba en ésa época. Entre los pioneros, podemos citar al veterano hombre de prensa Arturo S. Segovia como jefe de redacción (el primero), Ricardo Antonena, Héctor Herrera, Roque Bruno, Grabiel Arrieta, Miguel Alem, la Sra de Malgor y su hija Mireya y el recordado Cipriano González que se desempeñara como repartidor hasta su fallecimiento en el año 1965.
En la parte administrativa, lo acompañaron el Dr Víctor Rodriguez, como administrador, secundado por los señores Héctor Omar Rozados y Miguel Garcín.-Posteriormente el 31 de enero de 1944 se incorpora al staff del diario como administrador Alfonso Grand Oro. Entre los primeros colaboradores del diario, podemos mencionar al popular “Tito Bonus” con sus viñetas uruguayenses y el profesor Miguel Angel Gregori
El primer ejemplar (Año I Nº 1) tenía 20 páginas, muy bien diagramado y excelente presentación , lo que llamó de inmediato la atención del público lector, con un costo de $0,10 centavos,saliendo de lunes a sábado primeramente y a partir del 29 de julio de 1945 de martes a domingo y desde el 5 de abril de 1971, lo hace diariamente, siendo el primero en la ciudad de tener esta periocidad.
En la editorial del primer número, la dirección define cuales era los propósitos y objetivos que se habían trazados sus fundadores, línea de conducta a través de los años, se ha mantenido, pese a los vaivenes políticos y cambio de directores.
En su primera página,podemos leer noticias internacionales, de la II guerra mundial como “Tomaron Berdich los rusos”-”…el general Montgomery fué reemplazado en Italia…”avance “soviético..”-”…incursión sobre Inglaterra..”. De nuestro páis reflejaba “..el poder ejecutivo fija normas a la prensa nacional”- “ “felicitaciones del arzobispado de Buenos Aires al Presidente de la República General Pedro “Pablo Ramirez por haber reimplantado la enseñanza religiosa en los establecimientos “educacionales en todo el país…”
El primer artículo de carácter histórico, que publica “LA CALLE” es “Entre Ríos” de L.Benavento. Las tiras cómicas que acompañaban la primera edición fueron “Yacumin” por Lubrano y “Gumersindo” por Fola. En “Viñetas Uruguayenses”, bajo el seudónimo de “Gerineldo” escribe Tito Bonus el artículo “Romance de Concepción del Uruguay”
En los avisos, la recorda Escuela de Aprendices de la División Río Uruguay del MOP, llama a inscripción a “…a jóvenes de 14 a 16 años…”
Los cines locales, anuncian para su función del 6 de enero de 1944: Cine Texier: “Los Lobos de Nueva York” y “Alejandra” esta última estreno con Arturo de Córdoba y Sara García. Cine Rocamora:”Los Despojadores” película de connvoy y “Cállese la Boca” con Joe Brown. Cine Rex. sin función
El Club Rocamora, en su sede social de la calle Galarza Nº 618 (hoy juzgado federal) anuncia para ésa noche “un gran baile amenizado por la orquesta típica de los Hnos Sarrot. En la terrraza del “Hotel París”, se realiza una gran fiesta organizada por la subcomisión de damas del “Club Paleta uruguay” que preside la Sra Elvira Briozzo de Marcó.
En la página de “sociales” se anuncia el compromiso matrimonial de la señorita María Rolón de Urquiza con el señor José A Camaño de la ciudad de Concordia y el enlace de la señorita Herminia T. Alvarez con el señor Horacio Obregón.
En la cancha de “San Lorenzo” (en el puerto viejo) a las 18:00 horas se enfrentan los primeros equipos de los clubes locales Independiente y Banfield disputando el premio “El Sporstman”. En su primer número, son numerosos los anuncios comerciales, profesionales médicos, químicos, odontólogos, abogados, escribanos etc.
