Historia del correo en Concepción del Uruguay

Ex-Casa de la familia Urquiza-Costa, adquirida por el Estado Nacional para el Correo

Don Pablo Schvartzman, en un folleto que hace la Dirección de Cultura local, para el aniversario de la instalación de las oficinas de correo en nuestra ciudad nos cuenta:

“A principios del siglo XVIII (1700), no existía prácticamente ninguna población en toda la costa entrerriana del río Uruguay. Nuestra ciudad, fundada por Don Tomas de Rocamora el 25 de junio de 1783, fue según algunos historiadores, la ciudad más importante de la provincia ya q sobresalía a Paraná en más de quinientos habitantes.

No es de extrañar, entonces, que desde sus comienzos Concepción del Uruguay constituyera un centro postal destacado y notable nudo de comunicaciones de lo que entonces se denominaba “Correo del Uruguay”. Este tuvo su origen en las gestiones de Don Francisco de Albín, comandante militar de Las Víboras, en 1792, en el sentido de continuar la ruta de Colonia Sacramento hasta Paysandú y Concepción del Uruguay, para vincular a estos puntos en forma directa con los pueblos de las Misiones. Bernardo de Garmendia gestiono en 1793 el establecimiento de postas en los tres puntos citados (Colonia, Paysandú y Concepción del Uruguay), proyecto que demoro en ser llevado a la práctica, principalmente por la rivalidad existente entre los administradores de correos de Buenos Aires y Montevideo. Finalmente los directores generales de Madrid resolvieron en 1799 desligar totalmente ambas administraciones y agregar a la de Montevideo todas “las estafetas y postas de la Banda Oriental del Rio de La Plata, así como las establecidas en Entre Ríos, hasta Gualeguay y Yerua, que forman parte de la carrera  del Rio Uruguay”.

Mapa de las postas en mayo de 1801

El 2 de mayo de 1801 se dio comienzo a este servicio con un correo quincenal. Se partía desde Colonia y pasando por Las Víboras, Espinillo, Santo Domingo, Soriano, Mercedes, se llegaba a Paysandú, continuando a Concepción del Uruguay y de aquí a Gualeguaychú y Gualeguay, el recorrido sumaba un total de ciento siete leguas.

Se prolongó luego la carrera hacia el norte, desde Concepción del Uruguay, hasta Salto Chico (Concordia) y desde allí hasta el primer pueblo nombrado Yapeyú en las Misiones. Modificando este primer proyecto, se aprobó el itinerario de 4 de febrero de 1804 y se ubicaron definitivamente la posta con algunas diferencias.

Según un informe de la época, el despacho de correos por la nueva Carrera del Uruguay podía llegar a los pueblos más retirados en solo diez días y con una cortedad y brevedad que se asombrarían hasta en Europa.

Desde 1801 se desempeñaba como administrador de correos en Concepción del Uruguay don José Miguel Díaz Vélez, quien tuvo una marcada influencia en el Cabildo Abierto del 8 de junio de 1810 que resolvió la adhesión de nuestra ciudad a los postulados de la Revolución de Mayo, pasando así a ser la primera del Virreinato en apoyar la gesta porteña.

Las autoridades revolucionarias dispusieron, con fecha 26 de agosto de 1810, que la correspondencia de Buenos Aires se dirigiera ahora a Santa Fe, desde donde se remitiría al comandante militar de Entre Ríos para su debido curso, y se especificaba que la misma debía ir en bolsa de badana, a efectos de evitar su posible deterioro. Hay que recordar que Montevideo continuaba siendo sede de las autoridades realistas, por lo cual esta variación del trayecto tenía su razón de ser.

Con fecha 15 de setiembre de 1810, Díaz Vélez dispone una nueva ruta postal entre Paraná y Concepción del Uruguay, pasando por Gualeguaychú, Gualeguay, Nogoyá y pueblos intermedios.

Conformada la República de Entre Ríos, el general Francisco Ramírez dicto los reglamentos que debían regir la nueva entidad política, estableciendo diversas normas vinculadas con las postas y correos.

No obstante, le correspondería al gobernador Lucio Mansilla, después de la muerte de Ramírez y la desaparición de la República Entrerriana, el mérito de haber dado una organización mucho más completa a los correos y postas provinciales. El 22 de enero de 1823 se designa administrador de correos a Don Diego de Miranda, quien desempeño sus tareas hasta 1850. Varios historiadores se han ocupado de la figura de Don Diego, al que se menciona como un funcionario “patriarcal” que llenaba su cometido con verdadera abnegación. De él se relatan algunos hechos notables como, por ejemplo, el que destaca que, ante serias dificultades económicas de la provincia, Don Diego ofreció servir al Estado gratuitamente.

Cuando Urquiza se hace cargo del gobierno demuestra también su preocupación por las comunicaciones en el territorio provincial y se logra así una mayor regularidad en los servicios de correos.

A pesar que la  provincia se vio envuelta en frecuentes luchas en esa época, el gobierno se mostró respetuoso de la correspondencia, aun de la enviada desde puntos controlados por el enemigo, y en una contestación de 1848, el gobernador declara expresamente que no hay inconveniente alguno en que se admita correspondencia que trajesen los buques procedentes de puertos enemigos y que la revolución del 7 de diciembre de 1847 está destinada únicamente a prohibir el comercio con esos puertos.

Los años pasaron, creció la población y correlativamente la importancia postal, de manera que la creación de las actuales oficinas locales se considera establecida con fecha 22 de abril de 1861.

El relato oral ubica el primer correo en Bulevar Yrigoyen y Maipú. Después de esta ubicación el correo tuvo varios emplazamientos, hasta que en 1890, el gobierno nacional adquiere el edificio que ocupa actualmente, a Dolores Costa de Urquiza. El presidente de nuestro país era Juárez Celman, quien después de una cordial sobremesa con Dolores Costa, convino el negocio. Es interesante este dato, cuando el presidente de la República, Doctor Miguel Juárez Celman visitó nuestra ciudad, con motivo de la inauguración del muelle “Nacional” o “exterior” (1887), se alojo en esta residencia.

Mansión Magasanik, sede del Correo entre 1899 y 1902

Entre los diferentes lugares dónde funcionó el correo, podemos citar la casa de la familia Cousillas (Alberdi, entre 3 de febrero y España), hasta 1899, para esa fecha se traslada a la casa de la familia Balestrini (Conocida luego como la mansión Magasanik, actual Cablevisión), funcionando en calle 3 de Febrero casi Ereño; allí funciona hasta 1902, trasladándose en 1903 a la casa del poeta Victoriano Montes (3 de Febrero y San Martín, esquina suroeste), hasta que en 1919 se traslada definitivamente a la ex-casa de Urquiza.

Fuentes: Schvartzman, Pablo,  Folleto aniversario del correo (1991); Rousseaux, Andrés “Mansión Balestrini-Magasanik”, Concepción del Uruguay, Edificios con Historia, Tomo  III y Mallea, Lorenza, Recopilación de historia (1983)

 

 

El Capitán Espadón

Palacio San José

Un personaje que existió y acompaño a la ciudad, Concepción del Uruguay, en los años de mucha guerra y revolución en Entre Ríos.

Era un italiano que trabajo en los talleres del Palacio San José, con Cataldi como oficial.

Fue un hombre especial, decidor y bromista,  buen comedor y no mal bebedor, fue un gaucho en las partidas de truco o la taba.

Conocido por el Gral. Urquiza, al retirarse de los talleres donde trabajaba, este le obsequia el grado de Capitán de Infantería, sin darle mando de fuerzas y le regala una larga y pesada espada que lo distinguía de todos. Esto lo hizo merecedor del nombre CAPITAN ESPADON.

Sobresalió por su espada que lucía con mucho orgullo, pero era muy difícil manejarla. Tal es la anécdota que quedo. Un día perdió una apuesta pues su espada era tan grande, que no pudo sacarla de la vaina en tres tiempos.

Al pasar por las calles de la ciudad, la gente se burlaba de él, diciéndole:

“Larga como esperanza de pobre”

“¡Virgen y Mártir!”

