Doña Anita (Ana Bugni de Maffei)

Ana Bugni de Maffey en el libro de los 75 años del Colegio del Uruguay

Esta mujer fue muy importante en la vida de los Fraternales y muy querida. Nació en Concepción del Uruguay, el 23 de noviembre de 1864 y falleció en su viejo almacén, frente al gimnasio de la Fraternidad, el 28 de febrero de 1953. Su nombre completo, Ana Bugni de Maffei.

La llamaban Doña Anita, quien recibió toda expresión de gratitud y en el libro Único del Colegio Nacional del Uruguay, de los 75 aniversario, figura una foto suya.

Ella ejerció una obra benefactora para los internos de la Fraternidad que fue desde 1896 hasta 1953. Ayudaba a los jóvenes a quienes les otorgaba crédito para comprar yerba y azúcar, por ejemplo, para unos mates.

Sabido es que la Fraternidad que fue, para hombres solamente dejo entrar a una mujer cuando el 14 de mayo de 1954, en el transcurso de un almuerzo se anuncia que en el patio de la institución se inauguraba un medallón de bronce con su efigie, sobre piedra de la zona donada por el Dr. Luis Zampedri. Recibió el Monumento el Presidente Dr. Abel López Salvatierra y el interno Juan J. Papetti, recito dos poemas dedicados a dona Anita, de Carlos Mastronardi.

El Monumento tiene una placa que dice:

“DOÑA ANITA” / Ana Bugni de Maffei

La amiga fraternal / De los fraternales

1864-1953

Fuente: Codina, E/Sauret, Héctor, “Asociación Educacionista “La Fraternidad””

111 años de la Asociación de Ex-Alumnos del Colegio del Uruguay

Reunión llevada a cabo para constituir la Asociación en el salón de actos “Alejo Peyret” (Foto: Raquel Bonín)

El 29 de julio de 2018, la Asociación de Ex-Alumnos del Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza”, cumple 111 años de su creación.

Durante la primera década del siglo XX, plena etapa de la República Conservadora, era Rector del Colegio el doctor Dermidio Carreño, acompañado en la Vice Rectoría por el profesor Juan José Millán.

En el año 1907, llamativamente, los festejos del aniversario del Colegio fueron realizados con importantes actividades, aunque se trataba del cumpleaños número 58.

El evento tuvo gran adhesión de los vecinos  y contó con la presencia de muchos ex alumnos que llegaron por barco a la ciudad. En esa oportunidad asistió el gobernador de la Provincia, Faustino Parera, y otras autoridades. Y también contaron con la adhesión mediante telegramas y notas de salutación de  Julio Argentino Roca, Victorino de la Plaza,  Benigno Ferreyra (Paraguay), Eduardo Vázquez (ministro de la República Oriental del Uruguay), etc.  Al año siguiente se realizó la publicación de un libro muy completo sobre estos festejos, el cual se conserva en la Biblioteca Alberto Larroque.

Ya en el mes de abril de ese año, y por iniciativa de, entre otras personalidad,  Luis Aráoz se reunieron los ex alumnos  con el objetivo de formar una Asociación.  De ese encuentro surgió una Comisión Provisoria encabezada por el doctor Benito G. Cook.

La creación explícita de la Asociación se realizó el 29 de julio de 1907 en el Salón de Actos “Alejo Peyret”, designándose mediante Asamblea, a la Comisión Ejecutiva  y la Comisión Consultiva de Ex alumnos del Colegio del Uruguay, aprobándose además los Estatutos de la institución que continúa rigiéndola hasta nuestros días.

La Comisión Ejecutiva quedó integrada por Benito G. Cook como Presidente; acompañado por Antonio Sagarna,  Rafael M. Paradelo, Máximo Álvarez, Juan José Millán y Dardo Corvalán Mendilaharsu.

Y la Comisión Consultiva formada por Juan B. Martínez, Cipriano D. Urquiza, José María Barreiro, Avelino González y Agustín Simonpietri.

Entre los  objetivos y lineamientos de este nuevo organismo podemos citar:

– Propender a la vinculación de los hijos intelectuales del Colegio y a la ayuda mutua en la forma que lo estableciere el Reglamento

– Procurar por todos los medios posibles al mayor prestigio y progreso del Colegio.

-Ambas juntas se renovarían cada tres años por votación.

-Tendría asiento en la ciudad de Concepción del Uruguay.

-Se formarían comisiones de propaganda en otras ciudades (Capital Federal, La Plata, Paraná, etc.). En referencia a este último punto, debemos hacer el esfuerzo de imaginar las comunicaciones en esa época.

Luego de 111 años de existencia,  la Comisión actual sigue convocando a todos aquellos que pasaron por las  aulas y se sienten parte de la gran familia colegial. Y los invita a sumarse como socios para continuar con los antiguos y nobles objetivos de sus fundadores. Pero fundamentalmente los convoca a acompañar el presente institucional con el cariño  y la gratitud de siempre.

