Canal de acceso al Puerto Interior

Canal de acceso, se puede ver una draga trabajando

En 1893, siendo intendente interino Dn. Agustín Carosini y con la colaboración de un grupo de vecinos entre los cuales se encontraba el Ingeniero Julio Henry y en razón de haberse obstruido el canal denominado “Boca Falsa” determinaban que las aguas del Arroyo Itapé se “estancarían” y atribuían a dicha causa los brotes de “Cólera Morbus” que había hecho estragos entre el vecindario, y sugerían la construcción de un pequeño canal que cruzara la “Isla de las Garzas” inmediatamente al sur del terraplén del ferrocarril que iba al puerto exterior, considerando que con ello se lograría la mejor renovación de las aguas. No olvidemos que en esa época la mayor parte del agua que consumía y/o utilizaba la población provenía del Arroyo Molino (Puerto Calvento-actual Salamanca) y/ o del Riacho Itapé (Puerto de Las Carretas, actual zona del Alto Nivel) donde cargaban las “Pipas” o “Toneles” los aguateros que suministraban el agua a la ciudad.

El vapor Rivadavia, el primero en ingresar por el canal (aún no habilitado) en febrero de 1907 (Foto: Gentileza Andrés Rousseaux)

A raíz de esta petición el Gobierno Nacional por Decreto del 25 de enero de 1894 designa una comisión integrada por el ingeniero  Octavio Esquer y Sebastián Ghiliazza como ayudante para que efectúen un estudio sobre el particular, asignándole una suma de $ 25.000 pesos m/n. Además de los fines sanitarios nombrados, se buscaba con el canal unir el Puerto Exterior con el llamado Puerto de las Carretas (interior), para evitar el viaje que debían efectuar las embarcaciones por el “Paso Cambacuá”.

Efectuado el “corte” de la isla, al “pico y pala” el canal no dio los resultados esperados, dado que no se sanearon las aguas y no permitió el pasaje de embarcaciones de cierto porte, sólo lo navegaban canoas o botes menores.

En 1899 se proyecta profundizar este canal y utilizar el material extraído para rellenar la zona de la ribera inmediata a las vías férreas y a los edificios de la Subprefectura y Aduana (zona actual donde se encuentra debajo del Alto Nivel), constituyendo esta obra el punto inicial para el futuro puerto “Nuevo” de Concepción del Uruguay.

Plano del puerto exterior indicando el canal sobre su lado sur

Este proyecto se materializa por el Decreto de fecha 13 de Junio de 1902 en que se dispone aumentar su ancho a 21,36 metros y la profundidad a 3,35 metros (once pies) a fin de permitir el ingreso de los vapores al Puerto Interior.

La erosión propia de las aguas y el dragado a que fue sometido permitieron el ingreso al Puerto Interior de buques de mayor calado siendo el primero en hacerlo el Vapor de la Carrera “Rivadavia”, propiedad del señor Mihanovich al mando del Capitán Dn. Juan Canoniero, a quien el pueblo de Concepción del Uruguay le obsequio con una medalla de oro en recuerdo de tan trascendente hecho para la vida de la ciudad.

Posteriormente, por Decreto de fecha 29 de noviembre de 1904 se autoriza al Ministerio de Obras Públicas a ampliar el canal de acceso al muelle de Ultramar del Puerto Interior ensanchando el mismo a 200 metros de ancho, 18 metros de profundidad y en una longitud de 1.300 metros con un presupuesto de $118.700 pesos m/n.

La inauguración del ensanche del canal estuvo presidida por el Doctor Enrique Carbó Gobernador en esa circunstancias de la provincia de E. Ríos (1901-1907).

El puerto interior sufrió con el tiempo diferentes modificaciones, las que continúan hasta la actualidad

 

Edición: Civetta maría Virginia y Ratto, Carlos Ignacio sobre  un artículo sin firma, Diario “La calle”, “El canal de acceso”, Suplemento Especial, 14 de junio de 1991

 

 

Centro Comercial de Concepción del Uruguay

Centro Comercial, revista “Panorama”, año 1939

El Centro Comercial de Concepción del Uruguay fue fundado el 22 de junio de 1913. En sus primeros tiempos estableció su sede en los altos del teatro 1° de mayo y más tarde consiguió del gobierno de la provincia de Entre Ríos el lugar que actualmente ocupa frente a Plaza Ramírez y que en 1922 fue transferido por una Ley especial de la legislatura entrerriana.
Su primer presidente fue el Dr. Mariano López, ocupando la vice presidencia el Dr. Eduardo Tibiletti (ex gobernador de Entre Ríos).
En la década de 1960 comenzó a construir el edificio que hoy alberga sus dependencias.

Primer edificio de la “Escuela Normal de Preceptoras” de Concepción del Uruguay

En la foto puede verse el edificio con un muro perimetral y se puede apreciar que aún no se había construido el Centro Comercial, sobre el lado derecho

El origen

La Escuela Normal de Preceptoras de Concepción del Uruguay tiene su génesis en el acuerdo convenido entre el gobierno de la Nación y el de la provincia de Entre Ríos, celebrado a mediados de 1869.

Era el Inspector General de Colegios Nacionales José maría Torres. Egresado de la Escuela Normal Central de Madrid y que había llegado a Buenos Aires en 1864. Poco después, consustanciado con la política educativa del presidente Sarmiento y su ministro Avellaneda, arriba a la función pública.

En 1869, el gobierno nacional lo envió a Concepción del Uruguay, por ese entonces capital de la provincia de Entre Ríos, para entrevistarse con Urquiza. El diálogo entre ambos fue muy productivo, ya que de esas conversaciones surgieron varios acuerdos que darán nacimiento, poco después, a los textos legales, tanto en el orden nacional como en el provincial, que determinaron el establecimiento de dos escuelas normales, una de mujeres y otra de varones, en la provincia de Entre Ríos, más precisamente en la ciudad de Concepción del Uruguay.

Según los acuerdos mencionados, el gobierno nacional se comprometió a establecer una escuela de preceptores anexa al Colegio del Uruguay, mientras que el gobierno provincial, asumió el compromiso de poner en funcionamiento, una escuela normal para mujeres en la ciudad capital de Entre Ríos.

La Escuela de Preceptores anexa al Colegio del Uruguay, fue creada por decreto del 19 de julio de 1869 y al poco tiempo inició su cometido.

El gobierno provincial se dispuso también a cumplir su compromiso aunque debió realizar una etapa previa: la construcción de un edificio apropiado, para la Escuela Normal de Preceptoras.

El 4 de agosto de 1869, el general Urquiza “en virtud de los arreglos hechos con el gobierno nacional de construir un edificio para la creación de una Escuela Normal de Preceptoras idéntica a la de niños que se ha establecido en el Colegio de Uruguay”, dispuso la erección de un local con arreglo a los planes presentados por el agrimensor Fossati.

El entonces Jefe del Departamento de Educación, Juan José Soto resumió de esta manera la labor realizada por el gobierno de Urquiza en relación a la creación de las escuelas normales. En su Memoria de 1869, expresaba: “La formación de profesores de instrucción primaria es la más trascendental medida para el porvenir de la Provincia, porque importa crear la más sólida de organización social y porque según la feliz expresión de un sabio estadista “ensanchar la educación es ensanchar las bases de la república pública”. Sin buenos preceptores es imposible tener buenas escuelas, y sin buenas escuelas, el pueblo no puede alcanzar la conveniente ilustración, ni ser, por consecuencia, verdaderamente libre y feliz. \/.E. comprendiendo perfectamente estas verdades, ha marchado rectamente al objeto y superando todo género de dificultades ha dado el gran paso de crear dos Escuelas Normales en esta capital, una de Preceptores y otra de Preceptoras. Aquella abrirá su matrícula en los primeros meses del año Próximo; en cuanto a la segunda, el infrascripto se va permitir entrar en algunos detalles, como que mereció la confianza de que V.E. se sirviera nombrarle miembro de la comisión que ha velado y dirigido la construcción del edificio. La creación de un Departamento de Educación, la fundación de una Escuela Normal de Preceptoras y a la vez, Escuela Primaria o Escuela Práctica de Enseñanza y el establecimiento de una Escuela Modelo de varones; todo eso realizado en cuatro meses y en medio de la más grande escasez de recursos, habla muy alto en elogio de la administración actual y muestra lo que el pueblo tiene que esperar de la acertada iniciativa de un gobierno tan laborioso como ilustrado”.

