Benigno Teijeiro Martínez en la biblioteca de su casa
Nació en Santa Marta de Ortigueira -La Coruña- en 1846. Fueron sus padres don Francisco Teijeiro Viscoso y doña Vicenta Martínez.
Obtuvo en España se graduó de Perito Agrimensor y Tasador de tierras.
En 1875 se radica en nuestra ciudad donde obtiene el título de preceptor de escuelas primarias. Cinco años más tarde se incorpora como profesor en el Colegio del Uruguay y en la Escuela Normal dando clases de Historia, al mismo tiempo que desarrolla su actividad como investigador de historia.
Al llevarse a cabo los primeros juegos florales en conmemoración al centenario de la fundación de Concepción del Uruguay (25 de Junio de 1883) obtuvo la medalla de oro con su trabajo “Memoria acerca de la conquista y fundación de los pueblos de Entre Ríos”.
Es autor de la “Historia de Entre Ríos” en tres volúmenes (publicados en 1910; 1920 y 1930) quedando sin publicar el cuarto y el quinto.
Sus trabajos sobre temas históricos, científicos y pedagógicos sobrepasan los cien, sin incluir los artículos publicados en distintos medios.
Integró la junta de historia y numismática, la academia de la historia y el instituto geográfico argentino, entre otras instituciones. Participó en 1882 del congreso pedagógico internacional americano y colaboró con la exposición continental de ese mismo año.
Su muerte, el 18 de Agosto de 1925 lo sorprende siendo director del archivo de la provincia.
Su casa estaba situada en San Martín 895 y era famosa por su riquísima biblioteca que abarcaba dos habitaciones. Su esposa, Francisca Soler fue maestra superior de piano de la Escuela Normal.
Una escuela ubicada en el suroeste de la ciudad, la N° 4 lleva su nombre y hasta que en 1994 se le cambia el nombre por “Los Constituyentes” (En ese año se realizó la Jura de la Constitución reformada en el Palacio san José) el conocido como “bulevar de la terminal”, se denominaba “Benigno Teijeiro Martínez” (Fuentes: Guía Turística de Concepción del Uruguay, Artículo sin firma, Larenze, Héctor Luis, “Concepción del Uruguay. Sus calles… su historia” y Mallea, Lorenza y Coty Calivari, “Las mallas del viaje”, ediciones El Mirador, 1982
El teatro Avenida, hoy Supermercado Gran Rex en la actualidad (Foto: Mabel Gómez)
Hoy funciona en este edificio un supermercado que ha respetado la configuración original de la fachada del que fuera a principios de siglo el Teatro Avenida (construido hacia el año 1923 por la Sociedad Cosmopolita) y posteriormente el cine-teatro Rex. Su importancia como patrimonio de la ciudad radica en que fue en esta sala donde cantó Carlos Gardel por última vez en nuestro país los días 21 y 22 de octubre de 1933-, quien luego de su actuación viajaría por lancha a Paysandú (ROU) y posteriormente a Colombia, donde fallecería en un accidente de aviación. Gardel arribó a Concepción del Uruguay por tren, alojándose en el hotel París y desde allí se trasladó a pié hasta el teatro Avenida. Posteriormente funcionó en ese lugar el Cine-Teatro Gran Rex y hasta un “boliche” denominado “Acrópolis”.
En el 142 de calle Urquiza, en su intersección con 8 de Junio, se encuentra esta hermosa casona de fines del siglo XIX que perteneciera al Coronel Pedro Melitón González.
Este amplio edificio de estilo barroco con altas ventadas de artísticas rejas fue mandado a construir para su residencia por el Coronel Pedro Melitón González, militar de destacada actuación en las filas del ejército del general Urquiza. Fue Jefe de Policía, Presidente de la Legislatura entrerriana, Intendente Municipal en 1881 y posteriormente en 1885, período que no culmina por retirarse con un problema de salud. Por sus méritos la Escuela de Agentes de Policía de Entre Ríos lleva su nombre. “Era un hombre generoso, abnegado de gran ascendencia sobre la gente humilde”. Su esposa Etelvina Céspedes de González, fue presidenta fundadora de la Sociedad de Beneficencia de Concepción del Uruguay.