Texto: Raquel Bonín, publicado en “El miércoles Digital”

Para mayor información sobre la Asociación y cómo unirse a ella ingresar a: https://www.facebook.com/exalumnoscolegio/

Remodelaciones y ampliaciones del Colegio del Uruguay

Vista del patio del colegio antes que se le agregara el piso de alto que da sobre calle Leguizamón, puede verse el aljibe en el centro del patio

El 28 de julio de 1849, se funda en Concepción del Uruguay, de manos del Gral. Urquiza, el Colegio del Uruguay. El 14 de octubre de 1849, se colocó la piedra fundamental y para el 1° de mayo de 1851, ya contaba el edificio con planta baja terminada. En 1880 se le agrega a la planta baja y mirador el primer piso frente a plaza Ramírez. Y en 1935 al 1942, se le sumo el primer piso de la parte posterior, siendo estas las más importantes remodelaciones y ampliaciones.

Primera remodelación y ampliación

Debido al asalto a sangre y fuego del Colegio realizado por las tropas de Ricardo López Jordán en 1870, el edificio sufrió una serie de importantes deterioros, a los que debían sumarse los producidos por el paso del tiempo.

El Rector Dr. Agustín Mariano Alió comenzó a gestionar ante la superioridad la remodelación y ampliación del mismo, resolviendo por decreto del Presidente Domingo Faustino Sarmiento, en el año 1873, llevar a cabo la obra.

Se autorizó la construcción de un primer piso como así también realizar las ochavas en las esquinas de la planta baja para llenar una disposición municipal reciente.

Cinco empresas se presentaron a la licitación y después de una serie de problemas con quien había presentado el presupuesto más bajo la obra fue adjudicada a José Fossati, firmándose el 28 de octubre de 1873 el contrato para la ejecución de la obra.

El proyecto del primer piso fue realizado por Don Pedro Melitón González, presidente del Departamento Topográfico de la Provincia siendo designado inspector de obra, labor que desarrollo con eficacia y esmero. Llamó nuestra atención la rapidez con que fue concluida, ya que el 30 de junio de 1874 el constructor hizo entrega del edificio terminado el cual fue aceptado por el inspector.

Segunda y la más importante reconstrucción y ampliación

El 10 de enero de 1934 escribió el Rector Dr. José Haedo a superior jerárquico una nota diciendo entre otras cosas que “…exageración puede afirmarse que en muchas aulas y dependencias el estado del edificio representa un verdadero peligro”.

Meses después volvió a describir el estado lamentable del Colegio afirmando que se “…notan grietas no solamente en los muros sino también en los cielorrasos de yeso, produciéndose desprendimientos (…) No sería del caso limitarse a simples reparaciones o retoques, pues se requieren obras de consolidación, reconstrucción y ampliaciones…” sugiriendo el desmantelamiento, pero conservando el tipo de arquitectura.

Finalmente en noviembre de 1934 el Ministerio de Obras Públicas de la Nación informó la necesidad del desalojo del edificio en los primeros días de enero de 1835, cosa que se realizó, pasando a funcionar en tumo de la tarde de la Escuela Normal.

Más que una reparación profunda fue una verdadera reconstrucción. La realización del proyecto llevó prácticamente dos años completos iniciándose en 1937 la demolición de tres de sus lados, quedando solamente frente y el Mirador, que fueron considerados de mayor valor histórico. El Arquitecto Canavessi nos dice al respecto: “En esa oportunidad se decidió dejar el frente del edificio tal cual era en la época de su fundación. Se estudió el color con que había estado pintada las paredes, se dejaron las puertas y ventanas con postigos y pasadores; quedaron los techos del zaguán y galería interior con sus viguetas de madera dura la vista; los faroles y bancos de los corredores, son originales. También en esta oportunidad se le agregó el primer piso de la planta baja posterior sobre calle Onésimo Leguizamón”.

Debemos decir que en los lados norte y sur fueron demolidas las aulas y dependencias que daban sobre el patio, quedando unas galerías cubiertas. Recordemos que en esta instancia estaba previsto demoler el mirador, lo que fue impedido gracias a la movilización de las fuerzas vivas de la ciudad.

El proyectista y director de obra de estos trabajos fue el arquitecto Pelayo Sainz y la empresa constructora fue Sincomaco (Sociedad de Ingeniería y Construcciones Malvicino y Cía).

Después de muchos inconvenientes y quejas sobre detalles de la obra, la misma fue entregada con fecha 29 de abril de 1942 y el 27 de mayo de mismo año se procedió a iniciar las clases en el edificio restaurado después de un periodo de más de 7 años» informaba el Ministerio del ramo.

Estas dos importantes refacciones no le han quitado al edificio su coherencia arquitectónica original presentándose actualmente como una verdadera joya del pasado entrerriano.

Texto extraido de: Argachá, Celomar José,  “Colegio del Uruguay “Justo Jose de Urquiza”, 2006

El lugar de nacimiento del general Urquiza

Monumento que recuerda el nacimiento del Gral. Urquiza, en la zona conocida como “El Talar”, este monumento fue inaugurado en 1937.

