De los veintitrés hijos que tuvo el general Urquiza, cuatro de ellos fueron asesinados. Justo José había tenido 12 hijos con siete mujeres distintas ellas fueron Encarnación Díaz (1), Segunda Calvento (4), Cruz López Jordán (1), Juana Zambrana (2), Transito Mercado (2), Cándida Cardoso (1) y María Romero (1) y 11 con Dolores Costa.
Dos de ellos, Waldino, nacido el 30 de enero de 1827 y asesinado el 11 de abril de 1870 (hijo de Segunda Calvento) y Justo José del Carmen, nacido el 27 de febrero 1840 y muerto también el 11 de abril de 1870 (hijo de Juana Zambrana), fueron ultimados en Concordia por razones políticas en la revolución Jordanista que terminó también con la vida de su padre, hechos estos bastante conocidos.
Pero hubo otros dos hijos, y esto tal vez no sea tan conocido, Medarda, nacida el 8 de junio de 1847 y asesinada en su estancia de San Joaquín de Miraflores el 5 de abril de 1910 (hija de Cándida Cardoso) y José del Monte Carmelo, nacido en septiembre de 1868 y que falleció víctima de dos disparos en Concepción del Uruguay el 5 de agosto de 1909 (hijo de Dolores Costa) que también perdieron la vida víctimas de sendos a asesinatos, en estos casos por causas que de ninguna manera estaban relacionadas con la vida política ni suyas ni de su padre.
En esta serie de cuatro relatos contaremos las circunstancias y las causas de los asesinatos de todos ellos.
José del Monte Carmelo de Urquiza y Costa
Firmaba como Carmelo de Urquiza. Nació en el palacio San José y fue bautizado en el oratorio de la estancia el 21 de septiembre de 1868.
Carmelo estudió en Buenos Aires, donde residió hasta la mayoría de edad, a principios de los años 1900 se radicó en Concepción del Uruguay y se dedicó a administrar un importante campo heredado del general Urquiza, sobre el arroyo de “La China”, además otras tierras y bienes legados por su padre como por ejemplo, acciones del ferrocarril Central Entrerriano, parte de una casa frente a plaza Ramírez, entre otros.
Estaba casado con Emilia Micelli y tuvo dos hijas, María del Carmen y María Emilia.
Los hechos
El periódico “la Juventud” informaba que el día 4 de agosto poco después de las 5 p.m. resonaron “hacia el este, en la calle San Martín” varios disparos de arma de fuego.
Al poco tiempo, se conoció entre los habitantes de esta pequeña ciudad, que, en los salones del Club Social, que funcionaba en ese entonces en el edificio de la calle Galarza, a media manzana, entre Supremo Entrerriano y Eva Perón (casona que aún se conserva, funcionando en ella en la actualidad el internado de niñas “Remedios Escalada de San Martín”), se había producido un altercado resultando, como consecuencia de este, herido de gravedad el Sr. Carmelo de Urquiza.
Este suceso tuvo como protagonistas a Lisandro Martínez y al propio Carmelo. Martínez hizo fuego dos veces contra Urquiza, una de ellas alcanzó a Urquiza en el estómago, ocasionando una herida de suma gravedad ya que afectó a órganos muy importantes del cuerpo. El otro disparo fue a dar en la tetilla derecha, interesado superficialmente también su brazo.
Urquiza fue trasladado de inmediato a su domicilio, dónde, al revestir su caso una gran gravedad ya que el proyectil podría haber dañado sus intestinos, a media noche los doctores que lo atendían tomaron la decisión de operarlo para ver si se podía salvar su vida.
Urquiza fue intervenido por el cirujano, Dr. Pascual Corbella y asistido por los doctores Gregorio Fraga y Benito C. Cook, quienes dieron por finalizada la operación cerca de la una y media de la madrugada. Pese a este esfuerzo, el estado del enfermo seguía siendo muy grave.
El día de agosto, “La Juventud” informaba que al cierre de esa edición, a las once de la mañana el estado de Carmelo era “gravísimo”. “La ciencia declara desesperante su estado y el desenlace (es) inevitable”.
Carmelo de Urquiza fallecería horas después, en su residencia de calle Moreno, víctima de una de las heridas recibidas.
Entre los homenajes que recibió, ya que era una persona muy considerada y de muy buen corazón, se destacó el del personal d la Administración de Aduana, Urquiza había sido el primer jefe de vista de esa repartición. Este reconocimiento consistió en la colocación de una placa que fue conducida por cuatro marineros, y contó con la presencia del Administrador de Aduanas, Sr. C. Paiz, el jefe de resguardo, Benjamín Puebla y el subprefecto Alejandro Cantini, además de parte del personal, familiares y amigos del extinto.
Un mes después, el 6 de septiembre de 1909, su esposa, sus hijas, sus hermanos y demás deudos invitaban al funeral que en descanso de su alma se iba a realizar ese día a las nueve de la mañana en el templo de la Inmaculada Concepción.
“El duelo se despedirá por tarjeta” finalizaba la invitación publicada el 26 de agosto de 1909.
A pesar de que sus restos fueron originalmente depositados en el panteón de Dolores Costa en el cementerio local, en algún momento no determinado de la historia, estos fueron retirados por sus familiares y depositados en una estancia de sus descendientes en el partido de Escobar. Finalmente, por decisión de sus familiares, el 8 mayo de 2023 sus restos, junto al de su esposa Emilia Micheli fueron traídos nuevamente a Concepción del Uruguay y depositados en el panteón de su madre en el cementerio municipal de la ciudad dónde viviera hasta su asesinato.
Texto: Virginia Civetta y Carlos Ratto. Fuentes: Periódico “La Juventud (Hemeroteca del museo Casa de Delio Panizza, Miloslavich de Álvarez M. del C, “Hace un largo fonos de años“ y Dominguez Soler, S. “ Urquiza, ascendencia vasca y descendencia en el Río de la Plata”
El Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza”, que arriba en 2024 a sus 175 años, fue y es uno de los pocos colegios de la República Argentina que ha propagado su prestigio dentro y fuera del país. Miles de alumnos año a año van pasando por este recinto histórico que fue pionero en muchas medidas educativas de avanzada que marcaron, en varios sentidos, el rumbo de la educación argentina.
Heredero del Gral. Justo José de Urquiza, guiado por Rectores y plantel docente ha dejado su impronta en los anales de la educación, no solamente de Argentina, sino que sus métodos se han extendido también a otros países de la región. Se impartieron cursos y clases de Jurisprudencia, Agrimensura, Estudios Militares, Comercio, Arte y Oficios y también sobre el tema que compete a este artículo, la Educación Física y los lugares de los que dispuso el colegio para su práctica.
Es importante para los autores de este artículo, hacer mención al Prof. Celomar Argachá, cuyas obras e investigaciones realizadas sobre diferentes aspectos de la vida del Colegio del Uruguay se convierten en fuente primaria para cualquier trabajo que intente reflejar algunas de las múltiples facetas de la historia del heredero del general Urquiza. Esta reseña sobre los campos de deportes del colegio, no es una excepción y se basa, en algunos aspectos históricos, en este historiador de reconocida trayectoria.
Si bien es innegable el aporte fundamental de José Benjamín Zubiaur a partir de su asunción como Rector, por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional del 5 de enero de 1892, lo cierto es que ya en 1872, el entonces Ministerio de Instrucción Pública aprueba la creación de la cátedra de “Gimnasia” para aquellos institutos que desearan incorporarla a su currícula para 1873. En aquel entonces solo dos colegios solicitaron la designación de un profesor para dicha asignatura el primero fue el de Tucumán, el 14 de enero de ese año y el 20 de febrero hizo lo propio el Colegio del Uruguay, designándose a Juan Laveggio como el primer docente de “Gimnasia” del histórico (Argachá, 1999b, p. 31). Lamentablemente, estas prácticas se extendían por varios meses, pero luego, quedaban a criterio de cada uno de los rectores si se continuaban implementando o no.
Como se ha mencionado, fue José Benjamín Zubiaur (31 de mayo de 1856 – 6 de septiembre de 1921), paranaense, ex alumno y Rector desde 1892 hasta 1899, uno de los rectores que más se preocupó y ocupó del desarrollo de las aptitudes físicas de los estudiantes de esta institución. Por tal motivo es interesante que se conozca, brevemente, su historia y el porqué de esta prédica por el deporte en general. Al terminar sus estudios en el Colegio del Uruguay, y en mérito a sus buenas notas, ingresa a trabajar en el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública de la Nación y a su vez continúa estudiando graduándose, en la Universidad de Buenos Aires, como Doctor en Derecho. Al ser nombrado inspector General de Colegios Nacionales y representando a nuestro país, viaja a la Exposición Universal de París (1889). En este viaje conoce a Pierre de Couberten, quien le inculca la importancia de la educación física en las escuelas. Además, este viaje sirvió para que el doctor Zubiaur observara y se interiorizara de diferentes formas de educar, no solo lo vinculado al aspecto físico.
Es todo lo observado y aprendido en su viaje lo que aplica en el Colegio cuando llega a ocupar el cargo de rector. Entre otras cosas, organizó viajes de estudios, permitió el ingreso de las mujeres, siendo Teresa Ratto la primera en recibirse de Bachiller en el año 1895, y estableció las clases de educación física con un criterio totalmente diferente al que era de práctica usual en ese tiempo. Si bien se debe mencionar que este tipo de actividades ya se llevaban a cabo en el colegio de Corrientes (1890) y en el de Tucumán, desde ese mismo año.
Hasta ese momento, año 1892, los alumnos hacían, generalmente, sus ejercicios dentro de las aulas como, por ejemplo, flexiones junto a sus mesas de estudios y en algunos momentos utilizaban el patio para movimientos de brazos. Además, eran impartidos de manera simultánea los llamados “ejercicios militares”, a los que calificaba de “muy monótonos” y “… de poca importancia para el desarrollo físico” del alumno (Argachá, 1999a, p. 47-48). Zubiaur, había traído un amplio conocimiento de Europa y, a poco de ser designado se plantea implementar clases de Educación Física, al aire libre, en un principio, en el amplio patio del colegio, dónde se había instalado una cancha de pelota vasca y aparatos para gimnasia, como la barra y las paralelas (Argachá, 1999a, p. 48).
No las llamó clases de Educación Física, sino que los denominó “Juegos atléticos al aire libre”. Se practicó fútbol, tenis, atletismo, remo, pelota vasca, etc. Estos deportes tuvieron una marcada tendencia inglesa, ya que el rector había designado el 6 de marzo de 1892 a J. H. Gibbon Spilbury, de esa nacionalidad, para que llevara a cabo las clases. Este hizo una lista de elementos necesarios, siendo autorizados y pagados con dinero de la institución. Estas prácticas traspasaron los límites del patio del Colegio y el 12 de octubre de 1892, se realizó el primer encuentro en público, fútbol y regatas escolares (práctica de remos), en festejo del 400 aniversario del descubrimiento de América.
De esta manera se puede ver que el primer campo de deportes del colegio, funcionó, con sus limitaciones de espacio, en el amplio patio del establecimiento.
Segundo campo de deportes. Parte del sitio que hoy ocupa la escuela Normal
Ya en 1898, y en ocasión de que el Congreso de la Nación había dispuesto, por un lado, suprimir la enseñanza de la instrucción militar en los colegios nacionales, y por otro implantar las clases de gimnasia en los establecimientos de todo el país, Zubiaur se refiere a la existencia de “…un terreno compuesto por dos manzanas, (…) a cinco cuadras de distancia” del colegio, como campo de deportes del histórico (Argachá, 1999a, p. 51). Estas dos manzanas, pueden verse libres de edificaciones en un plano de la ciudad de 1897. Son las ubicadas entre 9 de julio y San Martín y Chaco (Jordana) y Los Andes (Mariano López). En este lugar se construiría luego, sumando dos manzanas más hacia el sur, el nuevo edificio de la Escuela Normal. Estas tierras fueron demarcadas con un cerco perimetral y un portal. Para 1905, el periódico La Juventud, se hacía eco de lo abandonado que se encontraba el lugar, pidiendo se acondicione y resguarde el predio (Busiello, 2021 p. 246).
Estas clases al aire libre se continuaron en ese espacio durante el rectorado de Enrique de Vedia (1899-1902) y de quien lo sucede, Dermidio Carreño (1902-1910) quien con su vicerrector Juan José Millán, ante la sesión por parte de sus propietarios, la Municipalidad local y la Nación para la edificación del edificio de la citada Escuela Normal, proponen la compra de dos manzanas para práctica de deportes, pero no obtienen la autorización. Este sitio estaba ubicado entre las calles San Martín y Entre Ríos (Norte y Sur) y Piedras y Bulevar del Este (Argachá, 1999a, p. 265). Esas manzanas son las que ocupan hoy, la escuela Santiago del Estero y el club San Martín.
Las actividades fueron aumentando como así también los alumnos que practicaban diferentes deportes, haciendo necesario usar la cancha de La Fraternidad y en varias oportunidades las canchas del Club Atlético Uruguay y Club Gimnasia y Esgrima. Durante el rectorado de Luis Grianta (1940-1948), este solicita la cancha de pelota vasca del Club Uruguay, la que se usó como gimnasio cerrado por las inclemencias del tiempo de esa temporada.