Hoy, como se puede apreciar en las fotos esta totalmente abandonado y ya son evidentes los daños ocasionados por el tiempo y el descuido.
Templo masónico en una foto aparecida en un álbum de 1912, observesé las ventanas, hoy inexistentes.
Albergó a la más antigua logia masónica del país, llamada Jorge Washington fundada en 1822 por el Cnl. Juan Florencio Perea, de la cual fue parte el entre otros, el Gral. Urquiza quien alcanzó el grado máximo, el 33. El edificio es del año 1878 y fue construido por los arquitectos Pedro Riva y Luis Conturbi. Este edificio posteriormente, fue sede desde el año 2003 del Museo Provincial del Dibujo y Grabado “Guaman Poma” hasta que se traslada a su actual edificio.
Lamentablemente no abunda documentación abundante del nacimiento y desarrollo de las Logias Masónicas, debido a condenas de instituciones como la iglesia católica.
Por documentos existentes en el Archivo Histórico de Entre Ríos, por dos cartas escritas por Juan Perea al Gobernador entrerriano Lucio Mancilla, dan cuenta de una Logia en la ciudad para el año 1822.
Entre otros contaba como miembros a: Mancilla, Perea, Dr. Pedro Agrelo, Dr. José Millán, Berón de Astrada, León Sola, y Pedro Barrenechea. No se sabe bien desde que fecha toma el nombre de Jorge Washington, pero algunos historiadores nos dicen que el nombre lo tomaron desde su creación.
Para el año 1857 ya se pueden conocer algunos masones con sus grados: Venerable Honorario S.E. el capitán General Don Justo José de Urquiza, Venerable Maestro de la Logia Maestro Ramón Bergara. Primer Vigilante Isaías Olivera, segundo Vigilante Jaime Masramon. Orador Emiliano Álvarez, Secretario Antonio López Piñón, Tesorero Julián Grane. Otros: Pablo Fossati, José Cordero, Vicente Montero, Simón Santa Cruz, Martin Ruiz Moreno, José Carosini, Teófilo Urquiza.
Muchos miembros eran uruguayos, lo que hace suponer que la Logia dependía de la del país vecino.
En 1856, se crea en Paysandú la Logia Cristóbal Colon y en 1857, el Supremo Consejo de la Masonería del Uruguay encomienda a Leandro Gómez a inaugurar el templo y Reglamentar la Logia de nuestra ciudad.
Por varios años la Logia uruguaya mantuvo el mando de las dos orillas, siendo los contrarios más destacados el cura párroco Domingo Ereño y el director del Colegio profesor Alberto Larroque. Ante los ataques recibidos tienen muy poca actividad entre los años 1858-1860.
El 19 de junio de 1863, se reúnen los miembros bajo la presidencia de Ramón Bergada y acuerdan reanudar los trabajos. Para tal fin se alquila un inmueble a Juan Chilotegui, donde funcionan hasta 1868.
Las autoridades fueron: V. Maestro Ramón Bergada. P. Vigilante Manuel Fernández, S. Vigilante, Jaime Masrramon, Orador Idelfonso Medina, Secretario Antonio López Piñón Tesorero Santiago Cometa.
Ingresan en este periodo entre otros: Teófilo de Urquiza Calventos, Joaquín Montero Urquiza, Francisco Fernández, Roberto Cremer, Carlos Tomas Surigues.
Las obras llevadas a cabo fueron: establecer un asilo para personas necesitadas, fundar un hospital, una biblioteca y durante la epidemia de fiebre amarilla traer médicos para reforzar los existentes.
Se sigue también con el ingreso de nuevos miembros y se otorgan diferentes grados.