Todos los pueblos exhiben con orgullo el hecho de ser la cuna de personalidades destacadas. Así Yapeyú se anuncia como la patria chica del libertador San Martín, San Juan muestra los vestigios de los primero pasos de Sarmiento; Caracas atesora la casa donde nació Simón Bolívar, y así podríamos seguir.

En Entre Ríos, una de las figuras más reconocidas de su historia, el general Justo José de Urquiza, que llegó a ser presidente de la Confederación Argentina, no tiene una ciudad o pueblo que refugie su memoria natal. No se trata de Concepción del Uruguay donde descansan sus restos mortales. El sitio donde se escuchó su primer llanto es un lugar no precisado del interior del departamento Uruguay, en el casco de una antigua estancia que perteneció a su padre, José o Josef de Urquiza.

Una investigación inédita, llevada a cabo por los Profesores Rubén Bourlot y Omar Gallay nos acerca ciertas certezas sobre el sitio.

“De acuerdo a la mayoría de los historiadores, el Gral. Justo José de Urquiza nació en la Estancia San José, ubicada en El Talar del Arroyo Largo (hoy Urquiza) el 18 de octubre de 1801.

“Fue bautizado el 21 de octubre por el capellán fray Juan Claramonte, quien estaba a cargo del oratorio mandado construir en la estancia por su padre.

“En verdad este templo fue proyectado por Dn. Pedro Duval, anterior propietario, y del cual Dn. Josef  de Urquiza fuera administrador.

 “En oportunidad de la visita pastoral que hiciera al lugar el Obispo Benito Lué y Riega el 24 de mayo de 1804, recibió los oleos bautismales.”

Entre el Talar y los Corrales

El antiguo casco de la estancia San José desapareció con el tiempo, pero aún se conservan algunos indicios en la zona que comprende los límites de las colonias Las Achiras y Quinto Ensanche de Mayo. “A unos quinientos metros al sur del actual casco de la Estancia Villa Teresa, cruzando el arroyo Las Achiras, que a los pocos metros confluye en el arroyo Urquiza, junto con su similar El Cordobés que corre desde el norte, se encontraban unos corrales de un metro de alto hechos con piedras (areniscas) abundantes en la zona, muy cercanos al antiguo oratorio, la casa familiar y de la población (personal de la estancia) que Dn. Josef hiciera edificar.

“Existen dos versiones sobre el lugar preciso donde el Organizador de la Nación dio sus primeros berridos. La tradición histórica lo ubica el en el paraje denominado ‘El Talar’ que comprendería una zona que otrora habría estado dominada por estos árboles, al oeste del actual puente sobre el arroyo Urquiza en la Autovía General Artigas (ex Ruta 14).

“La otra referencia, menos conocida pero con fuerte arraigo en la tradición lugareña, determina como lugar de nacimiento la casa paterna que se situaba en cercanías de los ‘corrales de piedra’.

“Refrenda esta última presunción, los recuerdos de una de las hijas del General, Dña. Flora del Carmen de Urquiza de Soler, que residiendo en Buenos Aires al momento de la inauguración de un monumento recordatorio a la vera de la ruta 14, en 1937, dice en un pasaje de la misiva que envió en adhesión al acto:

‘Mi intención al escribirle es relatarles un hecho que acudiendo a mi memoria, despierta dudas sobre si el Gral. Urquiza nació en el llamado “Talar” o en  “Los Corrales”. Era más o menos alrededor de 1860 y yo, niña aún, volvía de con mi padre de un viaje a la Colonia San José por él fundada. Habíamos concurrido a una fiesta de aniversario, habíamos estado en la casa de Peyret, habíamos visitado las granjas y recibidos grandes agasajos. Volvíamos a la ciudad del Uruguay en la volanta usual en esos años y al pasar por Los Corrales, hoy Villa Teresa, y donde existe de pie un antiguo corral de piedra, mi padre, señalándome la casa, me dijo, más o menos: ‘Ves, hija, ahí he nacido yo’. Esta referencia de mi propio padre, que recuerdo muy bien, me ha hecho dudar siempre sobre el sitio que la tradición a señalado como lugar de su nacimiento, “El Talar”, y he querido ponerla en su conocimiento, no para menguar el calor del homenaje, sino para aportar un antecedente que pueda abrir un camino nuevo a las investigaciones históricas del hecho’.

“En el mismo sentido, Dn. Marcelo Tito Sáenz Valiente, nieto del General Urquiza y que viviera hasta su muerte en Villa Teresa -propiedad heredada de su madre Teresa de Urquiza de Sáez Valiente, la cual la hubo comprado oportunamente a su hermano Cipriano de Urquiza quien la recibiera en sucesión-, explicaba a los visitantes que la casa de Dn. Josef se encontraba al sur de los corrales de piedra y que allí había sido el lugar de nacimiento de su abuelo. Por consiguiente, renegaba del emplazamiento que oportunamente se había hecho de un monumento recordatorio en la ruta 14, el cual llamaba a una falsa interpretación al rezar en su inscripción ‘sitio del nacimiento’”.

Los homenajes a Urquiza

En 1901, con motivo del centenario del nacimiento del Organizador, entre el 17 y el 20 de octubre se llevaron a cabo diversos actos de homenaje en Concepción del Uruguay, el Palacio San José, en la capital provincial y en el sitio probable de su nacimiento.