La calle con el correr de los años:
Su primera dirección, redacción y administración se encontraba en calle 9 de julio Nº 873 (local ocupado posteriormente por la firma rematadora de Sixto Ferreri) , para luego mudarse el 26 de agosto de 1945 , al local alquilado, de la calle Alem Nº 31 (hoy Alianza Francesa).
Los primeros tiempos, no fueron fácil, al tercer número se debió reducir el número de páginas de veinte a diesciseis, debido a la falta de papel de diario, por causas del conflicto bélico mundial, siendo el papel utilizado en el país, totalmente importado.
No había transcurrido un mes, de la aparición de “La Calle”, cuando una tremenda noticia conmovió al país, el sabado 15 de enero de 1944, un terremoto de gran magnitud destruyó totalmente la ciudad de San Juan con mumeras víctimas.
La Calle, refleja los acontecimientos en sus ediciones diarias e inmediatamente propicia y encabeza con $ 50 pesos, una “colecta pública”, para recaudar fondos para ayudar a los hermanos sanjuaninos, obteniendo una repuesta favorable del público uruguayense, demostrando como siempre lo ha hecho, su soliradidad con quién necesita una mano, a lo que se suman los canillitas del diario, en especial los hermanos Saucedo que donan la comisión que les corresponde por la venta de un día,en un gesto que los enaltece, pese a su humilde condicción.
Pocos días después, otro canillita del diario, el adolescente Omar Agustín Falohur, encontró en la vía pública, frente al hotel “París”, un prendedor de oro, haciendo entrega de la joya a la administración del diario a disposición de su dueño.
A partir del lunes 10 de ernero de 1944 ,pese a las restricciones que sobre el papel para diario existían, “La Calle” publica su primer “suplemento”, dedicado al arte y la cultura que recibe la denominación de “Suplemento de los Lunes” (por el día de su aparición). Escriben en el suplemento,entre otros, Ana María Garasino, Jose María Díaz y Teresa Fabani Rivera
Para marzo de 1944, la tirada diario del diario era de 1800 ejemplares, los que eran distribuidos, a partir de las 6 de la mañana, a los suscriptores y público, por un numeroso grupo de canillitas, quedando agotada para media mañana. A partir del 15 de marzo de 1945, diario “La Calle” incorpora a sus ediciones diarias la famosa tira de “Historietas de Patoruzú” y desde el domingo 29 de julio del mismo año, el diario es publicado de martes a domingo, con un suplemento especial este último día.
Diario “La Calle” es pionero en la ciudad, en cuanto a la organización de carreras pedestre de “largo aliento” ,organizando la “Primera Vuelta de Concepción del Uruguay”, la que en principio debía correrse el domingo l6 de diciembre de 1945, pero debido a una intensa lluvia caída ése día, debió diferirse para enero del año siguiente.
El sábado 9 de febrero de 1946 se inauguran oficialmente las transmisiones desde Concepción del Uruguay, de la radio de la ciudad de Concordia LT 15, las que se irradiarían diariamente -de lunes a viernes- de 1845 a 1945 horas, desde la sala de transmisiones provisoria ubicada en la boite “Itapé” (el rancho para la jerga popular). Diario “La Calle”, está presente en estas audiciones con un boletín informativo de diez minutos de duración, con la actualidad local, siendo el primer medio escrito local, que incursiona en este campo, como antecedente de los que años después, será la radio “FM Sensaciones” (90.5)
Posteriormente, al cerrarse las transmisiones de la radio LT.15 desde nuestra ciudad, el informativo del diario “La Calle” se irradia a través de la emisora CW 39 “La Voz de Paysandú” de la ciudad uruguaya homónima, saliendo al aire de lunes a viernes de 13:30 a 14:00 horas argentina.
El 21 de mayo de 1946, diario “La Calle” publica por primera vez, un aviso en colores, de la fiambrería “La Pampita”.
El personal gráfico del diario, adhiere al paro nacional dispuesto por el Sindicato de Obreros Gráficos, con motivo del conflicto que mantenián los empleados gráficos con las empresas editoras, como consecuencia de este paro, se ve interrumpida la edición de “La Calle” entre los días 5 y 12 de octubre de 1946, siendo éste el primer conflicto gremial desde la creación del diario.
