Don Cipriano José  de Urquiza

Posibles lugares de la casa de Cipriano de Urquiza

Al venir a Entre Ríos Don Josef de Urquiza, se instala en el establecimiento “La Centella”, que pertenecía al presbítero Dr. García de Zúñiga, donde, al nacer Cipriano José, era su padre administrador del establecimiento. Fue el primer hijo de Don Josef nacido en suelo entrerriano; se lo bautizó el 25 de septiembre de 1789 en la iglesia de Gualeguaychú por su cura, José Fortunato Gordillo, siendo madrina su hermana Doña Ventura  Gordillo. El conocimiento de las primeras letras las recibió de su madre y del Padre Gordillo. Más tarde, la familia Urquiza se traslada a una estancia ubicada en el Talar del Arroyo Largo, al norte de Concepción del Uruguay y la llama luego “San José”.

Allí se desarrolla la niñez y la juventud del pequeño Cipriano, en el ambiente libre y agreste de sus cuchillas, sus montes y sus ríos; quizá allí va aprendiendo lo que es Patria, porque ese suelo entrerriano le va plasmando su corazón y su alma.

Es posible que haya concurrido a la primera escuela que hubo en Uruguay, la de Juan Inciarte, llamada así por haberla construido y también dado alojamiento y pago al primer maestro; también pudo haber sido instruido en la religión por el Padre Redruello.

Llega al Real Colegio de San Carlos de Buenos Aires, siendo un jovencito de diez y seis años; allí se

Cipriano de Urquiza

hace de varios amigos: Feliciano Mariano Chiclana, Pablo Sáenz Valiente, José Vicente Cossio, Juan Nepomuceno Terrero, etc. No fue mucho el tiempo que pudo permanecer en el Colegio; las invasiones inglesas interrumpieron sus estudios y su padre ya algo enfermo, con mucho trabajo en su establecimiento de campo y su cargo de Comandante General de Entre Ríos, decidió llevarlo a su Provincia. Para ese entonces ya Cipriano José contaba con diecisiete años y tomó bajo su responsabilidad todos los trabajos rurales, figurando también como porta-estandarte del primer escuadrón de caballería de Concepción del Uruguay.

En 1810, el Virrey Hidalgo de Cisneros lo promueve en mérito, dice, de su conocido valor, conducta y aplicación, al cargo de alférez de la primera compañía del citado escuadrón.

Vienen ya los sucesos de Mayo, momentos en que la población estaba dividida; los europeos eran todos realistas pero sus hijos criollos ya vislumbraban la emancipación de la Patria.

En 1811, Don Josef de Urquiza, emigra a la Banda Oriental y deja a sus hijos la libertad de abrazar la causa patriota.

José Cipriano, al frente de la estancia “San José”, tuvo que soportar saqueos y toda clase de depredaciones de parte de las fuerzas artiguistas.

 Pocos años se llevaban con el que sería más tarde el jefe Supremo de Entre Ríos, Don Francisco Ramírez, gran amistad los une desde temprana edad a estos dos personajes tan aproximados por sus ideales políticos, es de suponer con qué entusiasmo, propio de su edad, habrán abrazado la causa patriótica.

El 24 de noviembre de 1814, el Director Supremo Don Gervasio Antonio de Posadas nombra Gobernador Interino de Entre Ríos (recién creada la Provincia), al Coronel Don Juan José Viamonte, quién al llegar a Concepción del Uruguay (designada Capital), dispone la formación de un Cabildo, el que fuera integrado por las siguientes personas: Sebastián López, Hermenegildo Mexias, Francisco Ramírez, Cipriano de Urquiza, Santos Calvento y Antonio Sálvatela.

Francisco Ramirez y Cipriano de Urquiza, cada vez tienen una amistad más estrecha. Más tarde, los dos estaban empeñados en reunir fuerzas, organizarlas y uniformarlas para el ejército de Entre Ríos.

Existen cartas muy interesantes a este respecto en el Archivo General de la Nación, donde Cipriano encarga a su hermano Juan José, que reside en Buenos Aires, que le confeccionen ropa para los jefes y soldados del ejército de Ramírez.

En el año 1818, ocupa el cargo de Administrador General de la Provincia de Entre Ríos y en 1819 adquiere un terreno para edificar su casa en la que vivirán también sus padres y sus hermanos, compra que hace a Doña Francisca Redruello, hermana del Padre José Bonifacio Redruello. Damos a conocer la escritura: “Digo yo, Doña Francisca. S. Redruello, vecina de esta Villa, que doy en venta formal a Don Cipriano de Urquiza dos sitios de tierra linderos al norte con esta Parroquia, por el sur con uno mío y otro de Doña Florencia Suasnavar; por el este, con la plaza principal y por el oeste, con la finca del finado Bayolo, los cuales fueron en años pasados donados por este Cabildo a mi hermano el Dr. José Bonifacio Redruello, cuyas acciones represento y por cuanto el expresado comprador me ha entregado en dinero la cantidad de cincuenta pesos, desde luego me separo y a mi dicho hermano de todo derecho y acción a los enunciados sitios, sin que pueda persona  alguna hacer reclamos sobre esta venta en lo sucesivo. Y para su resguardo le doy este en la Villa de Concepción del Uruguay, 15 de octubre de 1819, Francisca Redruello.”

Este boleto no ha sido un documento suficiente y es necesario obtener de la autoridad competente el titulo definitivo. Cipriano de Urquiza se dirige al Comandante General Don Francisco Ramírez y le solicita:

“El ciudadano Cipriano José de Urquiza de este vecindario ante V.S. con el debido respeto digo: que siéndome de gran necesidad poblar los dos sitios del Cura Redruello que corren de este a oeste calle por medio con el costado sur de esta iglesia, con el objeto de acomodar, en ellos mi dilatada familia (se refiere a la familia de su padre; el recién se casa diez años después), y hallándose  estos baldíos, pido y suplico se sirva concedérmelos en consideración a los repetidos Bandos y Ordenes de V.S., que en ellos recibiré gracia justa. Cipriano de Urquiza”.

Al margen se halla la resolución siguiente: “Coronda, 15 de octubre de 1819.

“Por presentado y respecto a que los sitios que solicitan son pertenecientes al Estado se los conceden al suplicante para que como dueño y señor absoluto de ellos, los pueble, edifique con arreglo a mis repetidos Bandos y Ordenes, sirviendo este decreto se suficiente documento de propiedad”. Firma: Francisco Ramírez.

Aquí existen contradicciones: si los terrenos son, según se manifiesta en la escritura, los que estaban con los linderos que allí se mencionan, la casa debió estar en donde hoy existe la Casa Parroquial, si estaba como dice el petitorio de Cipriano de Urquiza, calle por medio con la Iglesia, la casa de Urquiza debió estar en la esquina de enfrente: esquina suroeste de las cales actuales: 3 de Febrero y San Martín. Tampoco puede tener la misma fecha del 15 de octubre de 1819 la compra de los terrenos y el permiso que concede en Coronda, Ramírez.

Don Eduardo de Urquiza en “Antecedentes biográficos de Cipriano de Urquiza”, describe la casa: “La construcción modesta y transitoria, por el apremio de su fábrica, era la corriente en la época de las Villas entrerrianas. Lo principal, edificado en mampostería formada por grandes ladrillos cocidos asentados en barro convenientemente revocados, con techo de paja y -las dependencias secundarias de estanteo de ñandubay, con sitio de cuarenta varas de frente y ochenta de fondo cercado de palo a pique, de ñandubay…con un pozo de balde dentro del sitio con su brocal correspondiente”.

Secundando fielmente a su amigo Francisco Ramírez, Urquiza atendió las cosas del Estado, mientras El Supremo podía dedicarse de lleno a su vocación militar.

Cuando se compra la imprenta de Carreras, se la trae directamente de Montevideo a Concepción del Uruguay; de allí sale el primer periódico llamado Gaceta Federal, cuyo redactor era Don Cipriano.

Panteón de Ruiz Moreno, allí se hallan los restos de Cipriano de Urquiza

Después de la muerte del General Ramírez, Cipriano de Urquiza, siendo perseguido por Mansilla, se exila en la Banda Oriental. Al volver a su Patria ocupa cargos públicos; es elegido Diputado Provincial, pero debe renunciar debido a que lo eligen como representante de la Provincia de Entre Ríos al Congreso Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata instalado en Buenos Aires, firmando la Constitución de 1826.

Urquiza, además de la dedicación que debía a la administración de sus bienes, se ocupaba también de los intereses de su padre, dado que sus hermanos residían en Buenos Aires, salvo Justo José, que ya venía actuando en política y a quién Cipriano le brindaría toda su ayuda.

Largo sería enumerar la azarosa vida de Don Cipriano entre los vaivenes de la política. Ocupando el cargo de Gobernador Delegado, se hallaba en Nogoya, por aquel entonces una población de unos dos mil habitantes, de casas de paredes de adobe o de estanteo, con techumbre pajiza y cercos de palo a pique. La casa que ocupaba el Gobernador Delegado, la formaban dos piezas, una era dormitorio, la otra, despacho con azotea y  algunos otros cuartos y dependencias de paja.

Allí, el 26 de enero de 1844 fue ultimado Cipriano de Urquiza por una banda de forajidos. ¿Quién ordenó esta muerte? ¿Ferré?, ¿Madariaga?, ¿Echague?. Cualquiera de ellos pudo mandar ejecutar aquella acción así en forma solapada, con manos bastante culposas de crímenes y fechorías.

De la “Sumaria Criminal” levantada a raíz del asesinato no se desprende culpabilidad fehaciente sobre ninguno de los nombrados, sólo leves sospechas recaen en Madariaga.

El gobernador Delegado recibió sepultura en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen, al día siguiente de su muerte; más tarde, en 1860, por orden de su hermano justo José, sus restos fueron trasladados a la Iglesia de Concepción del Uruguay con gran pompa y honor.