El año 1870 se abrió, pues, con magníficas perspectivas para la educación. En Concepción del Uruguay, ciudad que desde hacía veinte años cobijaba en su seno al Colegio Histórico, habrían de funcionar dos escuelas normales, una para varones y otra para mujeres.

Pero, el destino quiso otra cosa. La tragedia de San José y luego las luchas entre comprovincianos que ensangrentaron el territorio de Entre Ríos postergarían por mucho tiempo uno de los aspectos del ambicioso proyecto. En efecto, la Normal de Preceptoras, cuyo edificio se hallaba casi concluido, no pudo abrir sus puertas hasta marzo de 1873.

Por su parte, la Escuela Normal de Preceptores anexa al Colegio del Uruguay, la primera que funcionó en la provincia de Entre Ríos, continuó se labor por algunos años más hasta que, finalmente fue clausurada.

El primer edificio de la Escuela Normal de Preceptoras

Una vez formalizado el convenio entre el gobierno de la Nación y de la Provincia, el presidente Sarmiento, por decreto del 19 de julio de 1869, refrendado por su ministro Nicolás Avellaneda, dispuso que en razón de haber resuelto el gobierno de Entre Ríos la construcción en la ciudad de Concepción del Uruguay de un edificio para la fundación de una Escuela Normal de Preceptoras “se autorizaba a dicho gobierno para invertir cinco mil pesos fuertes de la subvención acordada por decreto del 14 de enero último, aplicándolos a costear, en parte la construcción de un edificio destinado a la fundación de la Escuela Normal”.

Con ese apoyo (material y político), el gobierno de Entro Ríos se dio a la tarea de levantar el edificio destinado a la Escuela Normal de Preceptoras de Concepción del Uruguay. Así, por decreto del 4 de agosto de 1869, se estableció que “en el terreno comprado últimamente a la Asociación Promotora del Progreso se proceda luego a la construcción que ha de servir para la Escuela Normal de Preceptoras, con arreglo al plano presentado por el agrimensor Juan Fossati”. Además, se encomendó la administración de la obra a una comisión de vecinos que el gobierno designaría y que sería presidida por el Presidente del Departamento Topográfico.

El interés de Urquiza por poner en funcionamiento lo antes posible la Escuela Normal quedó evidenciado con la celeridad con que se iniciaron los trabajos de construcción del edificio. El 12 de agosto de 1869, a sólo ocho días de haberse dado el decreto mencionado, comenzaron a abrirse los cimientos y cuatro meses después “el edificio se encontraba en estado de recibir el techo y merced a las economías hechas en la compra de materiales y en los contratos para las obras de carpintería, sólo se habían invertido 8.900 pesos bolivianos, quedando sólo pagar los tirantes, el esqueleto del techo, la última parte de las puertas y algo de su trabajo al arquitecto, todo lo cual importaría unos 4.500 pesos aproximadamente. El infrascripto (Juan José Soto, Jefe del Departamento Educación) calcula que terminada la obra, su costo no bajará de 25.000 pesos, siempre que se continúe con el sistema de economías adoptadas hasta hoy”.

El primer edificio que ocuparía la Escuela Normal de Concepción del Uruguay, construido especialmente con esa finalidad, se levantó sobre una superficie de 750 metros cuadrados en el terreno ubicado en la intersección de las actuales calles Galarza y Supremo Entrerriano, y se convirtió en el correr de los años, en sede de la Municipalidad.

El arquitecto se ciñó al modelo por entonces en boga en los Estados Unidos, al que se le hicieron algunas pequeñas modificaciones con el propósito de albergar en el mismo local al curso normal y a la escuela de aplicación. En consecuencia, el edificio, con verja y jardín a su alrededor, se construyó de dos plantas; la baja, compuesta de tres amplias aulas y piezas de servicio, y la alta, de cuatro aulas, una sala para la dirección y dos pequeñas piezas de servicio más otras dependencias indispensables.

Los sucesos de abril de 1870 y sus consecuencias, que se prolongaron por largo tiempo en la tierra entrerriana, paralizaron la obra cuando faltaban muy pocos detalles para su terminación. En el informe elevado el 18 de noviembre por el Jefe del Departamento Topográfico, Pedro Melitón González, en el capítulo correspondiente a Edificios Públicos, expresó que “Uno de los más importantes cuya construcción se ha abandonado después de hallarse ya muy adelantado, es el destinado para Escuela Normal de Preceptoras. Por acuerdo de fecha 4 de agosto de 1869 fue organizada una comisión encargada de la construcción de esa obra. La guerra vino a paralizar los trabajos ya al concluir el edificio. Todo quedó así y el Departamento Topográfico como encargado de las obras públicas -continúa el informe- pasó por este motivo una nota con fecha 7 de diciembre pasado al gobierno, diciendo que hoy que habían desaparecido las causas que motivaron la suspensión de los trabajos, y que la administración ha vuelto a su estado normal, sería inexcusable si se dejase por más tiempo abandonado y sin concluir ese edificio que tanto dinero ha costado y del que tanto bien se debe esperar para el adelanto moral e intelectual de quienes deben aprovecharlo, y que creía necesario la reinstalación de la comisión que según decreto debe ser presidida por el jefe de esta Oficina y demás disposiciones que creyese oportunas. El Departamento aguarda esas resoluciones para comenzar a dar nueva vida a este asunto”.

También el Jefe Político de Concepción del Uruguay, don Avelino González, se refirió al abandono en que se hallaba el edificio y a la necesidad de continuar la obra. En la Memoria correspondiente a 1871, daba cuenta que “este valioso edificio cuya obra fue interrumpida por la guerra, sufre deterioros como es consiguiente por falta de techos al primer piso y principalmente de puertas. Una obra de tanto costo expuesta a perderse en el estado que se encuentra, bien merece que el Excmo. Gobierno dispusiera su conclusión como lo había probablemente determinado”.

Pero el Jefe Político de Concepción del Uruguay, con un criterio excesivamente utilitario e influenciado por el escaso número de alumnos varones que por ese entonces cursaban sus estudios en la Escuela de Preceptores anexa al Colegio del Uruguay, terminó su exposición, con estas palabras: “A juzgar por el número de alumnos que hoy cursa el magisterio, no parece tan necesario, el edificio puramente al objeto que se destinaba, pero sería muy a propósito para tener en él además las escuelas primarias que demanda el crecido alquiler de ciento veinte pesos mensuales por las dos casas particulares que ocupan”.

El entonces gobernador de Entre Ríos, Leónidas Echagüe, apoyo a quienes reclamaban la terminación de este edificio para su fin original, y finalmente a principios de 1873, estaba listo para ser inaugurado.

Como se dijo, los sucesos de abril de 1870, interrumpieron la continuidad del proceso e impidieron a Justo José de Urquiza dejar culminada su obra. Así también lo entendieron los funcionarios del gobierno de Entre Ríos en 1872. Martín Ruiz Moreno, en la Memoria correspondiente a 1871, expresó: “La creación de este establecimiento es otra necesidad de la mayor urgencia”.

Es así que el 7 de mayo de 1872, se sancionó la ley que creó la Escuela Normal de Preceptoras de Concepción del Uruguay y que fuera promulgada por el gobernador Leónidas Echagüe el día 13 de ese mismo mes, de esta manera en un lapso de un año y nueve meses, volvía a crear se la Escuela en C. del Uruguay.

Debió transcurrir todavía algún tiempo antes de que el establecimiento creado por la ley a que nos acabamos de referir, pudiese iniciar su cometido. Mientras tanto, en la provincia de Entre Ríos se hallaban en pleno funcionamiento dos escuelas normales: la de Preceptores, anexa al Colegio del Uruguay fundada el ,19 de julio de 1869, y la de Paraná, creada también por el gobierno nacional, en virtud del decreto del 13 de junio de 1870. Esta última funcionó en el edificio que había sido casa de gobierno de la Confederación y se componía de un curso normal de cuatro años y de una escuela de aplicación con seis grados. Su primer director fue el maestro estadounidense Jorge A. Stearns. En sus comienzos, y de acuerdo con el decreto de fundación, la Escuela Normal de Paraná fue únicamente para varones, pero desde 1876 y a propuesta de su director, se admitieron algunas mujeres.

Presupuesto para la instalación y funcionamiento de la Escuela Normal durante 1873.