“La Calle” con talleres gráficos propios:
Desde la aparición del primer número, sus directivos tenían previsto adquirir sus propias máquinas de impresión, operación que se realizaba en los talleres del periódico local “Los Principios”
Al cerrar definitivamente sus puertas este medio, su propietaria Sra Isabel Romanzo de Artusi, alquila el edificio de calle Ameghino Nº 139 -incluído sus máquinas- a “La Calle SRL”, en $ 100 pesos mensuales, trasladando sus talleres y redacción ,manteniendo su dirección y administración en calle Alem Nº 31 de nuestra ciudad. Posteriormente este edificio es rematado el domingo 10 de agosto de 1947 siendo adquirido por la empresa “La Calle SRL” en la suma de $11.200, interviniendo el escribano local D Julián Chiloteguy.
Con la adquisición del edificio y máquinas del ex periódico “Los Principios”, ubicado en la esquina sur oeste de las calles 8 de junio y Ameghino Nº 319 de nuestra ciudad, permite al diario ampliar notoriamente sus ediciones habituales y mejorar su presentación gráfica.-
Desde su fundación el diario “La Calle”, habían sido sus directores Alfredo Martinez Howard, Dr Víctor Rodriguez, Darío Peretti y el profesor Leopoldo Bröedl, quién estuviera a su frente por varios años.
Filosofía del diario, se constituye la empresa “Editora La Calle SRL”:
El 10 de enero de 1947 se constituye la Sociedad de Responsabilidad Limitada “Editora La Calle SRL”, con el fin de editar un diario con ése nombre, integrando la empresa, entre otros, los doctores Licinio Scelzi, Luis Grianta, Enrique Codina y Carlos Alberto Roca, los señores Francisco Saenz Valiente, Leopoldo Bröedl, Darío Peretti y su Sra esposa, fijando la sociedad, su domicilio legal en calle Galarza Nº 957 TE 2790 de Concepción del Uruguay.
En el mes de septiembre de 1947, “La Calle” incorpora una nueva sección que se denominó “Corto y Ameno” en la que incluían notas históricas breves, versos selectos, anédoctas selecionadas, el pensamiento de los grandes escritores y fechas de grandes acontecimientos mundiales.
A partir del lunes 27 de julio de 1948, las oficinas de la dirección y administración se trasladan de la calle Leandro Alem Nº 31 a Ameghino Nº 139 esquina 8 de junio.
El 27 de febrero de 1949, D Pedro Antonio Pirovani y su esposa Elba Cornelia Angela Justet de Pirovani, venden a la Sra María Luisa Lanusse de Saenz Valiente-esposa de D Francisco Saenz Valiente, la finca de la esquina de las calles Moreno y Sarmiento (Ex Hotel Concordia) en la suma de $60.000 m/n interviniendo el escribano D Julián Chiloteguy.
“Editora La Calle”, a partir del mes de junio de 1949, incorpora a su quehacer diario de sus talleres gráficos, la confección de participaciones de enlaces, sobres, papel de cartas, tarjetas de visitas, tarjetas mortuorias , impresiones en relieve y metálicas, incorporándose posteriormente la impresión de almanaques, pantallas etc.
Con motivo de celebrarse el 28 de julio de 1949, el “Centenario del Colegio del Uruguay Justo José de Urquiza”, “La Calle” edita la primera sección especial de 20 páginas, dedicadas exclusivamenbte a tan trascedental acontecimiento de la ciudad
Años difíciles para la prensa:
Por decreto del Poder Ejecutivo de fecha 16 de febrero de 1950, se dan a conocer nuevas pautas para la distribución del papel de diario, recayendo “las sanciones” especialmente en aquellos diarios y periódicos que por su “tinte politíco” eran opositor al gobierno de turno, no escapando de esta medida los diarios denominados “independientes”, con el caso de “La Calle”
Esta medida y alto costo del papel, obliga a los directivos del diario, a disponer del 28 de julio de 1950, el aumento del mismo de $0,15 centavos a $ 0,20 centavos y la suscripción mensual de $ 3,20 a $ 4,00 pesos, mientras que la suscripción anual pasa a costar $44 pesos.