“El acto central se realizó en arroyo Urquiza, en la ya derruida casa que perteneciera a los padres del General.

“Treinta carruajes y tílburis (Carro de dos ruedas y dos asientos, con capota, tirado por un solo caballo) partieron con ese destino bien temprano a la mañana. De igual manera lo hicieron jinetes y carretones que condujeron a señoritas, caballeros y niños.

“A pesar que las maestras estaban sufriendo una demora de seis meses en percibir sus sueldos, también se adhirieron al acontecimiento, dado que junto a sus alumnos de escuelas y colegios dedicaron y descubrieron la placa alusiva, la que fue acompañada por un ‘lacónico discurso’ por parte del alumno Parodié, de la Escuela Mixta.

“Se sirvió un almuerzo del cual participaron unos 300 comensales, entre autoridades y público en general.

“A las 5 de la tarde estuvo de regreso en Concepción del Uruguay la caravana integrada por  treinta y un carruajes y cincuenta jinetes.”

Artículo  de Bourlot, Rubén y Gallay, Omar, publicado en www.lasolapaentrerriana.blogspot.com/2016/02/la-cuna-de-urquiza.html

 

 

Historia de un libro y de un chantaje

Libro original, del año 1866

Nota: Esta publicación es un artículo inédito del Prof. Celomar Argachá, cedido para su publicación por el Centro Cultural Urquiza en la persona de su Presidente Hugo Barreto.

Historia de un libro y de un chantaje

Realmente es conmovedor viajar por Salta, donde todos sus habitantes, en forma unánime, elogian y enaltecen Ia figura de Martin Miguel Güemes; de la misma manera ocurre en La Rioja donde exaltan las virtudes de su caudillo Facundo Quiroga; nada distinto ocurre en Santa Fe con Estanislao López e incluso con los porteños que admiran al dictador Juan Manuel de Rosas, el “patrón de los ríos”, el dueño de la Aduana única de los porteños y el jefe de los estancieros de la provincia de Buenas Aires. De la misma manera podemos hablar de otras provincias, donde sus héroes son figuras tomadas como ejemplo.

Sin embargo en la provincia de Entre Ríos el General Justo José de Urquiza, que fue primero figura destacada como caudillo provincial y luego como impulsor de la institucionalización del país. Sin embargo no es elogiado, ni defendido, ni admirado por muchos entrerrianos, por el contrario es denostado por quienes gozaron y gozan de una gran Constitución, por sus enormes aportes a la educación, fundando este primer colegio laico del país y convirtiendo a Entre Ríos en la segunda provincia de la Nación en importancia.

Cuál es el motivo? Sin duda el poder porteño, especialmente el económico, que no le permitió ni le permite que un hombre del interior haya terminado con la aduana, nacionalizándola, es decir poniéndola al servicio del país y que con la libre navegación de los ríos interiores terminé con el sojuzgamiento económico que las provincias debían pagar a Buenos Aires impuestos para entrar y salir con sus mercaderías.

Esto no fue perdonado por sus enemigos, tanto unitarios como federales, porque trató de romper con el hegemonismo porteño, Qué hicieron? Pagaron a un corrupto hombre que trabajaba en la Secretaria privada de Urquiza, que por supuesto no era el ayudante principal, para que escribiera una obra contra el “Señor de San José”. Fue realizada por Juan Coronado, llamada “Los Misterios de San José”, donde en forma crítica y malintencionada dice de todo del General Urquiza, realmente algunas son barbaridades, utilizando la palabra traidor en cada capítulo, Io acusa de todo aquello que hasta hoy se  repite de él y que los entrerrianos reiteran lastimosamente sin saber el origen de esta inequidad.

Esa obra fue publicitada en todos los diarios porteños, porque detrás estaba desde Mitre y otras figuras relevantes que acompañaron Ia publicación del libro para desprestigiarlo al hacedor de la república, proporcionándole incluso algunos redactores especializados y dinero para la impresión de 2.000 ejemplares, cantidad enorme para la época de una publicación.

Pero Juan Coronado cometió un grave error. A través de amigos de Urquiza ofreció retirar la obra de la imprenta, devolver los documentos hurtados del escritorio privado del General Urquiza y además exigió una importantísima suma de dinero, muchísimo para la época. Un verdadero chantaje.

El General Urquiza conoció el contenido del libro a través de su yerno Benjamín Victorica y de su hijo Diógenes y también por las gestiones de algunos de sus amigos para que la obra no se hiciera pública, a Ios cuales desautorizó de inmediato y le encomendé a sus parientes y abogados, iniciar un juicio al perverso secretario.

Todo este proceso de extorsión e intimidación fue expuesto por el Profesor Manuel E. Macchi en 1962 en una obra titulada “Historia de un libro”, con abundante y esclarecedora  documentación, donde muestra y demuestra la infamia de la obra que muchos entrerrianos repiten, sin defender a quien no sólo terminó con la dictadura de Rosas sino que, teniendo todo el poder en sus manos, decidió darle al país una Constitución, naciendo así la Republica.