Creada la Escuela Normal por la ley del 13 de mayo de 1872 y terminado el edificio comenzado a construir en 1869 y aprobado su reglamento y y Plan de Estudios Por el gobierno de Entre Ríos, estaban dadas las condiciones para que el nuevo instituto comenzase a funcionar. En relación a esto, el Jefe del Departamento de Educación expresó al gobierno de la provincia, en nota del 23 de octubre de 1872 que, dadas estas condiciones, “hallo conveniente abrir la matricula desde el 1 de noviembre. Como el año escolar termina en noviembre y principia el 19 de febrero, soy de opinión que se postergar la instalación hasta el 1º de enero”.

La Escuela Normal de Preceptoras de Concepción del Uruguay fue, como ya hemos explicado, una creación de carácter provincial. Y por lo tanto funcionó dentro de esa jurisdicción durante algunos años. Por esa razón correspondió al gobierno provincial atender los gastos que demandó la instalación del establecimiento y las remuneraciones del personal.

La Ley de Presupuesto para 1873, previó los siguientes cargos: Una Directora, Una Subdirectora; Una Auxiliar y15 becas para alumnas maestras.

Debe recordarse que, al menos durante los primeros tiempos, el dictado de casi todas las asignaturas contempladas en el Plan de Estudios estuvo a cargo de la Directora y Subdirectora del Establecimiento y mucho debió bregar la primera directora, D. Clementina C. de Alió para que poco a poco fueran designadas nuevas profesoras para la atención de las distintas cátedras.

No obstante su carácter provincial, el gobierno nacional, en enero de 1973, resolvió “conceder una subvención de 600 pesos para ayudar a los gastos de instalación de la Escuela.

No era la primera vez que el gobierno nacional sumaba su aporte para posibilitar la erección de la Escuela Normal, asi fue que en julio de 1869, se autorizó al gobierno de Entre Ríos a invertir cinco mil pesos de la subvención que se le había, acordado a principios de ese año, “aplicándolos a costear en parte la construcción de un edificio destinado a la fundación de una Escuela Normal”.

Autoridades y primeras alumnas.

Martín Ruiz Moreno, en su carácter de Jefe del Departamento de Educación, pretendía que la Escuela Normal de Preceptoras abriera sus puertas en los primeros meses de 1873. Pero faltaba aún un paso más: la designación de las autoridades que debían regir la vida del instituto y cuyos cargos habían sido determinados expresamente por la ley de creación de 1872.

El 20 de enero de 1873, Ruiz Moreno se dirigió al Poder Ejecutivo proponiendo a la señora Clementina Comte de Alió, para Directora de la Escuela Normal y a la señorita Victoria Reingueissen, para vicedirectora. “Una y otra –agregaba- reúnen condiciones de instrucción y moralidad que conviene exigir para el desempeño de la dirección de ese importante establecimiento”.

 Al principio, Ruiz Moreno intentó obtener el concurso de una maestra normal de Chile, y al no conseguirlo centro su mirada en Clementina Comte, esposa del, en ese momento, rector del Colegio del Uruguay, doctor Agustín M. Alió, conocedor de del “grado de instrucción de la señora de Alió se empeñó nuevamente por conseguir que aceptase su propuesta y por fin pudo vencer la resistencia que ponía la modestia de la señora de Alió”.

El gobierno de la provincia de Entre Ríos, aceptó de inmediato la propuesta y, por decreto del 23 de enero de 1873, firmado por el gobernador Leónidas Echagüe y su ministro José Lino Churruarín, procedió a designar a “D. Clementina Conte de Alió, directora de la Escuela Normal de Preceptoras de la Capital (Concepción del Uruguay) y para vicedirectora a la señorita Victoria Reingueissen, ambas con la calidad de interinas”.

Apenas efectuada la designación oficial, Ruiz Moreno se dirigió a la señora de Alió en los siguientes términos: “El Gobierno de la Provincia de Entre Ríos ha nombrado a Ud. directora de la Escuela Normal de Preceptoras que debe instalarse el día 19 del próximo mes de marzo en esta capital”. Clementina respondió a Ruiz Moreno de la siguiente manera: “Comprendo la delicada misión que me impongo al aceptar dicho puesto, aprecio en todo lo que vale la confianza que en mi deposita el Exmo. Gobierno. Dedicarme con celo y buena voluntad a la difícil tarea de formar maestras que sean a su vez capaces de educar e instruir a la juventud de esta provincia, será el único modo de probar mi gratitud al país…”

Para que la Escuela Normal pudiese desarrollar plenamente su cometido, era necesario dotarla de una escuela de aplicación, donde las futuras maestras pudiesen realizar con comodidad y eficacia la práctica de la enseñanza. Por esa razón, el Departamento de Educación de la Provincia de Entre Ríos destinó para tal fin la Escuela de Niñas que dirigía la señora Lugarda R. de Pila, que quedo bajo la dirección de la Directora de la Escuela Normal.

Abierta la matrícula correspondiente, se inscribieron trece alumnas. Ellas eran: Segunda Calvet, Fermina Iñarre, Toribia Cuaz, Tomasa Sánchez, Margarita Chavaneau, Carmen Mendier, Dolores Barú, Dolores Ruiz Moreno, Josefina Díaz Concepción Calvento, Carmen López, Eva Fernández y Eudoxia Gerich.

Inauguración de la Escuela Normal de Preceptoras

Al Promediar el mes de marzo de 1873, las autoridades educativas decidieron que había llegado el momento de inaugurar, finalmente, la Escuela Normal de Preceptoras de Concepción del Uruguay.

Martín Ruiz Moreno propuso al Ministro General que la inauguración podría llevarse a cabo el domingo 16 de marzo, lo que fue aceptado, Fue así que en esa fecha, a la una de la tarde, se reunieron autoridades, alumnos y público en el local de la Escuela Normal. Fue ese día, y no el 17, y menos aún el 19 de marzo, como algunos han sostenido equivocadamente, que se procedió a la solemne inauguración. Cobraba vida la tercera Escuela Normal -primera para mujeres- que abría sus puertas en el territorio de Entre Ríos.

Las crónicas de la época indican que la ceremonia  fue presidida por el Gobernador de la Provincia y por la Clementina Conte de Alió, directora de dicho colegio y por el Presidente del Departamento de Escuelas.

“Muchas señoras, señoritas y caballeros concurrieron a ella; pero habríamos deseado fuera todavía mayor el número de las primeras”, refería la prensa local. En este acto hicieron uno de la palabra, el Gobernador, que declaro la apertura d ela Escuela Normal, la Directora, Clementina Conte, luego lo hicieron Ruiz Moreno y

Agustín Alió “pronunciando ambos brillantes discursos”, finalmente habló el Coronel González, quien fue “interrumpido varias veces por los aplausos de los concurrentes”. Concluido el acto, ·tuvimos el gusto de notar los méritos musicales de la señorita vicedirectora del Colegio, (…) quien tocó en el piano piezas de primer nivel”. Luego se paso a un salón dónde había preparada una mesa con refrescos.

Al día siguiente, lunes 17 de marzo de 1873, la Escuela Normal de Preceptoras de Concepción del Uruguay comenzó su actividad con la asistencia de ocho alumnas, a las que en el mes de abril, se sumarían otras cinco se iniciaron las clases de este proyecto soñado hacía más de 4 años por dos figuras como Sarmiento y Urquiza.

Este edificio que tanto había costado terminar, pronto quedó chico para el número de alumnas que concurrían a él, es así que la Escuela fue ocupando otros edificios, como el “Hotel Argentino” o la casa de Urquiza, hasta que en 1914 se traslada a su actual edificio que ocupa cuatro manzanas en el centro de la ciudad.

El viejo edificio de la Escuela, finalmente, es cedido a la municipalidad de Concepción del Uruguay para que allí instale sus oficinas, en efecto, el Gobierno de la Provincia de Entre Ríos a cargo de D. Ramón Mihura ofrece a la intendencia de la ciudad de Concepción Del Uruguay la cesión definitiva del terreno y edificio de la  ex  Escuela Normal de Maestro a fin que en el edificio se instalen las oficinas municipales. Por Ordenanza Nº 570 de fecha 23 de enero de 1924, es aceptada esa cesión. El municipio funcionará por casi 60 años  en el viejo edificio hasta el año 1984 en que se traslada al actual “Centro Cívico”, por lo que hoy en día es muy común mencionarlo como la “municipalidad vieja” en lugar de la “Vieja Escuela Normal”

Edición: Virginia Civetta y Carlos Ratto. Texto extraído de: Urquiza Almandoz, Oscar, “La Escuela Normal de Concepción del Uruguay. Su origen. Su fundación. Sus comienzos”

 

Maternidad “Juan A. Piñón”

 
Edificio de la Maternidad “Piñón”, en calle 9 de Julio y C. de Tucumán, esquina noreste
 
Se encontraba ubicada en la intersección de las calles 9 de Julio y Congreso de Tucumán en el edificio, que aún se conserva, y que por muchos años albergo a la Escuela de Música y a las oficinas de la Dirección de Turismo Municipal.
 