En 1868 dejan la casa alquilada y se trasladan a una nueva ubicada en Entre Ríos y Alberdi donde permanecen hasta 1870.
Con la sublevación de López Jordán el templo fue desmantelado. La Logia se ve obligada a interrumpir las actividades actuando en periodos discontinuos. En 1873, nuevamente la sublevación de López Jordán, ataca a la Logia y desaparece por un periodo más prolongado.
En 1875 vuelven a reunirse los masones concepcioneros, instalándose en la casa de Pablo Doutre, sita en 3 de febrero y Suipacha. Pero fue por poco tiempo ya que comparan un terreno en 8 de junio 720, ubicación actual del templo.
La obra estuvo a cargo de los arquitectos Pedro Riva y Julio Conturbi, ambos miembros de la Logia.
En el caso de la provincia de Entre Ríos, en el año 1944, por orden de Interventor Federal Tte. Coronel Carlos Zavalla, y el Ministro de gobierno Dr. Benito Raffo se invade el Templo Masónico local y toda la documentación se remite a la ciudad de Paraná.
Pasaron algunos años, en 1957, se ordena la restitución de los documentos a las Logias, pero muy poco quedaba de la centenaria institución. Revisando la documentación encontrada y la de la Logia del Uruguay, algo de la Logia Masónica Jorge Washington de Concepción del Uruguay se pudo reconstruir.
Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Bibliografía: Alcibíades Lappas “Logia Jorge Washington” y Hutin, S. “Las Sociedades Secretas”.
La Escuela “Juan José Viamonte fue fundada en el año 1893. El 9 de julio de 1910 fue colocada la piedra fundamental del edificio que actualmente ocupa en calle Mitre y Santa maría de Oro, en un terreno donado para tal fin por el Sr. Cayetano de Urquiza, nieto del general Urquiza. El proyecto de la escuela pertenece a Bernardo Rígoli siendo su constructor el Sr. Santiago Giacomotti.
En una publicación de la revista Panorama del año 1939 puede leerse: “El edificio es cómodo e higiénico, perfectamente ventilado (…) dispone de dos amplios patios de recreo, uno para los niños y otro para las alumnas”.
En el año 1935, su directora la señorita María Mercedes Rodriguez Cortés, elevó una nota al Consejo General de Educación una nota solicitando la creación de la Sociedad Protectora Escuela Viamonte, lo que fue aprobado el 1° de febrero de dicho año, siendo la escuela Viamonte la primera escuela urbana de Concepción del Uruguay que contó con una institución cooperadora
Balneario Itapé en la década de 1970 (Foto: Omar Gallay)
Concepción del Uruguay es una de las primeras ciudades de Entre Ríos que consideró al turismo como una de las variables potenciales de desarrollo económico (Ordenanza 2207, sancionada y promulgada el 14/12/1964, en su artículo 1º indicaba “créase el Ente Autárquico Municipal de Turismo y Fomento de Concepción del Uruguay”. El presidente municipal era el señor Juan A. Sansoni.), aunque éste evolucionó en una primera etapa de forma espontánea y el grado de intervención del Estado sólo fue a nivel de la implementación de acciones promocionales y nunca de adecuación planificada del producto al mercado objetivo (Ratto, Carlos, “Integración turística regional. Una respuesta a la crisis económica”, Revista Siglo XXI, página 19). Con la salvedad de que se refiere básicamente al ámbito nacional y provincial, el Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable (PFETS) hace referencia a este tema de la siguiente manera: “Si bien han existido intentos de ordenamiento y estímulo al sector, éstos fueron discontinuos y no alcanzaron las expectativas esperadas. El análisis de las principales problemáticas actuales emergentes de las líneas de base regionales nos muestra que la espontaneidad y la dispersión han sido hasta el momento las normas del Turismo. Salvo algunos esfuerzos provinciales ejemplificadores, el ordenamiento espacial y estructural ha sido de escasos alcances.” (Ratto, Carlos, “Concepción del Uruguay: ¿Es turismo?”, Concepción del Uruguay, Mayo de 1993. Ratto, Carlos, Diario “Entrerriano”, Concordia, 6 de julio de 1991, página 15. 