En marzo de 1951,el diario se publicaba de martes a sábado en una edición de 12 páginas y los domingos de 14 páginas, no apareciendo los días lunes ,en que se concedía franco al personal, al igual que los feriados del 1º de mayo, 25 de mayo y 9 de julio.
El día 6 de enero de 1952,al celebrar el diario “La Calle”, su 8º aniversario, sólo pudo poner en la calle una edición de ocho páginas, debiendo posteriormente reducirla a seis página, agravándose la situación día a día.
El 4 de mayo de 1952, la flamante radio local LT 11 “Radio Splendid” comienza a irradiar diariamente el “informativo El Sportman”, en la voz de su redactor Juan Carlos Nery, donde se incluyen las noticias suministradas por el diario “La Calle”.
A raíz del fallecimiento de la Sra María Eva Duarte de Perón,el 28 de julio de 1952, las ediciones del diario “La Calle”, salen con una franja de luto.
Con un gran esfuerzo editorial, por las restricciones de papel, a partir de la edición del domingo 25 de octubre de 1953, se comienza a publicar un “suplemento cultural” que comprende las páginas cuatro y cinco del cuerpo del diario.
Con motivo de los acontecimientos políticos-militares de septiembre de 1955 y sus posteriores derivaciones, dan lugar que a partir del 27 de ése mes, “La Calle” reinicia la publicación de la “Sección Comentarios” de órden político, que habían sido suprimidas diez años atrás.
Necesidad de reemplazar las máquinas del taller de impresión:
A partir del año 1956, las antigüas máquinas que habían pertenecido al ex periódico “Los Principios”, comienzan a presentar la fatiga de tantos años de trabajo, presentando periódicamente inconvenientes, que la mayoría de las veces, eran subsanadas por la iniciativa e inventiva del personal del taller. Estos inconvenientes, obligan a reducir la edición del diario a sólo cuatro páginas, las eran impresas en los talleres gráficos del diario local “Provincia”, que prestaba desinteresadamente su colaboración.
En otras ocasiones, la rotura de las máquinas de composición e impresión, motiva que deba suspenderse la aparición del diario por varios días, como ocurriera entre los días 12 y 27 de noviembre de 1956.
Esta situación, da lugar que el directorio de “Editora La Calle SRL”, comience a estudiar la posibilidad de adquirir un nuevo equipamiento para sus talleres gráficos y consecuentemente se debería relocalizarlo en un nuevo edificio.
Diario “La Calle”. Nueva etapa:
A partir del año 1963, soplan nuevos aires en la “Editora La Calle”, así lo expresa en su edición del día 24 de marzo de ése año, expresando en la primera página del diario:
“..La Calle”, se presenta hoy a sus lectores vestida de nuevo.Todo integramente todo su “material tipográfico ha sido renovado y con su nuevo ropaje expone a consideración de esta “ciudad, “a cuya servicio se halla desde hace diescinueve años, la primera medida concreta de sus “planes de “mejoramiento……” Se iniciaba indudablemente una “nueva etapa” en la vida del diario.
En la Asamblea de accionista, llevada a cabo el 1º de abril de 1968 se resuelve una profunda restructuración del directorio de “Editora La Calle SRL” que queda constituido por: Director Leopoldo Bröedl, quién es acompañado en calidad de co-director por el Dr Carlos Alberto Roca. En la administración en carácter de co-administrador se designa al arquitecto Juan Francisco Saenz Valiente .