“La del Capitán Bernardo, ni corta ni pincha”

Pero el Capitán Espadón, solo respondía retorciendo su largo bigote.

“ya verán cuando llegue el momento si sabe cortar y pinchar a los que se pongan a su alcance”

Y dando un “VIVA EL GRAL. URQUIZA”, a quien admiraba, se retiraba del lugar.

Al llegar el 11 de abril de 1870, la muerte de Urquiza, hizo que Entre Ríos se levantó en armas, para defender la autonomía ultrajada por las fuerzas de la Nación.

Fue una lucha desigual, los entrerrianos eran apenas 12000 hombres mal armados y mal vestidos contra el poder nacional.

Por otro lado “los colorados” las fuerzas nacionales dominaban las principales ciudades y los soldados entrerrianos al mando de López Jordán paseaban sus banderas de uno a otro extremo de la provincia.

López Jordán, mando soldados que tomaran las ciudades de Gualeguaychú y Gualeguay y él se dedicó a Concepción del Uruguay, fue el 12 de julio de 1870.

El colegio del Uruguay había sido tomado por Ortiz dos meses antes y fue un punto de defensa de la ciudad y Legislatura. Pero Ortiz herido, los principales oficiales habían muerto, los pocos soldados ya quedaban con pocas fuerzas.

En ese momento aparece sobre uno de los parapetos, el Capitán, cargando un fusil y desafiando a las tropas que atacaban. El defendía lo que Urquiza nos había dejado.

Por cada tiro que tiraba, gritaba “¡Viva el Gral. Urquiza!”.

Si era el Capitán Espadón que se revelaba como héroe en ese momento, pagando la deuda que creía tener con el Gral. Urquiza.

Todas las bromas que había recibido se tornaron en admiración y respeto en ese momento. Y fue ese momento su final, un disparo que llego desde el cantón del Club (Club Social) le dio en el pecho. El Capitán siguió su lucha hasta que recibió otro disparo en la frente. Nunca dejo de gritar ¡Viva el Gral. Urquiza!.

Su cadáver se juntó a los de otros que habían caído y fueron depositados en la fosa común del Cementerio del Uruguay.

Fuente: Diario La Calle, agosto de 1974, Resumen de la revista “Fulguraciones y Eclipses” de Manuel Ugarteche

 

 

 

 

 

La Doctora Teresa Ratto

Doctora Teresa Ratto

Teresa Ratto estudio en escuela normal Mariano Moreno, la segunda fundada en el país. Al finalizare sus estudios primarios apunto su objetivo a un sueño imposible para la época, obtener el título de bachiller para, finalmente hacer una carrera universitario

El primer paso estaba dado, el Colegio lo había fundado Urquiza, pero era solo para varones.

Pero Teresa Ratto tuvo suerte que en aquel momento el rector fuera José Zubiaur,  un hombre abierto y progresista que formo el Primer Comité Olímpico Internacional en el año 1894.

Zubiaur pide autorización al Ministro de Instrucción Pública para que una mujer ingresara al Colegio.

Ella a los 15 años fue maestra pero debió comenzar de primer año el Bachillerato, realizando primer año, hizo segundo y tercero libre y los dos últimos los hizo como alumna regular.

Con 20 años termina sus estudios en 1895 y se va a Buenos Aires para seguir la carrera de medicina, recibiéndose a los veintisiete años. Fue la primera entrerriana en obtener ese título. Además de medica era “Doctora en medicina”, obteniendo ese título con su tesis sobre el “Seudo-reumatismo escarlatinoso”.

Su labor profesional la desarrollo en Buenos Aires, donde formo parte de equipos médicos que hicieron frente a las epidemias de la época. Pero su vida que la entrego a los enfermos se vio acrecentada  y sintió que debía regresar a Concepción del Uruguay.

En su casa paterna atendía a los enfermos.

En la epidemia de viruela Teresa era la única médica en la ciudad que atendía la vacunación. Su hermano Octavino de 13 años iba a acaballo todos los días a la Municipalidad a buscar las vacunas. En su casa la gente hacía cola para ser vacunada.

La figura de esta mujer que nos enorgullece a los concepcioneros, es meritoria por su inteligencia, por su personalidad, por sus dotes morales, pero por sobre todo por imponerse con sus ideales a una época en que la mujer por su condición de tal tenía vedada su actuación pública. Pero Teresa Ratto, participó activamente en los primeros centros de estudiantes y fue una de las primeras militantes en la defensa de los derechos de las mujeres.

Falleció muy joven, de peritonitis, el 2 de abril de 1906, y hoy sus restos descansan en el cementerio local en el panteón de su familia.

Hoy podemos apreciar sus pertenencias personales en el Museo Histórico del Colegio del Uruguay, Justo José de Urquiza, que fueron donadas por su sobrina nieta Teresa Ratto. En diciembre de 1975, en adhesión al “Año internacional de la mujer” se imponer su nombre a la ex calle Washington, que pasa por el frente de su casa.

Fuentes: Diario La Calle, Numero dedicado al 125 aniversario del Colegio, agosto de 1974; Diario La Calle, Suplemento 23 de Mayo de 1999 y Diario Uruguay, 3 de abril de 2006.

 

 

Proyecto de construcción de un nuevo Palacio Municipal

Diseño del Palacio Municipal del Arq. Corbella

Proyecto de construcción de un nuevo palacio municipal

La propia evolución de la ciudad y la antigüedad del edificio en que funcionaba la municipalidad (Se refiere al viejo edificio de la Comandancia), el  que pese a los arreglos y ampliaciones realizadas,  de ninguna manera cubrían las necesidades administrativas de la corporación municipal.

Ello lleva a las autoridades de la época, a solicitar al distinguido arquitecto Uruguayense  Juan B. Corbella que presente “un proyecto de palacio municipal” tomando como base para su construcción “el solar” (un cuarto de manzana) propiedad de la municipalidad  en la esquina de las calles San Martín y Moreno.-

El proyecto es presentado en junio de 1911 teniendo como presupuesto para su construcción la suma de $ 100.000 pesos m/n, suma que la municipalidad no tenía posibilidad de afrontar.

El “Palacio Municipal” como se lo denominara, tenía hermosas líneas arquitectónicas estilo “francés” como lo podemos apreciar en el bosquejo publicado en el periódico La Juventud del 6 de junio de 1911.

Es de destacar, que el arquitecto Corbella, que en ése momento se encontraba en plenitud de su carrera, es el autor de los proyectos de la “Mansión de la Familia Perette-Jorge”  la “Mansión de Doña Sara Sagastume Urquiza de Chiloteguy (ambos edificios fueron demolidos)  y del palacete del “Dr. Corbella” que aún se mantiene en pié en la esquina de Perón y San Martín.

Fuente: Rousseaux, Andrés, “De la comandancia al Centro Cívico” 2010

La Municipalidad de Concepción del Uruguay y el edificio del “Centro Cívico”

Edificio del Centro Cívico en construcción, año 1981

La Municipalidad de Concepción Del Uruguay:

A partir del 1º de enero de 1873, queda instalada la “Municipalidad de Concepción Del Uruguay”, realizando su primera sección  al día siguiente  eligiendo como Presidente de la flamante corporación al distinguido vecino Antonio Piñón  y como Secretario a José A . de Urquiza

Las primeras reuniones de la corporación municipal se realizan en los salones de la planta alta del “Club Casino Uruguay” ubicado en la planta alta del edificio original de lo que después será el Hotel París

Durante el gobierno del Doctor  Ramón Fevre (1875-1879) se construye el nuevo edificio para la “Jefatura Política y Juzgados”, la que al haberse constituido la municipalidad había perdido parte de las amplísimas funciones que tenía, quedando  reducidas a las netamente “policiales”. El nuevo edificio, levantado en un predio propiedad de la provincia, calle de por medio del antiguo edificio de la “La Comandancia” corresponde al actual edificio de la Policía de Entre Ríos.