22 Secretaría de Turismo de la Nación y Consejo Federal de Inversiones, Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable (PFETS), página 14 ). En el año 1987, el Plan de Ordenamiento Urbano (PLANUR) especificaba que “El Turismo en Concepción del Uruguay, cumple una función de relevancia debido a que es una de las actividades económicas en marcha, medianamente explotada, pero asimismo, en los meses estivales, la ciudad es visitada por algo más de 200.000 turistas, contabilizándose los que pernoctan en ésta y los que lo hacen en tránsito. En esos meses la ciudad aumenta su población en un 10%” (Municipalidad de Concepción del Uruguay, Plan de Ordenamiento Urbano (PLANUR), 1987, página 312). Este desarrollo estuvo vinculado desde principios del siglo XX con los atractivos históricos de la ciudad –especialmente por el Palacio San José (1847) y el Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza” (1849)-; es así que, en el año 1910 el Hotel París habilita su nuevo edificio, ubicado frente a la plaza principal, que contaba con 50 habitaciones con baño y agua corriente (Rousseaux, Andrés, Edificios con historia: “El hotel Paris”, 1999). En 1949 se inaugura el Grand Hotel con 70 habitaciones y adelantos tecnológicos importantes para la época –estructura de hormigón armado y un ascensor que fue el segundo que tuvo la ciudad- (Rousseaux, Andrés, “La Belleza del Palacio Texier”, Diario La Calle, Concepción del Uruguay, Viernes 10 de abril de 1998), a los que sumaban numerosos residenciales y hospedajes que funcionaban en Concepción del Uruguay (Guía de Concepción del Uruguay, Entre Ríos 1967/68,Editorial Rodríguez Landini, Julio de 1967). Posteriormente, desde 1963, se agrega a la oferta turística y recreativa el recurso playa, al habilitarse en ese año un puente sobre pontones que unía la ciudad de Concepción del Uruguay con el balneario Banco Pelay por sobre el Arroyo Molino. Precisamente de ese año (1963, el 18 de marzo) data la formación de la primera Comisión Municipal de Turismo, la que para principios de la década de 1970, tenía ya instalada una Oficina de Informes Turísticos frente a plaza Ramírez. Entre las décadas de 1960 y 70, se publican numerosas guías de turismo, destacándose por su importancia la “Guía Turística de Concepción del Uruguay” (Editorial Río de los Pájaros – 1971), demostrando la importancia que esta actividad había adquirido para la ciudad, pese a lo dificultoso que resultaba desde Buenos Aires (principal conglomerado de personas de la República Argentina y por lo tanto mercado potencial de la oferta turística de la provincia de Entre Ríos) acceder a dicha provincia (Hasta la habilitación del complejo Unidad Nacional, el tránsito entre Buenos Aires y Entre Ríos era a través de balsas) y posteriormente transitar por sus rutas, casi todas enripiadas. Para referencia, a finales de la década de 1970, un viaje de Buenos Aires a Concepción del Uruguay (320 kilómetros) en tren demoraba aproximadamente 14 horas (salía de C. del Uruguay a las 18:14 del día viernes y llegaba a Estación Lacroze en Buenos Aires a las 8 de la mañana del sábado), y hacer el viaje en ómnibus insumía un tiempo de 8 horas y media (el servicio de la empresa General Urquiza) salía de C. del Uruguay a las 12 horas y llegaba a Capital Federal a las 20:30 horas (Guía de Concepción del Uruguay 1967-1967. Talleres Gráficos Rodríguez Landini). Actualmente el mismo viaje tiene una duración de 3 horas y media.