Con motivo de los varios arreglos que efectuaron en la Iglesia, la urna desapareció; fue más tarde hallada en el campanario, vacía, localizándose más tarde, el cráneo.  Eduardo de Urquiza, nieto de Cipriano, efectuó una larga tramitación apoyado por la Comisión de Lugares y Monumentos Históricos de Entre Ríos ,Filial Concepción del Uruguay; Se consiguió su entrega dándosele cristiana sepultura el 2 de septiembre de 1963. Transportada en una cureña del ejército, cubierta por la bandera argentina, la cabeza de Cipriano de Urquiza fue colocada en el panteón de su yerno, Dr. Martín Ruiz Moreno, tumba que fuera declarada histórica por la Comisión de Lugares y Monumentos Históricos de Entre Ríos, por hallarse en ella los restos del distinguido historiador Ruiz Moreno.

Don Cipriano de Urquiza casó en primeras nupcias el 7 de febrero de 1829, con Doña

María Teresa de Jesús López Jordán en la Iglesia de la Inmaculada Concepción. Doña María Teresa era nacida en la Villa de Concepción del Uruguay, bautizada el 18 de octubre de 1802 dos días  después de su nacimiento  y fallecida en el mismo lugar el 15 de mayo de 1838. En su Acta de casamiento figuran como padrinos: Isidro Urquiza y Cruz López Jordán.

Teresa era hija de Lorenzo López y Doña Tadea Florentina  Jordán. Los hijos  del matrimonio Urquiza-López  Jordán fueron: Teresa de Urquiza, nacida el 29/01/1830. Cipriano Manuel de Urquiza, nacido el 01/01/1831 (en Paysandú) casado con Dolores Rodríguez. Sus hijos: Cipriano (soltero); Juan José Urquiza (soltero); Dolores Urquiza (soltera); Ricardo Urquiza, casado con sucesión.

Juan José de Urquiza, bautizado el 30/05/1832 (soltero); Teresa, bautizada el 18/05/1834, casó con Pedro Irigoyen, hijo de Juan José Irigoyen, casado sin sucesión; Cándida Tadea de Urquiza, 13/05/1838, casó con José Bernardo Palomares en 1860, con sucesión. Justo José de Urquiza, 13/07/1837 (fallecido a los seis días; la madre; Doña Teresa de Jesús López Jordán fallece de parto.

Don Cipriano de Urquiza, contrae segundas nupcias con Isidora Miró Sanabria, el día 23 de julio de 1839. Sus hijos fueron dos: José Antonio, que contrajo primeras nupcias con su prima Doña Cándida, con sucesión y Vicente Benito, casado, con sucesión.

Luego de varios años Don José Antonio contrae segundas nupcias con Doña Vicenta Tudury, nacida en Gualeguaychu (hija de Don Bautista Tudury y Doña María Vicenta González); la unión se llevó a cabo en la Iglesia San José de Gualeguaychú; Doña Vicenta Tudury falleció el 28 de noviembre de 1928, en Buenos Aires. Hijos de este matrimonio fueron: Elisa Micaela, casada sin sucesión; José Antonio, casado con sucesión y Eduardo, nacido en Buenos Aires el 23 de septiembre de 1893.

Don josé Antonio falleció el 12 de octubre de 1915 en Buenos Aires.

Eduardo de Urquiza casó con Elena Manuela de Estrada siendo sus hijos: Maria Elena de Urquiza (falleció soltera), Lucía Carmen de Urquiza, casó con Luis Santiago Sanz el 2 de marzo de 1946. Sus hijos fueron: Alejandro Marcelo Sanz Urquiza, casado con Beatriz Elena Rodríguez Elroa. Javier Augusto Sanz Urquiza, casado con Susana Saravia; sus hijos: María de los Milagros Sanz de Urquiza. Fernando Gustavo Sanz Urquiza, casado con María Cristina Grieve; son sus hijos: Florencia, Mariana, Cristina, y María Lucia Sanz de Urquiza. Victoria Eugenia Sanz de Urquiza, casó con Jorge Alberto Grimoldi; su hijo: Tomás Luis Grimoldi. Lucía Elena Antonio Sanz Urquiza, casó con Fernando Rizo Patrón  Loeguía. Su hijo: Lucia Carmen Rizo Patrón. Rosario Sanz de Urquiza.

De los hijos de José Antonio de Urquiza y Cándida de Urquiza, Cándida casa con Eduardo C. Fernández, con descendencia; Vicente casa con Laura Tudur  y  sus hijos son: Mario José, Georgina Cándida; Marta María Ángela; Justo José y Carlos.

Marta María Ángela casa con Marcos Victorica; sus hijos: Silvia Elena y Marcos.

Silvia Elena casa con el Cap. Enrique Baltasar Moreno (fallecido); sus hijos: Enrique Baltasar y Juan Agustín. Segundo matrimonio de Silvia Elena con Donald Smith, sin sucesión. Marcos, casado con Irene Filippini, sin sucesión. Segundo matrimonio con Ana Patricia Pinel: hijo: Marcos.

La otra hija de Cipriano de Urquiza y Doña María Isidora Miró, Doña María Isidora Petrona Urquiza Miró, contrajo matrimonio con el Dr. Martin Ruiz Moreno y Castro, el 15 de abril de 1857 en Concepción del Uruguay.

El Dr. Ruiz Moreno y Castro, era hijo del Mayor de Caballería José Ruiz Moreno y de Doña Dolores Castro y Borda.

Uno de los hijos del matrimonio Ruíz Moreno-Urquiza, Isidoro Ruiz Moreno y Urquiza, nació en Concepción del Uruguay el 29 de junio de 1876 y casó en Córdoba con María Ercilia Castellanos, el 12 de agosto de 1902; un hijo de este matrimonio, Isidoro Ruiz Moreno Castellanos, nació en Córdoba el 13 de agosto de 1905 y contrajo matrimonio en Buenos Aires con Amelia Baires y Bustos Morón el 14 de julio de 1933; el hijo varón de éstos Isidoro Ruiz Moreno Baires (jurisconsulto e historiador que prologa esta obra), nacido en Buenos Aires el 18 de abril de 1934, casó con Nora  Racedo el 4 de septiembre de 1962. Son sus hijos: Dolores, Ercilia, Marina, Martin y Lucrecia.

Hoy los restos de Cipriano, en realidad, sólo si calavera se hallan depositados en el panteón del Dr. Ruiz Moreno en el cementerio local

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente: Miloslavich de Álvarez, María del Carmen; “Hace un largo fondo de años, genealogía Uruguayense”,  1988.

 

Don Nicolás Mabragaña

En el centro, la casa de la familia Mabragaña

Nicolás Mabragaña (Nicholas Mavrayania, en griego), fue tripulante del Patacho “El Carmen”, que a las órdenes de Spiro intervino en el combate del Arroyo de la China en 1814; probablemente después del desastre de las fuerzas patriotas sus tripulantes quedaron en el “Arroyo de la China”. Fue compañero de armas y luego socio de otro compatriota, Juan Jorge; ambos quedaron en estas tierras donde hicieron fortuna. Casaron con dos hermanas: Olegaria del Carmen Del Rio, casó con Nicolás Mabragaña y Martina del Río casó con Juan Jorge.
El 21 de noviembre de 1852 teniendo ya Nicolás Mabragaña y Olegaria edad avanzada, interviene en la defensa de Concepción del Uruguay cuando se produce el ataque de Juan Madariaga a nuestra ciudad. El jefe de la defensa, Ricardo López Jordán, le había asignado a Mabragaña un puesto en el hospital que había organizado Carmen Uribe junto a su fiel sirvienta Irene Jurado en su casa de la calle Vicente H. Montero (Hoy casas del escribano Bernasconi y del Profesor Héctor Díaz Abal). Dicha casa comprendía media manzana, según escritura hecha en el año 1856 (Protocolo del escribano J. M. Castro). 
Al encomendarlo López Jordán a ese puesto, Nicolás Mabragaña se ofendió y le contestó que él era hombre de armas y que saldría al frente de las tropas y así lo hizo: se le vio entre los soldados montando su caballo blanco, defendiendo la ciudad.
Nicolas Mabragaña muere de muerte natural el mes de mayo de 1859 recibiendo los Santos Sacramentos.

Olegario Rufino Mabragaña Intendente de la ciudad 1926

Un hijo de este matrimonio, Juan Olegario de la Cruz Mabragaña del Río, nació el 24 de noviembre de 1842 y fue bautizado en la Iglesia de la Inmaculada Concepción el día 16 de diciembre del mismo año, siendo sus padrinos Don Anacleto Afofre y Doña Carmen Espino. Juan Olegario de la Cruz, casa el 20 de septiembre de 1867 en la misma Iglesia de la Inmaculada, con Mercedes Cook, hija de Don Benito Cook y de Doña Francisca Uribe. Testigos: Don Aurelio jorge y Doña Carolina Britos. De esta unión nace: Olegario Rufino Mabragaña Cook. 
Olegario Mabragaña Cook casa con Matilde Marta Büttner, hija de Enrique Büttner y de Carolina Cuyás y Sampere.
Matilde Marta Büttner y Olegario Rufino Mabragaña son padres de Juan Enrique de la Cruz Mabragaña, cuyos hijos son: Stella Maris (fallecida) y julio Enrique, que residen todos en la Capital Federal.
El señor juan Enrique Mabragaña Büttner es el donante de un cuadro de su bisabuela, la Señora Olegaria del Carmen del Río Mabragaña, al museo Panizza. Este cuadro carece de la firma del autor, pero suponemos que el autor pudo ser el pintor Don Bernardo Victorica, dado que un hijo de esta señora. Heráclito Mabragaña era casado con Victoria Victorica, hija del pintor.