La autoridades municipales, que tenían su asiento para ese entonces en una de las casas del General Manuel Antonio Urdinarrain, se trasladan al edificio de lo que fuera la comandancia frente a la Plaza Gral Ramirez

La cesión del terreno y edificio que ocupara la “ex comandancia” por parte de la provincia – que por muchos años en la jerga popular mantuvo esta denominación hasta su demolición- corresponde exclusivamente al “solar “ (un cuarto de manzana) de la esquinas de las actuales calles San Martín y Moreno mientras que el solar b) aledaño hacia el este, continuó siendo  de “propiedad particular”, aunque eventualmente la municipalidad lo utilizara como “depósitos, patio de ejercicios militares de la Guardia Nacional, etc.“

La donación  es aceptada por la Municipalidad de nuestra ciudad en la sección del 17 de julio de 1888 del Honorable Concejo Deliberante.

A través del análisis de antiguas fotografías del edificio referido, podemos inferir que a posteriori de la recepción  del edificio de la “ex comandancia” por la municipalidad local, se construye “la planta alta sobre la calle San Martín” tal como se pudo apreciar hasta su demolición.

La municipalidad se traslada al edificio de la ex Escuela Normal de Maestras

En el mes de agosto de 1915, el Rector de la Escuela Normal de Maestras , recibe la orden de las autoridades del Ministerio de Educación de la Nación ,de trasladar todas las dependencias de la misma a su nuevo edificio -el actual- desde los lugares donde funcionaba ,la ex residencia de la familia Urquiza calle 25 de Mayo esquina Galarza (posteriormente Correos y Telégrafos de la Nación) y del edificio que originalmente se había construido para la escuela ubicado en la esquina de las calles Independencia (hoy Supremo Entrerriano ) y Galarza , donde funcionaban los “cursos de aplicación.

Algunos años después, a fines de 1923 el Gobierno de la Provincia de Entre Ríos a cargo de D. Ramón Mihura ofrece a la intendencia de la ciudad de Concepción Del Uruguay la cesión definitiva del terreno y edificio de la  ex  Escuela Normal de Maestro a fin que en el edificio se instalen las oficinas municipales. Por Ordenanza Nº 570 de fecha 23 de enero de 1924, las autoridades locales aceptan la donación del aludido edificio de calle Galarza Nº 617.

Pasará un tiempo antes que se concrete la mudanza, dado que primeramente el edificio debía ser sometido a importantes obras de reparaciones y adecuación a las necesidades orgánicas de la municipalidad, pero muy especialmente la construcción de nuevos sanitarios conectado a la red de cloacas de la ciudad, cuya obligatoriedad entraba en vigencia el 1º de enero de 1928 debiéndose eliminar los “clásicos pozos negros”.

Los trabajos demandaron, prácticamente dos años, iniciándose la mudanza el 6 de septiembre  de 1928, previo de haberse recepcionado el nuevo mobiliario adquirido en la ciudad de Buenos Aires.

En el antiguo edificio de “la comandancia” -como se la seguía llamando en la jerga popular-  continuaron funcionando algunas dependencias municipales como talleres de herrería y carpintería, depósitos de materiales y  carros, asiento de la “banda de música municipal” y casa habitación del mayordomo.

En abril de 1930, la Intendencia cede  en préstamo parte de las oficinas del antiguo edificio, para asiento de  del Batallón de Boys Scouts “Domingo Faustino Sarmiento” y donde realizará sus ejercicios dominicales.

Demolición del antiguo  edificio de la Comandancia:

En agosto de 1938, el Intendente de la Municipalidad de Concepción Del Uruguay Dr. Agusto Germán Ravenna presenta a consideración del Honorable Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para disponer de una pequeña suma de dinero con destino a la demolición del antiguo edificio municipal (se refería a la Ex Comandancia), dado  que técnicamente el mismo no admitía ningún tipo de reparaciones, existiendo la posibilidad de un derrumbe con el potencial peligro que representa para las personas y propone construir un tapial “adecuado” para mantener el terreno cercado hasta se disponga sobre su futuro. Las obras de demolición se ejecutaron en el año 1940, quedando de la antigua Comandancia algunas partes de sus paredes exteriores sobre las calles Moreno y San Martín que dejaron de como tapial circundante.

La Municipalidad local, mediante Ordenanza Nº 1205 de fecha 14 de noviembre de 1941 dispuso donar dos rejas correspondientes a la ventanas de la “Ex Comandancia” sean donada al Instituto Histórico Entrerriano de Andrés García .encontrándose hoy gracias a este precavido concepcionero en el Museo Municipal que lleva su nombre.

El terreno de la esquina de San Martín y Perón

El solar hacia el este del que correspondió a la antigua Comandancia, desde sus primeros propietarios, fue pasando de manos por herencias y/o ventas, hasta la década del año 1940, que pasara a ser propiedad del Automóvil Club Argentino (ACA)  donde tenía el propósito de levantar una moderna estación de servicios en la planta baja y hotel en los pisos superiores. El proyecto del ACA, quedó en la intención y por una u otra causa no llegó a concretarse

El predio fue facilitado en préstamo a la municipalidad local, hasta tanto se construyera el edificio proyectado, con la condición de mantenerlo en buenas condiciones. Durante el lapso que estuvo a cargo de la municipalidad, ésta le dio diversos usos, siendo facilitado primeramente al “Litoral Boxing Club” donde levanta uno de los primeros estadio de boxeo de la ciudad con el nombre de “General San Martín”, donde se realizaron memorables combates entre los créditos de la época.

En el año 1945,la municipalidad abrió en el lugar “una feria municipal”. Posteriormente en diciembre de 1957 se exhibió la conocida ballena blanca “Moby Dick” embalsamada.

Durante la administración municipal del Dr. Salvador Trigos, en el solar se inicia la construcción de un parque infantil  que es inaugurado el 1º de diciembre de 1963.

Al crearse la Oficina de Turismo de la Municipalidad de Concepción Del Uruguay el 13 de enero de 1971, dicho organismo ocupaba un espacio ubicado en el solar de referencia hasta su traslado a dependencia de los que había sido la Ex maternidad Municipal Piñón en calle 9 de Julio casi Congreso de Tucumán

En octubre de 1972, la calesita que funcionaba en ése lugar desde la instalación del parque infantil, es traslada al terreno de la esquina de las actuales calles Perón esquina 9 de Julio (ex Mansión de la Sra. Sara Sagastume Urquiza De Chiloteguy).

El terreno, hasta la iniciación de las obras del Centro Cívico  en el mes de febrero de 1978 fue utilizado para diversos eventos, desde ferias de libros hasta la exhibición de coches de distintas marcas de los concesionarios locales.

Los terrenos para el  Centro Cívico:

En el año 1951, durante la Intendencia de Juan Antonio Sansoni, se reflota la idea del año 1911 de construir “un palacio municipal” en los dos solares situados al sur de la Plaza General Ramirez sobre la calle San Martín entre Vicente H Montero (denominación de ésa época hoy Perón) y Moreno.

Desde el punto de vista legal, no existían inconvenientes en lo que respecta al solar a) donde había estado la antigua Comandancia, que como hemos visto era sin discusión propiedad de la Municipalidad de nuestra ciudad. El problema se presentaba, con respecto al solar b) esquina de las calles San Martín y Vicente H. Montero, que pertenecía en propiedad al Automóvil Club Argentino.

A tal fin, el 8 de octubre de 1951, el Departamento Ejecutivo por Ordenanza Nº 1502 declara ”Necesaria la expropiación de los terrenos de la sociedad civil Automóvil Club Argentino y los pertenecientes a Doña María Ángela Rebacco y/o quienes resulten ser  propietarios de los mismos (…) con destino a la construcción del Palacio Municipal y  dependencias anexas…”

La misma Ordenanza autoriza al Departamento Ejecutivo para iniciar “…los trámites correspondientes para que dicte la Ley respectiva para que se declaren de utilidad pública los referidos terrenos…”

El 2 de septiembre de 1958, el Honorable Concejo Deliberante de la Municipalidad de  Concepción del Uruguay, autoriza al Departamento Ejecutivo para:”…iniciar  los trámites ante la Honorable Legislatura de la Provincia de Entre Ríos para la expropiación de los terrenos adyacentes al terreno municipal pertenecientes al Automóvil Club Argentino y los dos lotes que de terrenos con frente a la calle Alberdi, cuyos “contrafrentes lindan con los solares anteriormente mencionados…”

Los dos terrenos que se hacen referencia, sobre calle Alberdi permitirían que el futuro edificio del “Palacio Municipal” tuviera “mayor profundidad y acceso desde la calle mencionada”, tal como en la actualidad podemos apreciarlo.