En el mes de junio de 1968 y acorde los planes trazados por el directorio, se adquiere en Buenos Aires, una máquina “CLISCHOGRAPH”,con el objeto de poder ilustrar graficamente los artículos ,demostrando el espíritu que anima a los directivos de ir modernizándolo, comenzando a publicar fotografías en su edición del 15 de agosto de ése mismo año, adquiriendo además una moderna máquina impresora.-
“La Calle” en su nuevo edificio:
El 16 de octubre de 1969,los dueños de la esquina de las calles Moreno y Sarmiento, Francisco Sáenz Valiente y Sra, presentan ante la municipalidad local, los planos para introducir modificaciones en el antigüo edificio a los efectos de adaptarlo para el traslado al mismo de la dirección, administración, redacción y talleres del diario “La Calle” que funcionaban en calle Ameghino Nº 139 (esquina 8 de Junio).-
El 9 de enero de 1970, “Editora La Calle SRL”, recepciona la nueva máquina impresora, la primera de su tipo en un diario uruguayense, que le permitirá tirar 4000 ejemplares por hora y automáticamente procede al doblado y corte del papel. La nueva máquina es instalada, en el nuevo local del diario, calle Moreno Nº 139 iniciándose el traslado de las oficinas y talleres, lo que motiva que el diario, en este periódo, salga a la calle con tiraje reducido, debido que todo su personal se encuentra abocado a la mudanza
El 28 de enero de 1970 -miércoles- queda concluido el traslado del diario a su nuevo edificio, poniéndose simultáneamente “en servicio” la nueva máquina impresora “rotoplana” teniendo asignado los telefónos de la Companía Entrerriana de Teléfonos Nº 2727 y 2527.
Al retirarse de la dirección del diario el profesor Leopoldo Bröedl a medianos del año 1970, es reemplazado en el cargo por el Sr. Ricardo Saenz Valiente, bajo cuya dirección “La Calle” entrará en una nueva etapa de modernización y expansión.
El nuevo diario “La Calle”
Se incorpora al diario la fotografía y una nueva plana, linotipos y más tarde una moderna rotaplana , adquirida con gran esfuerzo por parte de la sociedad por su alto costo. En lo periodístico, se incorpora a la red de noticas de “United Press” y más tarde a “Noticias Argentinas “(NA) y “Telam.
La empresa no se detiene un instante, en su objetivo de actualizarse, adquiriendo las máquinas “Cabrenta” de la ex imprenta de Rodriguez Landini y los equipos de fotocomposición permitiendo la publicación de diversos suplementos en sistema “Offset” de gran calidad y textura, mientras se realizaban negociaciones para adquirir en los Estados Unidos de Norteámerica una moderna “planta impresora”
El 23 de enero de 1981, “Editora La Calle” incorpora una moderna máquina rotativa, marca “Wed Ledder” lo que le permite tirar al diario hasta 20.000 ejemplares/hora, siendo una de las más moderna de la provincia de Entre Ríos.
En el año 1986, siempre con miras al futuro, la empresa incorpora a la redacción un moderno sistema computarizado para la redacción del diario, en reemplazo de las tradicionales máquinas de escribir. A ello se suma la incorporación de las comunicaciones vía satélite, recibiéndose las noticias directamente de las agencias noticiosas ,como “Noticias Argentinas “ y “DYN” (Diarios y Noticias) las que son procesadas directamente por el sistema de computación.
A las actividades periodísticas, se suma a partir del 14 de junio de 1991, el canal de cable “Río Cable Visión”, el que tiene su asiento en el mismo edificio del diario, en cuya inauguración estuviera presente el Sr Presidente de la Nación Dr Carlos Saúl Menem , incorporándose otro hito en la rica historia de “Editora La Calle SRL” a la que perteneció el canal, hasta su venta y traslado ,en abril de 1998 al edificio de la esquina de las calles 3 de Febrero y Ereño (Ex Casa familia Magasanich).-
Durante los años 1995 a 1997, las necesidades propias de un diario moderno y en continua evolución, motiva que la empresa, encare importantes modificaciones en su edificio, el que mantiene su tradicional fachada de estilo colonial que lo distingue. Estos trabajos se realizaron bajo la dirección del Arquitecto D. Juan Francisco Saenz Valiente.