Mercedes Cook de Mabragaña, Olegario Juan de la Cruz Mabragaña del Río y sus hijos, Olegario, Olegaria, Mercedes y Julia

El pintor Bernardo Victorica estaba casado con Doña Juana Urbano Victorica fue designado profesor del Colegio del Uruguay, cátedra que ejerció por varios años; su estada en ésta data del año 1850 y por ese tiempo realizó varias obras entre las que se encuentran el retrato del Presbítero Gregorio Céspedes Calvento, que se halla en el despacho Parroquial de la inmaculada Concepción; el cuadro del General Manuel Antonio Urdinarrain, que se halla en el Museo Histórico Nacional y el del Teniente Coronel Mariano Troncoso y de su hija Dolores que se hallan en el Museo “Andrés García” de la Ciudad de Concepción del Uruguay.
El matrimonio Mabragaña-Del Río, vivió en la casa que se hallaba en el terreno que ocupa hoy el Club Social, frente a la Plaza General Ramírez.
Transcribimos parte de una escritura donde figuran los distintos dueños: “Sea notorio por este instrumento como que yo Don juan Luis Vidal, vecino de Montevideo en el Estado Oriental, tercer albaceo de mi finado padre político Don José Pérez Moscato y apoderado general de los herederos de dicha testamentaria cuyo poder puse de manifiesto al Señor Alcalde Mayor de que certifica y da fe que vendo y doy en venta Real y enajenación perpetua a doña Olegaria Del Rio, una casa de material situada en la plaza de esta ciudad con frente al norte de 40 varas y 40 de fondo al sur lindando por este viento con Don Pedro Martinez, por el este con Doña Isidora Inciarte, por el oeste, calle por medio con Don Domingo Aguiar.”
En 1896, la hija de la Señora de Mabragaña, Doña Francisca Mabragaña de Cuynghan, vende esta casa al Doctor Mariano López. (Protocolo de José M. Castro, 1850).

Edición: Civetta, maría Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Texto extraído de Miloslavich de Álvarez, María del Carmen, “Hace un largo Fondo de Años”

Don Agustín Almada

Plaza Ramírez y la Iglesia hacia 1870

Fuerte hacendado, Agustín Almada, de origen paraguayo figura ya en el Censo de 1781 levantado por Julián Colman, con su mujer y dos hijos. Casado con Magdalena Jordán, hermana de Doña Tadea Jordán, descendía como ésta, de una hermana del Virrey Don Juan José Vértiz y Salcedo, y por lo tanto, los hijos de Don Agustín y Doña Magdalena Almada, eran primos del General Francisco Ramírez y del General Ricardo López Jordán.

En el año 1820 aparecen en el Censo los hijos de Agustín Almada poblando las estancias que fueran de su padre en el Partido del Tala, principiando desde las costas del Arroyo de la China.

El matrimonio Jordán-Almada, no contrajo matrimonio en Concepción del Uruguay; como todas las hijas de Don Antonio Jordán y María Elvira López vinieron casadas, presumiblemente de Buenos Aires, de donde ellas eran oriundas.

Tuvieron una numerosa descendencia: en el Libro 1° de bautismos figuran: León, en 1782; Juan Bautista, en 1784; José Feliciano, en 1786; Mariano José en 1787; Pedro Bautista, en 1789; Enrique Camilo, en 1793; Francisco Javier, en 1794; Gregoria, en 1796; Apolinario, en 1799; María Andrea, en 1800 y José Félix, en 1802.

Don Agustín fallece el 4 de agosto de 1811 y su partida de defunción es la siguiente: “En quatro (sic) de agosto de mil ochocientos once enterré con oficio mayor cantado al finado Don Agustín Almada, de unos sesenta años de edad, natural de Paraguay, casado con Doña Magdalena Jordán, recibió los Santos Sacramentos de que doy fe. José Basilio López”. Su esposa lo sobrevive falleciendo el 1 de diciembre de 1825.

Un hijo de Don Agustín Almada, llamado Apolinario, desde muy joven actuó en el ejército del General Don Francisco Ramírez y luego a las órdenes del General justo José de Urquiza. Apolinario había casado con Doña Máxima Funes, hija de Don Basilio Funes y de Doña Carmen Gutiérrez. Transcribimos la partida de casamiento del General Apolinario Almada y de Doña Máxima Funes o Gutiérrez.

Foto: “Hace un largo fondo de años, genealogía Uruguayense”

“En el día 8 de julio de mil ochocientos cuarenta y seis, yo el infrascripto, Cura y Vicario de esta Parroquia de la Concepción del Uruguay, después de practicar todas las diligencias curiales y proclamas en tres días festivos, a los contrayentes Don Apolinario Almada, hijo legítimo de Don Agustín Almada, del Paraguay y de Doña Magdalena Jordán de Buenos Aires, después de haber reconocido estar suficientemente instruido en la Doctrina Cristiana, autorice in facie eclesis el matrimonio de los referidos contrayentes, después de haber oído y quedado cerciorado de sus mutuos consentimientos por palabra de presente, siendo testigos Doña Dorotea González y don Benito Reborate. El nombre de la contrayente: Doña Máxima Gutiérrez. Se velaron según el rito de Nuestra Santa Madre la Iglesia. Dr. Mariano Guerra”.

Los hijos del General Apolinario Almada figuran en los Libros Parroquiales de la Iglesia Inmaculada Concepción de esta ciudad. En 1847, en el Libro Vl, se encuentra la partida de bautismo de Petrona Máxima; en el libro VI, de 1850 la de Teodora Teresa; en el Libro
VII, de 1856, la de Adriano del Carmen; en el Libro Vll, en 1857, la de los mellizos
Apolinario Gerardo y Pedro Gerardo; en el Libro Vil, año 1858, la de Dorotea del Carmen Benita.

Estando a las órdenes del General Urquiza y residiendo en el Palacio San José, fue bautizado su hijo menor, Alejo de los Santos, en 1865. El General Apolinario Almada fue un ferviente defensor de Urquiza por lo cual, al ser asesinado éste, tuvo que exiliarse en Paysandú donde falleció el 21 de mayo de 1871; después de varios años, apaciguados los ánimos, el 18 de agosto de 1875, su familia trajo sus restos a su ciudad natal, siendo depositados en el panteón familiar, que había sido mandado construir por su
esposa Doña Máxima Funes.

Este panteón se halla en el Cementerio de esta Ciudad de la Concepción del Uruguay, aún pertenece (1982) a los descendientes.

Un hijo del General Almada, llamado Pedro Gerardo, casa con María Molina; un hijo de este matrimonio, llamado Pedro José, casó con María Angélica Aldrich; de esta pareja nacen: Nilda, María Ennelia, Ruth, Lida Cristina y Raúl Héctor, casado con Cristina Maidana y cuyo hijo Marcelo Javier Raúl, es convencino nuestro (1982).

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente: Miloslavich de Álvarez, María del Carmen; “Hace un largo fondo de años, genealogía Uruguayense”,  1988.

 

Don Josef de Urquiza

Festejos realizados en 1901 con motivo del centenario del nacimientos de Justo José de Urquiza en su lugar de nacimiento

Manuel Antonio de Urquiza y Acha, fue el primer Urquiza nativo de la Villa de Castro Urdiales y bautizado en la iglesia, Parroquial de Santa María de la Anunciación,  el 19 de noviembre de 1736. Tomó estado allí mismo el 19 de noviembre de 1755 con Doña María Francisca de Alzaga, nacida en Castro Urdiales el 19 de Abril de 1737, hija legítima de Don Pedro Pablo de Alzaga, castreño, regidor de la Villa, y de su esposa Doña Francisca de Sobrado. Siendo Don Manuel Antonio, hijo de Don Juan de Urquiza y de María Cruz de Acha, Hijos de Manuel Antonio y de María Francisca Fueron: Cosme Miguel, nacido el 27 de septiembre de 1756; Ángela Francisca, el 8 de enero de 1758; María  Isabel Fermina, el 7 de julio de 1760; José Narciso, en el año 1762; Teresa, nacida en el año 1764; Ramona Teresa Lucía, el 4 de julio de 1768; Manuel Fernando, el 31 de mayo de 1769; Rosalía en julio de 1772 y Nicolás Luis, en marzo de 1776.

El cuarto hijo del matrimonio, José Narciso, nació y fue bautizado en Castro Urdiales, el 29 de octubre de 1762 (no se sabe la fecha exacta de su nacimiento).

La copia de la partida dice a la letra: “En veintinueve de octubre de mil setecientos y sesenta y dos, Yo don. Franco Allende. Hoz, Cura Beneficiado de la parroquia Santa María de Castro Urdiales del Señorío de Vizcaya Prior actual de su cabildo eclesiástico bauticé solemnemente y puse los Santos Oleos a un niño que nació el día (…). (…) Las (…) entre cuatro y cinco de ella púsele por (…) nombre José hijo legítimo de Manuel de U (…) mujer. Abuelos paternos (…) su legítima mujer y los (…)”.

El deterioro de la partida, como puede apreciarse, no deja ver casi ningún nombre, pero al margen se lee claramente: Josef Narciso de Urquiza y Alzaga.

Siendo un niño, tenía doce años, parte de Portugal al Río de la Plata, en donde residía su tío materno Don Mateo Ramón de Alzaga en esa época, Alcalde de Buenos Aires, quien ya había amasado una buena fortuna en estas tierras. José Narciso quedó en la gran aldea bajo la tutela de su pariente.

Varios años más tarde se radicó  en  la  provincia de Entre Ríos. Había casado en Buenos Aires el 22 de abril de  1784 en la Iglesia de San Ignacio, con Maria Cándida García, porteña. Fueron los padres de Doña María Cándida, Don Juan Antonio Ramón García, natural de Sevilla, egresado de la Universidad de mareantes del Real Colegio de San Telmo, en Sevilla; venía al Río de la Plata como tripulante del navío El Panteón, en diciembre de 1756; y su legítima esposa, Doña María Gervasia  González, nacida en Buenos Aires. Sus abuelos paternos fueron: Don Salvador García y Doña Dorotea de Abrego; los maternos, Don juan Pascual González y Doña Catalina Monzón.

Josef Narciso de Urquiza y Cándida García.

 Fueron los fundadores de la familia que lleva el apellido Urquiza en la Argentina.

La madre de Don Josef de Urquiza solía escribir a su hermano Don Mateo  Ramón, dándole cuenta de los acontecimientos familiares, como ser los nacimientos de sus hijos, los fallecimientos, etc. Informaba en una de sus cartas sobre la ordenación de sus hijos al sacerdocio y  una de sus hijas que había profesado de monja.