Tercer campo de deportes. La vieja chacra del Colegio
Ya durante su gestión como rector, en 1897, Zubiaur se dirigía en numerosas ocasiones al Inspector General de Colegios Secundarios solicitando, sin resultados positivos, la compra de un predio más amplio, y sugería la adquisición de la antigua chacra del Colegio u otra similar (Argachá, 1999a, p. 231). Esta chacra funcionó, en terrenos del general Urquiza, aproximadamente entre 1851 y 1862, cuando se entrega en explotación a Ambrosio López. En 1899, el rector Enrique de Vedia solicita la restitución de la chacra al patrimonio del colegio basado en una nota enviada en 1873 por el rector Agustín Alió que hacía referencia a una comunicación del Ministerio de Instrucción Pública que otorgaba parte de esos terrenos al histórico. Finalmente, eso no se pudo comprobar y esos terrenos fueron vendidos a particulares, entre ellos al profesor del colegio y constructor del primer edificio de “La Fraternidad” Enrique Delor (Seró Mantero, 1946, p. 11).
Finalmente, y por motivos que nada tienen que ver con la práctica de actividad física, la vieja chacra volverá al patrimonio del colegio. En efecto, en 1908 se destinaron $3000 para la compra de un terreno para la construcción de un colegio tutorial (una especie de internado para los alumnos del colegio). Paralelamente, la viuda de Delor, Isabel, ponía en venta las 27 hectáreas de su quinta, terreno que fue adquirido por la Nación, aunque su escrituración se demoró un tiempo y finalmente fue firmada por el rector Eduardo Tibiletti (1910-1920).
Este colegio tutorial nunca se construyó, entre otras cosas porque “La Fraternidad” (1877) había suplido la carencia de alojamiento para los estudiante que proveían de otros lugares del país, y, ante esta situación, el rector Tibiletti decidió, de conformidad con las autoridades nacionales arrendarlo, pero reservando un espacio para ser usado por los alumnos para la práctica de deportes, sobre todo natación y remo, ya que podían usar el arroyo Molino, lindante al predio. Entre otras obras en ese sitio, el rector Tibiletti mandó cercar la cancha de fútbol con un alambrado de tres hilos, colocando en su interior arcos y redes para la práctica de este deporte. También se construyó en el lugar un polígono y un stand de tiro (Argachá, 1999a, p. 287).
La chacra de Delor, como era conocido ese predio, fue utilizado como lugar para la práctica de actividades físicas por los alumnos del colegio hasta 1920 que por Ley Nº 11.049 la vieja chacra fue transferida al Ministerio de Obras Públicas de la Nación. En diciembre de 1923, el presidente Marcelo T. de Alvear dicta un Decreto creando el Policlínico Regional del Litoral “Justo José de Urquiza”. La piedra fundamental de este centro de salud fue colocada el 4 de abril de 1925 y su inauguración sería concretada el 29 de noviembre de 1931, siendo el doctor Pascual Corbella su primer director (Cieri, 2011).
Cuarto campo de Deportes. Plaza Constitución
Durante la gestión de Tibiletti, durante el año 1915, el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública de la Nación compró y entregó a los colegios nacionales aparatos para la realización de ejercicios, entre ellos columpios, anillas sin abrazadera, barras, etc. Elementos que recibían el nombre de “Gimnasio Spalding”. Su nombre hacía referencia a Albert Goodwill Spalding, un innovador en materia deportiva que abrió una tienda de artículos de ese ramo en EEUU, 1876 y se convirtió rápidamente en un referente de ese campo. Inventó, entre otros elementos, la moderna pelota de béisbol y el primer guante para ese mismo deporte.
Como en el patio del colegio no había suficiente lugar, Tibiletti solicitó al intendente Vicente Corbalán autorización para colocarlos en la plaza Constitución. Dicho predio fue aceptado por medio de la Ordenanza Nº 0320 de fecha 23 de septiembre de 1915, que expresa que se destinará “…provisoriamente la plaza Constitución como de educación física en base al gimnasio y demás juegos que en ella habrá de instalar el Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza”. Inmediatamente, bajo la supervisión de un técnico del Ministerio de Educación se instalaron los diferentes elementos, entre ellos columpios, barras y paralelas.
La plaza de educación física, la primera de la ciudad, fue inaugurada el 5 de noviembre de 1915 con la presencia de autoridades y alumnos y el Prof. Eduardo Nadal, docente de Educación Física del colegio hizo uso de la palabra (Rousseaux, 1996). Estos aparatos no fueron usados en exclusividad por estudiantes del histórico, sino que otros establecimientos educativos de la ciudad pudieron tener acceso a ellos. Esta plaza funcionó hasta el año 1945, en que fueron trasladados al predio de la cancha de la Liga, donde ya funcionaba el nuevo campo de deportes del Colegio del Uruguay.
Quinto campo de deportes. La “Cancha de la Liga de Fútbol”
Entre 1920, fecha en que se transfiere a la Nación los terrenos de la chacra del Colegio y hasta 1943, en que la municipalidad cede los terrenos de la ex “cancha de la Liga”, el colegio careció de un lugar propio para desarrollar las clases de educación física y estas se trasladaron al lugar que les fuera facilitado, estos pudieron ser la cancha de Atlético Uruguay, de Gimnasia y Esgrima, las canchas de pelota de los clubes Social y de Pelotas Uruguay, hasta incluso sitios baldíos cerca de la institución. También se utilizó para tal fin el patio de la Escuela Normal, cuando el colegio funcionó en dicho edificio debido a su reconstrucción casi total (1938- 1942).
En 1941, el rector Luis Grianta se dirigió a las autoridades nacionales para insistir en la necesidad de que el colegio contara con su propio campo de deportes, y, específicamente solicitó la sesión de la manzana ubicada entre 9 de julio y San Martín al norte y sur y Rizzo y Vértiz al oeste y este respectivamente, dónde hoy está la plaza Urquiza, pero no tuvo respuesta favorable. Este terreno había sido otorgado a la Nación para que allí se construyera una nueva Escuela Profesional de Artes y Oficios para Mujeres, cosa que no había sucedido estando, en ese momento, baldío y sin uso.
En su búsqueda por dotar al colegio de su propio campo de deportes, el rector decidió hacer lo mismo a la municipalidad local, solicitando un terreno de cuatro manzanas, algo alejado del colegio, pero con potencial para construir en él un futuro campo de deportes. Estos terrenos estaban asignados a la Liga de Fútbol de la ciudad y, por medio de la Ordenanza 1252 promulgada el 30 de octubre de 1942, el Intendente Ambrosio Artusi, retira la “administración y usufructo del terreno de propiedad municipal en que dicha institución tiene instalada su cancha de foot-ball” y lo cede en iguales condiciones al Colegio del Uruguay, con destino al campo de deportes de ese establecimiento.
Un tiempo después y por medio de la Ordenanza Nº 1260, sancionada el 4 de febrero de 1943 y promulgada por el DEM dos días después, se establece lo siguiente: “Art. 1º: Decláranse desafectados como bienes del dominio público los tramos de las calles Pablo Lorentz, entre Calles 6 del Oeste y Boulevard Exterior del Oeste y Calle 7 del Oeste, entre Lorenzo L. Sartorio y 3 del Norte. “Art. 2º: Dónase al Gobierno Nacional el terreno de propiedad municipal compuesto por 4 manzanas situadas entre los siguientes linderos: Norte calle 3 del Norte; Sud Calle Lorenzo L. Sartorio; Este, Calle 6 del Oeste y Boulevard Exterior del Oeste (Actual Bv. Díaz Vélez), incluso la superficie de las calles comprendidas dentro de este perímetro, a las que se refiere el Art. Anterior”.
La misma Ordenanza, en su artículo 3º le otorga al gobierno de la Nación un plazo de cinco años para la construcción de infraestructura básica, como ser pista de atletismo, canchas de básquet y fútbol, el cercado del predio y la instalación de vestuarios y baños. Estableciendo que, en caso de que esto no sucediera, la municipalidad podrá revocar la cesión del terreno.
Pese a la insistencia del rector para que el gobierno nacional cumpliera con su parte, es decir con la construcción de la infraestructura básica, éste no lo hizo y es así que finalmente la Municipalidad, por medio de la Ord. 2069 de fecha 28 de septiembre de 1961, con la firma del presidente municipal Juan E. Lacava, establece en su Art. 1º “Dejase sin efecto la donación efectuada por esta Municipalidad al gobierno Nacional de una fracción de terrenos compuesto por cuatro manzanas…”. En su Art. 2º vuelve a ceder estos terrenos a la Liga de Fútbol, esta vez por 25 años y a título precario. De esta manera, y por desidia de las autoridades de educación de la Nación, nuevamente, como sucedió entre 1920 y 1943, el histórico se encuentra sin un campo de deportes propio dónde concretar las clases de Educación Física.
Sexto campo de deportes. La costanera Paysandú, campo de deportes de la Escuela de Aprendices
El domingo 20 de septiembre de 1953, la Escuela de Aprendices Nº4 “Evita” del Ministerio de Obras Públicas, inaugura su propio campo de Deportes. El mismo estaba ubicado sobre el lado este de la Avenida Paysandú (Justo José de Urquiza en ese momento), casi en su extremo sur. En este lugar se construirían años más tarde los silos y elevadores de la Junta Nacional de Granos. “Uruguay posee ya la pista atlética más importante de la provincia”, titulaba el diario “La Calle” (1953) y agregaba que sería formalmente inaugurada con la realización del “Torneo Primavera” que era auspiciado por la Federación Atlética Entrerriana del Río Uruguay. En efecto, este nuevo centro era muy completo, poseía una pista de 300 metros de extensión, con una recta de 130 metros con siete andariveles; cajones de arena para salto en largo, triple y con garrocha, además de todos los elementos para diferentes tipos de lanzamientos (bala, disco, etc.).
Este campo de deportes, aunque ya sin su brillo anterior, recordemos que en 1971 se cierra por primera vez la Escuela de Aprendices, funcionó hasta 1970, año en que se llama licitación pública (Nº 350/1970), para la construcción de los nuevos silos y elevadores de la Junta Nacional de Granos, los que serán inaugurados el 29 de enero de 1975. A este lugar concurrirán los alumnos del colegio hasta la inauguración de Centro de Educación Física Nº12 en 1973
Séptimo campo de deportes. Centro de Educación Física Nº 12 (Hoy CEF Nº 3 “Mario La Nasa”
Casi en simultáneo con la desaparición del campo de Deportes de la Escuela de Aprendices, se crea en el ámbito del Ministerio de Educación de la Nación el Centro de Educación Física Nº12 (CEF Nº12). El mismo fue creado el 16 de abril de 1969 por medio de la Ley Nacional Nº16.727, Decreto Nº5633/67. Si bien ya en 1970 hay registros de que ya se hallaba en actividad, recién el 24 de septiembre de 1973 se inauguran las primeras instalaciones, que incluían una pista de carbonilla. El 1 de enero de 1993, deja de ser nacional y pasa a ser una institución educativa provincial, recibiendo la denominación CEF Nº 3 “Prof. Hugo Mario La Nasa”.
Por más de 40 años la totalidad de los estudiantes del colegio concurrieron a este campo para cursar la materia “Educación Física”, y si bien no era un predio propio, así lo consideraban quienes asistían a estas, ahora, viejas instalaciones. El 27 de julio de 2017, se inauguró la nueva pista sintética del CEF Nº3. Esta obra había sido acordada durante el año 2014 con un costo estimado de 24 millones de pesos de la época, lo que convirtió a esta institución en un espacio para competencias de alto rendimiento deportivo.
En sus orígenes y hasta la actualidad, aunque en menor grado, ya que actualmente es un centro de alto rendimiento deportivo este sitio fue ocupado por todos los colegios de la ciudad, dando fin a la incesante búsqueda del colegio Justo José de Urquiza, para que sus alumnos practiquen diferentes deportes. Este lugar, sin ser de su propiedad, le permitía a sus alumnos realizar sus clases de educación física sin contratiempos mayores.
Actualidad
Desde que el Centro de Educación Física Nº3 “Profesor Hugo Mario La Nasa” se convirtió en un espacio dedicado al alto rendimiento deportivo, poco a poco ha ido perdiéndose para diferentes instituciones educativas locales, entre ellas el Colegio del Uruguay, como un espacio para poder desarrollar las clases de Educación Física.
En la actualidad, año 2024, el colegio cuenta con 59 divisiones de alumnos, de las cuales siete corresponden a la educación de adultos. Por lo tanto, son 52 divisiones (27 cursos del turno mañana y 25 del turno tarde) que tienen la asignatura de Educación Física. Las clases se desarrollan a contra turno y se distribuyen en tres lugares. El CEF Nº3, el predio Multieventos, en terrenos de la vieja estación del Ferrocarril, este es el grupo más numeroso y el tercer espacio ocupado es el del salón Anexo al Colegio del Uruguay, dónde se realizan específicamente las prácticas de handball y básquet y concurren a sus clases los alumnos de primer año. Este anexo del colegio, fue inaugurado el 3 de septiembre de 1999 (La Calle, 1999), aunque ya en 1991 se utilizaba para el dictado de clases, y en él se encuentran aulas, oficinas y un gimnasio cerrado frente al Colegio, en el espacio que ocupaba la vieja “Casa del Rector”. Desde aquellos primeros docentes que dictaban sus clases en soledad, hoy el plantel docente está integrado por numerosos profesores, los que son coordinados por el Prof. Carlos Burgos.