En junio de 1998, en el sector donde había funcionado “Río Cable Visión” se instala la radio de FM “Sensaciones” 90.5 perteneciente al grupo empresario del diario.-
A sus ediciones, “La Calle” incorpora los días domingos un suplemento especial denominado “Suplemento Fin de Semana” y posteriormente a partir del domingo 7 de febrero de 1999, se suma el suplemento denominado “Revisión Semanal”, donde se compendían, las principales noticias y hechos relevantes acaecidos en los últimos siete dias.
Este acto, constituye un hito trascendental en la historia de la editora y a la vez un desafío que asume la empresa, bajo la dirección de Ricardo Sáenz Valiente.
Para estar a la altura de los adelantos tecnológicos, que se van produciendo, “La Calle” se incorpora al correo electrónico (e-mail) y registra sus páginas en internet (www.lacalle-online.com) pudiéndose ser leídas en todo el mundo.
En sus sesenta años de vida “La Calle” ha recibido un sin número de distinciones y premios de las más prestigiosos organismos de prensa nacional e internacional, que lo ponen a la vanguardia de los diarios del interior del país, integrando la mesa directiva de ADEPA (Asociación de Empresas Periodísticas Argentinas) cuya presidencia y otros cargos directivos fueron ocupados en algunos periódos por el director del diario D. Ricardo Saenz Valiente.
Pérdidas irreparables en el staff de “La Calle”:
Durante el año 2002, la “mala racha” se signa sobre “La Calle” al fallecer los antigüos empleados Carlos Domingo Zaffaroni (24-9-2002), Angel del Río (30-9-2002) y Ernesto Arrieta (5-10-2002), perteneciendo éste último ,a una tradicional familia de gráficos que integraron el plantel del diario desde su creación, y posteriormente la Señora Silvia Luisa Baccon (2-10-2003) que trabajara en la “sección armado” años atrás.
Pero la pérdida más sensible y calificada, para “Editora La Calle SRL”, se produce el 27 de noviembre de 2003 -jueves- al fallecer en la ciudad de Buenos Aires su ilustre director D. Ricardo Saenz Valiente, que en ésas circunstancias se desempeñaba como Vice-Presidente 1º de “ADEPA”, pérdida que no sólo afectó a su familia, sino que también a todos aquellos que lo conocimos ,como también al ámbito periodístico argentino, cuyas virtudes personales y profesionales, fueron reflejadas ampliamente por la prensa nacional.
Texto: Rousseaux, Andrés. “60 años del diario la calle”
Fosa común de la epidemia de Fiebre Amarilla del año 1871
La presencia de epidemia masivas en la vieja Europa o en pueblos orientales, constituyen tristes capítulos de la historia de la humanidad, y en más de una oportunidad el grito de “LA PESTE”, cundió en pueblos o ejércitos con pavor ante la impotencia que sentían frente al flagelo por desconocimiento de las causas que lo engendraban y solo el aislamiento de los enfermos era el recurso de que se echaba mano para disminuir el contagio.
Como es de suponer, algunas enfermedades virulentas y distintas fiebres de causas desconocidas, llegaron al nuevo mundo junto con la conquista hispano-lusitana; y en el siglo XIX, las poblaciones entrerrianas supieron tempranamente de la presencia de flagelos como la peste bubónica y la lepra o Mal de Lázaro entre otras enfermedades contagiosas.
Las corrientes inmigratorias se constituyeron igualmente, en vehículo portador de esas enfermedades. Recuérdese que más de un escritor sostuvo que en Europa del siglo XIX, las dos más importantes causas de muerte, fueron Napoleón y el “Cólera Morbo”.