La vida de la familia Urquiza en Castro Urdiales, vida muy sencilla y modesta, de trabajo, ,se deja traslucir a través de las cartas de María Francisca Alzaga de Urquiza, cartas llenas de ternura, donde menciona hasta los más simples acontecimientos familiares, cartas llenas de recomendaciones para el hijo que tan lejos de su patria venía a buscar un porvenir que no le brindaba su país. (Estas cartas se encuentran en el Archivo del Palacio San José, Museo Urquiza).

El español, en pocos años logró formar un establecimiento ganadero llamado: San José, donde tenía su casa y su Capilla.

Muerto el “Supremo” de Entre Ríos, como consecuencia de una traición del Coronel Don Lucio Mansilla, y llegado éste al Gobierno, comienza a perseguir a los hombres que habían seguido los ideales de Ramírez.

Mansilla se vengó de éstos, saqueando sus campos y propiedades. En el domicilio de Don Josef de Urquiza, se practicaron registros, y como éste se negó en varias oportunidades a franquearle el paso, se los mandó prender. Cansado y algo enfermo, decidió radicarse en Buenos Aires.

En Concepción del Uruguay, Josef de Urquiza, actuó desde el año 1801, como Alcalde, Teniente Coronel  de Milicias y Comandante Militar de los Partidos de Entre Ríos, cargo que fuera conferido por el Virrey Marqués de Avilés desde 1801 hasta 1811, fecha en que, fiel a sus sentimientos monárquicos, abandona el país, siendo reemplazado en su cargo por el Dr. José Miguel Díaz Vélez.

Signatario del acta del Cabildo Abierto celebrado en Concepción del Uruguay, reconociendo a la Junta de Buenos Aires, firmante también del acta en la que se resuelve enviar un diputado ante la junta.

Don Josef de Urquiza, por los años 1820, ocupaba una casa que había hecho construir su hijo Don –Cipriano José, casa que se ha podido ubicar por una vieja escritura que data del 1819 y que figura en este trabajo cuando se trata de Cipriano de Urquiza, frente a la Plaza Ramírez, esquina 3 de Febrero.

Don Josef de Urquiza fallece en Buenos Aires, el 10 de marzo de 1829, luego de recibir los Sacramentos de la Santa Iglesia, sepultándosele en el Cementerio de la Recoleta, según asiento en la Parroquia de San Ignacio. Más tarde, el 2 de mayo de 1860, sus restos son llevados a la Iglesia de la Inmaculada Concepción del Uruguay, junto a su esposa, Doña Cándida, que fallece también en Buenos Aires, el 13 de octubre de 1844.

Desde el 7 de mayo de 1967, fecha en que se inauguró el mausoleo del General Urquiza en la Iglesia de Concepción del Uruguay, los restos del matrimonio Urquiza-García, descansan en el interior del túmulo de mármol de Carrara, sobre el cual se halla el féretro del General Urquiza.

Los hijos de Don Josef de Urquiza fueron numerosos:  Faustino Francisco José, en Buenos Aires, el 15 de febrero  de 1735; José Antonio Anastasio, el 19 de Mayo de 1786; Juan José, en Buenos Aires, el 7 de enero de 1788; cuando nacieron los otros hijos, ya el matrimonio se hallaba radicado en Entre Ríos. Cipriano José, nació en la estancia “La Centella”, propiedad del  Presbítero

Dr. Pedro García de Zúñiga, próximo a la Villa de Gualeguaychú, el 25 de septiembre de 1789; Pedro José Mariano, nacido el 31 de mayo de 1791; Matilde Micaela, nacida el 21 de mayo de 1793; José Isidro, nacido en la estancia “San José”, (próxima a Concepción del Uruguay), el 15 de mayo de 1795; Teresa, el 15 de octubre de 1796; José Cayetano, el 6 de agosto de 1798; María

Ciriaca, el 16 de junio de 1800; José Justo, el 18 de octubre de 1801; Ana Josefa, el 27 de julio de 1803.

Damos a conocer los hijos casados de Don Josef de Urquiza y Doña Cándida García y sus respectivos cónyuges: Cipriano José contrae matrimonio con Teresa López Jordán; y en segundas nupcias con Isidora Mirón; Matilde Micaela casó con Vicente Montero, viudo de su hermana Ana Josefa de Urquiza; Teresa, casó con Pedro José María de Elía y en segundas nupcias con Francisco Latorre; María Ciriaca, casó con Manuel Soneyra; Justo  José, casó con Dolores Costa.

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente: Miloslavich de Álvarez, María del Carmen; “Hace un largo fondo de años, genealogía Uruguayense”,  1988.

Don José Miguel Díaz Vélez

Casa de Díaz Vélez en la actualidad (Foto: Mabel Gómez)

Militar, político, diplomático, el Dr. José Miguel Díaz Vélez era oriundo de Tucumán, donde había nacido en el año 1773, siendo sus padres Don Francisco Díaz Vélez, próspero comerciante español y Doña María Petrona Aráoz, tucumana.
José Miguel se educó en el Colegio Real de San Carlos y más tarde se graduó de abogado en Chuquisaca.
Debió haberse recibido en el año 1796; al año siguiente se casa con Doña María del Transito Inciarte y su primer hijo nace en 1798 en Buenos Aires.
Los padres de Doña María del Tránsito se hallaban afincados en Concepción del Uruguay. Don juan Inciarte era español y Doña Isidora Montiel, su esposa, era santafecina. La primera venta de tierras de que se tiene noticias en estas zonas de Entre Ríos, fue la hecha por la señora Francisca Arias de Saavedra y Cabrera de Larramendi, el 20 de mayo de 1785, a Don Juan Inciarte. En el contrato se establecía que se enajenaba una fracción de campo con frente al rio Uruguay, que se extendía desde el arroyo Vera o Largo (hoy Colman), hasta el arroyo Martínez. Don juan Inciarte, rico hacendado y comerciante, fue un hombre generoso que se preocupó por los pobres e indefensos y por el progreso de esta incipiente Villa de Nuestra Señora de la Concepción del Uruguay. Estableció una escuela y trajo un maestro, al cual pagaba y daba alojamiento en su propia casa.
A su muerte, ocurrida en 1800, dejó una gran herencia en estancias pobladas de ganados, de la cuál fue heredera su hija Doña Maria del Transito Inciarte de Díaz Vélez. Cuando la familia Díaz Vélez dejó Concepción del Uruguay, los campos que les pertenecían fueron abandonados por algunos años y los ocuparon personas de la Villa aprovechando las ventajas que ofrecían esos fértiles campos vacíos.
Entre los que organizaron estancias en esas tierras de juan Inciarte estaban: jorge Espiro, Justo José de Urquiza, Juan Echaniz, Juan Bautista Zavallo, Joaquín Sagastume, Ignacio Sagastume, etc. Esto motivó por parte de los herederos una reclamación y las tierras fueron restituidas o pagadas en tiempos que el General Justo Jose de Urquiza era Gobernador.
Don juan Inciarte llegó a estas zonas por los años 1780 y una vez fundada Concepción del Uruguay levantó su casa frente a la plaza; la casa fue construida en piedra y con techo de azotea.
El lugar preciso es donde hoy se levanta el edificio de la jefatura de Policía, manzana circundada actualmente por las calles: San Martín, al norte; 3 de Febrero, al oeste; Alberdi, al sur y Moreno, al este (Escritura del Club Social de Concepción del Uruguay, cedida por su Presidente Sr. ingeniero josé Misael Minata).
Dr. Díaz Vélez, fue nombrado por el General Belgrano, con autorización de la Junta de Buenos Aires, Comandante de los Partidos de Entre Ríos, dado que los vecinos más importantes de la Villa eran fieles a la dominación realista, entre los que se encontraba el Comandante de Entre Ríos, Don Josef de Urquiza, quien había renunciado. Le tocó al nuevo Comandante disolver los Cabildos de Gualeguay, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú y nombrar personas adictas a la causa de Mayo. Antes de ser nombrado Comandante en 1809 y en 1810, fue Alcalde de Primer Voto y Administrador de Correos. Al frente del Cabildo obtuvo de este la adhesión a la Primera Junta de Buenos Aires, siendo este el primer Cabildo del interior que se adhiere (Esto porque historiadores como el Dr. Leoncio Gianello considera a Luján como perteneciente a Buenos Aires -Conferencia del 1 de julio de 1983 pronunciada en Concepción del Uruguay).
Creemos de interés transcribir el documento: “Acabamos de recibir con oficio de V.E. de 19 del corriente los impresos que manifiestan los justos motivos y fines de la instalación de la junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Rio de la Plata a nombre del Sr. Don Fernando 7mo y quedan dadas todas las disposiciones para que se lleve a debido efecto en el distrito de esta jurisdicción cuanto \/.E. se sirva prevenirnos. El más pronto cambio del diputado de esta Villa y el puntual cumplimiento a las presentes y sucesivas ordenes de V.E. acreditaron el celo y patriotismo de este vecindario a cuyo nombre tenemos el honor de felicitar a V.E.
Nuestro Señor guarde la vida de V.E. por muchos años. Villa de La Concepción del Uruguay, 8 de junio de 1810.
Exmo. Sor. José Miguel Díaz Vélez, Agustín Urdinarrain, Domingo Morales, Josef Aguirre.
Sres. de la junta Provisional Gubernativa de las Prov. del Río de la Plata. 