En un momento de las negociaciones con el Automóvil Club Argentino (ACA) para obtener la propiedad del solar de su pertenencia, la municipalidad, ofrece el “trueque del mismo”, por la manzana  comprendida entre las calles Galarza, Bulevar Benito T. Martinez (hoy de los Constituyentes), Rocamora y José Scelzi, es decir la que actualmente corresponde a la Terminal de ómnibus “Francisco Ramirez”, operación que no llego a concretarse.

El 27 de agosto de 1965, en la reunión celebrada en ésa fecha por el Honorable Concejo Deliberante, aprueba el “proyecto de ordenanza que:”…dispone declarar de utilidad pública el solar ubicado en la esquina de las calles Vicente H Montero y San Martín, propiedad del Automóvil Club Argentino (ACA) y ofrecerlo al Gobierno de la Provincia de Entre “Ríos para la construcción de un hotel de turismo…”. Este fue uno de los tantos “proyectos”, del destino que se le querían dar a los predios del tan necesario “Palacio Municipal”.

El tiempo fue pasando, salvo la “calesita que funcionaba” en el solar de San Martín y  Vicente H. Montero, el correspondiente a la “Ex Comandancia” se encontraba abandonado surgiendo voces de protestas y como solución  se  proponía, la construcción de una playa de estacionamiento.

En julio de 1972, un grupo de empresarios hoteleros, ofrecieron a la Municipalidad local, adquirir el solar de la esquina de las calles San Martín y Moreno para construir un gran hotel de turismo en los pisos altos, mientras que la planta baja y algunos de los primeros se reservarían para la municipalidad y sus oficinas. El proyecto fue resistido, esgrimiéndose la vieja ordenanza, que el terreno estaba destinado a la construcción del “Palacio Municipal”

Después de largo trámites burocráticos, la Provincia de Entre Ríos expropia el solar de la esquina de las calles San Martín y Perón, el que luego es transferido en propiedad a la Municipalidad local.

En cuanto a los terrenos -con frente a la calle Alberdi- propiedad del Sr Jose María Blanc son adquiridos por el gobierno municipal en la suma de $ 170.000 acorde autorización dada al Poder Ejecutivo por Ordenanza del 25-7-1974 los que son anexados a los dos solares (media manzana) original.

El edificio del Centro Cívico:

En enero de 1961,durante la Intendencia del Dr Juan E Lacava, la Municipalidad de Concepción Del Uruguay, llama a concurso de “un anteproyecto de Palacio Municipal” a ser  construido en los solares sobre la Calle San Martín entre Vicente H Montero y Moreno cerrándose el mismo el 30 de enero de ése año.

En base al “anteproyecto”, la municipalidad local con fecha 12 de enero de 1962, dictó un Decreto llamando a “licitación pública para la construcción del palacio municipal y gran auditórium”, pudiéndose presentar las propuestas hasta el día 15 de marzo del mismo año a las 11:00 horas. Diversas circunstancias, hicieron fracasar este proyecto, sobre todo al no haber obtenido los recursos financieros para la obra

En el año 1971, la Municipalidad de Concepción del Uruguay, ofrece al Gobierno de la Provincia de Entre Ríos, los  solares de su propiedad, frente a la Plaza General Ramirez sobre calle San Martín, para la construcción del Palacio de los Tribunales y oficinas provinciales, debiendo la provincia en retribución, construir las oficinas municipales (Palacio Municipal)

Con esta alternativa, el Gobierno de la provincia, en 1972 llamada a “concurso del anteproyecto del Centro Cívico de la ciudad de Concepción del Uruguay, encargando al Colegio de Profesionales de la Ingeniería de Entre Ríos el patrocinio y organización de dicho concurso.

Al mismo se presentaron nueve equipos, resultando seleccionado el del ingeniero civil Ignacio E Bértora y arquitecta Margarita M. Charrieré de Bossero, sumándosele posteriormente Ana Pusiol, Víctor Bossero y José Román ,colaborando además los arquitectos Jantus Escudero, E. Gabín ,A. Sánchez y A. Resnik

Al anteproyecto original, se le introducen diversas modificaciones, al incorporarse la necesidad de alojar otras oficinas provinciales en el edificio, evitando de ésa manera que las mismas se encuentren desperdigadas, en diversos puntos de la ciudad.

En una visita a nuestra ciudad el Gobernador de la Provincia D Tomás Cresto anunció que con fecha 27 de diciembre de 1973 las Cámaras Legislativas de la provincia habían aprobado el proyecto para la “construcción del Centro Cívico de Concepción del Uruguay”

El edificio, tendrá  planta baja y tres pisos, un subsuelo y un salón de actos, estando divido en dos sectores, uno correspondiente a la Municipalidad (lado oeste) y el otro (lado este) donde funcionarán los Juzgados, la Cámara de Apelaciones etc., es decir todo lo que hace a la Justicia y también funcionaran el Registro de la Propiedad, el Registro Civil y Receptoría de Rentas. La superficie total del edificio es de 8.457 metros cuadrados

El 3 de mayo de 1974, arriban a la ciudad un grupo de técnicos de la Dirección de Arquitectura de la provincia, a los efectos del relevamiento del terreno para la confección del proyecto definitivo del futuro “Centro Cívico”. En julio de ése mismo año, se aprueban las partidas para la mensura, nivelación y estudios de suelo en los solares donde se construirá la obra. En agosto de l974, una empresa contratada al efecto de la ciudad de Santa Fé realiza los respectivos “estudios de suelo” donde se construiría el edificio.

El 1º de marzo de 1975, se realiza la apertura de la licitación habiéndose fijado un presupuesto oficial de $ 42.522.025, 34 pesos Ley 18.188, habiéndose presentado diversas empresas, todas ellas con ofertas superiores al presupuesto fijado, lo que lleva al Gobierno de la provincia a “dejarla sin efecto” y autoriza a la Dirección de Arquitectura de la provincia, para que la obra se llevo a cabo “por etapas”, comprendiendo la primera, la estructura de “hormigón armado”.

El 31 de agosto de 1977, se anuncia el llamado a licitación pública para la I etapa del Centro Cívico de Concepción del Uruguay con un presupuesto oficial de $ 275.621.500 pesos m/n siendo adjudicado a la Empresa “Ingenieros Asociados”.

Se inicia la obra: Etapa 1

La tan esperada obra, para la histórica ciudad de Concepción Del Uruguay, como lo era su “Centro Cívico” después mucho bregar y largos trámites burocráticos, el miércoles 15 de febrero de 1978, se dan inicio a los trabajos con la construcción de la empalizada circundante a la obra.

Seguidamente, la empresa COPUL de nuestra ciudad, en calidad de subcontratista, da comienzo a las excavaciones utilizando la municipalidad la tierra sacada para rellenar el terraplén del nuevo puente sobre el arroyo “El Gato” en la zona de la Salamanca.

Los trabajos se continúan desarrollando acorde los plazos estipulados y a buen ritmo, encontrándose para octubre de 1978 hormigonado el subsuelo y se había iniciado la planta baja. El 23 de febrero de 1979, vista la ciudad el Interventor Federal en la Provincia de Entre Ríos General de Brigada  Carlos Enrique Aguirre quién acompañado con el entonces Comisionado Municipal de nuestra Ciudad D Eduardo Giqueaux visitan la obra quedando impresionado por el avance de la misma. Para junio de 1979, la primera etapa está prácticamente concluida, quedando detalles  entrando la obra en un estado de “semiparalización” hasta tanto se inicie la segunda etapa prevista

Etapa 2:

En julio de 1979, el Gobierno de la Intervención Federal en Entre Ríos, aprueba el llamado a licitación de la II etapa de las obras del Centro Cívico de Concepción del Uruguay, fijándose como fecha de apertura de las ofertas el 27 de mayo de 1980 con un presupuesto oficial de $9.194.766.093 m/n.