Recién a mediados de 1970, se pavimentaron las rutas nacional 18 y nacional 131 (actual nacional 39) que unen Paraná con la costa del Río Uruguay y las rutas nacionales 12 y 14 que vinculan Buenos Aires con la misma región de Entre Ríos. En 1975, se habilita el Hotel Francisco Ramírez (Hotel Francisco Ramírez, la placa ubicada sobre el acceso al hotel en Bulevar Los Constituyentes tiene la siguiente inscripción: “Hotel Terminal Francisco Ramírez. Obra municipal. Licitada: 02/1974. Iniciada: 03/1974. Inaugurada: 02/1975”), dotado de 45 habitaciones con baño privado, construido por la Municipalidad de Concepción del Uruguay formando parte de un complejo que incluía además un restaurante y la nueva terminal de ómnibus de la ciudad (La placa ubicada en el acceso a la terminal sobre bulevar Los Constituyentes indica que fue inaugurada el 23/11/1970). Ese mismo año, se expropia la playa denominada Banco Pelay (Por esta importancia que se le asignaba desde el gobierno municipal, el Concejo Deliberante sancionó el 21 de noviembre de 1973 la ordenanza Nº 2.556, promulgada por el Departamento Ejecutivo Municipal el 23 de noviembre del mismo año, que en su artículo 1º especificaba: “autorízase al Departamento Ejecutivo Municipal a ocupar de inmediato el área que resulta ser de uso público en la zona denominada “Banco Pelay” situada dentro del ejido de este municipio…”. Esta Ordenanza fue modificada por la Nº 2607 sancionada por el H.C.D. de Concepción del Uruguay el 11 de septiembre de 1974 y promulgada un día después, en la misma se declaraba sujeto a expropiación el predio de propiedad privada ubicado en la zona de Banco Pelay), pasando a estar bajo la administración municipal, dando nacimiento a la oferta turística completa de Concepción del Uruguay por varios años. Ésta quedó conformada por sus monumentos históricos nacionales, sus museos y sus playas. En la publicación de la Secretaría de Turismo de la provincia de Entre Ríos “Entre Ríos, Todos los verdes, información básica del producto” se menciona que “…los componentes centrales con un grado de importante de explotación son: 1)- Palacio San José; 2)- Basílica Menor Inmaculada Concepción; 3)- Banco Pelay”. Por muchos años, en función de esa realidad, el slogan turístico de Concepción del Uruguay fue “historia y río”, que aún hoy continúa utilizándose para promocionar los atractivos de la ciudad. La apertura del complejo Brazo Largo-Zárate en los años 1977/78 y su red vial dependiente, Rutas Nacionales 12 y 14, posibilitó un desarrollo turístico más acelerado de toda la provincia, consolidándose paralelamente Concepción del Uruguay como uno de los destinos turísticos más importante de Entre Ríos. Si bien, ya se habían construido obras que posibilitaron un acceso más directo a Entre Ríos, tales como el Túnel Subfluvial Hernandarias (actualmente Uranga-Sylvestre Begnis) en 1969, y los puentes internacionales General Artigas (Colón-Paysandú, en 1975) y General San Martín (Fray Bentos-Puerto Unzué, en 1976), fue el complejo Unidad Nacional (ex Brazo Largo-Zárate) el que definió el carácter turístico de Entre Ríos en general y de Concepción del Uruguay en particular. Para respaldar el concepto anterior, se debe mencionar que en el año 198539 la procedencia de turistas arribados a Concepción del Uruguay en el período estival estaba compuesto por: Buenos Aires (30%) y Capital Federal (25%) representando un 55% del total de visitantes, seguido por Entre Ríos y Santa Fe con el 10% del total cada uno. En el año 2003, los visitantes de la provincia de Buenos Aires y la ciudad Autónoma de Buenos Aires, representaron el 66,41% del total en comparación con la provincia de Santa Fe que alcanzó el 20,56%, incluido Rosario (12%). Esto, estando ya habilitado el puente Rosario-Victoria que representó un aumento en el número histórico de turistas de esa ciudad (5,41% en el año 2001).