Monumento que recuerda la adhesión del Cabildo de C. del Uruguay a la Revolución de Mayo

El 30 de junio de 1810 se llevó a cabo el Cabildo Abierto para elegir el Diputado; la elección recayó en el Dr. José Bonifacio Redruello, Cura Vicario de la Villa. Firmaron el acta los integrantes del Cabildo, el Comandante de Entre Ríos Don Josef de Urquiza y los más importantes vecinos.
Siendo ya en 1811 el Dr. Díaz Vélez Comandante de Entre Ríos, se produce la contrarrevolución, en la que las fuerzas españolas al mando del Capitan de Navío Don juan Ángel Michelena ocupan las \/illas de Gualeguay, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú. El Comandante Díaz Vélez que tenía una tropa muy reducida, decide dirigirse a Paraná en busca de refuerzos, lo que pudo hacer gracias a que desde la costa uruguaya le hizo señales el patriota Tomás Paredes, quien encendió en su chacra, grandes fogatas, poniéndolo sobre aviso. 
Después de un tiempo de ocupar las villas, los españoles comenzaron a ser hostigados por el paisanaje, distinguiéndose un criollo llamado Bartolomé Zapata que al frente de un grupo de patriotas expulsó definitivamente a los realistas de las villas entrerrianas.
El 7 de marzo de 1811, entra a Concepción del Uruguay Don Bartolomé Zapata con sus fuerzas y envía un parte a la Junta de Buenos Aires dando noticias de todo lo acontecido. Días después se suscita entre el jefe de la reconquista y el teniente Francisco Doblas una cuestión por el cargo de Comandante interino; el teniente Mariano Cejas, partidario de Francisco Doblas, quiso detener a Bartolomé Zapata y este, al resistirse, fue muerto a balazos el 21 de marzo de 1811. La junta recibe el parte de Zapata, le reconoce sus servicios y lo premia con el grado de Capitán.
Díaz Vélez desde su cargo de Comandante General, se dedicó al bien común, junto con su esposa y a afianzar el progreso de la Villa. La casa en que residía la familia Díaz Vélez en Concepción del Uruguay se hallaba en la manzana comprendida entre las actuales calles al este Juan Perón; al norte San Martin; al oeste Moreno y al sur Alberdi. En épocas en que vivían allí los Díaz Vélez el solar noreste de la manzana, pertenecía a Don Agustín Urdinarrain (padre del General Urdinarrain), solar que había comprado la viuda de Don Julián Colman, Doña Francisca Correa en el año 1805.
El lugar que ocupaba la casa de los Díaz Vélez seria el que ocupó la casa del Sr. Luis Gonzaga Cerrudo. 

Plano de la ubicación de las residencias de los primeros pobladores

En el año 1813 el 14 de octubre le fue extendido al Dr. Díaz Vélez el Despacho de Teniente Coronel Graduado Comandante del Regimiento de Milicias Patrióticas de Caballería de Entre Ríos.
Al poco tiempo la familia Díaz Vélez se radica en Buenos Aires dónde el 2 de enero de 1816, Díaz Vélez es elegido diputado por Tucumán al Soberano Congreso, cargo que desempeñó hasta la disolución de éste último, después de la batalla de Cepeda del 1° de febrero de 1820 en el que fuerzas federales al mando del General Francisco Ramírez y Estanislao López, vencen a Buenos Aires.
En 1825 fue nombrado junto al General Carlos María Alvear (en carácter de secretario de este) en misión diplomática de las Provincias ante el Libertador Bolívar, contribuyendo entonces a la incorporación de Tarija a la República Argentina.
Fue secretario de Lavalle a quien éste le confió el Despacho de Guerra y Marina. En esos momentos, intentó interceder tratando de evitar el fusilamiento de Dorrego en Navarro. La caída de Lavalle terminó con su vida política, emigra a Paysandú, donde muchos años antes había poblado en sus cercanías una estancia. Buscando un retiro tranquilo alejado de los avatares de la política, en el sosiego y la quietud de aquellos campos, pasó sus últimos años falleciendo a los 60 años de edad en 1833. Sus restos fueron conducidos a Buenos Aires en el año 1843.
Varios de sus hijos nacieron en esta Villa de la Concepción del Uruguay. En el (Libro 1° Folio 399), de bautismos de nuestra Parroquia se lee: “El día 7 de Abril de 1802 yo, el Dr. josé Bonifacio Redruello, Cura Propietario y Vicario de la Villa de la Concepción del Uruguay, bauticé solemnemente a una criatura a quien se le puso José Manuel Aniceto, hijo legítimo del Doctor José Miguel Díaz’ Vélez y de Doña María del Tránsito Inciarte, vecinos de Buenos Aires y residentes en esta Villa; fueron padrinos: Don Agustín Urdinarrain y Doña Telésfora Melchora Pinaso a quienes advertí el parentesco espiritual”.
En el (Libro 2°. Folio 278) está anotada otra hija del matrimonio Díaz Vélez-Inciarte: María Antonia de los Dolores, nacida el 8 de abril de 1808 y sus padrinos fueron: el Dr. José Bonifacio Redruello e Isidora. Montiel (su abuela).
Otro hijo figura en el (Libro 3°. Folio 16) llamado José María de las Nieves, nace el 5 de agosto de 1810, cuyo padrino fue el Teniente Francisco Doblas. Otros hijos fueron: Luisa o Lucía y Justiniano que nacieron en Buenos Aires.
Luisa o Lucía Díaz Vélez, casó con el general Gregorio Aráoz de Lamadrid y murió en Buenos Aires víctima de la fiebre amarilla. Dolores casó con el Coronel Mariano Aráoz de Lamadrid. Justiniano, nacido en Buenos Aires, se desempeñó varios años como médico en Paysandú, casándose con María Narcisa Lauriana Paredes, hija del patriota de la independencia Don Tomás Paredes. Más tarde Justiniano se establece en Rosario donde desarrolla desinteresadamente su profesión de médico en tiempos de la espantosa epidemia de la fiebre amarilla.

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Texto extraído de: Miloslavich de Álvarez, María del Carmen; “Hace un largo fondo de años, genealogía Uruguayense”, 1988.

 

Don Félix Britos

Casa de Carmen Uribe, nieta de D. Félix Britos

Don Félix Britos, además de ser un fuerte comerciante de la Villa, tuvo uno de los establecimientos ganaderos mas importantes de esta zona sobre la costa del Río Uruguay, en los campos denominados: “Rincón del Salto”, entre los arroyos: Ayuí Grande y Yuquerí Grande.
Hacia el año 1825, esta estancia, fue comprada a Don Félix Britos por el General Manuel Antonio Urdinarrain; medía este campo doce leguas y tres cuartos. En parte de esos campos se fundó la Ciudad de Concordia.
Don Félix habría llegado a esta zona después del año 1810, ya que todos sus hijos habían nacido en la Banda Oriental, menos la mayor que nació en Buenos Aires. Esta circunstancia y que la esposa de Félix Britos, Doña Antonia Arias, fuera porteña, hace pensar que hayan contraído matrimonio en Buenos Aires.
Sus hijos: María Justa, nació el 28 de mayo de 1789; en Buenos Aires; fue bautizada en la Iglesia de La Piedad, siendo su padrino, Don Pedro Rivera; Polonia Manuela Ramona, nació el 9 de febrero de 1791, bautizada en la iglesia del Espinillo, siendo su padrino José Cabo; Manuel María, nació el 28 de septiembre de 1794, en la iglesia del Rosario en el Colla, fue bautizada, siendo sus padrinos el Dr. Manuel Labardén y Doña Celedonia Quintana; Petrona María Brígida, nació el 2 de octubre de 1796 bautizada en la Iglesia del Rosario del Colla, siendo sus padrinos Don Francisco de Paula Ribera y Doña Juana Gómez; Martina Andrea, nació el 10 de noviembre de 1798, siendo su padrino el Dr. Manuel Labardén; Juan Policarpo, nació el 26 de enero de 1802, siendo bautizado en la Iglesia de San Antonio de Salto Chico del Uruguay, siendo su padrino Don Juan Migoya y Pendaz. María Mercedes, nació el 24 de septiembre de 1803, bautizada en la Iglesia de Salto Chico, siendo padrino Don Juan Migoya y Pendaz. Petrona Antonia, nació el 7 de junio de 1806, bautizada en la Iglesia de Salto Chico, siendo sus padrinos Félix López y Dona Juliana Monzón. María del Rosario, nació el 22 de julio de 1808, bautizada en la Iglesia de Salto Chico, siendo su padrino Don juan de Migoya y Pendaz. María del Rosario Justina, nació el 6 de octubre de 1810, bautizada en la Iglesia de Salto Chico; su padrino fue Don Juan de Migoya y Pendaz. 
De algunos de los hijos de Don Félix Britos, tenemos datos de sus matrimonios y de sus descendientes.
Brígida, casó con Mariano López (hijo de Doña Tadea Jordán), el día 16 de mayo de 1820, y se separó el 27 de febrero de 1822. Durante ese tiempo que está separada le corre una onza de oro mensual de alimentos que le señaló el Alcalde Urdinarrain (textualmente de un documento de familia). Ver familia de Tadea Jordán.
María Justa, casó con Lucas Moscoviche, italiano, comerciante el día 26 de diciembre de 1819.
Rosario, casó con Hipólito Tejera. 
Mercedes casó con el Coronel Fernando Uribe o Uribez; de este matrimonio nacen: Doña Carmen Uribe (soltera) y Doña Francisca Uribe casada con Don José Benito Cook, padres de Mercedes Cook de Mabragaña y Benito Cook (escribano y abogado). Benito Cook casa con Francisca Llames, éstos son padres de: Carmen, Benito C. (médico) y Ana Francisca Cook. Ana Francisca Cook Llames casa con Don Tomás Orihuela, padres de Maria Esther Orihuela (Lorenza Mallea), convecina nuestra e historiadora. 
Manuel Britos, siguió la carrera de las armas y llegó a General, distinguiéndose en las luchas de la Banda Oriental.
Carolina Britos fue madre de Miguel (nieto de Don Félix Britos) de larga y fecunda trayectoria en la vida civil y militar de nuestra Provincia. Nació en Concepción del Uruguay y estudió en el Colegio “Justo josé de Urquiza”.
Además de sus méritos como ganadero fue destacado militar; el 28 de septiembre de 1869, ocupaba el puesto de Alférez con despacho firmado por el General Urquiza y su Ministro José J. Sagastume; el 20 de mayo fue ascendido a Teniente Primero con despacho firmado por Leónidas Echagüe y su Ministro Secundino Zamora; en 1873, fue promovido a Ayudante Mayor de la Guardia Provincial (Leyes y Decretos, T. 3 pág. l); el 20 de junio de 1883, fue ascendido a Capitan de la 4a. Compañía del Regimiento 1ro. de Mayo y el 15 de enero de 1884, llegaba a Sargento Mayor; despachos expedidos por el Gobernador Leónidas Echagüe y su Ministro Ramón Febre. Iniciado en la Logia Jorge Washington N. 44, el 23 de septiembre de 1873, desempeñó diversos cargos y el 8 de septiembre de 1892 se le otorga el grado 18. También militaron en dicha Logia varios de sus parientes más cercanos. (Alcibíades Lappas: “La Masonería Argentina a través de sus hombres. Buenos Aires, 1966).
Don Miguel F. Britos falleció en 1895 a bordo del vapor “Tritón” en el que venía de regreso a esta ciudad de Concepción del Uruguay desde Buenos Aires. Murió víctima de una larga enfermedad que minaba su organismo. Al llegar el barco al puerto, desembarcado su cadáver fue llevado a su residencia donde se lo veló durante toda la noche. En el acto del sepelio hicieron uso de la palabra el Sr. Wenceslao Gadea en nombre de la Guardia Nacional, el Dr. Agustín Alió y el Sr. Ignacio Fraga.
Al conocer su muerte el Gobierno decreta honores oficiales. Decreto del Poder Ejecutivo sobre honras fúnebres: “Habiendo en el día de ayer fallecido el Sr. Diputado por el Departamento Uruguay, Miguel F. Britos, decreta: 1ro.- En las oficinas públicas provinciales permanecerá la Bandera a media asta durante el día de mañana. 2do.- El piquete guardia de seguridad del Departamento Uruguay hará en el día de mañana los honores fúnebres correspondientes a la categoría del difunto, acompañando el cuerpo hasta su última morada. Art. 3ro.- El Gobierno correrá con los gastos del cortejo y demás que demande el entierro. 4to.- Autorízase a la Guardia Nacional del Uruguay para armarse, usar uniforme militar y formaren el día de mañana a objeto de que se haga los honores correspondientes al que fue su jefe. Firmado: Maciá – Faustino Parera
Miguel Fulgencio, casó con Juana Pondal; sus hijos fueron varios: Miguel, Manuel, Juan Honorio y Rosario del Carmen Britos Pondal.
Juan Honorio casó con Maria Adela Carosini Guido; tuvo dos hijos: Juan José y Miguel Alberto, ambos fallecidos y el último casado con Maria Adela Soldera. Este matrimonio tuvo: tres hijos: Miguel Alberto, casado con Nelly Caja. Ricardo Enrique, casado con Yolanda Leuze y Maria Marta, casada con Ricardo Sica. Estos descendientes viven actualmente en Concepción del Uruguay.
“Cuando la defensa de Paysandú, que al final la ciudad cae en poder de Venancio Flores, es inmolado el héroe de Paysandú: Don Leandro Gómez, en la mañana del 2 de enero de 1865. Temiendo que los enemigos profanaran su cadáver, éste fue traído por sus amigos ya Concepción del Uruguay, y es ocultado por largo tiempo en el sótano de la casa de la familia Britos, hasta que fueron repatriados sus restos (versión familiar).
La casa en que vivió la familia Britos se hallaba a una cuadra de la Plaza General Ramirez; al sur, en la manzana rodeada actualmente por las calles: al norte, Alberdi; al Oeste, Moreno; al sur, Sarmiento y al este, Vicente H. Montero.
En el año 1850, los linderos eran: al norte, calle por medio, viuda de Don Santiago Larrachau; al sur, calle por medio, Maria Taborda; al este, calle por medio, Teresa Fernandez y Don Mariano Altolaguirre y al oeste, Doña Josefa Ortiguera de Cacho.
El terreno comprendía tres solares; la casa estaba situada en la esquina noroeste; al fondo se encontraba la quinta y al lado oeste de la casa, las cocheras.
En 1850, las calles que rodeaban la propiedad eran: al norte, Entre Ríos; al este, Vicente H. Montero y al sur, Buenos Aires.
La casa de Don Félix Britos, y luego de sus descendientes, fue adquirida por Don Benito Yáñez, que en esos mismos solares edificó su casa.