Después del estudio de las distintas ofertas, la II etapa de la obra es adjudicada a la empresa “Devinar SA” la que tiene veinticuatro meses de plazo para su ejecución, dando comienzo a los trabajos en noviembre de 1980.

La empresa, toma con seriedad y responsabilidad  los trabajos contratados, manteniendo un ritmo sostenido durante todo el año 1981, encontrándose para mayo de ése año colocadas todas las aberturas y en proceso de revocado las paredes exteriores del magnífico edificio y para septiembre del mismo año se colocan las mayólicas de las paredes quedan sobre las calles Moreno y San Martín. Como inspector de la obras,por parte de la municipalidad local había sido designado el Ingeniero D JUAN CARLOS KUNAT, profesional de reconocidos méritos en la materia.

En el mes de septiembre de 1982, se reciben los dos transformares de Agua y Energía de la Nación para la alimentación del edificio, estando la obra en muy avanzado estado, habiéndose colocado todos los sanitarios faltando detalles y la colocación de pisos, teniéndose previsto su finalización para mediados del año 1984-

Inauguración simbólica

En el año 1983, entre  los actos programados para la celebración del 2° Centenario de la Ciudad de Concepción Del Uruguay, el 25 de junio se efectúa la “inauguración simbólica” del edificio del Centro Cívico de Concepción del Uruguay, estando previsto su finalización total para el mes de febrero de 1984. En el acto, cortaron la cinta el  Interventor Federal en la Provincia de Entre Ríos Ingeniero Mario Bertozzi y el Intendente de la ciudad Alí Honoré Argachá habilitándose parcialmente un  sector del edificio municipal.

Habilitación oficial, traslado de organismos judiciales y oficinas

En principio se había previsto su “inauguración oficial” el día 3 de febrero de 1984 coincidente con el aniversario de la Batalla de Caseros, pero diversos motivos impidieron que se realizara tan anhelada  ceremonia. Uno de los motivos de la demora en la entrega del flamante edificio, fue la interconexión eléctrica del mismo a la red de energía de la ciudad que se concreta el 9 de febrero de 1984, realizándose por primera vez su iluminación a pleno en la noche del 24 de abril del mismo año, oportunidad que el fotógrafo Sergio Obholz toma una magnífica fotografía, en que se resalta la belleza del flamante  “Centro Civíco”

El 13 de junio de 1984 (miércoles) se inicia la mudanza de los distintos organismos y oficinas judiciales al “Centro Cívico de Concepción del Uruguay”, los que se extenderán hasta fines del mes de agosto

Inauguración oficial del “Centro Cívico

El 10 de agosto de 1984, faltando aún ocupar la mayor parte del sector destinado a la Municipalidad de Concepción Del Uruguay, con la presencia del Sr Gobernador de la Provincia de Entre Ríos Dr. Sergio Montiel conjuntamente con el Ministro de Gobierno, Educación y Justicia Sr Armando Taffarell y miembros de gabinete provincial, el Intendente de la ciudad Contador Lucio Godoy, acompañados por autoridades locales , en la explana del flamante “Centro Cívico”, se deja oficialmente inaugurada la obra, haciendo uso de la palabra el Intendente Godoy para referirse a tan trascendental acto para la ciudad cerrando el

Acto con palabras del Sr Gobernador. Concurrieron especialmente invitados los ex Intendentes Dr. Juan E Lacava y Sr Carlos María Scelzi  y el Vice Gobernador de la provincia Dr. Teodoro Marcó.

Otros acontecimientos.     

El 12 de octubre de 1984, se inaugura oficialmente el “Salón de Actos” del Centro Cívico  actuando el conjunto de “cámara municipal” integrado por los Señores Oberto Federico y Vital Arditti y además el coro estable municipal bajo la dirección del Dr Juan Miguel Lacava.

El 30 de noviembre de 1984,el vecino Samuel Yabiansky dona una bandera Argentina, la que es izada por primera vez en el mástil de la Municipalidad  en ésa fecha

El 1º de Julio de 1985, el Honorable Concejo Deliberante de la Municipalidad de nuestra ciudad, en sesión especial y en recordación al decimo primer aniversario del fallecimiento del General Juan Domingo Perón, le impone su nombre a la Sala de Sesiones con la denominación de “Presidente Perón”.

Por iniciativa del Intendente de la ciudad Contador Lucio Godoy, el domingo 28 de julio de 1987, se le impone el nombre de “Presidente Arturo IIlía”  al salón auditorio del “Centro Cívico” en homenaje a éste preclaro ciudadano, que ejerciera la primera magistratura de la nación con honestidad y civismo.

Texto extraído de la publicación de Rousseaux, Andrés René “Desde la Comandancia al Centro Cívico de Concepción de  Uruguay”, Municipalidad de Concepción del Uruguay”, 2010  

El Bar-Parrilla “Filippini”

Publicidad de “Parrilla Filippini” aparecida en la revista del Rally 1986

El edificio de la “Parrilla Filippini”

El primer propietario del solar (1/4 de manzana) de la esquina aludida, perteneció a Cipriano de Urquiza (hermano del General Justo José de Urquiza) que lo había recibido del Cabildo de la entonces Villa de Concepción del Uruguay, con el compromiso de “poblar y edificar” construyendo en la esquina propiamente dicha, un edificio de material con techo de paja, aproximadamente en el año 1822.

El solar y vivienda el 30 de marzo de 1829, pasa a ser propiedad de José Ramirez y su señora esposa  Doña Margarita Gonzalez de Ramirez, que en el año 1820 habitaban el partido “del Tala”, en la otra margen del arroyo de La China…”

Al fallecer los esposos José Ramirez y Doña Margarita Gonzalez, la propiedad pasa a manos de sus sucesores que se radican en la ciudad de Buenos Aires, quedando como administrador de los bienes el reconocido escribano uruguayense Wenceslao S Gadea

Este notario, por orden y representación de la familia Ramirez, vende el 23 de julio de 1900, el solar (1/4 de manzana) de la esquina noreste de las calles Rocamora y Colón, con ingreso por la primera de las calles nombradas, a Antonio Rebacco en la suma de $ 25.000 m/n.

En el año 1904, se instala en nuestra ciudad, la Companía de Obras Públicas del Río de la Plata propietaria de la primera usina eléctrica (corriente contínua) con que contaramos, instalando sus oficinas en la antigua casa de Antonio Rebacco.

En 1908 el suministro de energía eléctrica, pasa a manos de la Companía Anglo Argentina de Electricidad (corriente contínua) la que mantiene sus oficinas en la misma casa, hasta el 4 de octubre de 1913, fecha en que se inauguran la nueva usina y oficinas en la esquina de las calles 25 de Mayo y Estrada  actual asiento de la universidad autónoma de Entre Ríos

Al fallecer Juan Rebacco, esta propiedad y otros bienes, pasan en el año 1936 a  sus legítimos herederos, su esposa Luisa Villanueva de Rebacco y sus hijos  Pedro o Pedro Luis, Teresa Luisa o Teresa Juana, María Angela y María Teresa Rebacco, interviendo en el correspondiente acto notarial el escribano local Juan Lema.

 El Bar-Parrilla “Filippini”:

La antigua casa, es alquila por la “sucesión Rebacco” en el año 1940 a Carlos Filippini (Carlitos) quién previa refacciones y adecuaciones de los locales para el funcionamiento de “un bar parrilla” abre sus puertas el 8 de junio de ése año con el nombre de “Petit Bar” (pequeño bar) nombre poco conocido, dado que la jerga popular por años indentificó el negocio como “parrilla Filippini” en alusión al apellido de su propietario, quién contaba con la ayuda de su hermano “Augusto”.