Cuando la Villa de Concepción del Uruguay, fundada por don Tomas de Rocamora el 25 de junio de 1783, acababa de cumplir su primer cuarto de siglo de vida, se cierne sobre ella el primer peligro epidémico desde Corrientes, ciudad que en 1805 sufre los efectos de una epidemia de viruela. El Comandante de los Partidos de Entre Ríos, don Josef de Urquiza, toma todas las precauciones del caso y enterado de que ha llegado a Buenos Aires la primera partida de fluido Jenner Antivariólico, solicita la misma al Virrey Sobremonte. Se opera así, superando múltiples dificultades y resistencias, la primera vacunación en la villa a cargo del cirujano José Antonio Blanco.
Pero, otros males contagiosos, como la tisis o Mal de Lázaro, tempranamente aquejaron los primeros núcleos humanos entrerrianos y entre ellos la villa de Concepción del Uruguay. El 19 de enero de 1825 el Honorable Congreso Provincial dicta una ley “Prohibiendo la permanencia de los enfermos de tisis o de Lázaro en los pueblos”, pero tan drástica determinación fue vetada por el gobernador León sola, con fundamentos de justicia y humanidad.
Transmitidas desde Buenos Aires, Montevideo o desde los Estados brasileños, periódicamente la ciudad sufrió los efectos devastadores de epidemias incontrolables. Así en 1868, el cólera se hizo presente y la nómina de fallecidos suministrada por el Jefe Político al Cura Párroco Domingo Ereño para asentarlos en el Libro de Muertos, habla de la magnitud de la misma.
En 1871 y 1874 desde Brasil propago se la fiebre amarilla que también ataco la ciudad.
Desde 1873, con la instauración del régimen municipal, los sucesivos intendentes, como es lógico suponer, hubieron de preocuparse por la salud de la población.
En 1884 siendo intendente don Darío del Castillo, la ciudad fue atacada por el cólera creando el clima de dolor y pánico que es fácil de suponer. Formada una “Comisión de Higiene”, esta dispone alquilar una casona al oeste de la ciudad, algo alejada del centro urbano, para “Casa de Aislamiento” o Lazareto. Los efectos del mal fueron tremendos, pero lentamente fueron disminuyendo hasta que el 12 de julio de 1887 la Municipalidad dispone la clausura del Lazareto, el que quedo abandonado, tal vez por el triste recuerdo y los comentarios que lo ensombrecían.
Aquella amarga experiencia, llevo al Intendente Del Castillo, verdadero defensor del principio sanitario de la población a pensar en adquirir aquella casona o construir un pabellón para atender aisladamente a enfermos de viruela que habían proliferado.
Conformada una “comisión Popular pro-casa de aislamiento”, se recaudan fondos y se adquiere aquella propiedad que, al oeste de la ciudad, estaba ubicada lindando con lo que fuera el primer matadero que tuvo la ciudad (En las inmediaciones de donde funcionó el vivero municipal, frente a plaza Rocamora). En ella el gobierno comunal hospitalizo enfermos contagiosos por mucho tiempo y especialmente durante las epidemias que continuaron atacando a la ciudad. Enfermos de cólera, viruela, tisis o lepra, encontraban triste destino en la casona de aislamiento o Lazareto.
En el año 1904 la ciudad fue teatro de un de los últimos ataques epidémicos masivos y nuevamente el Lazareto cumplió su triste misión, pero los avances de la ciencia al servicio de la medicina en el siglo XX, hicieron que lentamente aquellas enfermedades contagiosas fueran disminuyendo de tal modo, que algunas poco menos que han desaparecido, y a aquel terreno y casona se le fueron dando distintos destinos, pero nunca más el lúgubre de la primera hora.
El último de los destinos que se le asigno, fue el de vivero municipal. Pareciera un irónico contrasentido: aquella casona y terreno destinados a alojar enfermos contagiosos, hoy es símbolo de luz, color y perfume.
Texto original presentado en el Primer Congreso Nacional de Historia de Entre Ríos, por elProf. Miguel Ángel Gregori – 1983
Única foto del palacio San José dónde se puede ver el lago artificial y el templete
Las fiestas en la residencia del Gral. Justo José de Urquiza, Palacio San José fueron frecuentes y deslumbraron a los invitados. Reunían a personalidades de la política, diplomacia, empresarios, personajes de las artes y de las ciencias.