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente: Miloslavich de Álvarez, María del Carmen; “Hace un largo fondo de años, genealogía Uruguayense”, 1988.

Don Julián Colman

En el centro de la foto, hacia la izquierda de la Comandancia se puede ver el terreno que perteneciera a D. Julián Colman

Don Julián Colman fue uno de los más antiguos pobladores, ocupaba el cargo de juez Comisionado del partido del Arroyo de la China, antes de la fundación de Concepción del Uruguay.
Julián Colman levanta el primer Censo de estos lugares donde figuran las primeras familias que formaron la incipiente Villa del Arroyo de la China; cuando envía el Censo adjunta un petitorio al Virrey en ocasión de la demanda de desalojo sobre las tierras ocupadas por los primeros pobladores. Este Censo fue levantado en el año 1781, es decir dos años antes de fundarse Concepción del Uruguay y es probable que a Julián Colman se le adjudicase un terreno frente a la plaza del lado sur, dado que por escrituras probamos que allí estuvo su casa.
Era casado con Francisca Correa, que varios años más tarde vende el solar ya edificado con casa habitación, pozo de balde, cercada de palo a pique, etc. Reproducimos el documento por ser interesante y posiblemente sea una de las escrituras o “carta de venta” más antigua de la incipiente villa.

“Sépase por esta carta como yo, Francisca Correa, vecina de esta Villa y viuda del finado Julián Colman, otorgo por ella que doy fe por mi y en nombre de mis herederos y sucesores y de los que de mi y ellos hubiere, titulo y causa, vendo y doy en venta real (ilegible), para siempre jamás a Don Agustín Urdinarrain del mismo vecindario y a quien sea su representante, una casa con pared, techo de paja y un galponcito que sirve de cocina, edificada en un cuarto de tierra de mi propiedad y se incluye en esta venta, lindando por el norte con la plaza principal y por el sur y oeste con casa y fondos del Dr. José Miguel Díaz Vélez y por el este, calle por medio, con Don Rafael Morales, con todas las entradas y salidas (ilegible), y costumbres, servidumbres y todo lo demás que le pertenece y puede pertenecer de hecho y de derecho, libre de tributo, hipotecas, memorias y otros cargos. De que me satisfago y doy por otorgada y declaro que el valor de dicha casa y sitio cercado de palo de ñandubay son los referidos trescientos veinticinco pesos por ello y del que más tener en cualquier forma, le hago la gracia y donación, pura, perfecta y acabada al comprador Urdinarrain y renuncio la ley de Ordenamiento Real, parto, desisto, aparto de la acción, propiedad, señorío y posesión, titulo y traspaso en el dicho Don Agustín Urdinarrain, comprador en quien sabiéndose en su derecho (ilegible) lo sirva, cambie, enajene a voluntad como dueño absoluto sin dependencia alguna.
“En la Villa de la Concepción del Uruguay a diez y ocho de marzo de mil ochocientos cinco. Y por no saber firmar, ruego y suplico lo haga en mi nombre Don Josef de Urquiza, con los testigos que presente a ruego de Francisca Correa. Josef de Urquiza. Testigo Manuel del Cerro”.

Plano con la ubicación de las residencias de los primeros pobladores

Don Julián Colman había sido un importante funcionario que velaba por aquellos primeros habitantes que fueron desposeídos de sus derechos y de sus tierras. Fallece aquí en Concepción del Uruguay, en nuestra Parroquia, en el (libro 1ro., Folio 128) se encuentra asentada su partida de defunción que transcribimos: “En veintisiete de octubre del año mil ochocientos murió Don Julián Colman, recibió los Sacramentos, fue sepultado el día veintiocho con entierro y misa cantada de cuerpo presente, cuyos derechos fueron treinta pesos, lo que certifico: Manuel josé Palacio. En el (Libro 1ro., Folio 324), se halla anotada la defunción de su esposa: “En 16 de junio del año de mil ochocientos nueve, Francisca Correa, vecina de esta Villa, siendo de sesenta años murió en su casa y en la Comunión de Nuestra Madre Iglesia, cuyo cuerpo enterré al siguiente día en esta Parroquia a mi cargo y por verdad lo firmo: josé Bonifacio Redruello.

La familia Colman llega hasta nuestros días, el eminente historiador y escritor Dr. Blas César Pérez Colman, autor de la Historia de Entre Ríos, descendiente de Julián Colman y de Francisca Correa.
Doña Juana Paula Colman casó con Blas Pérez, que había sido militar y obtenido el grado de Coronel. Blas Pérez y Doña Juana Colman se casaron el 18 de octubre de 1840. De dicha unión nació Benito Pérez que fue Escribano Público.

Benito casa con Dolores Brito. Transcribimos la partida de casamiento: que se halla en el (Libro 3, Folio 448) Libro de Casamientos, que se halla en nuestra Parroquia.
“El 3 de julio de 1872 casa Benito Pérez de 24 años de edad, hijo de Blas Pérez y de Juana Colman, con Dolores Brito, hija de José Brito y Teresa Fernández. Padrinos: Darío del Castillo y Delfina Brito.
Hijo de este matrimonio nace en Concepción del Uruguay César Blas Pérez Colman, (quien anexa el apellido Colman) el 11 de diciembre de 1874 y casa con Doña María Enriqueta Catalina Martínez de Fontes. Fueron sus padres el Dr. Manuel Martinez Fontes y Doña Teresa González del Solar.
Los hijos del Dr. César Blas Pérez Colman, residen algunos en Paraná y éstos son: María Lola Pérez Colman de Cevallos; Manuel M.; Benito M.; Isabel Pérez Colman de Demaría; María Victoria; María Judith y María Laura Pérez Colman de Tavani.

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Texto extraído de: Miloslavich de Álvarez, María del Carmen; “Hace un largo fondo de años, genealogía Uruguayense”, 1988.