Sobre este hecho extorsivo deberíamos hablar mucho más para entender, comprender y desagraviar Ia figura de Urquiza, que no solamente no es defendida por los entrerrianos, sino que por contrario apoyamos y sostenemos las falsedades del hegemonismo unitario porteño que como sabemos es defendido por el rosismo y sus adláteres, representado por la aduana (mica y Ios hacendados y terratenientes bonaerenses.

Alaban a Rosas como campeón del nacionalismo y a Urquiza como vendepatria, cuando la realidad es inversa. El primero firmó tratados de amistad y comercio con Ias grandes potencias (lnglaterra y Francia), privilegiándolas económicamente, pero cuando el segundo firmo alianza con el gobierno portugués del Brasil para derrotar al dictador, que no reconoció ningún tratado anterior, como la independencia de Paraguay y el Uruguay, sin embargo Io llamaron títere de otros imperios.

Es decir que en la tierra del General Urquiza, donde se hizo realidad una Constitución Federal, con mandato presidencial no reelegible, democrático, con Poderes independientes, prefieren a quién obtuvo y mantuvo “facultades extraordinarios” primero, propio de toda “dictadura” y después solicito la “suma del poder público”, transformándose en una “tiranía”.

Sin embargo hay entrerrianos que prefieren lo último, criticando a quién se esforzó para que económica y políticamente fuera la segunda provincia del país en importancia; con una industrialización en crecimiento; con la presencia do colonos que emigraron de Europa para explotar nuestro fértil suelo con inmigrantes suizos; con la llegada de intelectuales que habían tenido que emigrar pero que lentamente decidieron venir a Entre Ríos, donde se habían creado establecimientos para formar los futuros dirigentes, especialmente el primer colegio laico de Argentina como fue el Colegio del Uruguay y que por último, que como dijo Beatriz Bosch, Entre Ríos era un “remanso de paz”. Urquiza después de haber paseado heroicamente su famosa caballería por la provincia, por otras hermanas y la Banda Oriental, sostuvo y mantuvo el sistema federal.

Entre Ríos, los entrerrianos en general, deben manifestar apoyo y ponderar Ia labor desarrollada por quién hizo de nuestra tierra un Iugar habitable, con tranquilidad, con trabajo y sostener, al igual que sus hermanas, al caudillo que se transformó en estadista, dándose cuenta tempranamente que las peleas entre hermanos sólo llevan al caos, a la anarquía, al atraso, a la pobreza, a la miseria y a la muerte. Una muestra de ello fue la muerte prematura del líder y las guerras jordanistas que terminaron en una fisura, una división, que llevo años superar y precisamente ellos reivindican estos procederes que terminaron por empequeñecer a nuestra patria chica. No se pide una Lealtad obsecuente o genuflexa, pero si un reconocimiento a pruebas evidentes.

Concepción del Uruguay, muy especialmente, debe sentir orgullo y pasión para defender al que hizo de nuestra ciudad la capital de la provincia y el centre político mas importante del país. Todas sus grandes construcciones lo tuvieron a él en forma activa y no reconocer su obra es una forma de criticar o al menos de ignorar.

Es incomprensible Ia existencia de un revisionismo retrogrado, admirando a quién tanto daño hizo a nuestra provincia y sus hermanas, pero también a quién representa los intereses y recibió los beneficios de un gobierno centralista, representante de los ricos hacendados y terrateniente de Buenos Aires, creador de una fuerza parapolicial (la mazorca) para reprimir a todo aquél que pensara o actuara distintos a quién Ia conducía.

Que Buenos Aires lo tenga como caudillo ponderado a Rosas nos parece hasta normal pero que un entrerriano admire y elogie a quien con tanto empeño quiso quebrarla económicamente a Entre Ríos, no nos parece adecuado.

Por eso escribimos este articulo para mostrar que el desprestigio que canalizaron los dirigentes porteños se realizó a través de un libro, solventado y publicitado a través de los medios capitalinos más importantes de aquel entonces, pero que no tuvo otro objetivo que difamar y menospreciar a Urquiza, ya que algunos le llamaron y le llaman a su residencia del Palacio San José “la guarida del tigre”, es decir una especie de refugio o cueva donde vive un depredador sanguinario. Sabemos que esa imagen fue la que trataron los porteños de crear y que otros desaprensivamente hoy repiten.

Creemos que fue todo lo contrario e incluso el que utilizó esa frase se vio conmovido de cómo vivía el caudillo, con adelantos técnicos y agua potable distribuida en red que ni siquiera conocía la Capital, profesores de inglés, francés, música para sus hijas, un hermoso y arbolado  jardín, llegando a decir sorprendido “Ahora si me siento Presidente”.