Concepción del Uruguay, fue una de las primeras ciudades de Entre Ríos en recibir visitantes en forma masiva y en generar servicios para el turista. Ya, para el año 1979, con su equipamiento completo, Banco Pelay era considerado “…uno de los mejores balnearios del río Uruguay…”. Como consecuencia del crecimiento espontáneo y sin planificación, se presenta una estacionalidad muy marcada lo que implica cierto tipo de fluctuación en la oferta de servicios, especialmente el de alojamientos turísticos, uno de los sectores más sensible de la oferta turística, ya que es el único que opera exclusivamente con un mercado externo al sitio donde está ubicado.
El PLANUR, en el gráfico ST-14, muestra picos de ocupación hotelera en los meses de enero y febrero (playas y carnaval) y en Semana Santa y vacaciones de julio verificándose en estos dos últimos períodos un déficit en la disponibilidad de alojamiento. El citado Plan de Marketing Todos los Verdes indicaba que el promedio de ocupación hotelera para la ciudad de Concepción del Uruguay era, en el año 1988, de 63% en temporada de verano y de 15% en el resto del año. Este desfasaje en la cantidad de demanda de servicios turísticos, al ser negativa, trae como consecuencia la disminución de la ocupación de mano de obra y del nivel de vida de la población de una actividad que es significativa para la ciudad, desde el punto de vista económico, y por lo tanto también, desde el punto de vista social. El turismo, como se ha enunciado, es una de las actividades económicas más relevantes de la ciudad de Concepción del Uruguay, y cualquier oscilación cíclica de la misma trae consecuencias significativas para un significativo sector de la comunidad local. Es importante destacar que, el sector de alojamientos turísticos es altamente sensible a los cambios de la demanda, ya que su mercado es exclusivamente de visitantes de la ciudad, por lo que no puede balancear la caída de ésta con consumidores o usuarios locales como si lo puede hacer, por ejemplo, un restaurante o una confitería.
Fuente: Holzmann, Graciela y Ratto, Carlos “La oferta de alojamientos turísticos en Concepción del Uruguay: su evolución entre 1984 y 2004 y factores que la condicionaron”, Editorial Académica Española, Berlín, 2012
Inauguración del puente a Banco Pelay, el miércoles 16 de octubre de 1985
Ya a principios de la década de 1980 se comenzó a analizar la posibilidad de construir un nuevo puente al balneario camping Banco Pelay por sobre las aguas del arroyo Molino, ya que el anterior puente, construido a principios de la década de 1970 por el Colegio Militar de la Nación veía superada su capacidad de tránsito en un momento dónde este balneario vivía sus momentos de mayor éxito, con afluencias verdaderamente muy grandes, ya que a la demanda tradicional de los habitante de Concepción del Uruguay y de la región debía servir como paso a miles de turistas que anualmente lo visitaban, recordemos que para ese período se registraba en el camping asentamientos promedio de más de 1000 campamentos por día durante la temporada de verano.
El nuevo puente estaría construido en hormigón armado, sería de doble mano con veredas a ambos lados de la calzada, estaría iluminado y sería asentado sobre “30 pilotes en sus cabezales y más de 48 en sus mas de 100 metros de longitud” (…) “Su altura sobre el “0” del nivel medio del río de 5 metros de altura” y su estructura esta preparada para soportar grandes crecientes (algo que se ha demostrado a lo largo del tiempo).