El futuro
Estos espacios, si bien permiten el desarrollo con normalidad de las clases de Educación Física, no son los ideales para ello, por diferentes razones. No obstante, siempre está en la idea de las autoridades del colegio el poder contar con un campo de deportes, que ya no sería propio como en el pasado, sino compartido por las diferentes instituciones de educación secundaria de Concepción del Uruguay.
Agradecimientos:
Lic. Mario Pelisier, ex Director del Centro de Educación Física Nº 3 “Prof. Hugo Mario La Nasa”; Museóloga Analía Trípoli, Hemeroteca del Museo “Casa de Delio Panizza”. Lic. Pedro Fruniz, Coordinador del “Museo de la ciudad”. Prof. Ramón Cieri, Rector del Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza” y Mirta Parejas, encargada del área de Digestos de la Municipalidad de C. del Uruguay. Prof. Cristina Escalante, por su colaboración.
Bibliografía:
Argachá, Celomar (1999a). El Colegio del Uruguay a través de sus rectores. 150 años al servicio de la educación. Concepción del Uruguay: EDUNER. Argachá, Celomar (1999b) Un ayuda memoria. Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza”. 1849-1999. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Imprenta del Congreso de la Nación. Busiello, Orlando César (2021). Instituciones sociales y deportivas de Concepción del Uruguay 1854-1920. Concepción del Uruguay: Espacio Editorial Institucional UCU. Cieri, Ramón (2011). “El Estado y el Sistema de Salud al inicio del Siglo XX Policlínico Regional del Litoral ¨Justo José de Urquiza¨. https://www.entrerios.gov.ar/hospitalurquiza/historiadelhopital.doc “La Calle” (1999). “1849-1999. 150 aniversario del Colegio del Uruguay Justo José de Urquiza”. Suplemento. Concepción del Uruguay. “La Calle” (1953). “Uruguay posee ya la pista atlética más completa de la provincia”. 23 de septiembre de 1953. Concepción del Uruguay. Rousseaux, Andrés (1996). “La primera plaza de ejercicios físicos”. Diario “La Calle”, 4 de marzo de 1996. P. 11. Concepción del Uruguay. Seró Mantero, Rodolfo (1946). La chacra del Colegio. Diario La Calle, Nº 700. Concepción del Uruguay.
En la distribución de los primeros 130 solares (en algunos documentos 133) de la Villa de Concepción del Uruguay, realizada al dejar organizada la planta urbana, por parte de Tomás de Rocamora y acorde el informe de fecha 25 de junio de 1783, fecha que se ha tomado como de fundación de la ciudad, elevado al Virrey Vértiz. se dejaron “reservados solares” con destino a los edificios públicos y otros sin ser asignados, quedaron a disposición del Cabildo, para futuros pobladores.
Cada manzana, en que fuera dividida la ciudad, estaba a su vez compuesta de “cuarto solares” de aproximadamente 40 x 40 varas (34.75 x 34.75 metros) aproximadamente.
La manzana donde en la actualidad se encuentra emplazado el “Edificio Torre Centro Comercial”, fue reservada para la comandancia y el correo, correspondiendo el solar “A” al edificio analizado, siendo su propietario original el Cabildo de la ciudad.
Sin poder precisar la fecha, -antes del año 1850- en dicha manzana, frente a la actual plaza General Ramirez, se construyo el edificio de la aduana (el primero de ellos) en terrenos en que posteriormente se edificaría el teatro “1° de Mayo” y al ser demolido este el anexo del “Hotel París”, hoy sede del rectorado de la UNER
(Universidad Nacional de Entre Ríos).
En oportunidad de la asignación de los nombres a las calles de la ciudad, por orden del comandante militar de la misma, Teniente Coronel Ricardo López Jordán (h), en el año 1850, a la actual calle Eva Perón. se le impone el de Federación Entrerriana, en toda su extensión, no cambiando el nombre en la calle
De la Representación o Representación, actual 9 de Julio, manteniéndose estos nombres en los planos del arquitecto Augusto Picont de 1853 y en el del proyecto de urbanización de la ciudad de Concepción del Uruguay, elaborado por el agrimensor Juan Leo en el año 1857.
En el plano de la defensa de Concepción del Uruguay, con motivo del ataque de las fuerzas de los generales Madariaga y Hornos, el 21 de noviembre de 1852, en dicho edificio se consigna, el cantón de la aduana en referencia al ubicado frente a la plaza General Ramirez, al mando del Capitán Pedro Busquets.
En la manzana comprendida por las calles 9 de Julio al sur, Supremo Entrerriano por el este, Eva Perón por el oeste y General Galarza por el norte, al
establecerse a partir del año 1860, la capital de la provincia de Entre Ríos en nuestra ciudad, pasa a ser propiedad del gobierno provincial.
Sociedad Anónima Promotora del Progreso del Municipio del Uruguay
El 18 de junio de 1867, los principales vecinos de la ciudad de Concepción del Uruguay, fundan la “Sociedad Anónima Promotora del Progreso del Municipio del Uruguay, estableciendo en el acta de fundación, en el artículo 10°, que una de las primeras obras a realizar, sería la construcción de un teatro y un muelle con calzada a tierra firme. Para la obra del teatro, la asociación solicita al gobierno de la provincia la manzana en que estaba el Departamento Topográfico (ex aduana, en razón que esta última se había traslado a su nuevo edificio (se refiere al que está en el Puerto Viejo, actual UTN).
El 25 de junio de 1867, por decreto del gobierno de la provincia de Entre Ríos, refrendado por el Gobernador General Justo Jose de Urquiza “se cede a perpetuidad a la Asociación Promotora del Progreso del Municipio del Uruguay, la manzana ubicada al este de la plaza General Ramirez delimitada por las calles Federación Entrerriana (Eva Perón) al oeste; de La Representación (9 de Julio) al sur, de Las Ciencias (Galarza), al norte e Independencia (actual Supremo Entrerriano) al este.
De la manzana de terreno acordada (cuatro solares), la Asociación reserva para el edificio del teatro a ser construido el lote del centro, teniendo su frente hacia la plaza General Ramirez sobre la entonces calle Federación Entrerriana.
A los efectos de obtener fondos para la obra del teatro, la Asociación Promotora (como se la conocía), en una asamblea realizada al efecto, resuelve autorizar a la Comisión Directiva, a enajenar parte de los terrenos de la manzana de referencia.
El Banco Entrerriano
El 23 de abril de 1861. la legislatura entrerriana autoriza al Poder Ejecutivo provincial a promover en la provincia, el establecimiento de un banco de descuentos, depósitos e hipotecas con facultad de emitir billetes a la circulación pública para lo cual se debía solicitar la correspondiente autorización al Congreso de la Nación.
A principios del año 1863, Wenceslao Lopez, efectuó una presentación ante el gobierno de la provincia pidiendo autorización para la instalación de un banco, acorde lo determinado por la ley de 1861.
Previa autorización de la Cámara Legislativa, el gobernador de la provincia General Justo Jose de Urquiza, el 4 de mayo de 1863, expidió el siguiente decreto; “Queda autorizado D. Wenceslao López para establecer el banco que solicita, bajo la denominación de “Banco Entrerriano” previa autorización del Congreso Federal del que habla el artículo 108 de la Constitución Nacional”.
Obtenida las autorizaciones correspondientes y aprobados sus estatutos, el banco inicio sus actividades en marzo de 1864, constituyéndose en el primer antecedente del después “Banco de Entre Ríos”, en razón de su carácter mixto, al estar formado su capital, por aportes oficiales y privados.
Edificio propio del Banco Entrerriano
Desde la creación del banco, uno de los principales objetivos de sus directivos, era la construcción de un edificio propio y adecuado a sus necesidades. Con tal propósito, el directorio, gestiona ante la comisión directiva de la Asociación Promotora del Progreso del Municipio del Uruguay, la compra del terreno de su propiedad, sito en la esquina de las calles Federación Entrerriana, esquina calle de Las Ciencias o Ciencias.
El 28 de agosto de 1869, la sociedad propietaria vende a la Asociación Banco Entrerriano, establecido en la capital de la provincia, [en esas circunstancias en Concepción del Uruguay una fracción de terreno que “integra la manzana del teatro 1° de Mayo, en la esquina de las calles Federación Entrerriana y Ciencias”.
El lote a continuación de este-sobre calle de las Ciencias había sido vendido por la Sociedad Promotora del Progreso al Dr. Nicasio Marín, que lo permuta, en octubre de 1867, por el predio de similares características, sobre calle De la Representación con la misma sociedad.
En la misma fecha, el ex lote del Dr. Marín, es vendido al Banco Entrerriano, conformando un solo lote, que es el predio que hoy ocupa el edificio de la “Torre Centro Comercial”.
El banco construye su edificio propio en los terrenos adquiridos, donde funciona hasta su cierre definitivo en el año 1876, quedando el edificio desocupado.
En el plano de la defensa de Concepción del Uruguay confeccionado por delineador municipal D. Victoriano Guzmán, el 25 de noviembre de 1873, por orden del jefe de las fuerzas nacionales, de guarnición en la ciudad Coronel Ignacio Garmendia, se consigna en la esquina de las calles Ciencias y Representación, el edificio del “Banco Entrerriano” donde estaba emplazado el cantón del mismo nombre y se consigna “Casa de una planta techos de tejas.
Por ordenanza de la municipalidad de Concepción del Uruguay, de fecha 9 de octubre de 1876, se dispone que la calle De la Representación o Representación, que cortaba a la ciudad de este a oeste, pase a llamarse “9 de Julio” y las calles que la cruzan de norte a sur, cambiaran de nombre en su intersección por tal medida la calle Federación Entrerriana, al sur, pasa a llamarse Londres y hacia el norte, se denomina “Colon”, quedando el edificio investigado en la esquina de las calles Colon y Ciencias.
El Centro Comercial y de Intereses Departamentales de Concepción del Uruguay
El 22 de junio de 1913, en base a una invitación realizada por la “Junta Popular de Fomento” de Concepción del Uruguay, se realiza en la sala del teatro 1° de Mayo una asamblea popular con el propósito de organizar un centro comercial y de intereses generales bajo el nombre de “Centro Comercial y de Intereses Departamentales”, cuyos propósitos primordiales consistían en ofrecer a sus socios, un local propio, con mesas de lectura con el mayor numero de diarios, revistas y periódicos del país y del extranjero, un servicio telegráfico y por correo de la bolsa de Comercio de Buenos Aires y del Mercado Central
de Frutos de la Capital Federal con la cotizaciones sobre títulos, acciones, hipotecas, cédulas etc., ofertas y pedidos de ventas, compras y arrendamientos de fincas urbanas y rurales de haciendas, de dinero etc., ofertas y pedidos de trabajo y brazos en combinación con la Dirección Nacional de Inmigración, publicación de cualquier decreto, disposición y licitación nacional, provincial y municipal.
Registraría, además el movimiento ferroviario de entrada y salidas de esta ciudad y estación, itinerarios con toda indicación o cambio de servicios etc. y todo asunto de positivo interés general.
Ante una moción del Dr. Salvador Sartorio, la propuesta fue aprobada por unanimidad quedando fundado desde esa fecha el “Centro Comercial y de Intereses Departamentales de Concepción del Uruguay”. Se eligió una comisión provisoria para la redacción, en el termino de quince días, de los estatutos definitivos.
El 6 de Julio del mismo ano. se aprueban los estatutos del Centro Comercial y en la reunión del día 13 del mismo mes se elige la primera comisión directiva integrada por: Presidente; Dr. Mariano E. López con 105 votos. Vicepresidente; Dr. Eduardo Tibiletti con 107 votos. Tesorero; D. Carlos F. Roll con 82 votos. Secretario; D. Antonio Canavessi con 48 votos. Vocales los señores Guillermo Jacobs, Francisco Tavella, Domingo Fagiano, Eduardo Peano, Martín Lecumberry, Antonio E. Baciadone, Andrés Colombo, Amalio Gravano. Pedro M. Zafrilla y Santiago Giacomotti.
La flamante Comisión Directiva toma posesión formal de sus funciones el 19 de julio de 1913. El 16 de noviembre del mismo año, se efectúa la presentación ante el Ministerio de Gobierno de la provincia de Entre Ríos, solicitando la correspondiente personería jurídica, que le es acordada con fecha 3 de diciembre.
Como objetivo prioritario de los directivos del Centro Comercial, era la obtención por compra, cesión o arrendamiento de un local donde pudiera desarrollar sus actividades, acorde los objetivos que se habían fijado en el acta de fundación, habiendo funcionado provisoriamente en los “altos del teatro 1° de Mayo”.
Encontrándose desocupado, el edificio que había pertenecido al ex Banco Entrerriano en la esquina de las calles Colon y Galarza y había pasado a ser propiedad del Gobierno de Entre Ríos, las autoridades del Centro Comercial gestionan su cesión definitiva, siéndole acordada la propiedad solicitada por ley de la provincia.