Si los entrerrianos no defendemos nuestros caudillos federales qué puede esperarse de quienes solo lo conocen a través de la obra señalada al comienzo de este artículo. Muchos Iectores ni siquiera lo saben y a muy pocos les intereso hacerlo conocer. Con verdades a medias no se hace la historia sino con documentos e investigaciones serias. Pretendemos que todos los hagan para tener el reverso y anverso de la moneda, pero los uruguayenses no lo necesitamos porque podemos palpar y ver cotidianamente la obra del general tan sólo caminando por nuestras calles, donde se puede apreciar, a cada momento, su formidable labor pionera. (Por Argachá, Celomar)

 

Los escudos de Concepción del Uruguay a través del tiempo

Primer escudo de la ciudad de Concepción del Uruguay. Elaborado por Elisandro Alvisto, a solicitud del Lic. José Vernaz

El día 16 de junio, hace 143 años,  concluía su gestión municipal Martín Ruíz Moreno, dejando al municipio local el primer escudo que haya tenido este organismo, efectivamente, el año 1879, las Autoridades Municipales, deciden estudiar cómo sería el escudo de la ciudad.

Se debate el diseño, el día 16 de junio de 1879, según acta 28, de la Corporación Municipal se crea el Escudo, con la correspondiente Ordenanza:

ORDENANZA

Art 1º. Crease un Escudo, para la Municipalidad que simbolizara la educación primaria.

Art 2º. La forma del Escudo será de elipse, llevando en su parte más elevada la inscripción siguiente:

“MUNICIPALIDAD DEL URUGUAY”

Art 3º. El emblema será en campo gris, el siguiente:

Una maestra colocada a la derecha dando lecciones de Geografía a una niña y designando con el puntero la parte del Globo en que se halla la República Argentina.

El Globo Geográfico se representa colocado en una mesa presentando la faz de la América.

En la parte superior llevara una estrella entre dos gajos de laurel.

Art 4º. Desígnese el día 9 de julio para colocación del Escudo.

JACOBO GILBERT – Ramón Calderón (Secretario)

 

El 3 de marzo de 1882, la Municipalidad sanciona una Ordenanza por la cual se deroga la transcripta, y que es la siguiente:

ORDENANZA

Art 1º. Derogase la Ordenanza de 16 de junio de 1897, creando un Escudo Municipal.

Art 2º. En lo sucesivo se usará el Escudo de la Provincia con la siguiente inscripción:

En la parte superior dirá: “Provincia de Entre Ríos” y en la inferior “Municipalidad de la Capital”

Art 3º. Se usará el mismo Escudo e inscripciones en los sellos de la Corporación.

M. GONZÁLEZ – S. Ocampo Calderón (Secretario)

 

El 10 de octubre de 1960, los señores Juan Lacava, Presidente Municipal y su secretario, Hugo Pagan, presentan al Señor Presidente del H. C. D. Dr. Angel Diecci, un nuevo proyecto de Escudo Municipal que represente la ciudad y población. Considerando que nada mejor sería el que usara el Supremo Entrerriano, Gral. Francisco Ramírez, figura que representa el símbolo de la defensa del terruño y el amor a la tierra en que se ha nacido.

Como es sabido Ramírez, tenía dos escudos (o sellos). Uno con una balanza y el otro con la pluma de ñandú. Este proyecto se inclina por este último, y le agrega las leyendas en la parte superior:

MUNICIPALIDAD

En la parte inferior

CONCEPCIÓN DEL URUGUAY

Al no tener color originariamente, se elige los colores de la bandera, y cruzada diagonalmente por una franja roja. Con la leyenda también de:

REPÚBLICA DE ENTRE RÍOS

Vuelve a la Secretaria, con el proyecto de Ordenanza, y fue sancionada el 18 de octubre de 1960, con el Nº de Ordenanza 2002 que dice así:

El Honorable Concejo Deliberante de Concepción del Uruguay Sanciona con fuerza de:

ORDENANZA

Escudo de la ciudad de Concepción del Uruguay según la Ordenanza N° 2002/1969

Art 1º. Adoptase cómo escudo heráldico del Municipio de Concepción del Uruguay el que usara el “Supremo Entrerriano, Gral. Francisco Ramírez” y se compone de un ovalo con una pluma de ñandú en el centro y esta orlado por la inscripción “República de Entre Ríos”. Al citado escudo se le agrega en la parte superior la inscripción “Municipalidad” y en la parte inferior “Concepción del Uruguay”.

Art 2º. Cuando el escudo debe ser fijado en el frente de los edificios Municipales, vehículos, etc., tendrá como fondo la bandera argentina y estará cruzado de arriba abajo y de izquierda a derecha por una diagonal roja.

Art 3º. Los gastos que demande al presente Ordenanza se imputaran al inciso H ítem 1, del presupuesto en vigencia.

Art 4º. Comuníquese, regístrese, etc.

 

Los “sellos” de Ramírez

Durante la breve existencia de la “República de Entre Ríos”, su creador el “Supremo Entrerriano”, D. Francisco Ramírez, instituyó, para uso en la documentación, dos sellos que Saraví califica de legendarios escudos, uno con la “pluma de ñandú” puesta en pal que, en opinión de este autor, simbolizaba “autonomía y libertad”y el otro con la “balanza”, con uno de sus platillos inclinados a la siniestra, y una”lanza” con su punta invertida y puesta en banda como emblema de “justicia y paz”.