Finalmente el nuevo puente fue inaugurado el miércoles 16 de octubre de 1985 haciendo uso de la palabra en dicho acto la Coordinadora de Turismo de la municipalidad, Arq. Cristina Bonus y el Presidente Municipal, Cr. Juan Carlos Lucio Godoy. La bendición del puente estuvo a cargo del Pbro. Gino Vazzaz. Finalizado el Acto el puente fue liberado al tránsito. (Carlos Ratto. Fuente principal Diario La Calle 27/11/1981 y 17/10/1985)
Antiguo puente a Banco Pelay de piso de madera y estructura de hierro
El primer puente que permitió que los uruguayenses pudieran acceder de manera directa al balneario Banco Pelay fue un puente Bailey sobre el arroyo Molino “…se concluyó la construcción del puente sobre el arroyo Molino, se hizo en 48 horas, incluyendo el traslado del material, el puente flotante fue inspeccionado por el Comisionado Salvador Trigos (…). El paso será inaugurado oficialmente el próximo sábado a las 18 horas (…) (Diario “La Calle” de Concepción del Uruguay, jueves 14 de febrero de 1963). “…anteanoche se realizó una reunión que procedió a la distribución de cargos, la Comisión quedó conformada de la siguiente manera: Presidente, Elvio Suárez; secretario, Enrique Toscani; Tesorero, Ing. Agr. Cesar Castellano (…). La Comisión surgió de reuniones convocadas con el objeto de construir un puente permanente sobre el arroyo Molino (iba a llamarse Comisión pro-puente). Sus objetivos eran la promoción turística de Concepción del Uruguay, pero fundamentalmente lograr la construcción de un paso permanente sobre el arroyo Molino que vincule nuestra ciudad con Banco Pelay (Diario “La Calle” de Concepción del Uruguay, Miércoles 20 de febrero de 1963).
El segundo puente se construyo hacia mediados de 1970, era de estructura de hierro y piso de madera, de una sola mano y estaría en funcionamiento hasta 1984 cuando se inaugura el actual puente de hormigón armado.
Vista exterior de la primera Oficina de Turismo de la ciudad, foto de, aproximadamente, 1972
Durante la intendencia del Prof. Miguel Ángel Gregori, en 1969 se crea la Comisión Municipal de Turismo y, entre sus acciones esta la abrir una oficina de informes turísticos, la misma estaba ubicada dónde hoy se levanta la municipalidad local, esto se concreta a principios de la década de 1970. Sus responsables fueron, Margarita Lovisa y posteriormente se sumo Mirta Lombardo. Posteriormente funcionó desde la década de 1980 en calle 9 de Julio 844 (Ex-Maternidad Piñon) y finalmente, en 2013, se traslado al lugar que actualmente ocupa en Supremo Entrerriano y Galarza (Ex-Municipalidad Vieja)
Cárcel nueva de la ciudad, foto de, aproximadamente, 1920
El 25 de junio de 1783, don Tomas de Rocamora funda la ciudad de Concepción del Uruguay, definiendo la ubicación los edificios más importantes en torno a la plaza principal, entre ellos menciona a la iglesia, hospital, escuela, cabildo y cárcel, como también puentes y caminos, los que podían ser “solventados con el tercio correspondiente al rey, para no agravar la situación de la población muy pobre y recién llegada….”, aunque no se sabe si este último edificio se hubiera construido. Seguramente en el Cabildo, sede de las autoridades fue también el lugar destinado como cárcel en los primeros tiempos de la villa, este emblemático edificio estaba ubicado, según se cree en el solar N° 1, es decir dónde funcionó el teatro 1° de Mayo. En el año 1834, se crea la “Policía de la provincia de Entre Ríos”, estableciéndose y organizando la justicia en el territorio de la provincia, siendo nuestra ciudad sede de uno de los departamentos Judiciales, ocupando para cumplir con sus funciones y atribuciones el de la “Comandancia”. Este antiguo, edificio que había pertenecido a una de las tradicionales familias de la ciudad y posteriormente ocupado por las autoridades provinciales, es reformado y ampliado en el año 1848, agregándosele un piso de alto, siendo la sede de: ”…las oficinas de la comandancia y del departamento de policía, teniendo las siguientes comodidades: una pieza de 8 varas, 1 salón de 16 varas, oficina de la comandancia de 9 varas, la “oficina de la policía de5 varas. Además tiene una cuadra interior para tropa de pared de “material y techo pajizo de 30 varas de longitud, dos piezas para oficiales de material y techo “pajizo de 5 varas de lado cada una y calabozos de material….