El 15 de mayo de 1922, por escritura pública dada en la ciudad de Parana, ante el escribano mayor de gobierno Benito Antola, el Gobernador de la Provincia de Entre Ríos Dr. Celestino Marco, asistido por el Ministro de Gobierno Profesor Ricardo Poitevin, en virtud de la Ley N° 2764/1922 que los autoriza al efecto, dio y cedió en favor del “Centro Comercial y de intereses Departamentales de la ciudad de Concepción del Uruguay”, representada en el acto por el Dr. Antonio Sagarna. un terreno ubicado en la ciudad de Concepción del Uruguay, ubicado en la esquina de las calles Galarza y Colon, con todo lo edificado, plantado, clavado y demás adherido al suelo con los siguientes linderos. Al norte; calle Galarza. Al sur; teatro 1° de Mayo Al este; terreno y edificio propiedad del Gobierno de Entre Ríos (ex edificio de la Escuela Normal de Preceptores). Al oeste; calle de por medio plaza General Francisco Ramirez.
La donación se efectúa con la condición que la propiedad debe estar permanentemente ocupada por la mencionada institución y ser de su exclusivo destino.
De esta manera el “Centro Comercial y de intereses Departamentales” de nuestra ciudad, pasa a ser propietario del antiguo solar y edificio que lo ocupa hasta su demolición en marzo del año 1965.
Edición: Virginia Civetta y Carlos Ratto. Texto: Andrés Rousseaux, “Edificios con historia” T. II
Todos aquellos concepcioneros, que hemos nacido en el principio de la segunda mitad del Siglo XX, recordamos a ese señor de contextura chica que caminaba temprano por las calles de nuestra ciudad, pregonando la venta de pescado.
Era don Luis María Gallo, alias “Cosita”. Apodo que algunos dicen, que así, lo llamaba su abuelo, por ser muy chiquito. Otros dicen que comenzó vendiendo mojarritas en el Mercado Municipal, y lo decía tan rápido que le entendían “cosita” y de ahí su sobrenombre.
Primeramente vivió en un rancho ubicado donde hoy está la puerta de entrada a la cancha de fútbol del Club Parque Sur (calle Artigas). Ahí permaneció hasta 1959, por la gran creciente, se trasladó a un lugar más alto. No era única su vivienda en esa zona, sino que era un gran barrio humilde, que ocupaba los terrenos del actual Club Parque Sur, el Parque Carlos Squiavo y la Defensa Sur. Vivía de la venta del producto que cosechaba día a día del riacho Itapé. Tenía una canoa, la que se llamaba “La Salvación”.
Tuvo dos hijos, Herminda y Hugo Antonio. El solo los crió, pues su compañera se fue muy temprano, dejándolo viudo con dos pequeños.
Muy temprano recorría el espinel y salía a recorrer las calles vendiendo los frutos que recolectaba en el Itape. En pocas horas vendía todo. Era muy conocido y también se sabía de la calidad de sus productos, siempre frescos. Tenía clientes fijos; como por ejemplo cuando tenía anguilas, se las llevaba a don Scelzi, quien fuera Intendente de nuestra ciudad.
Trasladaba el pescado en una palanca que había hecho de una rama de Mora, a la que pelo, dejo secar y lijo prolijamente. De ella colgaban los productos que el río le brindaba diariamente. La llevaba sobre su hombro y caminaba con pasos cortos y cruzados, muy rapidito, gritando Piscaadoo…
Si deseabas comprar un pescado que llevaba en el final de la palanca, con suma habilidad, cambiaba ese palo de hombro y te presentaba la mercadería deseada de frente. Era un maestro con la palanca.
Cuenta su hijo, que cuando regresaba de su venta cerca del mediodía, ya venía con lo que cocinaría ese día.
Recorría la ciudad, pero también iba al Mercado Municipal, quienes entraban por calle Urquiza, recordaran que había piletas y ahí se vendía pescado en cercanías al puesto de empanadas, las inolvidables que vendían los hermanos Garnier.
No solo fue pescador Cosita, también fue murguero. Estrella de nuestros corsos en Plaza General Francisco Ramírez, con su murga a la que llamo primeramente: “Scola Do Samba”, luego, “Pélala que está Madura”, “Sácale el hilo a la Chaucha”, “Déjala que Gire”. Era el Presidente de la agrupación y el Director, el inolvidable Quelo.
Este hombre que no tuvo vicios, más que tomar mates, que crió a sus hijos haciendo de padre y madre, dejo esta tierra el 18 de diciembre de 1992, a los 71 años de edad.
“Seguro que el río debe extrañar su canoa buscando el lugar apropiado para pescar. Y las mañanas de Concepción del Uruguay, están más silenciosas porque falta el particular grito PISCAADOO”.
Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Texto y fotos extraído de: Proyecto “Entre Mates y Chocolate”, Asociación Civil “Caminos de Esperanza”,
En nuestra ciudad, para el año 1962, había ocho entidades crediticias que concentraban un intenso movimiento (Cinco Bancos, una Caja Obrera, una Cooperativa y la Caja Municipal), atendiendo la actividad de una vasta zona de nuestro departamento y alguno de ellos como el Banco Hipotecario, quien trabajaba con varias localidades de la provincia. Su intensa actividad y la jerarquía que todas y cada una de las casas de créditos de nuestro medio habían adquirido, al potencial económico en permanente evolución de progreso y de eficacia con que han contribuido a su desarrollo. Ellos fueron:
Banco de la Nación Argentina
Sucursal establecida el 21 de marzo de 1892 (continuación del ex Banco Nacional), tiene su sede en el amplio edificio de calle San Martín y España. Su primer gerente fue el Señor Juan G. Mardon.
Su primera sede estuvo ubicada en la casona, que el banco había adquirido a la familia de Ana Urquiza de Victorica, en la esquina de las actuales calles Urquiza y 8 de Junio, donde en la actualidad funciona la Escuela de Educación Técnica que lleva el nombre de esta hija del General Urquiza, la casa, pese a sus dimensiones, no reunía las condiciones edilicias y de seguridad, para el funcionamiento de una institución de este tipo lo que lleva a sus autoridades a buscar un terreno céntrico en la ciudad para la construcción de un edificio adecuado para tal propósito. La habilitación oficial del nuevo edificio (Y actual) de la sucursal Concepción del Uruguay del Banco de la Nación Argentina se realiza el 25 de Mayo de 1910
En 1962, el Gerente fue el Sr. Félix Alberto Valentín
Fue la primera sucursal del interior de esta institución. Inicio sus actividades el 9 de julio de 1887, en calidad de agencia, ocupando la gerencia el señor José M. Cordero, a quien secundaba un consejo asesor integrado por los señores: Esteban Del Castillo, Agustín M. Alió y Eugenio Guridi.
Hace pocas semanas inauguro su sede propia en la intersección de las calles Galarza y Supremo Entrerrianos. Su amplio y cómodo edificio fue uno de los más modernos de nuestra ciudad.
En 1962, la Gerencia fue ocupada por el Sr. Eduardo Malan Borel
Banco de Entre Ríos
Inauguro su sucursal en nuestra ciudad el 10 de marzo de 1936, siendo su administrador el señor Eduardo Echeverry. En unos pocos años se traslada a su hermoso local propio de calle 25 de mayo y Galarza, frente a plaza Gral. Francisco Ramírez.
El nuevo edificio es finalizado en el año 1950, siendo inaugurado oficialmente el 11 de marzo del mismo año, con la presencia del gobernador de la provincia Dr. Héctor Maya acompañado por miembros de su gabinete, autoridades e invitados especiales
En 1962, el Gerente era Sr. Héctor Gargano y contaba con 29 empleados
El Banco Agrícola, Comercial e Inmobiliario del Uruguay, fue fundado con capitales locales el 3 de octubre de 1889. Su primer directorio estaba precedido por el señor Benito E. Pérez e integrado además por los señores Prospero Maury, Teófilo Urquiza, Eugenio Guridi, Luciano Quesada, José María Cordero y Juan Coll. Actuando como suplentes los señores: Manuel de Naviera, Martin Reibel, Avelino González, Eduardo Nadal, Agustín Simompietri y Francisco Quesada. Su primer administrador fue el Dr. Eduardo Viñas y contador Sr. German Fassaner.
En 1962, el Directorio estaba compuesto por los señores, Dr. Fabián López Meyer, Simón Plazaola, Saúl Rubinsky, José Rodríguez Artusi, Pedro Ferrari del Sel y Cipriano Marco.
La Gerencia la ocupaba el Sr. Francisco Hormaizteguy y como Contador José Cuchi Coleoni. Contaban con nueve empleados.
Banco de Italia y Rio de la Plata
Su inauguración en nuestro medio data del 1 de octubre de 1903. Desarrollando su tarea en el edificio de calle Galarza y Congreso de Tucumán.
En 1962, su Gerente fue Juan José Muñiz, contador: Carlos Miguez Iñarra. Contaban con 16 empleados.
Cooperativa de Créditos Ltda.
Fundada el 26 de julio de 1936 bajo la denominación de Caja Israelita de Prestamos y Socorros Mutuos. Su primer Directorio lo integraron el sr. Alejandro Enguel, a quien lo acompañaron los Señores: Abrahán Kleiman, Benjamín Moscovich, Santiago Liberoff y Julio Davidson, como titulares.
El 10 de agosto de 1941 se transformó en Cooperativa de Crédito Limitada, intensificando sus operaciones.
En 1962 su Consejo de Administración lo presidio el Sr. Salomón Liberman, lo acompañaron los Señores: Abrahán Zonis, Jaime Fradkin, Abrahán Lischinsky, Mauricio Wexler, Aron Gamarnik, Natalio Szpilfeigel. Carlos Gelman y Jacobo Untroib.
Cooperativa de Créditos “La Obrera”
Fundada el 25 de abril de 1937 por un grupo de personas allegadas a la entonces “Unión Obrera Departamental”. Desarrollo sus actividades crediticias y de fomento de la vivienda en el viejo local proletario de “El Despertar del Obrero”.
Su primer directorio lo integraron los señores: Dr. Marcos Peisajovich, Juan Balsechi, Alberto Gargano, Febo Pereyra, Santiago Liberoff, Elvio Chaldain, Venancio Tullier, Dr. David Tieffenberg, Héctor Pelletti y Antonio Etchevez.
En 1962, la Presidencia lo ocupaba Dr. Marcos Peisajovich y secundado por los Señores: Alfredo Crosignani, Carlos Iglesia, Luis Roca, Juan Balsechi, Héctor Francolino, Miguel Baiz y Juan Cladera. Síndicos: Antonio Zossi y Jacinto Terenzi.
Caja Municipal de Jubilaciones
Creada en 1948 durante la Intendencia de Don Juan José Rizzo. Desempeñaba sus actividades en el edificio municipal y además de los beneficios jubilatorios otorgaba a los servidores de la comuna jubilados y en actividad, créditos ordinarios de dos sueldos y extraordinarios de cuatro sueldos. Fue la primera entidad previsional que otorgo en nuestro país el 82% móvil. El Directorio se formaba por el Comisionado Municipal, por representantes del Consejo Deliberante, un representante del personal municipal y uno por los jubilados y pensionados
En 1962, lo integraban los Señores: Dr. Salvador Trigos, Juan Cladera, y Roque Bruno. Por el personal municipal la Sra. Sara Bruchez y por los jubilados y pensionados el Sr. Enrique Echeverry
Hoy, la ciudad ya no tiene más las “Cajas de Crédito” ni la “Caja Municipal de Jubilaciones” y de aquellos bancos solo quedan el Banco de Entre Ríos y el Banco Nación y otros bancos han venido a reemplazar a aquellas viejas instituciones locales, entre ellos el Banco Galicia, el Patagonia, el Francés, el Credicoop y el Santander Río.
Edición: Civetta María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio sobre un artículo sin firma publicado en el diario Provincia, 1 de diciembre de 1962.
Imágenes de la Purísima Concepción, de Cristo Resucitado y de la Inmaculada Concepción
Imagen de la Purísima Concepción
Material: Madera estucada y policromada. Es una imagen de vestir, con articulaciones y encastre de extremidades.
Medidas: 1,52 centímetros
Ubicación: Capilla del Santísimo Sacramento
Referencia Histórica: Esta imagen perteneció a Doña Ana Dolores Urquiza de Victorica, – hija de Justo J. de Urquiza y María de la Cruz López Jordán – quién todos los años la cedía a la parroquia para ser llevada en procesión cada 8 de diciembre. Al ausentarse definitivamente de la ciudad, la familia la donó a la comunidad de la Inmaculada Concepción, dándosele entonces el lugar de imagen patrona. Vale mencionar que no es la imagen fundadora.