Tanta importancia dio Ramírez a los signos heráldicos de sus sellos, que en el artículo 46 del Reglamento General de sus Reglamentos para el orden interno de los Departamentos de la República, determinó que “Todo el que falseara el sello de la República, (…) será  tenido por infame y castigado con la última pena”.

 

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Bibliografía: Abescat, Francisco, “La Ciudad de nuestra Señora de la Concepción del Uruguay”. Copia Despacho del 18/10/1960, Municipalidad de Concepción del Uruguay y “Escudos Provinciales de la Argentina” (Consejo Federal de Inversiones, 2011). Colaboración: Lic. José Vernaz

 

Conmemoración de la muerte de Francisco Ramírez

Imagen del caudillo entrerriano Francisco Ramírez

El pasado 10 de julio de 2018, se conmemoraron los 197 años de la muerte de nuestro caudillo. Ya hemos publicado algunos datos de los pocos que cuenta nuestra historia.

Nace en la Villa, el 13 de marzo de 1786 (232 años de su nacimiento). Las primeras letras y primeras nociones de religión las recibe del cura párroco José Bonifacio Redruello.

Criado en un hogar honesto, una infancia al aire libre, amando la tierra y los trabajos rurales.

A los 17 años, en 1803, es nombrado alcalde de Arroyo Grande, y en 1810, el Comandante General de Entre Ríos, Josef de Urquiza (padre de Justo José de Urquiza), lo nombra Oficial de Cívicos.

Era conocedor de los caminos entrerrianos y esta condición hizo que se le encomendara la tarea de chasqui, llevando encendida la llama de la libertad, para avivar en los corazones de los campesinos de nuestra tierra.

Nuestro caudillo preparo un ejército, siendo la parte más importante la caballería, demostrando sus dotes de militar en los combates de “Espinillo”, “Arroyo Ceballos” y “Santa Bárbara”. En 1815, entro a nuestro cabildo acompañado por Cipriano de Urquiza.

Combatido por Buenos Aires, surge la lucha entre los principales del federalismo y centralismo porteño.

En “Saucecito”, dirigió la campaña en contra del Directorio. Antes versiones y crisis política donde se quería implantar una monarquía en el Rio de La Plata y sumado a la ruptura de las relaciones con Artigas, hace que nuestro caudillo bregara por la libertad.

La Constitución Unitaria de 1819, es otra de las chispas, que molestan a nuestro caudillo.

El triunfo de Cepeda, 1 de febrero de 1820, llevo a la firma de unos de los pactos preexistente de nuestra Constitución. Tratado del Pilar, firmado por el Gobernador de Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos, donde se acuerda la Unidad Nacional y Autonomía Provincial.

Es el momento donde funda la Republica De Entre Ríos, dotándola de reglamento y símbolos patrios.

Al romper relaciones con Artigas combaten en “Las Guachas” (13/06/1820), “Las Tunas” (23/06/1820), favorables a Ramírez. Este obliga a Artigas a alejarse de Entre Ríos, combatiéndolo en “Sauce de Luna”, “Mocoreta”, “Mandisovi” y “Avalos”. Artigas se refugia en Paraguay.

En 1820, cae el Gobernador Sarratea en Buenos Aires, la guerra comienza nuevamente. Pierde importancia el Tratado del Pilar. Estanislao López envía fuerzas en contra de Ramírez. Mansilla desobedece ordenes de Ramírez.

Las fuerzas entrerrianas sufren grandes bajas, pero sin perder el coraje nuestro caudillo sigue su lucha y en Rio Seco (Córdoba), es sorprendido, su compañera “La Delfina”, se había caído de su caballo y el regresa para ayudarla.

Momento este, que es herido de muerte, 10 de julio de 1821, a los 35 años. Su cuerpo fue decapitado y su cabeza colgada en la puerta del Cabildo de la ciudad de Santa Fe, lugar que en 1853 se consagraría el Sistema Republicano Federal.

Así fue el final de una vida de hierro y acero.

Saludamos por este medio a las nuevas autoridades del Instituto Ramiriano local que está cumpliendo 57 años de su creación.

Texto: Virginia Civetta. Bibliografia: Macchi/Masramón, “Entre Ríos, Síntesis Histórica”; Urquiza Almandóz, “Tomo I Historia de Concepción del Uruguay”, Instituto Ramiriano y Municipalidad de Concepción del Uruguay, “Reseña Histórica del Gral. Ramírez”

 

Los primeros puentes sobre el Arroyo Urquiza

Segundo puente visto en toda su extensión (Foto: Omar Gallay)

El primer puente sobre el Arroyo Urquiza, camino de Concepción del Uruguay a Colón (hoy Autovía Gral. Artigas) fue construido con pilotes de metal en 1897.
En la noche del 6 de abril de 1899, una gran avalancha fluvial arrastró una parte de la represa del importante molino harinero de las adyacencias (Molino Maury), cuyos andamios se embalsaron en los pilotes del joven puente, ocasionando la mitad de su derrumbamiento.
La reparación por parte del Gobierno, costó unos 8.000 pesos moneda nacional, librando la obra al tránsito en setiembre de 1901. 
Los pilotes esta vez fueron de madera dura, y el proyecto fue presentado por el Ing. Honorato Isourivchere, jefe de la repartición Puentes del Gobierno Provincial. 