Don Antonio Mirón

Al fondo se ve el mirador de la residencia del Coronel Santa Cruz, levantada en el antiguo solar de los Mirón

En nuestra Parroquia, en un viejo volumen en cuya carátula se lee aún sobre sus tapas de cuero sobado: “Libro primero de casamiento de la Parroquia de San Sebastián”; se encuentra la siguiente partida: “En 26 de marzo de 1789, habiendo precedido justificación de libertad de Antonio Mirón, hijo legítimo de Antonio Mirón y Antonia Bravo, todos naturales de la ciudad de Lorca, se publicaron las tres conciliares proclamas sobre el matrimonio que intentaba contraer con María Josefa Sanabria, hija legítima de Juan Bautista Sanabria, natural de Buenos Aires y de Josefa Mendoza, natural de la Villa de Ciciana y no resultando impedimento, Yo, el Cura Justo Arboleda, por Comisión particular del Cura de la Villa de Concepción del Uruguay y del de Yapeyú, desposé en la Capilla del pueblo de Paysandú por palabra de presente, a los referidos Antonio Mirón, residente de la otra Villa y a María Josefa Sanabria, residente en Paysandú. Asimismo, el 1 de abril del expresado año, los mencionados desposados recibieron las solemnes bendiciones con la misa nupcial siendo testigos del mencionado acto: Don Francisco Rodríguez y María Josefa Mendoza. De que certifico, Justo Arboleda.

Este matrimonio se radicó en la isla Almirón, donde instalaron un obraje de leña y carbón.

Algunos años más tarde se trasladaron a Concepción del Uruguay, donde Don Antonio Mirón ocupó el cargo de Regidor del Cabildo en el año 1796, dedicándose al comercio, había instalado una atahona (panadería).

Don Antonio Mirón tuvo su casa, según pudimos ubicarla, por una escritura, en la esquina de las actuales calles: Galarza y Eva Perón y su propiedad constaba de tres solares, es decir, tres tercios de manzana; su casa habitación se hallaba en la esquina sur-este, frente a la plaza Ramírez. Transcribimos parte de la escritura: “El 20 de octubre de 1860, comparecieron ante el escribano, la Sra. Isidora Miró y su hermano Ceferino Miró, hijos legítimos de Doña Josefa y don Antonio Mirón; la primera, en representación también de sus sobrinas: Doña Saturnina Gomenzoro de Valenzuela y doña Petrona Gomenzoro de Astoril y expusieron que venían a otorgar escritura en venta de un solar situado en esta ciudad sobre calles Ciencias (Galarza) y con los linderos siguientes: al norte, con otro solar perteneciente a los comparecientes y demás herederos; por el sur, calle por medio, con la Plaza Ramírez; por el este, calle por medio, con solares de los herederos de Don Narciso Calvento y por el oeste, con Doña Matilde Urquiza de Montero”.

Plano con la ubicación de las residencias de los primeros pobladores

Los descendientes del matrimonio Mirón-Sanabria, vendieron al Coronel Don Simón Santa Cruz y a su esposa Doña Juana Urquiza, el terreno de 40 varas de frente por 80 de fondo con el antiguo edificio, con cercos, poste y plantas.

El matrimonio Santa Cruz-Urquiza, edificó una casa de azotea, desde la cual, se dice, que el General Urquiza acompañado por el Presidente Sarmiento, asistieron al desfile del Ejército en 1870.

Esta casa pasó a manos de otros propietarios; su último dueño, antes de la construcción del edificio Antares, fue Don Aurelio Jorge, casado con Doña Laura Gadea Lantelme, (la escritura fue cedida por Laura y Martina Jorge Gadea).

En el año 1820, doña Josefa Sanabria de Mirón, ya había enviudado y se encontraba en el Censo, figurando con 40 años de edad y sus dos hijos menores: Isidora, de 15 años e Indalecio, de 13 años. Su ubicación en el Censo coincide .con el lugar que indica la escritura frente a la Plaza donde vivían.

El matrimonio Mirón-Sanabria, tuvo varios hijos: María Antonia, nacida el 16 de junio de 1790; María Magdalena, el 27 de julio de 1792; María del Pilar, el 15 de agosto de 1794; (fallecida); María de los Angeles, el 2 de julio de 1795 (fallecida); Pablo, el 30 de junio de 1797, María Salomé, el 2 de enero de 1799 (fallecida); María Isidora, el 29 de enero de 1804; Indalecio, el 1 de mayo de 1806; y Ceferino, el 26 de junio de 1807 (el apellido luego se transformó en Miró).

La hija menor, Isidora, casó con don Cipriano José de Urquiza, hijo mayor de Don Josef de Urquiza y hermano del General, a la sazón viudo de una de las hijas de Doña Tadea Jordán, Doña Teresa López Jordán. En su casamiento con Isidora Miró, fueron testigos los hermanos de Teresa, Pedro López y Cruz López. Este casamiento se realizó en 1839. De su matrimonio con Cipriano josé de Urquiza, Isidora Miró, tuvo dos hijos: josé Antonio e Isidora Petrona. Viuda desde 1844 del Gobernador delegado Cipriano Urquiza, Doña Isidora Fallece el 10 de agosto de 1871 habiendo casado en segundas nupcias en el año 1859 con Francisco Palomares,

Otra hija de los Miró-Sanabria, casó con Juan Bautista Gomenzoro y Ximenez (hijo de Don Domingo de Gomenzoro y Zabala y de Doña María del Carmen Ximenez de los Santos). Juan Bautista nació en Buenos Aires el 24 de junio de 1780; bautizado el mismo día en La Merced, murió en Buenos Aires en 1829; fue Alcalde de Barrio por el Cuartel N° 3 y N° 1 en 1815 y 1816. Su esposa, Magdalena Miró, falleció en 1816 y casa en segundas nupcias con Doña Maria del Rosario Marín y Torregrosa.

Juan B. Gomenzoro y Magdalena Miró tuvieron tres hijas: María Albina, casada con el tucumano José Cruz Herrera; María Saturnina, casada con Benito Valenzuela y María Petronila o Petrona, casada con el francés Antonio Antoul o Astoril.

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente: Miloslavich de Álvarez, María del Carmen; “Hace un largo fondo de años, genealogía Uruguayense”,  1988.

 

Don Agustín Urdinarrain

Vista de la Comandancia hacia 1875, en el centro de la foto, entre las dos construcciones puede verse parte del techo de la casa de Urdinarrain

Nacido en 1778 en Vizcaya, siendo muy joven casó con Doña Petrona López y Arigoitía. En el Archivo de la Iglesia Parroquial de esta ciudad existe en el (Libro I. Folio: 94) la partida de casamiento, la cual se transcribe: “En 2 de enero de 1797 habiendo precedido informes de libertad de Don Agustín Urdinarrain (hijo legítimo de José Urdinarrain y de Doña Maria Cruz Núñez, naturales de San Sebastián, Provincia de Guipúzcoa), para contraer matrimonio con Doña Petrona López, de Buenos Aires, constándome sus mutuos consentimientos en la doctrina cristiana, corridas las proclamas en días festivos y no resultando ningún impedimento, los despose in facie eclesia a Agustín Urdinarrain con la referida Petrona López. Fueron padrinos: Don Ignacio Sagastume y Doña Pilar López vecinos de esta villa y se velaron el día. Firmado: Feliciano Cabrera.

La señora de Urdinarrain era hermana de la señora de Sagastume y contaba a la sazón 23 años de edad.

Don Agustín desde temprana edad actuó en la vida pública de la villa, a los 22 años lo encontramos actuando como Regidor tercero y Defensor en el Cabildo de 1800, luego como Regidor en 1809 y como Síndico Procurador en 1810.

Fue un acaudalado hacendado, le tocó actuar en momentos decisivos para nuestra Patria; siendo en 1810 Síndico Procurador del Cabildo y Alcalde el Dr. Miguel Díaz Vélez, respalda la adhesión del Cabildo al Primer Gobierno Patrio, con la promesa de enviar un diputado que represente a Concepción del Uruguay.

Plano de la ciudad reconstruido en base a las descripciones de Luis Aráoz entre 1857 y 1863. La referencia N° 16 corresponde a la casa de Urdinarrain

Ya en el año 1805, Don Agustín había comprado frente a la Plaza Mayor sitio y casa donde vivió por muchos años y perteneció después a sus hijos. La compra fue hecha a la viuda de Don Julián Colman, Doña Francisca Correa. Reproducimos la escritura o como se decía; “Carta de Venta”: “Sépase por esta Carta, como yo Francisca Correa, vecina de esta Villa y viuda del finado Julián Colman, otorgo por ella que doy por mi y en nombre de mis herederos y sucesores y de los que de mi y ellos hubiere, título y causa, vendo y doy en venta real (ilegible) para siempre jamás a Don Agustín Urdinarrain, vecino del mismo vecindario y a quien sea su representante, una casa con pared, techo de paja y un galponcito que sirve de cocina, edificada en un cuarto de tierra de mi propiedad y se incluye en esta venta, lindando por el norte con la plaza principal y por el sur, y oeste, con casa y fondos del Dr. josé Miguel Díaz Vélez y por el este, calle por medio con Don Rafael Morales, con todas las entradas y salidas (ilegible) y costumbre, servidumbres y todo lo demás que le pertenece de hecho y derecho, libre de tributo, hipotecas, memorias y otros cargos. De que me satisfago y doy por otorgada y declaro que el valor de dicha casa y sitio cercado de palo de ñandubay son los referidos trescientos veinticinco pesos por ello y del que más tener en cualquier forma, le hago la gracia y donación, pura, perfecta y acabada al comprador Urdinarrain y renuncio la ley del Ordenamiento Real, parto, desisto, aparto de la acción, propiedad, señorío y posesión, título y traspaso en el dicho Don Agustín Urdinarrain, comprador a quien sabiéndose en su derecho (ilegible), lo sirva, cambie, enajene a voluntad como dueño absoluto sin dependencia alguna. En la Villa de Concepción del Uruguay, a diez y ocho de marzo de mil ochocientos cinco. Y por no saber firmar, ruego y suplico lo haga en mi nombre Don Josef de Urquiza con los testigos que presente”. A ruego de Francisca Correa: Josef de Urquiza. Testigo: Manuel del Cerro.