“Es la imagen de vestir que guardaba durante el año dentro de una vitrina, en la sacristía, luce el 8 de diciembre sus mejores galas: el manto de brocado de oro donado por Doña Sara Sagastume de Chiloteguy y; su cabellera natural, que perteneció alguna niña que se despojó de su medio ornamento femenino para dárselo a la Virgen; su aureola de brillantes, rubíes, esmeralda, plata, oro y platino, trabajada por un artífice del ramo, con joyas donadas por la vieja sociedad lugareña” (Nadal Sagastume: 61)
Relativo a esta aureola y recuperando datos del Libro I de Actas de la Congregación de Hijas de María, es posible decir que hacia 1932 (Acta 27, pag. 12) se comenzaron a recibir donaciones para construir esta corona adaptable. En la oportunidad la presidenta de la mencionada congregación, da cuentas de una donación de “alhajas y joyas realizada por la Sra. Stella Sagastume de Alzogaray, siendo depositaria la Sra. Luisa Lopez”. En las actas 51 y 52 se hace un detalle de las mismas y en la 29 (pag. 54), se precisa la tasación de las mismas pro un valor de $ 1385.
El 6 de febrero de 1932, se encarga al Pbro. Clemente Silva gestione la confección del resplandor de la Purísima Concepción. El 6 de diciembre (acta 35) “La Srta. Concepción Tenreyro Oliver hace entrega de la aureola para la Purísima Concepción mandada a confeccionar a Buenos Aires con las alhajas que habían sido donadas en diversas oportunidades…”, el costo de la misma “…fue de $ 800, que se remitirán al Pbro. Silva para ser pagados en Buenos Aires”
En cuanto al traje de la imagen, si bien la tradición afirma que fue donado por Sara Sagastume de Chiloteguy, puede constatarse que hacia 1952 (Libro I de Actas de la Congregación de Hijas de María, pág. 252), la familia Ratto dona géneros para la confección de uno nuevo, encargándose la confección del mismo a la “socia señorita Clotilde Cattaneo”. Situación similar ocurre con la peluca que completa la imagen, aunque el primer dato que se registra sobre este articulo aparece en 25 de de noviembre de 1964, cuando la Comisión Directiva de la Congregación encarga la confección de una cabellera postiza a una casa de Capital Federal. Dice el acta 151, “…la confección de una peluca para la imagen de la virgen, con cabello donado por la Sra. María Mabel Artusi de Barbieri, en la cada Pozzi de la Capital federal, cuyo costo es de $ 4000 m/n.
Acerca de las intervenciones sobre el rostro y las manos de la imagen es posible precisar y según la documentación existente, que antes del actual trabajo realizado por el Padre Leikam, se realizaron otras. Una en 1952 y otra en la década 1970 – 1980. La primera se realizó en la ciudad de Buenos Aires, encargándose la gestión de esta tarea a la Srta. Clara Piloni; esta restauración costo $42,95. La segunda y atendiendo al acta 132 de la Congregación de Hijas de María, se realizó en la “Casa Mojo” de Capital Federal. La última se realizó durante el curato del Pbro. Víctor Bonín, sin encontrarse datos acerca de la misma. El traje actual de brocado de oro fue donado por la Familia Ferrari el Sel.
Imagen de Cristo Resucitado
Material: madera estucada y policromada
Medidas: 1 metro.
Ubicación: Altar Mayor – Cúspide de la cúpula central
Referencia Histórica: Esta imagen de Cristo resucitado, fue regalada por Don Fulgencio Del Sel. Traída de Barcelona, por el costo de $100. La mencionada imagen se instala en el templo durante 1880, durante el curato de Bencivenga. No hay datos del momento en que se lo coloca en la cúspide del altar mayor, posiblemente haya sido cuando se desmontó el agregado de madera realizado entre los años 1950 – 1960.
Imagen de la Inmaculada Concepción
Esta imagen pertenece a un conjunto integrada por la esfinge de la Virgen María, dos querubines encastrables, una representación del Espíritu Santo en forma de paloma. Ambas imágenes con su correspondiente rayería de tamaño proporcionado.
Material: Madera estucada y policromada.
Medidas: 2,35 cm.
Referencia histórica: Según dice Urquiza Almandoz en el Tomo III, pág 397 de la Historia de Concepción del Uruguay, la imagen de la Inmaculada Concepción que preside el altar mayor de la iglesia, “es una fiel reproducción de Santa María del Alcázar, que fue donada a principios del siglo XX por el Sr. Ricardo Oliver y su esposa Cándida Sagastume. Tallada en madera, iluminada en ricos y tiene tintes, de gran formato y ojos de cristal, esta imagen constituye la fiel expresión de la altura que llegaron los artistas españoles, inspirados seguramente en alguna de las niñas pintadas por Murillo”
Según especifica una plaqueta ubicada a los pies de la imagen, fue comprada en la Casa Especial en artículos de todas las clases para el culto católico; grandes talleres para la construcción de altares, confesionarios y púlpitos “José Ferres y Saganna e hijos”, de la ciudad de Buenos Aires.
El Pbro. Zoilo Bel, en el detallado registro que realiza de los bienes habidos en el templo, precisa que hacia 1945 esta imagen llevaba como alhajas una cadena de oro con incrustaciones de diamantes y una pulsera de plata con medalla de oro con dos pequeñitos diamante (Libro I de Inventarios, F. 33).
Edición: Civetta, maría Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente: Lic. Adrián Bertolyotti “Inventario de imágenes reordenado el 23 de abril de 2015”
Primer edificio del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay
Ubicación:
Primer edificio propio: Esquina noroeste de las calles 9 de Julio y Onésimo Leguizamón. Actual Esquina noroeste de las calles Galarza y Supremo Entrerriano de Concepción del Uruguay.
Historia:
El 2 de Diciembre de 1863 se instala con carácter provisorio, el Juzgado Federal de Sección de Paraná (ER) (denominación de la época) y en forma definitiva el 7 de Diciembre del mismo año siendo designado para cubrir el cargo el Doctor Leónidas Echagüe, con jurisdicción en toda la Provincia de Entre Ríos.
Con anterioridad los delitos federales acaecidos en la provincia de Entre Ríos (caso levantamientos del General Ricardo López Jordán de los años 1870-1873 y 1875) estuvieron a cargo del Juzgado de Sección de la ciudad de Rosario (Santa Fe) por no estar establecida la justicia federal en la provincia.
Esta situación se mantendrá hasta principios del siglo XX, en que por iniciativa del Diputado Nacional por Entre Ríos, oriundo de Concepción del Uruguay Dr. Mariano E. López el Gobierno Nacional Mediante Ley Nº 5011 de fecha 5 de octubre de 1906 crea el Juzgado Federal con asiento en la ciudad de Concepción del Uruguay (ER) con jurisdicción sobre la mitad occidental de la Provincia de Entre Ríos, es decir el territorio de los Departamentos de Feliciano, Federación, Concordia, Colón, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú, posteriormente se agrega el Departamento Islas del Ibicuy, al crearse como subdivisión del último de los nombrados.
La Ley de creación del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay (ER) preveía el siguiente personal: Juez Federal, Secretario, Procurador Fiscal, Defensor de Pobres, Ausentes e Incapaces, Escribientes (2) y un Ordenanza.
Además, se autoriza la inversión de $ 80 pesos mensuales para alquilar una casa para instalar el juzgado, $ 50 pesos mensuales para gastos de oficina y publicar edictos y por única vez la suma de $ 1000 para la compra de muebles.
Para cubrir los cargos en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay son designados por Decreto del PE. Nacional con fecha 5 de Octubre de 1906 el Dr. Alfredo Berduc, como Juez Federal y el Dr. Salvador I. Sartorio como Procurador Fiscal.
Posteriormente se completa la dotación de personal con el nombramiento del Secretario Escribano José L. Navarro que viene de desempeñarse en igual cargo en el Juzgado Federal de la localidad de Toay (La Pampa), Oficiales de Justicia Enrique Arteaga, Juan José Rodriguez y Francisco Garibaldi.
El Doctor Berduc, presta juramento a su cargo ante la Excelentísima Cámara de Apelaciones de la ciudad de Paraná.
La habilitación se concreta el 10 de Noviembre de 1906, demora que se debió a la obtención en alquiler de un edificio adecuado en el radio céntrico de la ciudad para su instalación.
Su primera sede, fue en una casa alquilada en la suma de $ 80 pesos mensuales (partida asigna por la ley de creación) ubicada en la esquina de las actuales calles España y Almafuerte hasta tanto el Gobierno Nacional construyera el edificio propio. En este edificio, años después el 1º de Junio de 1929 se inaugura el “Hotel Internacional” perteneciente al Sr Juan A Vazzoler.
Antecedentes del terreno y primer edificio propio:
Por Ley Nº 3381 de fecha 25 de Agosto de 1896, el Ministerio del Interior de la Nación resuelve donar a favor de la Biblioteca Popular “El Porvenir” de Concepción del Uruguay, la casa y parte del terreno propiedad nacional, de la esquina de las calles 9 de Julio y Mendoza (actual Onésimo Leguizamón), comprendiendo 24 metros sobre la primera y 17 metros sobre la segunda, gracias a gestiones que realizara el Uruguayense Dr. Mariano E López.
En la ley de transferencia del predio se establecía que la nación recobra la propiedad en caso “que la sociedad dejara de existir o se diese al bien donado, un destino ajeno a los fines de la “institución popular…”
En el año 1906, siendo Presidente de la Biblioteca Popular “El Porvenir” D José E Argüello y Secretario D. José Haedo, por Ley del 11 de Septiembre de ese año se “Ordena a la Biblioteca a “entregar el edificio y terreno que se le había donado en por (Ley Nº 3381/1896) en la esquina de “las calles 9 de Julio y Mendoza (Onésimo Leguizamón) por ser necesario para obras de “ampliación del Colegio Nacional del Uruguay…. (Obras aprobadas por Ley 5081/ 1907).
El gobierno nacional indemniza a la sociedad de la Biblioteca Popular con la suma de $ 20.000 pesos fuertes “que se destinarán a la construcción del local propio, que será levantado en “el terreno que la Institución posee sobre la calle San Martín de la ciudad de Concepción del “Uruguay (se refiere al actual edificio de la Biblioteca Popular El Porvenir”)
La transferencia del dominio del edificio y terreno se concreta el 2 de Abril de 1908 interviniendo en la escrituración el Escribano Público Francisco Martoq firmando el representación de la Biblioteca Popular “El Porvenir”, su Presidente Salvador Sartorio y en nombre de la Nación el Rector del Colegio Nacional del Uruguay “Justo José de Urquiza” Dermidio Carreño, actuando como testigos los ciudadanos Víctor Tófalo y Miguel Bordato.
En el año 1913, se le encomienda a los profesionales del “Ministerio” (se refiere a la División Río Uruguay de la entonces Dirección Nacional de Construcciones Portuarias y Vías Navegables del Ministerio de Obras Públicas de la Nación MOP) la elaboración del proyecto y pliegos de condiciones para el llamado a licitación para la construcción del edificio del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay en el terreno transferido a la nación al efecto, cuya construcción había sido autorizada mediante Ley 9150/1913 .
El edificio proyectado por el “Ministerio” tiene líneas elegantes y dos plantas, pero pasarán aún varios años antes que su construcción se concrete.
En el año 1915, al finalizarse la construcción del nuevo edificio de la Escuela Normal y efectivizado su traslado de los edificios que ocupaba (Edificio del Correo y Municipalidad vieja) se dispone que el edificio de la esquina de 25 de Mayo y Galarza-Ex residencia familia Urquiza, es asignado a varios organismos; entre ellos el Juzgado Federal que pasa a ocupar las oficinas sobre calle 25 de Mayo, a partir de enero de 1916, donde vivían los porteros de la escuela normal.
En Marzo de 1921, las oficinas del Juzgado Federal son trasladas desde el edificio del Correo a la casa alquilada al efecto en la esquina de las calles Coronel Gonzalez (actual Urquiza) y Posadas (Ex Residencia de la familia Maury).
En el presupuesto de la nación para el año fiscal del año 1924, siendo Presidente de la Nación el Doctor Marcelo T. de Alvear se asigna una partida de $ 100.000 para la construcción del edificio del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay llamándose a licitación para el 2 de Enero de 1925, obra que fuera iniciativa del Dr. Mariano E. López.
Presentan ofertas los Srs. Bedogni y Conrado, Manuel Cometta en representación de la firma de Montevideo Meier y Tori, las que son desestimadas por considerárselas elevadas. Efectuada una nueva licitación, la obra es adjudica a la empresa Barrera y Cía. de la ciudad de Concordia que tiene como director técnico al Ingeniero Martín Fonseca.
Por Decreto del 20 de Mayo de 1926 se adjudica la obra a la empresa Barrera y Cía. en la suma de $ 117.234,91 m/m para una superficie cubierta de 762,20 m2 constando de dos plantas.
Los trabajos se inician en el mes de Enero de 1927, con la demolición del antiguo edificio que existía en el predio y donde había funcionado la Biblioteca Popular el Porvenir.
El 4 de Octubre de 1927, visita Concepción del Uruguay el Ministro de Obras Públicas de la Nación Dr Roberto Ortíz, recorriendo diversas obras que la nación ejecutaba en la ciudad y entre ellas el nuevo edificio del Juzgado Federal, cuya construcción se encontraba avanzada.
Para mediados del año 1928, el flamante edificio estaba terminado, iniciándose el 7 de Julio del mismo año, la mudanza de las oficinas del Juzgado, desde la casa alquilada de la familia Maury en la esquina de Coronel Gonzalez (actual Urquiza) y Posadas,
El Sr Juez Federal Dr. Manuel Ruíz Moreno, por tal acontecimiento cursó una conceptuosa nota al Dr. Mariano E. López quién siendo Diputado Nacional por Entre Ríos fuera precursor de la obra.