Su fundación se debió a una iniciativa del Sr. Juan Piñón, quien siendo presidente municipal fue autorizado a instalarla el 31 de mayo de 1919. Para concretar este proyecto el gobierno de la provincia donó a la Municipalidad de Concepción del Uruguay de la mitad del edificio que ocupara la antigua Escuela Provincial de Varones. El 31 de mayo de 1920 se inauguró la nueva maternidad. En enero de 1922 fallece el Sr. Juan Piñón, por tal motivo en mayo de ese mismo año se le dio su nombre a la Maternidad.
 
Su reglamento, de amplio sentido humanitario, expresaba, por ejemplo lo siguiente:
“Art. 16. Toda enferma, cualquiera sea su clase y condición, entrando a la Maternidad, se someterá a las reglas establecidas y jamás podrán valer derechos o regalías, que no se conocen en la casa, dónde todas se tratarán bien y en perfecta igualdad.
Art. 123. La puerta de calle de la Maternidad permanecerá abierta toda la noche y en ella se recibirán a las enfermas a cualquier hora que lleguen , sin requisitos previos de ninguna especie, debiendo estos, ser llenados al día siguiente”
 
Vista de la Sala de Partos de la Maternidad

En 1933, el Senador departamental Sr. Carlos Marcó, a pedido del Director de la Maternidad, Dr. Justo solicito que se le cediera a la municipalidad con el fin de ampliar la maternidad la mitad restante que ocupara hasta entonces el Telégrafo de Entre Ríos, esta iniciativa es aprobada mediante la Ley de diciembre de 1933.

Esta donación le permitió a la Maternidad, incorporar una terreno de 20 metros de frente sobre calle 9 de Julio, por 40 metros de fondo, con cuatro piezas-habitación y un gran salón,
 
La revista “Panorama del año 1939 indicaba “Desde 1935 hasta junio de 1938, la maternidad se ha ido ampliando. Las construcciones nuevas son cuatro piezas, dos salones, una sala de partos, una salita para consultorios externos, un baño y una galería cerrada de 20 metros de largo por 4 de ancho. además se han cambiado los pisos, techos y puertas en mal estado de la edificación vieja. (…) Se la ha dotado de una nueva autoclave a la sala de esterilización, se ha aumentado el instrumental quirúrgico y adquirido una nueva cama de partos”.
“Por su capacidad, comodidades, número de enfermas atendidas, higiene, etc. es hoy (1939) la principal maternidad de la provincia” afirmaba la revista Panorama.
A fines de 1935 comenzó la ampliación de la maternidad que paso a contar con 40 camas, duplicando su capacidad de internación respecto de antes de esa fecha.
 
Personal de la Maternidad en 1938

Sus primeros directores fueron: 1920/1924: Dr. Augusto Blanchet; 1925: Dr. Pascual Corbella; 1926/1927: Dr. Francisco Hanza Zabaleta y 1928/1935: Dr. Justo G. Ravenna. Su crecimiento fue notable, pasando de 63 pacientes en 1920 a 480 en 1937.

Esta Maternidad prestó sus servicios hasta principios de la década de 1960, fecha en que paso a funcionar en el viejo “Hospitalito” de calle Perú.
 
Luego, en ese edificio funcionó durante mucho tiempos, entre los años 1980 y 2010 la Dirección de Turismo Municipal y la Escuela de Música. Hoy funciona Oficina Municipal de Defensa del Consumidor y la parte correspondiente a la Escuela de Música esta desocupada.
Parte de ese edificio ocupa desde la década de 1960 la “Casa de la Cultura” de Concepción del Uruguay.
 
Texto: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente Revista Panorama, 1939
 

Casa de Congreso de Tucumán y Galarza: Sede del Banco Hipotecario y Banco de Entre Ríos.

La sede del Banco Hipotecario Nacional a principio del siglo XIX

En la esquina noroeste en la intersección de las calles Galarza y Congreso de Tucumán, existía una casa propiedad de Doña Cándida Sagastume de Oliver. Esta residencia que mandó a construir, tenía: 8 habitaciones, 2 baños, 4 habitaciones de servicio 2 patios y cocheras.

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Casa de José María Díaz Vélez

Casa de José Díaz Vélez en la actualidad. (Foto Mabel Gómez)

La casa de José María Díaz Vélez, se encuentra ubicada en calle Juan Domingo Perón N° 95, en la intersección de las cales Perón y Alberdi, esquina noroeste.

La manzana en que está ubicada esta casa perteneció originariamente a José María Díaz Vélez, la primera escritura  de ella data del 10 de septiembre de 1803 y perteneció al senador Olegario Mabragaña. Según es tradición, en esta casa se reunieron los integrantes del Pronunciamiento del 1° de mayo de 1851, y desde ahí se dirigieron hacia la plaza Ramírez desde dónde se proclamó el Bando por la voz de Pascual Calvento. En otros lugares de la ciudad fue leído por el entonces estudiante del histórico Dr. Juan José Vázquez. Cuando Hilario Ascasubi visitó nuestra ciudad se alojó en esta casa. Esta casona se conserva casi igual que en ese tiempo, con la salvedad del garage.

Basílica de la Inmaculada Concepción (M.H.N.)

Basílica de la Inmaculada Concepción

El templo original que había sido construido, posiblemente entre los años 1790 y 1800, fue casi totalmente destruido por un incendio en la noche del 1 de noviembre de 1849. Durante muchos años, casi diez, la parroquia funcionó en dependencias cedidas por el Colegio del Uruguay, en el ala sur del nuevo edificio.

Ya desde 1854 se tienen referencias de tratativas llevadas a cabo por el cura de la ciudad, Gregorio Céspedes y Calvento quien había interesados para la construcción de un nuevo templo al Arq. Esteban Dellepiane, pero esas gestiones no prosperaron, así que hubo que esperar hasta el año 1857, para que el general Urquiza, presidente de la Confederación, informara al párroco Domingo Ereño que había encargado el proyecto de construcción del nuevo templo al Arquitecto italiano Pedro Fossati, el mismo elaboró los planos y presupuestó la obra en 156.000 pesos fuertes, presupuesto que fuera aprobado por una Comisión creada a ese efecto.

En febrero se firma el contrato con el Arq. Fossati, que entre otras cosas se comprometía a terminar la obra en 18 meses y se especificaba que en el contrato no estaban incluidos “los altares, torre y casa del cura”. El 27 de abril Fossati al mando de aproximadamente 40 operarios comenzó la apertura de los cimientos colocándose la Piedra Fundamental el 8 de diciembre de 1857.

Finalmente la obra fue construida en 18 meses, y fue consagrada el 25 de marzo de 1859 por el Nuncio Apostólico, monseñor Marino, contando con la presencia del general Justo José de Urquiza, quien desde las escalinatas de la parroquia expresó “Aquí se dio el primer grito de libertad y organización que inició tan grande para la república, aquí edifiquemos el primer templo: Es un baluarte más de los principios que sostenemos y que hemos hecho triunfar”.

En el año 1949 fueron agregadas las 2 torres campanario. Desde 1871 alberga los restos del general Justo José  Urquiza, quienes desde 1967 se encuentran, junto con los de sus padres y esposa Dolores Costa en un mausoleo que fuera inaugurado en el año 1967 con la presencia del Presidente de la Nación.

El costo de la construcción de la parroquia fue afrontado, en parte, a través de las ganancias de las Estancias del Estado, mientras que los altares, los ornamentos y los objetos del culto fueron donados por el general Urquiza. En los últimos años fue puesta en valor totalmente y se incorporaron en la cúpula pinturas que muestra diferentes escenas religiosas con un estilo moderno.

Fue declarada Monumento Histórico Nacional por el Decreto Nº 112.765 de septiembre de 1942, este Decreto lleva la firma del Vicepresidente en ejercicio del Poder Ejecutivo Ramón S. Castillo.

Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza” (M.H.N.)