Para la época de verano, la parrilla tenía un “patio al aire libre” en un terreno aledaño sobre calle Colón (de ésa época) el que es vendido el 15 de marzo de 1942 por la viuda de Antonio Rebacco -Doña Luisa Villanueva- a su yerno D Fortunato Zamudio en la suma de $6.600 m/n  continuando alquilado al Sr Filippini, interviniendo en el acto notarial el escribano José Rivera.

La  propiedad de la esquina (donde funciona el bar y parrilla Filippini), el 20 de agosto de 1946, es vendida por los sucesores de Antonio Rebacco, a su hermana Teresa Luisa o Luisa Juana Rebacco de Zamudio interviniendo el escribano Julián Chiloteguy, continuando alquilando el local Carlos Filippini.

El 15 de septiembre de 1957, se inaugura la terminal de omnibus “General  San Martín” en el conocido local “Salón Tavella o Salón Monumental”, frente a la parrilla “Filippini”, siendo ésta el lugar preferido por todos aquellos que debían viajar o arribaran a la ciudad, siendo ésta época la de mayor esplendor de esta tradicional parrilla.

Después de haber estado al frente del negocio, por veinticinco años, Carlos Fillipini, entrega “la posta” en el año 1965 a sus hijos Néstor Edgardo y Carlos Hugo quienes continúan con la tradición familiar, acuñada a través de largos años de esmerada y personalizada atención a sus clientes.

Al poco tiempo, Néstor se hizo cargo de otro tradicional negocio de la ciudad el “restaurante  Isondú” que funcionaba haciendo cruz a la parrilla Filippini, que sigue al timón de  Carlos Hugo continuando la senda de su padre.

El 24 de abril de 1967 -lunes- alrededor de las 0500 horas, un principio de incendio afectó parcialmente la parte posterior del negocio, el que fuera rápidamente sofocado por el Cuerpo de Bomberos Zapadores de la ciudad.

El 23 de noviembre de 1970, se inaugura la nueva terminal de ómnibus “El Supremo” en la manzana comprendida por las calles Rocamora-Dr Scelzi-Galarza y Benito T Martinez (actual de los Constituyentes) siendo intendente de la ciudad Miguel Ángel Gregori. El cambio de emplazamiento de la terminal, va a incidir en el futuro comercial de la tradicional parrilla “Filippini”

Al fallecer el  Fortunato Zamudio, sus bienes quedan en poder de su esposa Teresa Luisa Rebacco, a quién el 14 de junio de 1972, los hermanos Filippini (Néstor Edgardo y Carlos Hugo) adquieren la propiedad de la esquina de las actuales calles Rocamora y Eva Perón, donde funcionaba el “bar y parrilla Filippini” desde el año 1940, interviniendo el la escrituración el reconocido escribano local Néstor Hugo Nichele.

Los nuevos dueños, introducen importantes mejoras para ponerlo en condiciones acorde las nuevas necesidades y evolución comercial de la zona, a partir de la inauguración de la peatonal “Rocamora”

El terreno -sobre calle Eva Perón- donde funcionaba el tradicional  patio al “aire libre” es adquirido por una sociedad, para la construcción de un moderno hotel; no obstante  se continúa usando por los hermanos Filippini, hasta que se inícia la construcción del hotel “Carlos 1°”.

En el año 1997, el decaimiento de la actividad comercial y otros motivos llevan a los hermanos Filippini, a vender el el negocio gastronómico, el 3 de marzo de ése año al Señor Hugo José Francou con la intervención del escribano Roberto Balher. Este fue el fin de un establecimiento de casi 60 años, ya convertido en uno de los “Clasicos” en la ciudad.

Luego vendrían “Vieja Esquina”, “Lo de Pí-Pí” (con relación al nombre de su propietaria “Pipi” Ravenna, en 1999  “Las Cuartetas”, luego, en 2002, Parrilla “El Remanso” de Jorge L Sittoni, muchos otros negocios más, pero claro, eso ya es otra historia.

Texto: Andrés Rousseaux, aparecido en “Concepción del Uruguay. Edificios con historia” (Tomo III)

Monumento al 8 de Junio de 1810

Monumento al “8 de junio de 1810”, ubicado en Bv. Aráoz y 9 de Julio (Foto: Mabel Gómez)

“Exmo Señor

“Acabamos de recibir con oficio de V.E. de 1 de corriente impresos que manifiestan las juntas motivos y fines de la instalación de la Junta Provisional Gubernativa de la Provincia del Rio de La Plata a nombre del Señor Don. Fernando Séptimo, y quedan dadas todos disposiciones para que se lleve a debido efecto, en el Distrito de esta jurisdicción cuanto V.E. se sirve prevenirnos. El más pronto envío del Diputado de esta Villa y el puntual cumplimiento a las presentes y sucesivas órdenes de V.E. que acrediten el  celo y patriotismo de este vecindario a cuyo nombre tenemos el honor de felicitar a V.E. nuestro señor guarde la vida de V.E. muchos años. Villa de Concepción del Uruguay, 8 de junio de 1810.

“Exmo Señor José Miguel Díaz Vélez, Domingo   Morales, Agustín Urdinarrain, José Aguirre. Los señores de la Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Rio de La Plata.”

Esto se lee en la placa  que acompaña al monumento realizado en piedras de la zona y está ubicado en calle 9 de julio con intersección con Bulevar Aráoz.

Siendo intendente el Dr. Juan E. Lacava (1958/1962), se realizó un ensanchamiento de la calle 9 de Julio, en ese momento, ya se halaba instalado este monumento (Fue inaugurado el 8 de junio de 1960), que con dicha remodelación fue retirado y depositado junto a un montón de escombros en la esquina noroeste, dónde se encontraba la vieja cancha del club Atlético Uruguay. Diez años después, durante la intendencia (de facto) del Prof. Miguel Gregori, dicho monumento fue rescatado y se lo hizo restaurar ubicándolo dónde se encuentra en la actualidad  

La Revolución de Mayo sorprendió al doctor Díaz Vélez a cargo del Cabildo. El 1 de junio de 1810, llega a la villa de Nuestra Señora de la Concepción, el chasque oficial trayendo la comunicación de la instalación de la Primera Junta. El 8 de junio, en la Sala Capitular del Cabildo, frente a Plaza Mayor, el doctor José Díaz Vélez, Domingo Morales, Agustín Urdinarrain y José Aguirre, firman la Primera Adhesión en Entre Ríos y en todo el territorio de las Provincias Unidas del Rio de La Plata, a la Revolución de Mayo.

El 30 de junio de 1810, tuvo lugar un Cabildo Abierto para elegir el Diputado que nos representaría ante la Primera Junta.

La elección recayó en el cura Vicario José Bonifacio Redruello, con mandato de fidelidad a Fernando VII, quién, luego de la invasión de Michelena en 1811, abandonó la emigrando a Montevideo, en poder realista.  Finalmente Michelena, entre cuyos acompañantes se encontraban, entre otros, José de Rondeau y José G. Artigas, fue derrotado y arrojado fuera de la ciudad por el que muchos consideran el primer caudillo entrerriano, Bartolomé Zapata y finalmente el 12 de febrero de 1811 la villa se pronunció contra el gobierno español, hecho que hizo que el cuera Redruello abandonada C. del Uruguay en marzo de 1811.

En 1813 se lo encuentra en la iglesia matriz de Montevideo, pero firmando como cómo “Vicario de la Concepción del Uruguay”.

El fallido Diputado ante la Junta de mayo, falleció en Montevideo el 28 de marzo de 1836, a los 64 años, siendo sepultado en el cementerio de esa ciudad.

Bibliografía

Abescat, Francisco, “La ciudad de Nuestra Señora de la Concepción del Uruguay”, Nadal Sagastume, José, “Nuestra Parroquia” y Morasán Mario, “La histórica” (Patrimonio, monumentos y escultura pública de Concepción del Uruguay, 1783-2011)

 

Capilla La Concepción

Capilla “La Concepción” en 1983, durante los festejos por los 200 años de la ciudad. (Foto: Mario Soria)

En el año 1770, don Esteban García de Zúñiga, propietario de estancias en la zona de Gualeguaychú, arrojo de sus tierras a las familias que habitaban sus tierras,  trabajaban, sembraban y cosechaban.