Al cesar sus actividades en Julio de 1990, el Banco Hipotecario, pone en venta el edificio, no logrando su propósito por falta de oferentes.
A partir de 1991, se inician los trámites para adquirir el edificio por parte de la justicia nacional, para destinarlo a sede del Juzgado Federal, previa adaptación y modernización.
El 15 de Abril de 1994 es adquirido por la Suprema Corte de Justicia procediéndose a importantes trabajos para adecuarlo a las necesidades del Juzgado Federal
A partir del lunes 30 de Noviembre de 1998, parte del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay comienza a funcionar en la nueva sede que es inaugurada oficialmente el 15 de Diciembre del mismo año.
Edición: Civetta, maría Virginia y Ratto, Carlos Ignacio sobre el texto de: Andrés Rousseaux, “Edificios del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay”, Concepción del Uruguay, Edificios con Historia, Tomo III.
El 25 de junio de 1783, don Tomas de Rocamora funda la ciudad de Concepción del Uruguay, definiendo la ubicación los edificios más importantes en torno a la plaza principal, entre ellos menciona a la iglesia, hospital, escuela, cabildo y cárcel, como también puentes y caminos, los que podían ser “solventados con el tercio correspondiente al rey, para no agravar la situación de la población muy pobre y recién llegada….”, aunque no se sabe si este último edificio se hubiera construido. Seguramente en el Cabildo, sede de las autoridades fue también el lugar destinado como cárcel en los primeros tiempos de la villa, este emblemático edificio estaba ubicado, según se cree en el solar N° 1, es decir dónde funcionó el teatro 1° de Mayo.
En el año 1834, se crea la “Policía de la provincia de Entre Ríos”, estableciéndose y organizando la justicia en el territorio de la provincia, siendo nuestra ciudad sede de uno de los departamentos Judiciales, ocupando para cumplir con sus funciones y atribuciones el de la “Comandancia”. Este antiguo, edificio que había pertenecido a una de las tradicionales familias de la ciudad y posteriormente ocupado por las autoridades provinciales, es reformado y ampliado en el año 1848, agregándosele un piso de alto, siendo la sede de: ”…las oficinas de la comandancia y del departamento de policía, teniendo las siguientes comodidades: una pieza de 8 varas, 1 salón de 16 varas, oficina de la comandancia de 9 varas, la “oficina de la policía de 5 varas. Además tiene una cuadra interior para tropa de pared de “material y techo pajizo de 30 varas de longitud, dos piezas para oficiales de material y techo “pajizo de 5 varas de lado cada una y calabozos de material….(no aclara la cantidad)”. Es decir, el edificio de la Comandancia además de ser asiento de la “Comandancia militar y Jefatura de la policía, fue utilizado como cárcel” (Referencia: 1 vara equivale a 83 cm aproximadamente)
Primeros dueños de los solares:
Existe una controversia sobre quienes fueron los primeros dueños de este solar, por su parte el profesor Oscar Fernando Urquiza Almandóz, en su Historia de Concepción del Uruguay, afirma que “En su origen el edificio había pertenecido a Juan Insiarte, pasando por herencia al poder del Dr. José Miguel Díaz Vélez abogado tucumano afincado en Concepción “Del Uruguay desde fines del siglo XVIII o principios del XIX, que estuviera casado Doña Tránsito Insiarte…”
Esta posición es compartida por el historiador concepcionero Andrés García en un artículo titulado “Historia de un Viejo Solar” al referirse al investigado y que fuera publicado por el diario “La Calle”.
Por otro lado María Del Carmen Miloslavich de Álvarez en su obra de investigación de las genealogías uruguayenses “Hace Un Largo Fondo De Años” al referirse a Don Julián Colman transcribe un documento que prueba que el mismo terreno perteneció a Julián Colman:
A Julián Colman, se le adjudica un terreno frente a la plaza del lado sur, dado que por escrituras probamos que allí estuvo su casa. Era casado con Doña Francisca Correa, que varios años más tarde vende el solar edificado con casa habitación, pozo de balde, cerca de palo a pique, etc. acorde la escritura o carta de venta siguiente
“Sépase por esta carta como yo, Francisca Correa , vecina de esta villa y viuda del finado Julián Colman, otorgo por ella que doy fe por mí y en nombre de mis herederos y sucesores y de los que de mi y ellos hubiere, título y causa, vendo y doy en venta real para siempre jamás a Agustín Urdinarrain del mismo vecindario y a quién sea su representante, una casa con pared, techo de paja y un galponcito que sirve de cocina, edificada en un cuarto de tierra de mi propiedad y que se incluye en ésta venta, lindando por el norte con la plaza principal, y por el sur y oeste con casa y fondos del Dr. José Miguel Díaz Vélez y por el este calle de por medio con Rafaél Morales, con todas las entradas y salidas y costumbres, “servidumbres y todo lo demás que le pertenecen y puede pertenecer de hecho y de derecho, libre de tributo, hipotecas, memorias y otros cargos. De que me satisfago y doy por otorgada y declaro que el valor de dicha casa y sitio cercado de palo de ñandubay son los referidos trescientos venticinco pesos por ello y del que más tener en cualquier forma le hago la gracia y donación, pura y perfecta y acabada al comprador Urdinarrain y renuncio la ley de Ordenamiento Real, parto, desisto, aparto de la acción, propiedad, señorío y posesión, título y traspaso en el dicho Don Agustín Urdinarrain, comprador en quien sabiéndose en su derecho lo sirva, cambie ,enajene a voluntad como dueño absoluto sin dependencia alguna. En la Villa de la Concepción Del Uruguay, a diez y ocho de marzo de mil ochocientos cinco y por no saber firmar, ruego y suplico que lo haga en mi nombre Don Josef De Urquiza, con los testigos presente. Firma a ruego de Francisca Correa Don Josef De Urquiza-Testigo Manuel Del Cerro”
Julián Colman, falleció en nuestra ciudad el 27 de octubre de 1800 habiendo sido un importante funcionario y uno de los primeros pobladores de la zona aún antes de 1783.
Entonces, para la historiadora María Del Carmen Miloslavich De Álvarez el terreno que había pertenecido al Dr. José Miguel Díaz Vélez estaría ubicado al sur de la propiedad de Julián Colman, en el lugar donde se encontraba la casona que fuera del Sr Luis Gonzaga Cerrudo, que con anterioridad había sido propiedad de Mariano Unzué, Ramón Fraga, Olegario Mabragaña Y José Canave.
En lo que no queda dudas, por estos antecedentes y otros que iremos analizando, que los solares de la manzana investigada no eran fiscales y pertenecieron a las antiguas familias.
El edificio de la Comandancia:
Siguiendo la Historia de Concepción del Uruguay del profesor Oscar Urquiza Almandóz, al referirse al edificio de la “La Comandancia” expresa que según un antiquísimo diseño rescatado por el historiador Benigno Teijeiro Martínez, “la construcción originaria habría sido de un sólo piso, de ladrillo revocado. Se hallaba ubicado en la intersección de las actuales calles San Martín y Moreno (…) La puerta principal daba frente a la plaza Ramírez, con tres ventanas hacía el este y cuatro hacia el oeste de dicha puerta (es decir frente de la calle San Martín) y sobre la calle Moreno presentaba tres ventanas”
En fecha sin precisar,(algunos autores hablan de 1840) el Gobierno de la Provincia de Entre Ríos a cargo del General Justo José De Urquiza, sin mediar transferencia notarial alguna, tomó posición de la misma, disponiendo en el año 1848 se le efectuaran importantes refacciones , trabajos que se finalizan en agosto de 1850 constando el edificio de una pieza de 9 varas de lado, un salón de 16 varas, oficina de la comandancia de 9 varas, de la policía de 5 varas, además una cuadra interior para tropa de pared de material, techo pajizo de 30 varas de longitud, 2 piezas para oficiales de material y techo pajizo de 5 varas de lado cada una. (Referencia: 1 vara mide aproximadamente 83 cm.)
Al finalizarse la obra, como era tradicional en ésa época, se coloca frente del remodelado edificio el 9 de agosto de 1850, una placa de mármol blanco, esculpida por el hábil artista local D Salvador Ximenez, con la inscripción de: “El Gobierno del General Urquiza al Pueblo de Concepción Del Uruguay”
En el segundo plano catastral de Concepción del Uruguay, levantado por el arquitecto Augusto Picont en octubre de 1853 se puede observar una importante construcción de planta baja, que cubre prácticamente todo el solar de referencia.
El 1º de enero de 1861, en cumplimiento de disposiciones del año anterior se creó la Jefatura Política siendo nombra como titular de la misma al Coronel Pedro Melitón Gonzalez, pasando la antigua casona a ser asiento de la “Comandancia Política de la Ciudad“ organismo antecesor, de lo que años después será la municipalidad de la ciudad .
La muerte del general Urquiza
La trágica muerte del General Urquiza el 11 de abril de 1870 y los posteriores movimientos sediciosos encabezados por el General Ricardo López Jordán repercuten en el edificio de la Comandancia y en el nombre de las calles de la ciudad.
Entre otras medidas, para “borrar todo lo que se relacionara con la obra del General Urquiza” se dispone el retiro de la placa de mármol del frente del edificio de la comandancia que se había instalado en oportunidad de habilitarse las refacciones realizadas al edificio acorde impartida por el Ministro de Gobierno Jordanista D Secundido Zamora.
A las calles con nombres alusivos al general o a su gobierno, se les cambia de dominación entre ellas “Del Tonelero” o “Tonelero” por el de “Catamarca” (actual San Martín) manteniendo su nombre la calle “Libertad”( hoy Moreno), es decir las que corresponden a la esquina del edificio investigado,
A raíz de los acontecimientos, que siguieron a la muerte del General Urquiza, el edificio de “la Comandancia” fue utilizado como cuartel de las tropas nacionales que ocuparon la ciudad entre ellas el “Batallón Uruguay” y posteriormente el “Batallón Guardia Provincial de Buenos Aires”.
En años posteriores, al estallar los movimientos revolucionarios del 26 de julio de 1890 en Buenos Aires y la del 24 de octubre de 1893 de Santa Fe , el edificio fué el lugar de concentración de la Guardia Nacional de la ciudad.
La municipalidad de Concepción del Uruguay:
Durante el gobierno del Doctor Ramón Fevre (1875-1879) se construye el nuevo edificio para la “Jefatura Política y Juzgados”, al haberse constituido la municipalidad (1 de enero de 1873) había perdido parte de las amplías funciones que tenía, quedando reducidas a las netamente “policiales”.
El nuevo edificio, levantado en un predio propiedad de la provincia, calle de por medio del antiguo edificio de la “La Comandancia” corresponde al actual edificio de la Policía de Entre Ríos.
La autoridades municipales, que tenían su asiento en una de las casas del General D Manuel Antonio Urdinarrain, se trasladan al edificio de lo que fuera la comandancia frente a la Plaza Gral Ramírez.
La cesión del terreno y edificio que ocupara la “ex comandancia” por parte de la provincia – que por muchos años en la jerga popular mantuvo esta denominación hasta su demolición- corresponde exclusivamente al “solar “(un cuarto de manzana) de la esquinas de las actuales calles San Martín y Moreno.
La donación es aceptada por la Municipalidad de nuestra ciudad en la sección del 17 de julio de 1888 del Honorable Concejo Deliberante.
A través del análisis de antiguas fotografías del edificio referido, de las cuales algunas ilustran este trabajo, podemos inferir que a posteriori de la recepción del edificio de la “ex comandancia” por la municipalidad local, se construye “la planta alta sobre la calle San Martín” tal como se pudo apreciar hasta su demolición.
En el mes de agosto de 1915, el Rector de la Escuela Normal de Maestras, recibe la orden de las autoridades del Ministerio de Educación de la Nación ,de trasladar todas las dependencias de la misma a su nuevo edificio -el actual- desde los lugares donde funcionaba, la ex residencia de la familia Urquiza calle 25 de Mayo esquina Galarza (posteriormente Correos y Telégrafos de la Nación) y del edificio que originalmente se había construido para la escuela ubicado en la esquina de las calles Independencia (hoy Supremo Entrerriano ) y Galarza, donde funcionaban los “cursos de aplicación.
Algunos años después, a fines de 1923 el Gobierno de la Provincia de Entre Ríos a cargo de Ramón Mihura ofrece a la intendencia de la ciudad de Concepción del Uruguay la cesión definitiva del terreno y edificio de la ex Escuela Normal de Maestras a fin que en el edificio se instalen las oficinas municipales. Por Ordenanza Nº 570 de fecha 23 de enero de 1924, las autoridades locales aceptan la donación del aludido edificio de calle Galarza Nº 617 y a fines de 1928 ya se encuentra funcionando la municipalidad en ese edificio.
En el antiguo edificio de “la comandancia” -como se la seguía llamando en la jerga popular- continuaron funcionando algunas dependencias municipales como talleres de herrería y carpintería, depósitos de materiales y carros, asiento de la “banda de música municipal” y casa habitación del mayordomo.