La señora de don Agustín Urdinarrain, Doña Petrona López, fallece el 7 de diciembre del año de 1849, “Sepulté en el Campo Santo de esta ciudad, el cadáver de Doña Petrona López, viuda de Don Agustín Urdinarrain, de setenta y cuatro años de edad, habiendo recibido todos los sacramentos de Nuestra Santa Madre la Iglesia, hizo testamento y se le hicieron funerales de primera clase en esta iglesia y que de verdad yo, el infrascripto Vicario de esta Parroquia lo firmo. Firmado José Cotelo. (Libro 2.Folio:60).

El matrimonio Urdinarrain-López tuvo varios hijos: Manuel Antonio, Jose Cornelio, Fulgencio, Maria Justiniana y Maria Concepción.

El hijo mayor de don Agustín fue el General Don Manuel Antonio Urdinarrain, quien desde muy joven se puso a las órdenes del General Francisco Ramírez, siguiendo a éste en sus ideales del federalismo. Más tarde actuó al lado del General Urquiza, distinguiéndose en su fervor patriótico. También actuó en varios cargos públicos donde su inteligencia y capacidad le hicieron distinguirse.

En 1860, fue Presidente de ia Convención Constituyente de la Provincia de Entre Ríos. También ocupó el cargo de Gobernador interino en ausencia del Gobernador Urquiza.

El General Manuel Antonio Urdinarrain era casado con Hermenegilda Irigoyen. Casaron el 14 de abril de mil ochocientos cuarenta y ocho; en ese entonces Urdinarrain era Coronel y Comandante del Departamento Uruguay; Hermenegilda Irigoyen era hija de Juan josé Irigoyen y de Maria Avelina Sagastume (los padrinos de este matrimonio fueron Don Juan josé Irigoyen y Petrona López).

Este matrimonio vivió en la calle Comercio (hoy Rocamora), haciendo esquina con la calle Del Paraná (hoy Congreso de Tucumán). Ya no queda nada de aquella casa donde se conserva en el patio el hermoso aljibe de mármol y la trabajada cancel de hierro forjado con las iniciales de la señora de Urdinarrain.

Esta casa que hoy pertenece a la familia Ansaldi, correspondería ser declarada monumento histórico provincial por haber pertenecido y vivido en ella el General Urdinarrain y su familia. (N. de los A.: Esta casa fue demolida a principio de los años 90 para construir en ese terreno unas canchas de pádel. Actualmente hay un salón de juegos para chicos)

El General Manuel Antonio Urdinarrain murió en Buenos Aires el 25 de julio de 1869.

 

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente: Miloslavich de Álvarez, María del Carmen; “Hace un largo fondo de años, genealogía Uruguayense”,  1988.

José Bonifacio Redruello 

Copia del censo ordenado por Ramírez en 1820 donde aparece mencionado Redruello

José Bonifacio Redruello, había nacido en Santa Fe de la Veracruz de una familia calificada; su padre; Don Juan José Redruello, prestó importantes servicios en la conquista del Chaco; su madre, Doña María Josefa Marcos de Mendoza, enviudó joven, llevando una honrada vida cristiana, Criando a sus numerosos hijos.

El padre Redruello vino al mundo el día 14 de mayo de 1770, a las dos de la mañana y fueron sus padrinos Don Martín Espeleta y Doña María Josefa Troncoso, siendo bautizado por el Presbítero Doctor Francisco Xavier Troncoso. Tenía tres días cuando fue bautizado en la Iglesia Matriz de Todos los Santos, siendo confirmado el 14 de julio de 1779 por el Obispo Fray Sebastián Malvar y Pinto, siendo su padrino de confirmación Don josé de Vera y Mujica.

Redruello siendo muy joven fue enviado a Córdoba en cuyo Real Colegio Loreto, estuvo como alumno durante cinco años. Luego cursó Teología y Filosofía en la Real Universidad de Córdoba y mereció el grado de Doctor en Sagrada Teología. Al ser ordenado sacerdote el Virrey Olaguer Feliu, en Montevideo, firmó el título de Cura Párroco de Espinillo (República Oriental del Uruguay). Con los omnipotentes títulos del Rey Carlos IV y del Virrey del Pino (al cual lo unía un parentezco) se presenta ante el Provisor del Obispado Doctor Tubau y Sala, para que le de traslado y título de Párroco Propietario de la Parroquia del Arroyo de la China.

Primera capilla de la nueva ciudad, aquí debió desarrollar sus tareas el padre Redruello

De recia personalidad se destaca en aquellas épocas difíciles pobladas de dificultades. Ya trasladado a la Villa, para aquel entonces llamada Concepción del Uruguay, se dedica a enseñar a los niños, y según la tradición, fue maestro del General Ramirez. Fue un ferviente realista; en la Asamblea de vecinos reunida en el Cabildo el día 30 de julio de 1810, donde se hallaban reunidos los hombres más representativos de la Villa, fue elegido diputado para representar a Concepción del Uruguay ante la Primera Junta. Actuó en Concepción del Uruguay y Gualeguaychú. Cuando Bartolomé Zapata reconquista las Villas Entrerrianas, se produce el éxodo de los españoles, entre los que se contaba Don Josef de Urquiza, padre del General y el Doctor José Bonifacio Redruello.

Por lo que se deduce de los documentos, la madre del Doctor Redruello, Doña María Josefa Marcos de Mendoza, y sus otros hijos, habían venido a la Villa de Concepción del Uruguay y quedaron residiendo en ésta.

Esta familia, como dijimos, era oriunda de Santa Fe, donde contraen matrimonio Doña María Josefa Marcos de Mendoza y Don Juan José Redruello, según la partida de casamiento de la Iglesia Catedral Metropolitana de Santa Fe, la cual reproducimos ” El 24 de septiembre de 1759, el Dr. Antonio de Oroño, con mi licencia casó (…), a Doña Maria Josefa Marcos de Mendoza, y Don Juan José Redruello, ambos naturales de esta ciudad, corridas las tres amonestaciones y tomado su consentimiento. Fueron padrinos: Miguel de Quiroga y Doña Maria Xiomara de Numares. Don Miguel de Leiva.

Doña María Josefa Marcos de Mendoza vivió con sus hijos en la manzana que hoy se halla la iglesia, frente a la Plaza Ramírez. El Cabildo adjudicó al Padre Redruello esos terrenos. Existe un documento donde una hermana del Padre Redruello vende un terreno a Don Cipriano José de Urquiza, donde éste edifica una casa para su familia, es decir, para sus padres y hermanos, pues el aún no era casado.

Plano con la ubicación de las residencias de los primeros pobladores, tomado de Miloslavich de Álvarez, María del Carmen; “Hace un largo fondo de años, genealogía Uruguayense”

Transcribimos el documento:”Digo Yo, Francisca Solano Redruello, vecina de esta Villa, que doy en venta formal a Don Cipriano de Urquiza, dos sitios de tierra lindera por el norte con la iglesia, por el sur con uno mío y otro de Doña Florencia Suasnavar; por el oeste, con la finca del finado Bayolo, los cuales fueron en años pasados donados por este Cabildo a mi hermano Dr. José Bonifacio Redruello, cuyas acciones represento y por cuanto el expresado comprador me ha entregado en dinero la cantidad de cincuenta pesos; desde luego me separo y a mi dicho hermano de todo derecho y acción a los enunciados sitios sin que pueda persona alguna hacer reclamo sobre esta venta en lo sucesivo, para su resguardo le doy ésta en la Villa de la Concepción del Uruguay, a 2 de octubre de 1819. Francisca Redruello

Los hijos de Juan José Redruello y María Josefa Marcos de Mendoza, fueron: El Dr. José Bonifacio; Doña Ramona, casada con Tomás de Cacho el 15 de noviembre de 1805, cuyos padrinos fueron: Tomás de Zarraqueta y Ana Josefa Redruello. Bendijo la unión el Padre Redruello; Doña Francisca Antonia casa con Tomás Bayolo. Padrinos: Ignacio Sagastume y Teresa Pecasari, el 9 de febrero de 1805. Doña Francisca Solano casa con Francisco Pérez Moscato. Padrinos: Manuel del Camino y Josefa M. de Mendoza, 9 de enero de 1805. Ana Josefa, casa con Tomás de Zarraqueta y José Silvestre, casa con Josefa Mayons, cuyos casamientos no deben haberse realizado en esta Parroquia pues no figuran en los libros.

Doña María Josefa de Mendoza, fallece el 14 de junio de 1812; fue enterrada con oficio religioso solemne en esta Parroquia a la edad de setenta años, esposa de Don Juan José Redruello.

El Padre José Bonifacio Redruello, fallece en Montevideo, donde ejercía su sacerdocio en la iglesia Matriz; he aquí su acta de defunción: “En el Libro Décimo de defunciones de la Catedral de Montevideo, Uruguay, se halla la partida del tenor siguiente: “Al margen: Dr. José Bonifacio Redruello- gratis”-” En veinte y ocho de marzo de mil ochocientos treinta y seis, se enterró en el cementerio de la Iglesia Matriz, el cadáver del Presbítero Doctor José Bonifacio Redruello, natal de Santa Fe, hijo de Don Juan José Redruello y de Doña Josefa Marcos de Mendoza, de edad 64 años. Y por verdad lo firmo como Teniente Cura Francisco de Lasal”. Está rubricado.

De los descendientes de la familia Redruello sólo sabemos de la existencia de José Silvestre que casó con Josefa Mayons; hijo de éstos: Eulogio Redruello, que contrae matrimonio con Valentina Panelo, de familia muy antigua en Concepción del Uruguay y el hijo de esta pareja; Neris Redruello, casa con Julia Díaz (de Córdoba); sus hijos fueron: Lucía Marta, fallecida muy joven, Carlos y Emilio, que residían en la Capital Federal.

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente: Miloslavich de Álvarez, María del Carmen; “Hace un largo fondo de años, genealogía Uruguayense”,  1988.