Los ancianos, hombres y mujeres con sus hijos, cargando sus elementos de labranzas deciden emigrar a alguna tierra en que se pudieran establecer. Y es así, que llegan a la rinconada del Arroyo de La China.

En 1778, los habitantes se dirigen por el comisionado del partido “Arroyo de la China”, don León Almirón a las autoridades de Buenos Aires, solicitando permiso para levantar una capilla.

Esta capilla ubicada en el hoy Barrio La Concepción, se llamó Capilla de Almirón y tenía la imagen que hoy está en Basílica Inmaculada Concepción (altar que se encuentra debajo del campanario izquierdo), conocida como la imagen fundadora.

En 1780, visita la zona Monseñor Fray Sebastián Malvar y Pinto. Realiza un censo de vecinos y el 28 de setiembre de 1780 funda la primera Parroquia que funciona en este lugar hasta 1791, que fuera trasladada al actual emplazamiento de la Basílica.

El 25 de junio de 1783, don Tomas de Rocamora funda nuestra ciudad y el Virrey Vertiz designa la ciudad con el nombre de Concepción del Uruguay, por la devoción de la población a la virgen.

Imagen llegada en 1784 y que hoy preside la capilla

En el año 1784, llega a nuestra ciudad la imagen que preside actualmente la capilla del barrio y la imagen de San Sebastián que está en el altar mayor de nuestra basílica. Ambas imágenes son de madera.

En la actualidad la capilla preside el populoso barrio La Concepción, donde aparte de impartir enseñanza religiosa y misa de todos los días, también desde 1950, posee una escuela Taller La Concepción.

En 1973, se denomina al templo con la denominación de capilla.

Los primeros curas párrocos fueron, hasta la fundación de la ciudad:

1778 – Fray Pedro de Goitia, religioso franciscano

1781 – don Antonio Mariano Alonso

1783 – Fray Juan Tomas Churruca.

Hoy un grupo de Museólogos  locales, encabezados por el Carlos Iriarte, están restaurando la imagen de la Inmaculada Concepción que llegara en 1784, y restaurarán también el altar de dicha capilla.

Bibliografía: Abescat, Francisco, “La Ciudad de nuestra Señora de la Concepción del Uruguay” y Nadal Sagastume, José, “Nuestra Parroquia”

 

 

El cabildo de C. del Uruguay y los libros capitulares

Encabezado del Acta que designa al padre José B. Redruello como diputado por la Villa en 1810

La historia nos dice que los primeros libros del Cabildo de Concepción del Uruguay, fueron sustraído en el año 1811 por Juan Michelena, Oscar Urquiza Almandoz, en el Tomo N° 1 de su “Historia de Concepción del Uruguay” que, lamentablemente, el archivo del Cabildo de Concepción del Uruguay, al igual que los de Gualeguay y Gualeguaychú, no han sido hallados hasta ahora. Es creencia corriente que los libros capitulares de las villas entrerrianas fueron secuestrados en 1811 por los marinos españoles de la escuadrilla mandada por el capitán Juan Ángel Michelena y llevados a Montevideo.

En lo que hace a Gualeguaychú se ha tenido mayor fortuna, puesto que se ha logrado rescatar un Libro de Acuerdos del Cabildo de dicha villa, que abarca desde el 27 de julio de 1787 al 9 de mayo de 1811. El hallazgo fue realizado en Montevideo por el entonces arzobispo de Santa Fe, monseñor Nicolas Fassolino. Gestiones posteriores, realizadas en 1958 permitieron que el único libro de los cabildos entrerrianos hallados hasta ahora, fuera depositado en el Archivo del Obispado de Gualeguaychú.

El primer Cabildo. Rocamora, al fundar la villa el 25 de junio de 1783, procedió a elevar al Virrey la propuesta de los nombres que habrían de integrar el primer Cabildo. Poco después, con fecha 12 de julio, el Virrey Vértiz expidió el decreto por el cual aprobaba la fundación y a las autoridades capitulares.

Este primer cabildo estuvo integrado por: Alcalde Juan del Mármol. Regidores: José de Segovia, Pedro Martin de Chanes o Echániz, Domingo Leyes y Felipe López. Algunos autores agregan los nombres de Leandro Salvatella, Manuel Rico del Camino, Lorenzo Ayala, Gonzalo Ferragut, Miguel Martínez y Miguel Godoy.

Estos cabildos se renovaban todos los años. En 1810, el cabildo que adhirió a la Revolución de mayo estuvo integrado por: Alcalde josé Miguel Díaz Vélez. Alcalde de 2° voto: Domingo Morales. Regidores: Miguel Dumont, Francisco García Cortina, Mariano Romero, José Antonio Bolado. Síndico procurador: Agustín Urdinarrain.

¿Dónde estuvo ubicado el edificio del cabildo Concepción del Uruguay? Según la historiadora local María del Carmen Miloslavich de Álvarez, el Cabildo de la villa se levanto frente a la plaza principal en la manzana comprendida entre las actuales calles Eva perón, 9 de Julio, Supremo Entrerriano y Galarza. Dicha manzana continúo de propiedad fiscal hasta 1867, en que fue donada a la Asociacion Promotora del Progreso.

Pero, ¿están todos  perdidos?, esto se lo pregunta Eduardo Vector Álvarez en un artículo aparecido en diario “La Calle” del 25 de junio de 1983 (Suplemento 200 años de la fundación de la ciudad)

He tenido en mis manos el libro de “Protocolo” del Cabildo de Concepción Del Uruguay conteniendo asientos desde el año 1805 a 1812. Vetusto, evidenciando una existencia de ciento setenta años, encuadernado en cuero sobado, con una inscripción casi ilegible “N°… Libro 2 de Poderes y escrituras…”. Sus hojas contienen casi cien asientos comprendiendo compras y ventas de inmuebles, ídem de esclavos (mercadería muy valiosa en aquélla época) y legalizaciones de compra y venta de diversos negocios.

Todos estos escritos están fechados en Concepción del Uruguay y llevan al pie la firma de cabildantes, alcaldes mayores, vecinos, todas personas para nosotros conocidas a través de otros documentos de la época.

En este libro, muy importante en la organización administrativa-legal de los Cabildos coloniales, se protocolizaban actas de relevancia, escrituras, otorgación de poderes. etc.

Ante la existencia de este libro surgen de inmediato algunos interrogantes. Tradicionalmente se justificaba la total ausencia de documentación del archivo del Cabildo de C. del Uruguay, atribuyendo a Michelena el despojo total de la misma y su remisión a Montevideo y/o a España. Nos preguntamos: Si así fue, ¿cómo pudo habérsele “escapado” este libro de valioso contenido, como que legalizaba actas del Cabildos, transacciones comerciales e inmobiliarias?

Si el libro estuvo en Concepción del Uruguay hasta el año 1824 con seguridad (como lo demuestra una constancia del Alcalde Mayor Antonio del Rivero (Imagen que se adjunta) y en el se efectuaron asientos hasta 1812. quiere decir que no todo se llevó Michelena y habrá quizás otros libros del Cabildo de Concepción integrando reservorios particulares u oficiales.

Podría Michelena haber dejado de llevar libros de poca importancia pero no el que motiva este trabajo conteniendo todas las probanzas legales de los títulos de propiedad de los habitantes de la Villa entre los años 1805 y 1812.

Este libro contiene asientos de alto valor histórico como ser el acta de la reunión del Cabildo que designó al Rv.   P. José Bonifacio Redruello diputado ante la Junta del 25 de Mayo de 1810 y que lleva fecha del 30 de julio del mismo año.

El Reverendo Redruello se adhirió al movimiento contra el Virrey Cisneros pero a la llegada de Michelena renunció a sus ideales y ante la inminencia de la reconquista de la ciudad emigró hacia Montevideo en compañía de otros realistas, Esto ocurría en marzo de 1811.