En abril de 1930, la Intendencia cede en préstamo parte de las oficinas del antiguo edificio, para asiento de del Batallón de Boy Scouts “Domingo Faustino Sarmiento” y donde realizará sus ejercicios dominicales.
Demolición del antiguo edificio de la comandancia:
En agosto de 1938, el Intendente de la Municipalidad de Concepción Del Uruguay Dr. Agusto Germán Ravenna presenta a consideración del Honorable Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para disponer de una pequeña suma de dinero con destino a la demolición del antigüo edificio municipal (se refería a la Ex Comandancia), dado que técnicamente el mismo no admite ningún tipo de reparaciones, existiendo la posibilidad de un derrumbe con el potencial peligro que representa para las personas y propone construir un tapial “adecuado” para mantener el terreno cercado hasta se disponga sobre su futuro.
Las obras de demolición se ejecutaron en el año 1940. Sus nobles paredes de ladrillos de gruesos espesor y piedras fueron cayendo bajo el pico del progreso, quedando de la antigua Comandancia algunas partes de sus paredes exteriores sobre las calles Moreno y San Martín que dejaron de “ex profeso” como tapial circundante.
La Municipalidad local, mediante Ordenanza Nº 1205 de fecha 14 de noviembre de 1941 dispuso donar dos rejas correspondientes a la ventanas de la “Ex Comandancia” sean donada al Instituto Histórico Entrerriano de Andrés García encontrándose hoy gracias a este precavido concepcionero en el Museo Municipal que lleva su nombre.
De esta manera, sin pena ni gloria termina la existencia de esta histórica casona que tantos servicios prestara a la ciudad en sus primeros años de vida.
Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos. Texto extraído de la publicación de Rousseaux, Andrés René “Desde la Comandancia al Centro Cívico de Concepción de Uruguay”, Municipalidad de Concepción del Uruguay”, 2010
Monumento a Los Italianos: (Monumento a la Loba), fue inaugurado el 11 de octubre de 1959, por iniciativa de la Asociación Nacional Alpina, y la Colectividad italiana en Concepción del Uruguay. Entre sus más entusiastas promotores figuraba el recordado Convecino Serafino Follin. Es una construcción de mármol, con columnas que en su parte superior tiene el clásico símbolo de la fundación de Roma. Una Loba amamantando a Rómulo y Remo. Ubicado en la intersección con calle Antártida Argentina.
Símbolo del Cooperativismo. Inaugurado en el año 1985, en homenaje al día del cooperativismo, 7 de julio. Ubicado en la intersección con calle Sta. María de Oro.
Monumento a Ana Teresa Fabani. Poetiza concepcionera, su casa estaba emplazada frente a la Plaza Ramírez (hoy Banco Santander-Rio). Nació en nuestra ciudad el 6 de marzo de 1922, falleció en Buenos Aires 21 de junio 1949, a los 27 años, luego de padecer por muchos años tuberculosis. Publico un único libro poemario “Nada Tiene Nombre” y una novela póstuma “Mi Hogar de niebla”, que está inspirada y refleja su vida en el sanatorio de la provincia de Córdoba.
Está ubicado en plazoleta con intersección de calle Combatientes de Malvinas (frente a las canchas de tenis del club Rocamora) curiosamente, está emplazado en la plazoleta de enfrente a la que lleva su nombre, a la que le es impuesto ese nombre por medio del Dec. 6.444 del año 1979. El monumento es obra del escultor Juan Carlos Ferrero
Santa Cecilia. Patrona de la música. El autor fue Andrés Mirwald. Es, junto con el monumento a la República (La Salamanca) y el monumento al Ejército Argentino (Frente al cementerio municipal) un conjunto de tres monumentos financiados por la Municipalidad de Concepción del Uruguay en el año 1991. Ubicado actualmente en intersección con calle Combatientes de Malvinas, estuvo emplazado originalmente en la plazoleta de calles Larroque y Combatientes de Malvinas, desde dónde fue trasladado a su actual ubicación al construirse, en 1996, el monumento a Zubiaur en dicho sitio.
Monumento a José B. Zubiaur. Fue inaugurado el 26 de noviembre de 1996 en un acto que se desarrollo en el lugar desde las 18,30 horas, se conto para ello con la presencia del Secretario de Turismo de la nación Francisco Mayorga y de presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), coronel Antonio Rodriguez, mientras que el atleta local Andrés Charadía encendía la antorcha olímpica del monumento. Más allá de los méritos de Zubiaur bastaban para que la ciudad tuviera una demostración de este tipo, la edificación de este monumento se inscribió en una estrategia llevada a cabo por el gobierno y el COA para lograr que Buenos Aires sea elegida como sede de los Juegos Olímpico 2004, los que finalmente se desarrollaron en Atenas, entre el 13 y el 29 de agosto de 2004.
El primer premio recayó sobre el proyecto presentado por la Arq. Carina amarillo y la Ing. Susana Demarchi. Este monumento ocupa toda la plazoleta ubica da entre las calles Larroque y Combatientes de Malvinas.
Homenaje del Centro Entrerriano de Córdoba. Inaugurado el 10 de agosto de 1985.
Leyendas de sus placas:
“La ciudad de Córdoba sede de la primera Universidad Rioplatense a la ciudad de Concepción del Uruguay, cuna del histórico Colegio que educo a los argentinos que forjaron la organización Republicana y Federal del país”.
“Homenaje de Córdoba: la ciudad de las campanas, las universidades, las fábricas, de quienes forjaron su porvenir en ella tras abrir su espíritu a la educación y la cultura en este suelo entrerriano”.
“Centro de ex alumnos uruguayense, residentes en Córdoba”.
Hoy, solo puede verse el monumento, sin las placas que existieron en el pasado. Ubicado en intersección con calle Erausquin.
Monumento a los Trabajadores. El día 1 de mayo de 1984, se coloca la piedra fundamental de dicho monumento, ubicado en intersección con calle Supremo Entrerriano. No obstante ello, tuvieron que pasar 9 años para que el mismo fuera emplazado e inaugurado el 1 de mayo de 1993, con la presencia del presidente municipal Dr. Hugo Baldoni y del presidente del HCD, D. Julio Lauría. El monumento es obra del artista local Alberto Guinea
Plazoleta de la Colectividad Española. En homenaje a la colectividad española que pobló nuestra provincia. En ella se encuentra una estatua del “Quijote de la mancha”, realizada por el convecino Alberto Guinea, representativo de los españoles. Ubicada en intersección con calle Eva Perón. La Sociedad Española se encargó del monumento que fue inaugurado el 12 de octubre de 1985 con la presencia del presidente municipal Juan Carlos Godoy y bendecido por el padre Juan Rolando
Homenaje a Hipólito Yrigoyen. en conmemoración del cincuentenario de la muerte del Presidente Hipólito Yrigoyen, se levanta este monumento (1933-1983). Como anécdota, nunca fue inaugurado, a pesar que en la placa tiene fecha 12 de Octubre de 1983. Ubicado en intersección con calle Urquiza. El busto es de bronce, sin firma, pero el escultor local Mario Morasán en si citado libro la adjudica a Juan Carlos Ferraro
Plazoleta 17 de Octubre. Al cumplirse el cincuentenario de la Revolución Peronista, se levanta este monolito. Leyenda de la placa:
“Al Movimiento de masa más grande de Latinoamérica” 1945- 1995
Ubicado en intersección con calle Urquiza.
Plazoleta de la Comunidad Judía: en abril de 1983, en conmemoración del bicentenario de Concepción del Uruguay, se designa este lugar en homenaje a los inmigrantes judíos.
Ubicado en intersección con calle 14 de julio.
Plazoleta de la Colectividad Árabe: inaugurado el 22 de noviembre de 1983, en homenaje a la Colectividad árabe residente en la ciudad. Ubicada en intersección con calle Ameghino.
Monumento a Gervasio Artigas. Donación de residentes uruguayos, como símbolo de amistad entre orientales y argentinos.
La cabeza de bronce del Gral. Artigas fe donada por el Instituciones y pueblo de Paysandú. Fue inaugurado en 1943 y en la placa dice:
ARTIGAS
Confiado a la custodia del Instituto de estudios Históricos, como símbolo de Perenne Amistad entre orientales y argentinos.
Una de las características salientes del acto en que asistieron autoridades uruguayas y entrerrianas, fue la colocación de la bandera Federal que Artigas llevaba al frente de sus huestes con las palabras “FEDERACION O MUERTE”.
Ubicado en la intersección con calle 14 de julio.
Homenaje a Paul Harris. Fundador del Rotary Club Internacional. Homenaje del Rotary Concepción del Uruguay. Mayo 1984.
Ubicado en intersección con calle Maipú.
Plazoleta de los Derechos Humanos. Inaugurada el 10 de diciembre de 1986, por Ordenanza Municipal N° 3010.
En ella se puede apreciar: tres columnas con las leyendas JUSTICIA – VERDAD – MEMORIA.
También placas que recuerdan a los desaparecidos, victimas del terrorismo, oriundos de Concepción del Uruguay y en especial en Memoria de Horacio Norberto Poggio (2011).
Desde el año 2007, dos placas en recuerdo de Rodolfo Walsh de parte de la Casa de la amistad Argentina- Cubana y la otra a Jorge Julio López.
Y el día 16 de setiembre de 2018, será inaugurado un nuevo homenaje esta vez a las Madres de Plaza de Mayo. Consiste en una columna de metal con perforaciones de pañuelos y palomas, que serán iluminadas desde el interior. Esta obra es del escultor concepcionero Mario Morasán, encargada por la Municipalidad de Concepción del Uruguay.
Ubicada en intersección con calle Maipú.
Homenaje al Dr. Domingo Plazaola. El busto es obra del escultor Horacio Juárez, basado en la única fotografía instantánea que se tenía del Dr. Fue inaugurado el 15 de febrero de 1948, y apoyaron esta iniciativa de rendirle homenaje, la Unión Obrera Departamental, que agrupaba sindicatos de la ciudad y la Unión Obrera Provincial.
Ubicado en intersección con calle Dr. Scelzi, originalmente estaba emplazado una plazoleta más al oeste, en la intersección con el Bv. Los Constituyentes.
Monumento a Leandro N. Além. Ubicado en la plazoleta que lleva como nombre “Centenario de la Unión Cívica Radical” nombre impuesto por la Ord. 3.441 del 24 de julio de 1991.
El busto fue obra del artista local Héctor tanga y fue inaugurado el 1 de julio de 2009, al cumplirse 113 años de su trágica desaparición
Monumento a Samuel Yabiansky. Se encuentra en el Bv. Yrigoyen y calle Isaías Torres.
Samuel Yabiansky, fue un vecino de Concepción del Uruguay, y comerciante, tenía un negocio en calle 9 de Julio, la “Mercería Seguí”.
Tenía por costumbre, en fechas patrias y antes del horario del desfile en Plaza Francisco Ramírez, esperaba en la puerta de su Mercería, por calle 9 de Julio y repartía escarapelas a aquellas personas que no la llevaban puesta. También le gustaba regalar banderas argentinas a las escuelas.
Hoy tiene un monumento en su honor, ubicado en calles Isaías Torres y Bv. Hipólito Yrigoyen. Obra del artista Andrés Mirwald.
Este conjunto escultórico, inaugurado 18 de junio de 2001, tiene el siguiente significado:
Escarapela: por todas las repartidas en fechas patrias.
Campanas: representan a las escuelas que recibieron donación de la bandera.
Pinos: de la cooperación, que realizaba con personas o instituciones que lo necesitaban.
Triangulo: de sabiduría enriquecido por la lectura que hizo de él, la facilidad de palabra.
Como paradoja del destino Don Samuel falleció el 20 de junio de 1999.
Diario La Calle suplemento aniversario 1983; Abescat, Francisco, “Nuestra Señora de la Concepción del Uruguay” y Morasán Mario, “La histórica” (Patrimonio, monumentos y escultura pública de Concepción del Uruguay, 1783-2011)
Por: Rousseaux, Andres René “El Edificio del diario La Calle y Rio Cable Visión“, de la Serie: Edificios Con Historia
El primer antecedente que se tiene sobre la existencia de un edificio en este lugar (Calles Moreno y Sarmiento, esquina noroeste), se remontan al plano levantado por el “Delineador Municipal” Don Victorio C. Guzmán, con el fin de elaborar un relevamiento de las defensas instaladas en la ciudad, ante un posible ataque de las fuerzas del Gral. Ricardo Lopez Jordán.
En dicho plano, de fecha 25 de noviembre de 1873, se consigna sobre la calle De La Libertad (actual Moreno) “una construcción dede material con azotea de tejas”…. lo que fue en su momento la dirección y administración del diario La Calle.
Don José Romero, propietario de dicha manzana, fallece después de estos acontecimientos, dado que el l6 de Julio de 1874, su Viuda Doña Juana Lozada de Romero, otorga poder especial a Don Leandro Reynoso para que la represente en los “trámites ó juicios sucesorios de las propiedades de su esposo D. Jose Romero, ubicadas sobre la calle De La Libertad (Moreno),entre Buenos Aires (Sarmiento) y Entre Ríos (Alberdi), siendo éste el primer documento legal, que testifica la propiedad de los terrenos en cuestión
En el año l878, fallece Doña Doña Juana Lozada de Romero, dejando sus propiedades en herencia a sus dos hijas mujeres, Doña Prudencia Romero de Cabezón, la “mitad” del cuarto de manzana del terreno de la esquina de las calles Moreno y Alberdi; mientras que, a la Señora Doña Nicanora Romero de Savari, su otra hija, le correspondió el cuarto de manzana de la esquina de las calles Lima (Moreno) y Buenos Aires (Sarmiento),es decir, donde funcionara por muchos años el diario La Calle.