Colegio del Uruguay foto aparecida en el Álbun del 75 aniversario

Fue fundado por el Gral. Urquiza el 28 de julio de 1849, es el colegio laico más antiguo del país, y a quién nombrara “su heredero”. Su constructor fue el arquitecto Pedro Renón, quien fue recomendado a Urquiza, desde Montevideo, por Antonio Cuyás y Sampere, representante del gobierno entrerriano en la República Oriental del Uruguay.

Hasta ese momento, mediados de la década de 1849, no existía en Entre Ríos, como en casi todas las provincias de Argentina, institutos de nivel secundario, esta situación motivo  a Urquiza a crear 2 escuelas con el fin de evitar el éxodo de los jóvenes entrerrianos a otras provincias, muchos de ellos becados por el propio estado, una de ellas fue la fundación del Colegio de Estudios Preparatorios, que creó en Paraná el 22 de noviembre de 1848, que tuvo una muy corta existencia, que el mismo fue clausurado en agosto de 1850 y los alumnos trasladados al nuevo Colegio del Uruguay.

Renón presento los planos el 1º de octubre de 1849, los que fueron rápidamente aprobados, y el 14 del mismo mes fue colocada su piedra fundamental. Enseguida se comenzó con las excavaciones para los cimientos del edificio que ocuparía una cuadra frente a plaza Ramírez, sobre una superficie de 4830 metros cuadrados. Los materiales que se usaron provenían de la costa oriental y de Montevideo, provistos por Cuyás y Sampere, a los que se sumaron estaban destinados para levantar un colegio en la ciudad de Paraná. Las obras se demoraron por más de dos años, habiéndose terminado para fines de 1852, aun cuando faltaban algunos detalles que se terminaron de realizar para el año 1853. El costo de la obra, presupuestada en 100.000 pesos, tuvo un costo efectivo de 85.941 pesos, lo que motivo un reconocimiento al señor Justo Pastor Cabral, sobrestante de la obra por el ahorro realizado.

Su primer rector fue Lorenzo Jordana, español, quien tenía 27 años al momento de asumir la dirección del nuevo colegio. La nueva institución comenzó a funcionar en julio de 1849 en la casa de Francisco Barú, una casa de techo de paja ubicada en la calle de las Ciencias (Hoy Galarza), a dos cuadras al oeste del actual edificio, no obstante esto, el cargo de Jordana era de carácter provisorio, hasta tanto se pudiera encontrar una persona que reuniera las características que Urquiza deseaba, la persona elegida sería, en un primer momento el Dr. Alberto Larroque, aunque su designación no prosperó debido a las exigencias de este, haciéndose cargo finalmente de la Rectoría, en el año 1951 el presbítero Manuel Erausquín, quien había sido nombrado por Urquiza como rector del frustrado Colegio Preparatorio de Paraná, fue a él a quien le correspondió el honor de comenzar las actividades áulicas en el flamante edificio. Erausquín ocupó el cargo desde el 11 de marzo de 1851 hasta el 18 de mayo de 1854, en que fue reemplazado, finalmente, por el Dr. Alberto Larroque. Para fines de 1852, el colegio contaba con una matrícula de más de 200 estudiantes

El 21 de noviembre de 1852, le cupo al colegio y a sus alumnos, docentes y empleados, que integraban la compañía Urquiza, al mando del capitán Fidel Sagastume, formar parte de heroica defensa de la ciudad, ante la invasión de las fuerzas porteñas y correntinas que al mando de Juan de Madariaga, que trataban de impedir la realización del Congreso Constituyente de Santa Fe.

Por sus aulas pasaron grandes hombres políticos de nuestra Nación como el Gral. Roca (Presidente), el Dr. Victorino de la Plaza (Presidente), Ángel Texier (Gobernador de Entre Ríos), Onésimo Leguizamón (juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación), Benigno Ferreira (Presidente de Paraguay) y el Dr. Arturo Frondizi (Presidente) y destacados hombres de letras como  Olegario Víctor Andrade, Martín Coronado y Fray Mocho. Durante el rectorado de José Benjamín Zubiaur, curso y se recibió quien sería la segunda médica de Argentina, Teresa Ratto, siendo la primer mujer bachiller de nuestro país. El edificio histórico fue culminado y habilitado el 1º de mayo de 1851.  De sus épocas fundacionales se conserva la planta baja que da sobre la plaza Ramírez y el antiguo mirador que jugó un papel destacado en la defensa de C. del Uruguay en 1852 ante la invasión de las tropas porteñas. Cuenta con un museo de ciencias naturales y un museo histórico evocativo que representa los aspectos más interesantes de la vida de la institución. Actualmente es sede de la Facultad de Ciencias de la Gestión de UADER.

Si bien no se ha encontrado ningún instrumento legal que ordene la creación del Colegio, lo que generó en ciento momento una polémica acerca de su fundación, se ha tomado como tal la del 28 de julio de 1849, fecha en que su primer rector, Lorenzo Jordana comenzó a percibir su sueldo pagado por el estado.

Significado de las calles de la ciudad

Importante: en esta recopilación se han incluido solamente aquellas calles que tienen directa vinculación con la ciudad y que por lo tanto, algunas de ellas, no tienen mucha bibliografía sobre el tema. De modo que se han excluido los nombres de las calles que pueden ser fácilmente hallados, por ejemplo “San Martín”, “Belgrano”, “25 de Mayo” y otras similares.

Fuentes: Si bien se ha recurrido a diversas fuentes la gran mayoría de los textos han sido extraídos de los siguientes textos:

1. Larenze, Héctor Luis, “Concepción del Uruguay. Sus calles… su historia”, Comisión Celebratoria  del Segundo Centenarios de la Fundación de Concepción del Uruguay, Junio de 1983.

 2. “Nomenclatura callejera. Quien es quien en las calles de la ciudad”, Artículo sin firma, Guía Turística de Concepción del Uruguay, Centro editor Río de los Pájaros, 1971.

3. Morasán, Mario, “La Histórica”, patrimonio, monumentos y escultura pública de Concepción del Uruguay, 1783-2011”, editorial Dunken, 2013

4. Mallea, Lorenza y Coty Calivari, “Las mallas del viaje”, ediciones El Mirador, 1982

5. Miloslavich de Álvarez, María del Carmen “Hace un largo fondo de años. Genealogía Uruguayense”, Concepción del Uruguay, 1988

6. Bonvín, Jorge, “Calles con historia”, Concepción del Uruguay, 2019

Las calles

Calle N° 106: Máximo Álvarez

Máximo Álvarez nació en Rosario del Tala, en el año 1858, fueron sus padres Prudencia Álvarez Bustamante y María de la Cruz Monzón Colman, su esposa fue Gregoria Calvet.

Cuenta el mismo, que su padre era capataz en una Estancia del general Urquiza y que este acordó una beca para estudiar en el Colegio Nacional a todos los hijos de sus empleados. Contaba Máximo Álvarez, con 15 años y al informarse sobre esta resolución decidió huir de su casa, su padre lo persigue y le bolea el caballo, dando jinete y animal una rodada. Así lleno de magullones, ingresa a 1er año.

Ya graduado, dicta en el Colegio cátedra de Dibujo Lineal, Aritmética, Geometría práctica, Álgebra, Trigonometría y Cosmografía. Desempeña el cargo de Vicerrector en el año 1892. Junto al rector Dr. Zubiaur organiza una biblioteca especializada en obras de ex alumnos, prepara el  primer número único del colegio y colabora con la erección de tríptico en el patio del establecimiento. Fue uno de los fundadores de “La Fraternidad”, integró la Comisión de tierras, puentes y caminos y fue vocal del Consejo General de Educación del distrito. Practico el periodismo en varias publicaciones, bajo el seudónimo de Fray Lanceta.

Falleció en nuestra ciudad el 25 de noviembre de 1921.

 

Calle N° 167: Luis F. Aráoz

Nacido en Salta, el 25 de agosto de 1844, ligo su nombre a la ciudad de Concepción del Uruguay, pues en 1857 ingreso al colegio fundado por Urquiza, después de un largo y fatigoso viaje, que el mismo narra en un interesante trabajo. Perteneció a la pléyade de ex alumnos del citado Colegio como Roca, Wilde, Leguizamón y muchos otros que dieron lustre a la generación del 80.

Graduado de doctor en jurisprudencia en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, Araoz ocupo importantes cargos en Tucumán y Buenos Aires.