No fue fácil hacer estas reuniones teniendo en cuenta, la distancia y los medios para llegar a la casa, el alojamiento y lo que se ofrecería en dicha conmemoración. Sin olvidar que la ciudad más cercana era Concepción del Uruguay, encargada de ser receptora de todo lo necesario para las festividades en San José, ella recibía todos los pedidos de mercaderías, de artesanos, de diligencias y carretones.
Los pedidos dependían del homenajeado, podían necesitarse agua de colonia, extracto de Lubin, jabones finos, peines de carey, escobillas para dientes y hasta cigarros habanos.
Pero, para las fiestas criollas, que consistía en carreras de sortijas, doma y yerra, corridas de toros, no eran necesarios tantas cosas.
Las fiestas más resonantes eran las realizadas el 19 de marzo y el 9 de octubre, días de los santos de la residencia, San José y día del santo del dueño de casa, San Justo y Pastor, respectivamente.
Fiestas religiosas donde hasta se realizaban bautismos colectivos con los empleados de la estancia.
Una de las fiestas más importantes y de gran repercusión fue la de la llegada del Presidente Domingo Faustino Sarmiento, el 3 de febrero de 1870.
La preparación llevo meses, se organizaron comisiones con diferentes tareas: de recibimiento, de iluminación, de adornar el teatro, de invitados, etc.
A su vez Sarmiento que viajaba con tres barcos, traía en su comitiva integrantes de la Guardia Nacional del Paraguay.
Ese día, 3 de febrero de 1870, entra al puerto de Concepción del Uruguay, el barco Pavón con la comitiva presidencial.
En el muelle lo esperaba Urquiza, quien lo recibe con un abrazo. El muelle estaba adornado con banderas, con tropas de infantería y regimiento de caballería.
Los dos, Sarmiento y Urquiza, se dirigen hasta el centro de la ciudad, a la casa del Coronel Simón de Santa Cruz y su esposa Juana de Urquiza, donde desde sus balcones presencian el desfile de las tropas, el pueblo los acompaño desde la plaza.
Luego emprenden el viaje al Palacio San José, donde llegan en horas del mediodía. Almuerzan y a las cinco y media de la tarde se da comienzo al banquete para todos los invitados. Después de los discursos tanto de Sarmiento como de Victorica, se dio comienzo al baile, hasta la hora de la cena.
Fue la última gran fiesta en el Palacio San José. El patio principal fue tapizado con alfombras rojas, de techo se extendió un lienzo de donde colgaban guirnaldas, banderas, faroles. En el centro del patio había dos cañones de bronce, con 4 banderas llevadas a Caseros. Argentina, Entre Ríos, Uruguay y Brasil.
Alrededor del patio estaban las mesas para más de 200 invitados. Fueron tres días de fiesta, donde la prensa no dejo de admirar la cultura encontrada en la casa, ya que fueron deleitados por los encantos de las hijas de Urquiza, quienes brindaron conciertos de piano y violín a los invitados.
Esta fiesta fue inolvidable y tuvo repercusión en la prensa del momento, uno de los comentarios fue de esta manera:
“se ha presentado cien veces al Gral. Urquiza como un eterno conspirador que solo se ocupa de fraguar revueltas, y el Gral. Urquiza apareció allí como un honrado padre de familia consagrado a la educación de sus hijos, sin otra aspiración que vivir y gozar tranquilo al lado de ellos y de la noble matrona que Dios le deparo por compañera”.
El homenaje a Sarmiento fue la última gran celebración del Palacio y duraron los festejos tres días. Al poco tiempo Justo José de Urquiza fue asesinado en esa misma casa.
Fuentes: Secretaría de Cultura de la Nación “Sarmiento visita el Palacio San José” 1988; Macchi, Sara Elena Bruchez de, Cuaderno 4, “Las Fiestas en el Palacio San José” 1995.