El 5 de diciembre de 1878, Nicanora Romero, vende con derecho de “retroventa” (en la práctica una hipoteca sobre la propiedad) a Agustín M. Alió, la propiedad en cuestión. La venta se efectúa en al suma de $ 1000 pesos fuertes, cumplido lo pactado en dicha fecha, solicitando sucesivas prórrogas, hasta el 22 de noviembre de l880, en que se le abonan al Sr. Alió la suma de $ 1000 pesos fuertes, correspondiendo a la suma prestada más $ 340 pesos fuertes, en concepto de intereses, restituyéndose a Nicanora Romero el mencionado solar.
Ese mismo día, el matrimonio Romero-Savari, ante el escribano público D. Rafael Paradelo, “venden con derecho a retroventa”, al Sr Jacobo Gilbert la propiedad en la suma de $ 1.404 pesos fuertes, con derecho de recuperarla dentro de los dos meses, a contar de ésa fecha, sufriendo sucesivas prórrogas hasta el año 1882. En el año 1881, la Calle Lima pasa a llamarse Mariano Moreno o Moreno como se la conoce popularmente, manteniendo el nombre de Buenos Aires la actual Sarmiento.
El 16 de septiembre de l882, Braulio Savari, esposo de Doña Nicanora Romero compra, en realidad “levanta la hipoteca” de la propiedad de la calle Moreno y Buenos Aires, en la suma de $ 1500 pesos fuertes, con la intervención del Escriba no Rafael Paradelo.
Hotel Nacional:
Braulio Saravi, el 7 de Septiembre de l885, vende el edificio y terreno de su propiedad a Don Isidoro Cereda en la suma de $ 1900 pesos fuertes quién lo destinará a “Hospedaje”, dándole el nombre de “Hotel Nacional”, iniciándose de ésta manera una larga trayectoria, en este tipo de actividad comercial, de más de 50 años que iremos viendo.
El “Hotel Nacional” es explotado entre los años 1890 a 1894 por el matrimonio de Pedro José Barral y su esposa Doña Amabrosina Delaloye De Barral, continuando su explotación a partir de 1895 por parte de su propietario Isidoro Cereda. El 20 de diciembre de 1904. Isidoro Cereda, propietario del “Hotel Nacional” pone en “venta los útiles y muebles que conforman el patrimonio del hotel”, por haber decidido “retirarse de las actividades comerciales”, ofreciendo en arriendo-alquiler el edificio, según reza en el artículo publicado por el periódico local “La Juventud”.
El Hotel es arrendado,con todas sus existencias, al conocido comerciante de la ciudad Sr Carlos Gatti, quién se hace cargo el 6 de febrero de l905,introduciendo mejoras en las instalaciones y contratando personal especializado en Buenos Aires para el servicio de cocina y atención al público, ofreciendo un esmerado servicio de lunch, despedidas y banquetes. La explotación comercial del “Hotel Nacional”, por parte de Carlos Gatti, no dura mucho tiempo, dado que el 27 de Mayo de l906,se lo reintegra a su propietario Isidro Cereda, que continúa con su atención, dándole el nombre de “Nuevo Hotel Nacional”.
“Nuevo Hotel Nacional”.
El dueño introduce muchísimas mejoras, ofreciendo variados servicios de atención al público, incluso ofrece lugar para la “guarda de carruajes y caballos”, contratando la “ampliación del edificio sobre la calle Buenos Aires (actual Sarmiento) para aumentar el número de habitaciones disponibles y reformando otras, para dar mayores comodidades. El Sr. Isidoro Cereda, con su salud quebrantada, por una vieja dolencia, viaja a la Ciudad de Buenos Aires, para su atención médica, donde fallece en el Hospital Francés el 3 de Diciembre de 1906, a los 56 años de edad, siendo sepultado, en la Capital Federal.
La viuda de Cereda, queda a cargo del “Nuevo Hotel Nacional”, siendo declarada “única y universal heredera de todos los bienes” del Sr. Cereda por parte del Sr Juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de Concepción del Uruguay.
Hotel “Concordia”
Doña Maria Zubeldia Guisti, vende las existencias del “Nuevo Hotel Nacional”, al conocido comerciante local Ángel Volanterio, qué a su vez “arrienda-alquila” el edificio para continuar su explotación como hotel, a partir del 8 de Junio de 1908, por cinco años, con opción a futuras renovaciones, acorde conformidad de la dueña de la propiedad.
Ángel Volanterio toma posesión el 1 de Julio de 1908 adoptando como primera medida, el cambio del nombre que tenía, por el de “Hotel Concordia”, realizando importantes mejoras, entre ellas, la de “agrandar el Salón Comedor hasta la esquina (se refiere a la de las actuales calles Moreno y
Sarmiento), pasando el “despacho de bebidas a la habitación contigua, con comunicación a la calle. Además, ha adquirido en Buenos Aires, una importante partida de cristalería y lozas, para atender con esmero las comidas y banquetes que se le encomienden. Entre otras importantes innovaciones realizadas al edificio, es la colocación de alumbrado y campanillas eléctricas, en todas las habitaciones, las que serán equipadas con nuevos muebles, adquiridos en una conocida casa del ramo de la Capital de la República, anexando a partir del 4 de Junio de ése año un fiambrería.
Inaugurando su moderno comedor, el día 7 de Agosto de 1908,se sirve una cena, para despedir de la vida de soltero al joven caballero de la sociedad Uruguayense Héctor M. Herrerra, ofrecida, por un grupo de amigos, con motivo de su enlace con la Señorita Joaquina Yañez.
El 1 de Junio de 1933, Ángel Volanterio, renueva el contrato de arriendo-alquiler por dos años más, con opción a un futura renovación por igual lapso, fijándose en $ 255 pesos mensuales para los dos primeros años y en $ 300 pesos mensuales, para el futuro contrato. Al vencer el contrato mencionado, el 1 de junio de 1915, Ángel Volanterio, no renueva el arriendo del edificio del “Hotel Concordia”, en razón que en sus planes comerciales, tenía previsto dedicarse a la explotación de la Confitería y Cine del ex salón “Uruguay” (intercepción de las actuales calle Galarza y Urquiza, hoy Confitería Grow),hacho que se lleva a cabo, inaugurándolo, en sociedad con el Sr Cabrera, el jueves 6 de Mayo de l915, con el nuevo nombre de Confitería y Cine “Esmeralda”.
El “Hotel Concordia”, permanece cerrado hasta el 1 de enero del 19l6, fecha en que nuevamente abre sus puertas, bajo la dirección de los hermanos Marcial (Nemesio y Eustaquio),que eran familiares del viuda de Cereda, manteniendo su anterior nombre. Los nuevos administradores, introducen modificaciones en el edificio, incorporando mayores comodidades para los pasajeros y el “servicio de viandas a domicilio”, manteniendo los de lunch y banquetes.
El 1 de abril de 1920,el “Hotel Concordia” pasa a ser explotado por la sociedad de los Señores Luis Perematheu y B. Gautemein, quienes adquieren los muebles y demás enseres a los Srs. Nemesio y Eustaquio Marcial, continuando la propiedad del edificio en manos de la Sra. María Zubeldia viuda de Cereda, quién lo alquila por el término de dos años a contar de ésa fecha. Los nuevos propietarios, son experimentados profesionales del comercio hotelero, ofreciendo al público y visitantes extranjeros su especial atención, hablando la Gerencia los idiomas de “Inglés-Francés y Alemán”.
El 1o de abril de 1923, renueva el contrato de alquiler del edificio, por el término de cinco años a contar de ésa fecha el Sr Luis Perematheu solamente.
El día 14 de abril de 1924, siendo aproximadamente las 23,30 horas, un cortocircuito produce un incendio en el despacho de bebidas del “Hotel Concordia”, quemándose totalmente ése local, no habiendo tomado mayores proporciones, por las personas que se encontraban presentes en el local que lograron sofocarlo.
El 15 de Octubre de 1925, la propiedad pasa a nombre de los herederos de Maria Zubeldia Guisti viuda de Cereda, Nemesio y Eustaquio Marcial
En el año 1927,los hermanos Nemesio y Eustaquio Marcial ,adquieren por compra judicial el terreno lindante al norte de su propiedad con un frente de 6 metros y 23,04 metros de fondo, con una superficie aproximada de 138 metros2.
El 1 de Abril de l928, finaliza el contrato de alquiler del edificio del “Hotel Concordia” con el Sr Luis Perematheu, que no renueva el contrato de locación, cerrando el hotel las puertas después de más de 30 años de actividad comercial en el ramo
El principal inconveniente, que tenía el edificio del hotel, era que, acorde las disposiciones municipales vigentes, a partir del 1 de enero de l928, todas las propiedades de la ciudad ubicadas dentro de un determinado radio desde la plaza Ramírez, debían instalar los servicios de aguas corrientes, cloacas y suministro de energía eléctrica, por parte de la nueva usina nacional.
El edificio del “Hotel Concordia”, es sometido a diversas reparaciones y construcción de baños, acorde las nuevas normas vigentes para adaptarlo a las exigencias de los usuarios por parte de sus propietarios Señores Nemesio y Eustaquio Marcial.
Los propietarios de la finca la alquilan el día 3 de Abril de 1928,a los hermanos Pedro Antonio y Isidoro Jose Pirovani hoteleros de la localidad de Basavilbaso, donde explotaban el conocido “Hotel Paris”, de ésa ciudad, pasando a radicarse en Concepción del Uruguay, firmando el correspondiente contrato de locación por el término de tres años a contar de ésa fecha, con opción a cinco años más, a razón de $ 450 pesos m/n mensuales, girando comercialmente bajo la razón social de “Pirovani Hnos”, teniendo a su cargo la explotación comercial del “Hotel Concordia”.
En el año 1930,la razón social “Pirovani Hnos”, pasa a denominarse “Pedro Antonio Pirovani y Cia”. El 29 de Agosto de 1936, Nemesio Marcial compra a su hermano la propiedad de la calle MORENO N° 129 y 149 y el terreno anexo-
La antigua Calle Buenos Aires, cuyo nombre mantenía desde el año 1850, por ordenanza municipal N° 1073 de fecha 26 de Agosto de 1938,pasa a llamarse “Sarmiento” que a la fecha mantiene.
El 1 de Abril de 1940,la Señora Maria Luisa Colombo De Marcial, con la venia de su esposo Nemesio Marcial, vende al Sr. Pedro Antonio Pirovani y a su esposa Elba Cornelia Angela Justet la referida propiedad y el terreno aledaño, al norte del edificio del “Hotel Concordia”. La venta se efectúa en la suma de $ 50.000 m/n correspondiendo al edificio el hotel la suma de $ 45.000 y $ 5.000 por el terreno anexo. En el año 1947, esta firma, pone en venta el prestigioso “Hotel Concordia”, incluyendo el edificio y existencias, prosiguiendo sus actividades comerciales hasta su concreción.
EL 9 de Enero de 1970, Editora La Calle, recepciona la nueva máquina impresora, la primera en su tipo, en un diario Uruguayense, que le permitirá tirar 4000 ejemplares por hora, y en forma automática los dobla y corta. La máquina, es instalada en el local de calle Moreno 139, iniciándose el traslado de la dirección, oficinas y talleres al mismo, lo que motiva que en ése período, las ediciones del diario, salgan a la calle, con un tiraje reducido debido que todo el personal, se encuentra abocado a la mudanza. El 28 de Enero de 1970, queda concluido el traslado del Diario “La Calle” a su propio edificio, simultáneamente se pone en marcha la moderna impresora rotoplana, que a un costo millonario se ha adquirido para la impresión del diario, siendo su Director el profesor Leopoldo Broëdl.
A partir del 14 de Junio de 1991,en el edificio del Diario“La Calle” comienza a emitir el Canal de cable “Rio Cable Visión” ,estando presente en su inauguración el Sr. presidente de la Nación Dr Carlos Saúl Menem, incorporándose otro hito en la historia de este antiguo edificio de la ciudad.
Durante los años 1995/1997,las necesidades propias de un diario moderno y en continua evolución como lo eran “La Calle” y del “Canal Rio Cable Visión” ,motiva que la empresa encare importantes modificaciones, en su estructura interior, manteniendo su fachada.
El edificio, sin ningún tipos de dudas, tiene más de un siglo de existencia, habiendo sido casa de familia, cuartel, cantón de defensa, hoteles como “Nacional”, “Nuevo Hotel Nacional” y ” Concordia”, del Diario “La Calle”, ” Rio Cable Visión” y la Radio FM “Sensaciones” 90.5 , Hoy, abandonado luego una disputa judicial entre los dueños y antiguos empleados, sigue esperando por alguien que lo vuelva a la vida y no lo deje caer víctima de la piqueta para construir en ese histórico lugar un nuevo edificio en torre.