(no aclara la cantidad)”. Es decir, el edificio de la Comandancia además de ser asiento de la “Comandancia militar y Jefatura de la policía, fue utilizado como cárcel”. Al crearse la Municipalidad de Concepción del Uruguay, a partir del 1 de enero de 1873, las cárceles, penitenciarias y asilos de corrección pasaron a depender de las municipalidades, pues así lo estipulaba la Ley Orgánica. Para esa misma fecha, Luis Aráoz comenta que “Después de un hueco (que ocupa hoy la Policía) formaba la esquina una gran pieza, techo de teja en mojinete y paredes de piedra, con una sola puerta sobre la plaza, sin pavimento en el interior, bien aislada. Le decían “el cuarto de piedra“. Era la cárcel para presos de toda clase de delitos, donde estaban hacinados los forajidos y los de delitos de escasa gravedad. Frente a la puerta se mantenía hito e inmóvil la guardia de un soldado armado de fusil. El edificio actual que ha reemplazado al “cuarto de piedra” fue levantado cuando se capitalizó la ciudad del Uruguay.”, es decir que este “Cuarto de Piedra debió estar ubicado dónde después se construyó la “segunda” cárcel de la ciudad.
La ciudad fue creciendo y se ve la necesidad de construir una cárcel, ya que en la existente se reunían todos los reos del departamento. Es así que el gobierno de la provincia, había dispuesto de una nueva cárcel para la ciudad, “deberá ser sanas y limpias, para seguridad y no para el castigo de los reos, detenidos en ellas”. El 31 de enero de 1887, se llama a licitación para la construcción del nuevo edificio que se destinaría como “Juzgado – Policía – Receptoría de Rentas y Cárcel”. En esta nueva construcción se destina la parte posterior para cárcel pública (hoy sede actual de la Policía de la Provincia de Entre Ríos). Cumplió su función hasta fines del siglo XIX, donde su capacidad se vio desbordada, lo que llevo a las autoridades buscar un nuevo emplazamiento y fuera de la zona céntrica. Este lugar se termina demoliendo en 1912.
Para entonces ya se había elegido un nuevo emplazamiento para la cárcel pública. Este nuevo terreno reunía las características que se requerían, ubicado entre las actuales calles: Doctora Ratto, 25 de agosto, doctor Clark y Costanera Paysandú. La provincia destina $76.000, para la nueva construcción de la cárcel, la que tendría una capacidad para setenta internos. Se inicia la construcción en 1904 y para 1910 estaba casi terminada (faltaba en muro perimetral). Se vio con la necesidad de tener un vehículo para traslado de internos, porque el mismo se hacía a pie y no era seguro, además de ser un espectáculo poco agradable. El 6 de abril de 1910, se recibe el vehículo (carro celular), siendo toda una novedad para la época. Este carro se usa hasta 1930, que queda fuera de servicio y nuevamente se trasladan los internos a pie, desde el departamento Policial a la cárcel. En 1931, se recibe un nuevo coche que se usa hasta 1950.
El edificio actual de la cárcel ha sufrido varias modificaciones: 1928, se le hace el sistema de cloacas, agua corriente y energía eléctrica. En 1991 se consagra una capilla para los internos, bajo la advocación de “San Dimas”. En 1998/99 se amplía el edificio haciéndolo para mayor capacidad de internos.
(Virginia Civetta y Carlos Ratto. Fuentes principales: Rousseaux, Andrés, “Las cárceles de la ciudad” Diario La Calle 14/03/2004, Urquiza Almandóz, Oscar, Historia de Concepción del Uruguay, Tomo III y Luis Aráoz, “Del tiempo viejo”)