Aún hoy es posible ubicar restos del terraplén, cabeceras y pilotes de madera de este histórico puente.

Texto: Omar Gallay sobre un articulo de Caras y Caretas (12/10/1901)

Punto fijo (pilar) de nivelación en la plaza San Martín

Punto fijo (pilar) de nivelación en la plaza San Martín, ubicado en un cantero de norte de la plaza. (Foto: Omar Gallay)

En 1919 el Gobierno Nacional le asignó al IGM (Instituto Geográfico Militar) la responsabilidad de la elaboración de la cartografía oficial del territorio nacional y la realización de los trabajos geodésicos para apoyar la actividad civil, además de la militar.
Este es el origen del pilar que se encuentra en la plaza San Martín y que pertenece a la red de nivelación nacional. Es uno de los miles distribuidos en todo el territorio nacional, junto a otros de trigonometría.

Vista del Punto fijo de nivelación, ubicado en el centro del cantero de plaza San Martín. (Foto: Omar Gallay)

Estos nodos o puntos altimétricos forman parte del Marco de Referencia Geodésico Nacional, que constituye la base fundamental sobre la que se apoya toda la cartografía del País. El Marco de Referencia, entre otras aplicaciones, se utiliza para brindar una mayor precisión a los catastros y para obtener valores de coordenadas más exactos en mediciones realizadas en numerosos ámbitos de aplicación.
A pesar de las innovaciones técnicas, entre ellas el GPS, el sistema perdura como la referencia altimétrica nacional.

 Texto: Colaboración del Prof. Omar Gallay

Tadea Jordán y Norberta Calvento. 2 mujeres en la vida de Francisco Ramírez

Museo “Casa de Delio Panizza” fue lugar de residencia de Tadea Jordán y de Norberta Calvento

Doña Tadea Florentina Jordán

Madre de nuestro caudillo Francisco Ramírez. Mujer de carácter enérgico u una condición especial que la hizo respetada en la Villa del arroyo de la China.

Se dice que al enterarse que Mansilla, Gobernador de Entre Ríos, había ordenado el secuestro de todas las pertenencias del Supremo, ella las quemo hasta reducirlas a cenizas. Después de la muerte de Ramírez, fue presa por considerarla “enemiga peligrosa”.

También se cuenta que, en varias oportunidades, cruzo el Rio Uruguay, a nado, llevando mensajes a su hijo Ricardo, exiliado en la Banda Oriental, “del complot para asesinarle y que tomara precauciones”.

Hija de Don Antonio Jordán, uno de los primeros pobladores de nuestra ciudad, y de María Elvira López (porteña) descendiente del Virrey Don Juan José Vertiz y Salcedo.

El matrimonio tuvo seis hijos, siendo la tercera en nacer Tadea Florentina, quien se casa con Juan Gregorio Ramírez, paraguayo. Con él tiene tres hijos: Marcelina que nació el 18 de junio de 1782, Estefanía, que nació el 31 de enero de 1784 y José Francisco, que nació el 13 de marzo de 1786.

Al morir Don Juan Ramírez, se casa el 20 de agosto de 1789 con Lorenzo José López, comerciante de la Villa arroyo de la china, con quien tiene nueve hijos, entre ellos Ricardo López Jordán (padre).

Doña Tadea falleció el 6 de febrero de 1827 y fue sepultada en el Campo Santo ubicado frente a la Plaza Principal y junto al templo de la Inmaculada Concepción. Por eso dentro de la Basílica se tiene una placa que la recuerda.

María Norberta Calvento

María Norberta Calvento, hija de don Andrés Narciso Calvento (español) y de Doña rosa González (porteña)

Esta familia también fue de las primeras de la Villa del arroyo de la China, como la de Ramírez. Es decir que Norberta y Francisco se conocían desde su niñez. Esto llevo a que por costumbre, por imposición o por no abundar jóvenes apropiados para la niña, surgió el romance entre los dos.

Ella amo a nuestro caudillo hasta su muerte, ocurrida cuando tenía noventa años en 1880. Sus restos descansan en el Cementerio local.

Rodeada de leyendas románticas sobre su muerte les transcribimos unos párrafos de la carta que recibiera Yorga Salomon de don Gregorio Troncoso Rosetti y que dice así:

“Norberta no muere de tisis, si no que permaneció fiel al recuerdo de su amado, permaneció soltera después la tragedia de San Francisco del Chañar y que murió en 1880 a los 90 años, siendo ayudada por una sobrina”.

También desmiente, “que fuera enterrada con su traje de novia, si con el piadoso habito carmelitano”.

El Señor Troncoso Roselli, escritos local, fue descendiente de la familia Calvento.

Fuentes: Salomón, Yorga “Francisco Ramírez, Motivo del Caudillo”; Zaffaroni, María Luisa “Los cuatros amores del Gral. Francisco Ramírez”; Newton, Jorge “Francisco Ramirez, el Supremo Entrerriano”