Fue ministro, general, legislador, juez federal, intendente municipal y profesor del Colegio Nacional de Tucumán, diputado nacional por Tucumán y autor del proyecto de creación de la ”Dirección de Ferrocarriles del Estado”, que dirigió y organizó después. En 1915 instituyó el premio “Alberdi” al mejor bachiller del histórico colegio. Fue presidente de la comisión de ex alumnos del Colegio del Uruguay en Buenos Aires.

En 1897 dirigió la campaña presidencial de Roca, en las provincias de Salta, Tucumán y Jujuy. Fue también miembro de la comisión de notables que proclamo la candidatura de la fórmula presidencial Quintana- Figueroa Alcorta que resulto triunfadora en las elecciones de 1904. Falleció en Buenos Aires, el 24 de mayo de 1925.

Calle Nº 123: José Gervasio Artigas

Antiguamente llamada “Venezuela”, esta calle lleva el nombre del héroe oriental, nacido en Montevideo, el 1764, Artigas se inició en la carrera de las armas en el regimiento de Blandengues de la Frontera y combatió contra los invasores ingleses en 1806.

Producida la Revolución de Mayo, se adhirió a la causa patriota, aunque muy pronto surgieron serias discrepancias con el gobierno de Buenos Aires.

Con tesón indeclinable combatió el centralismo porteño, convirtiéndose así en el heraldo del federalismo rioplatense. Como protector de la Liga de los Pueblos Libres, por varios años ejerció su hegemonía en la Banda Oriental, Entre Ríos, Corrientes; Santa Fe, Misiones, y parte de Córdoba.

Después de luchar denodadamente contra los portugueses que habían invadido su provincia natal, las desavenencias surgidas entre caudillos del litoral determinaron su alejamiento definitivo de la vida pública y su exilio en el Paraguay, donde falleció el 23 de septiembre de 1850.

Ambrosio Artusi

Calle N° 24: Ambrosio Artusi

Como muchas otras calles, antiguamente se llamo Uruguay, hoy Ambrosio Artusi. Corre de este a oeste, y se le impuso este nombre en memoria de este hijo de Uruguay, que nació el 19 de diciembre de 1889, su infancia transcurrió en esta ciudad y al comenzó del siglo lo encontramos en el Colegio Nacional donde concurrió a sus aulas. Su pasión por la política lo llevo a ocupar una banca en el Concejo Deliberante, para llegar más tarde a ser Presidente de la Municipalidad local

Durante su Administración se proyectó y realizó la obra del Mercado Municipal Modelo “3 de Febrero”. Construyó el matadero y Frigorífico municipal y el primer barrio para de casas para obreros de la ciudad.

En el orden nacional ocupó por dos periodos el escaño de Diputado. Incursiono en el periodismo fundando el diario “Los Principios”.

Falleció en nuestra ciudad, el 25 de enero de 1943.

 

Calle N°1: Tito Bonus

En la zona sur de nuestra ciudad, existe una pequeña calle de tan solo dos cuadras, que lleva el nombre de TITO BONUS. Modesta –como lo fue en su vida Tito; bueno generoso, de espíritu amplio y cordial, sensible, dicharachero y comunicativo.

De humilde origen traía consigo a la vida una imaginación extraordinaria, que la volcaba en sus famosas “Viñetas”, que las hizo de un modo muy especial con una filosofía poco común y con una manera muy particular de decir las cosas.

Incursiono en la radiofonía como relator y formo parte del equipo deportivo de la naciente “LT11”.

Sus escritos fueron publicados en la ya desaparecida revista “El Hogar”.

Tito Bonus nació el 23 de octubre de 1909, falleció el 15 de noviembre de 1965, a los 56 años de edad. Su nombre era Justo José.

Fuentes: Héctor Larenze, “Concepción del Uruguay, sus calles, su historia”, editado en 1983.

 

Calle N° 5: Dr. Luis B. Calderón

Esta arteria, que corre de este a oeste, exhibe en su intersección con la calle Juan Perón (ex Vicente H. Montero), una placa que dice textualmente “la Municipalidad de Concepción del Uruguay, proclamada por el Benemérita de la Patria. Dr. Luis Benjamín Calderón 1883-1955”.

Nacido en Concepción del Uruguay en 1883, cursó estudios en el histórico Colegio y luego en la universidad de Buenos Aires. Se consagro a la docencia, ejerciendo la cátedra de historia en colegios de Buenos Aires y Avellaneda.

Ferviente admirador de la obra del organizador de la nación, presidio la Asociación Entrerriana Gral. Urquiza, de la Capital federal, y escribió dos obras “Urquiza” y “Concepción del Uruguay, mi pueblo”. Falleció en Mar del Plata el 18 de febrero de 1955, a los setenta y dos años de edad.

Calle N° 24: Alberto Carosini

La antigua calle Santa Fe, lleva hoy el nombre de Alberto Carosini. Este hijo dilecto de Concepción del Uruguay, nació el 6 de octubre de 1876. Su pasión por la política lo llevo a ocupar varios cargos públicos: Concejal, Senador provincial, Diputado nacional, llegando a la Vicepresidencia primera de la Cámara.  Durante su gestión se concretó la construcción del Hospital de zona “Justo José de Urquiza” (el viejo) consiguiendo la donación de  de la chacra que pertenecía al Colegio del Uruguay Justo José de Urquiza, como así también la instalación de los tanques petroleros de YPF y la ampliación del puerto local. Murió en nuestra ciudad el 18 de mayo de 1942.

Jorge Clark

Calle N° 177: Jorge Clark

En una escondida y olvidada tumba, ubicada en unas de las calles internas de nuestro cementerio se encuentran los restos del Profesor Jorge Clark. Tan solo identificado por la inscripción en una austera lápida, Jorge Clark parece imponerse desde la tumba la misma sobriedad que guió su vida.

El personaje que también da nombre a esta calle – llamada antes “Nogoyá” – fue un educador de ascendencia inglesa, nacido en Calcuta (India), hacia 1830. Llegado a nuestro país, se radico en Entre ríos, dispuesto a dedicarse a la enseñanza.

Durante la llamada “Época de oro” del colegio del Uruguay, fue profesor y administrador del mismo, convirtiéndose en el más eficaz colaborador del rector Alberto Larroque, quien le confió la clase de comercio, la contabilidad general del establecimiento y a vigilancia interna.

Fue un verdadero padre para todos los alumnos que se educaron el Colegio entre  1854 y 1867, tratando siempre de encontrar soluciones a los problemas que a diario se presentaban. Es así como uno de sus alumnos pudo decir con toda justicia “Nunca he concebido una estatua para el Dr. Larroque sin su gemela, la de “mister” Clark (como le llamaban), allí, en el centro mismo del colegio” “… padre de todos los estudiantes pobres, por ellos entregó su noble vida en la desesperación por no poder darles más” (Gerónimo Vallarino, Libro único 75 aniversario).

Ello lo llevo a comprometer hasta su crédito personal, con la esperanza de que el gobierno nacional cubriría los gastos del Colegio como correspondía. Pero como ello no ocurrió, Jorge Clark puso fin a su vida el 30 de agosto de 1867.

Calle N° 165: Dr. Benito C. Cook

A la altura del 1650 de 9 de julio nace en dirección sur esta arteria que lleva el nombre de este médico que nació en esta ciudad, el 9 de abril de 1868. Sus padres fueron Benito G. Cook, abogado y Francisca Llames. Fue bautizado  el 14 de diciembre en la basílica de la Inmaculada Concepción por el cura vicario Domingo Ereño.

Cursó sus estudios secundarios en el Colegio del Uruguay, durante el rectorado de Honorio Leguizamón, para posteriormente graduarse como médico en la Universidad de Buenos Aires.

Medico por vocación fue, como se decía por aquel entonces “MEDICO de los POBRES” y es así que a algunos de sus pacientes los atendía gratis. En un diario del 26 de marzo de 1904, en su aviso profesional figura”. A los pobres, gratis”. Alterno su profesión con la docencia, dictando cátedra en nuestro Colegio Nacional. Sus altas virtudes morales y ciudadanas suscitaron el afecto respetuoso hasta la veneración de sus contemporáneos

Se conserva aún su casa paterna en calles Juan Perón (Vicente H Montero) y Alberdi.

Calle Nª 149: Dr. Anastasio Chilotegui

Con el nombre de este médico hijo de nuestra ciudad, se denomina esta calle. El Dr. Chilotegui nació el 23 de diciembre de 1861. Ingreso a nuestro Colegio Nacional allá en el año 1875, terminando brillantemente su carrera de Medico a los 27 años. Alterno su profesión con la docencia, dictando cátedras en el Colegio Justo José de Urquiza. Fue medico de varias instituciones y Sociedades de Socorros Mutuos. Un sincope cardiaco le arrebata la vida el 6 de agosto de 1904, cuando tan solo contaba con 43 años.