Posiblemente este libro quedó en Concepción del Uruguay hasta el año 1883, año de la designación de Paraná como capital de la provincia de E. Ríos. En el archivo del Gobierno de Entre Ríos, sito en la Capital de la Provincia reposa el único libro hasta ahora existente del extinguido Cabildo de Concepción del Uruguay.

Conversando con algunos de los Directores de los archivos históricos de España en mi intento de hallar alguna noticia sobre el accionar de Michelena en Concepción del Uruguay, todos opinan que Michelena fue sospechoso de tener simpatías con los patriotas de Mayo, creo conveniente agregar que el Capitan de Navío Juan Ángel Michelena y Moreno era casado con Carmen del Pino hermana de la esposa de Bernardino Rivadavia, ambas señoras hijas del que fuera Virrey del Río de la Plata entre 1801 a 1804, Dn. Joaquín del Pino Rozas Romero, por lo tanto Michelena era concuñado del “más grande hombre civil de la tierra de los argentinos” al decir de Mitre.

Ninguno de los Directores consultados admite que Michelena llevó la documentación de los Cabildos entrerrianos.

El ilustre historiador entrerriano Benigno Teijeiro Martinez, cuyos restos descansan en el cementerio local en tumba declarada histórica tuvo en sus manos este libro y en él todavía se conserva una anotación escrita a máquina que reza “como se lee en la tapa de este protocolo en el libro 2 de poderes, escrituras etc. faltando por consiguiente el 1° anterior a 1805”. Cosa extraña la existencia de este valioso libro no originó en el investigador la duda sobre la posible existencia o no de otra documentación de la que se dice que llevó Michelena.

He aquí la punta de la madeja. ¿Existen en el país otros libros del archivo del Cabildo de Concepción del Uruguay? Tarea futura y ardua para historiadores de la historia lugareña es el rastrear en su búsqueda o confirmar fehacientemente que Michelena se llevó el resto de la documentación del Cabildo.

Escribía Álvarez en su artículo “Para terminar diré que muy bien podría ocurrir, que S.G. de la Provincia de Entre Ríos, en hermoso gesto, dispusiera entregar, en custodia permanente al Colegio Nacional del Uruguay el único libro existente hasta ahora del Cabildo de la Villa que con el correr de los años se ha convertido en la ciudad que concentra la mayor actividad cultural de la Provincia de Entre Ríos”.

 

 

San Pedro. Estancia del General Justo José de Urquiza

Familia de Luis María Campos y Justa Urquiza. Fotografia Witcom. De izquierda a derecha. De pie: Amalia Campos Urquiza, Blanca Campos Urquiza, General Luis Maria Campos, Justa Campos Urquiza, Celina Campos Urquiza y Jorge Campos Urquiza. Sentados: Haydee Campos Urquiza, Lucrecia Campos Urquiza, María Cristina Campos Urquiza, Dolores Campos Urquiza (medio sentada), Luis María Campos Urquiza, Sra. Justa Urquiza de Campos, Adolfo Campos Urquiza. Foto: www.genealogiafamiliar.net

El Gral. Justo José de Urquiza llego a tener alrededor de 1.000.000 de hectáreas de campo, divididas en varias estancias. Una de ellas fue San Pedro.

La estancia San Pedro está ubicada en el distrito Gená, del Departamento Uruguay de la provincia de Entre Ríos, en las cercanías de la localidad de Villa Mantero. Antes se lo denominaba al lugar “Rincón de la ciudad”, hoy es “Rincón de San Pedro”-

Este lugar data de 1700/1750, siendo los primeros dueños del lugar don Pedro Antonio de Prellezo  (de ahí el nombre de San Pedro).

Muerto el dueño de estos campos, su esposa María Malvia de Castañeda, uruguaya, vendió los derechos al señor Panelo, por solo cinco onzas de oro. Presumiblemente la señora vende los derechos al Gral. Urquiza. La extensión era de tres leguas con 835 cuadras. Un tiempo después Urquiza compra tierras vecinas y puebla el lugar con vacunos, yeguarizos y lanares. Administraba el lugar, desde su casa Palacio San José.

Algunos años más tarde el lugar fue administrado por el mayordomo Nicomedes Coronel, capitán uruguayo. Es el, quien reúne en el puesto principal de la estancia a la partida que sale para Palacio, el día 11 de abril de 1870 y fue el  mismo Nicomedes quien hunde el puñal en el cuerpo del Gral., aquel día.

El tiempo pasa y las tierras de San Pedro las recibe de herencia, Justa, una de las hijas del Gral., que se casó con el Coronel Luis María Campos.

Se habían conocido unos días antes de la tragedia de San José, pues Campos vino en la comitiva que acompañó al Presidente Sarmiento, en su visita el 3 de febrero de 1870. A los meses es designado para regresar para defender la provincia de la Revolución Jordanista.

En 1872, se casa con la hija del Gral. Urquiza formando una gran familia. Recibe Justa, la estancia San Pedro como herencia, pero ella ordena sea demolida el lugar donde se reunió la partida que asesinó a su padre. Es así, que se construyó un nuevo casco, formado por cuatro habitaciones. Los materiales eran llevados desde nuestra ciudad en carros playeros hasta el lugar de construcción. Esta se hizo con ladrillos asentados en barro.

Se dedicaron a la labor agrícola ganadera. Se trajeron vacas inglesas y escocesas y lanares. Se introdujeron las primeras aguadas y molinos de la provincia. Por supuesto que la casa estaba rodeada de jardines diseñados por el botánico y paisajista Carlos Thays, quien uso arboles como robles, pinos y cedros azules entre otros. Un lago con patos, faisanes, pavos reales realzaban el jardín romántico de la estancia. Hacia 1920 trabajaban en ella 120 personas. Sumadas a las familias numerosas que tenía cada uno de los trabajadores que residían en San Pedro y a las familias de colonos, se calcula que llegaron a vivir en ella alrededor de 400 personas. 

En 1940, fallece Justa Urquiza de Campos, reciben el casco de la estancia como herencia cuatro de los once hijos que tenía: Jorge, Justa, Haydee y María Cristina. María Cristina fallece en 1997, se había casado con Busto Morón. Tuvo una sola hija, María Cristina, casada con el Sr. Roca, ella falleció antes que su madre y fue sepultada en la capilla de la estancia.

La capilla de estilo gótico, está bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen, acompañada en el altar por San Pedro y San Luis Gonzaga, fue diseñada por diseñada por Adolfo Campos de Urquiza. Posee pilas bautismales de mármol traídas de Italia, en ellas tienen grabados los nombres de las batallas en que participo el Gral. Campos: Peribebuy, San Ignacio, Cumpayti, Corrales, Humaitá.

Casi a la entrada del parque que rodea el casco hay un monumento en homenaje “a los caídos en Caseros”.

El casco actual tiene forma de “U”, fue reformado en 1930, donde los Arq. Sánchez Lago y De la Torre son los que dirigen las reformas. En la puerta principal se coloca el escudo de la familia Campos. Hoy esta estancia ya no pertenece a la familia Urquiza, pero para los que hemos tenido la suerte de visitar el lugar años atrás, podemos contar que en esta estancia, en su hall se podían ver retratos de la familia realizados por Blanes, Verazzi y Cerrudo. 

El retrato de Urquiza realizado por Blanes es el único que se tiene del Gral. de Civil. También se conservaban lanzas de caseros, uniformes, armas, trofeos, correspondencias y platería.

Todo el casco está rodeado de  portones traídos de Francia y a su alrededor como si fuera un pequeño pueblo, todas las dependencias como casa de empleados, panadería, carnicería, matera, casa de huéspedes, sala de primeros auxilios, escuela, etc.

Bibliografía: Rodríguez de Papetti, Domitila, Revista SER N° 23, “Visita a San Pedro”; Bosch, Beatriz, “Urquiza y su tiempo” y Región Litoral, “La Estancia San Pedro, Entre Ríos“