Existe en la necrópolis local un busto de su figura realizado en mármol de Carrara, obra del famoso escultor argentino Lucio Correa Morales.

Calle Nº 163: Enrique De Vedia

Lleva este nombre otra arteria de nuestra ciudad, en homenaje a este educador nacido en Buenos Aires en 1867. Habiéndose dedicado desde muy joven a la enseñanza, a los 31 años llego a nuestra ciudad, para ocupar en el Colegio Nacional el cargo de Rector (1899-1902) en reemplazo del Dr. José B. Zubiaur. Fue su actuación al frente del Colegio muy breve pero muy fecunda. Acá perdió un hijo y deseando perpetuar su memoria instituyo un premio al mejor egresado con el nombre de Julio De Vedia. Posteriormente ejerció la dirección del Colegio Nacional de Buenos Aires. Alterno la docencia con la literatura siendo autor de varias obras. Falleció en Buenos Aires el 25 de setiembre de 1917.

Calle N° 168: Jose Miguel Díaz Vélez

Este bulevar lleva el nombre de un personaje muy vinculado a nuestra ciudad, que desarrollo sus actividades en ella durante la primera década del siglo XIX. Se trata de José Miguel Díaz Vélez, nacido en Tucumán, en 1773. Graduado de abogado en la Universidad de Chuquisaca, caso luego con Transito Insiarte y se radico en Concepción del Uruguay. Administrador de correos, regidor y alcalde de la villa, en 1810 fue designado comandante general de los Partidos de Entre Ríos.

Se trasladó luego a Buenos Aires, donde tuvo una larga y destacada actuación pública. Siendo diputado al Congreso de 1824, un año más tarde acompaño a Alvear en misión diplomática para gestionar ante Bolívar la devolución de Tarija. Ministro de Lavalle en 1829, la caída de este obligo a Díaz Vélez a tomar el camino del destierro. Vivió en el exilio, en cercanías de Paysandú, hasta su muerte, acaecida el 20 de marzo de 1833.

Calle Nª 155: Dr. Antonio Dodero

A la altura del 1400 de la calle 9 de julio al sur, se inicia la calle Dr. Antonio Dodero. Hijo de nuestra ciudad que nació el 14 de noviembre de 1904 fueron sus padres Don Francisco Valerio y Doña Rosa Tavella.

Después de cursar sus estudios primarios y secundarios en nuestro Colegio Nacional, se inscribió en la Facultad de Medicina de la ciudad de Buenos Aires, en donde obtiene el título de Médico. Comenzó en nuestra ciudad a ejercer el noble apostolado, cumpliendo fielmente su juramento hipocrático, ya que se lo veía hasta altas horas de la noche asistir a sus pacientes, siempre acompañado de su señora esposa. Ocupo el cargo de médico de la Policía de la Provincia de Entre Ríos y de la Policía Federal Argentina.

Falleció en Buenos Aires el 1 de diciembre de 1954 a los 50 años de edad y sus restos reposan en el cementerio local.

Calle N° 172: Daniel Elías

Nació en Gualeguaychú, en 1884, Elías curso estudios en el Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza” y luego los prosiguió en la Universidad de La Plata, en la que se graduó de abogado.

Radicado nuevamente en Concepción del Uruguay, el ejercicio de la magistratura judicial no fue obstáculo para su actividad literaria. Sus poemas fueron recopilados en dos obras: “Las Alegrías del sol” y “Los arrobos de la tarde”.

Daniel Elías murió trágicamente, por voluntad propia, en las afueras de Concepción del Uruguay, el 29 de noviembre de 1928.

Calle Nº 120: Manuel M. Erausquin

Esta calle lleva el nombre de este sacerdote español nacido en el año 1804 y que al igual que Lorenzo Jordana, llego a estas tierras durante el gobierno de Rosas radicándose en Gualeguaychú. Paso luego a Paraná, donde se lo nombró Director del Colegio de Estudios Preparatorios fundado por el Gral. Urquiza. Más tarde se lo designo Rector de nuestro Colegio Nacional, cargo que mantuvo hasta mayo de 1854, en que lo sucedió Alberto Larroque.

Por las enseñanzas que dejara en su accionar educativo nuestra Comuna designo con su nombre a una importante calle.

Calle N° 13: Domingo Ereño

De origen vasco-francés, este distinguido sacerdote y educador, nacido en 1811, se trasladó a América, radicándose durante varios años en la República Oriental del Uruguay, donde fundo la iglesia de la Unión.

Los vaivenes de la política de ese país lo llevaron a trasladarse a Entre Ríos, trabando muy pronto excelentes relaciones con el general Urquiza. Hacia 1856 se afinco en Concepción del Uruguay donde ejerció su ministerio y la docencia, destacándose como profesor en el histórico Colegio del Uruguay.

Fue importante la actividad desplegada por Ereño en la erección del templo de la Inmaculada Concepción, que había sido ordenada por Urquiza, y cuya inauguración se produjo en 1859. Después del asesinato del prócer, Ereño se trasladó a Buenos Aires, donde murió víctima de la epidemia de fiebre amarilla, el 23 de marzo de 1871. Años después, sus restos fueron llevados a la República Oriental del Uruguay y depositados en la iglesia de San Agustín de la Unión.

Calle N° 159: Escuela de Ingenieros

La historia de este nombre se remonta a los últimos días del año 1935, que es cuando al Regimiento 10 de Infantería, se lo traslado a Campo de Mayo. En su reemplazo, el 1 de enero de 1936 se creó la Agrupación de Zapadores Pontoneros, sobre la base del 4ª Batallón de Zapadores, procedente de la ciudad cordobesa de Bialet-Masse; del 5ª Batallón de Zapadores de la ciudad de San Miguel de Tucumán y del Escuadrón 2, también de Zapadores Pontonero que estaba en Paraná. Esta agrupación actuó hasta el 10 de diciembre de 1943, fecha esta en que se trasformó en Escuela Zapadores, siendo su primer Director el entonces Tte. Cnel. Don Federico Tomas Romero.

El 1 de enero de 1946 se le cambio el nombre, por el de Escuela de Ingenieros. Esta unidad del ejército sirve dentro de la táctica militar, para prestar apoyo a los demás ejércitos que necesitan franquear arroyos, ríos, para proseguir su avanzada. El traslado de la Escuela de Ingenieros a la Guarnición Campo de Mayo, se inició el 10 de octubre de 1966, siendo su jefe el Cnel. Horacio Guillermon.

Como un reconocimiento a la labor Que Desarrollo La Escuela de Ingenieros para Concepción del Uruguay, se le impuso este nombre a la antigua calle 4 del Oeste.

Calle N° 6: Víctor Echeverry

Este Ingeniero Agrónomo nació el 22 de julio de 1879. Ocupo la presidencia de la Soc. Educacionista “La Fraternidad”. En 1923, gracias a su gestión, el Diputado Nacional Dr. Herminio Quiroz obtuvo de la Nación un préstamo para la terminación del edificio, ya que se acercaba la fecha del cincuentenario. Su pasión por la política lo llevo a ocupar una banca en la Cámara de Diputados de la Nación en representación de la Unión Cívica Radical. Incursiono en el periodismo siendo relator y director del diario “Los Principios”. Desempeño cargos en el Ministerio de Agricultura de la Nación.

Falleció en nuestra ciudad el día 2 de mayo de 1943 a los 64 años. Anteriormente esta calle se llamaba Victoria.

Calle Nª 154: Fray Mocho

Este fue el seudónimo que utilizara José S. Álvarez, escritor y periodista nacido en Gualeguaychu el 26 de agosto de 1858. Después de cursar sus estudios primarios en la escuela de su pueblo natal, se trasladó a Concepción del Uruguay, donde se incorpora al Colegio Nacional en calidad de interno.

Algunos años después, al ser clausurado el internado, se dirigió a Paraná. En 1879 se radico en Buenos Aires, iniciándose en el periodismo como reportero de “El Nacional”, “La Pampa”, y “La Patria Argentina”. Más tarde se desempeñó como cronista parlamentario de “La Nación”. En 1886 fue designado comisario de investigaciones, alternando esta actividad policial con la producción literaria.

Algunas de sus obras más importantes fueron: “Memorias de un vigilante”, “Viaje al País de los Matreros”, “En el mar austral”, etc.

En 1898, junto a otros amigos, fundó el semanario “Caras y Caretas”, del que fue su primer director, Álvarez falleció en Buenos Aires, el 23 de agosto de 1903, cuando aún no había cumplido 45 años.

 

Calle N° 102 Wenceslao Gadea

En el Panteón de Aurelio Jorge y Familia yacen los restos del Escribano Wenceslao S. Gadea. Nació en Concordia el 28 de Septiembre de 1864. Cursó sus estudios en el Colegio del Uruguay. En 1898 fue elegido por dos años para ocupar el cargo de Intendente de la Municipalidad de Concepción del Uruguay, siendo reelegido para el período 1901/1902, cargo al que renunció para incorporarse como Diputado Provincial por el Partido Conservador hasta 1905. Alguna de las obras realizadas como intendente son: Sustituyó el alumbrado público a kerosene por el de gas acetileno y más tarde por el alumbrado eléctrico. Obtuvo del Gobierno Nacional la reconstrucción del edificio del Correo y de la Curia Eclesiástica la refacción del interior de la Parroquia de la Inmaculada Concepción y de sus techos. Hizo construir los jardines y canteros de la Plaza Ramírez. Proporcionó al Gobierno Nacional la piedra para construir la dársena del puerto, y finalmente logró de la Provincia la sanción de la Ley que permitió la construcción de la Escuela Nicolás Avellaneda. En 1907/8 fue Convencional por el Círculo Uruguay-Colón junto con los Dres. B.G.Cook y L.B. López

Tuvo una intensa vida social participando en numerosas comisiones populares. Fue presidente de la comisión que construyó la primera cancha de futbol de CDU y participó como vicepresidente de la comisión nacional de defensa de la langosta.

Finalmente es de destacar que integraba el Concejo Deliberante de la ciudad en oportunidad de haberse decidido el hormigonado de algunas calles.

Falleció el 15 de Agosto de 1951.

Hoy una calle de la zona del puerto nuevo lleva su nombre, y lindando a esta en una plazoleta  existe un busto que lo recuerda.

Calle N° 19: Miguel Gerónimo Galarza

En este antiguo panteón cuya puerta es una gran placa de mármol presenta la inscripción: “Marcelina A. de Galarza su fiel esposo Miguel G. Galarza el dedica este recuerdo”, descansan los restos del General Miguel Gerónimo Galarza.

Nació en Concepción del Uruguay en 1798. Se Había casado en primeras nupcias con doña Justa Peña en 1819 y a su viudez rehace su vida uniéndose en matrimonio con doña Marcelina Alzamendi en 1839. El General Galarza muere el 25 de Junio de 1881 a los 84 años sin dejar descendencia.

Muy joven dejó su trabajo de agricultor para abrazar la causa federal junto al caudillo entrerriano General Francisco Ramírez. Cuando en 1821 ocurre la tragedia de Río Seco en la que pierde la vida el Supremo Entrerriano, Galarza era uno de los tantos valientes que formaban la escuadra de Ramírez. Diezmados y junto a otros pocos sobrevivientes, retorna a C. del Uruguay trayendo a la compañera del Supremo, La Delfina, quien pasaría los últimos años en esta ciudad falleciendo en l839.

Más tarde Galarza se suma al ejército del Gral. Justo José de Urquiza, acompañándolo en todas sus campañas. Realizó una importante carrera como militar que culmina al alcanzar el grado de Brigadier General.

En la Batalla de Caseros constituyó la extrema derecha del dispositivo de combate del Ejército Grande. En 1852 cuando la invasión de Hornos y Madariaga quienes pretendían impedir la formación de la Convención Constituyente de San Nicolás, Galarza se destacó en la defensa de C. del Uruguay.

La casa donde vivió hasta sus últimos días, se halla aún en pie y  está situada en la esquina suroeste de la intersección de las calles Galarza y Ameghino.

Su sepulcro fue declarado Tumba Histórica por Decreto 3281 del 11de Junio de 1959 del Ministerio de Gobierno y Justicia de Entre Ríos.

Hoy una de las principales calles de la ciudad lleva su nombre y en el Palacio San José hay una sala dedicada a su memoria.

Calle N° 60: Carlos Gardel

En el barrio San Isidro se encuentra una calle que recuerda a este cantor tan nuestro, al que cariñosamente llamáramos “Carlitos”. Nació en Toulouse (Francia) el 10 de diciembre de 1890. Llego a Buenos aires a los 3 años. Desde muy temprana edad comenzó a cantar, siendo su formal presentación en el Café Nacional de la calle Corrientes en Buenos aires. Formo junto a José Razzano un dúo el cual conquisto grandes éxitos. Realizo una gira por el Brasil y formo parte de la Cía. Tesada- Arellano. En el año 1915 bajo la dirección de José Gómez Carrillo integro Gardel, junto al primer actor Elías Allipi; la Cía. Tradicionalista Argentina, con gran éxito en el Teatro San Martin. Viajo a España siempre formando dúo con Razzano con el elenco de la Cía. Rivera De Rosas, esta gira se extendió luego por otros países.

Fue un extraordinario cantor de nuestra música popular que conquisto gran cantidad de admiradores. Incursiono también en el cine, realizando varios films tales como “Luces de Buenos Aires” filmada en Paris, “Melodías de Arrabal”, “Cuesta abajo”, “El Tango en Broadway” rodada en EEUU. A raíz de un accidente de aviación Carlos Gardel muere trágicamente en Medellín (Colombia) el 24 de junio de 1935.

En la sala del teatro “Avenida” fue donde cantó Carlos Gardel por última vez en nuestro país, los días 21 y 22 de octubre de 1933, quien luego de su actuación viajaría por lancha a Paysandú (ROU) y posteriormente a Colombia, donde fallecería en un accidente de aviación tiempo después. Gardel arribó a Concepción del Uruguay por tren, alojándose en el hotel París y desde allí se trasladó a pié hasta el teatro Avenida.

Calle N° 153: Luis Camilo Enrique Gasc

Lleva esta calle el nombre de un argentino naturalizado nacido el 30 de mayo de 1875 en Lafrancaise (Francia). Luego realiza estudios secundarios, filosóficos y arqueológicos en su tierra natal, llego a esta ciudad, desempeñándose como profesor de latín en nuestro Colegio Nacional Justo José de Urquiza. Hasta 1901, ocupo también la cátedra de francés y diversas ayudantías. Fue Concejal municipal en el año 1925. En agosto de 1944 se jubila dedicando sus últimos días a su familia y sus vecinos.

Calle S/Nº Presidente Municipal Juan Carlos González

Esta calle que corre al noroeste de nuestra ciudad, paralela casi a la ruta 39, lleva el nombre de otro hijo de nuestra ciudad Juan Carlos González, que nació en el año 1889. Paso su infancia junto a sus otros hermanos concurriendo a la escuela primaria y luego a la secundaria en Concepción del Uruguay. Ingreso a la Administración General de Aduanas, donde llego al cargo de Administrador. Incursiono en la política siendo llevado por sus partidarios al cargo de Presidente Municipal en el año 1920. En su desempeño, realizo importantes obras en bien de nuestra comunidad. Apasionado por los deportes, presidio por primera vez la Liga de Futbol local.

Contrajo una prolongada enfermedad que lo obligo a ausentarse de nuestra ciudad. Repuesto de la misma, se retiró de las funciones públicas al seno de su hogar. En una de esas visitas periódicas falleció en la ciudad Cordobesa de Bialet-Masse, el 15 de julio de 1933.

Calle N° 12: Ing. Julio Henry

La calle Jujuy, se denomina actualmente Ing. Julio Henry. Este destacado profesional, nació en Francia, siendo muy joven se radico en nuestra ciudad, donde contrajo matrimonio con Doña Laura Ratto. Fue el primer Jefe de la Comisión de Estudios del rio Uruguay, ente este anterior a la Ex División Rio Uruguay es lo que hoy se denomina SEIM. Como Intendente Municipal, Don Alberto Carosini en el año 1893, invito al Ing., Henry a ingresar La Comisión encargado del proyectado Puerto Nuevo. Ejerció desde 1919 hasta 1932 funciones consulares en Francia, representando a la República Argentina. También intervino en las obras de rectificación del rio Bermejo. Sus restos descansan en el cementerio local.

Calle N° 31: Teniente Primero Ibáñez

Para muchos concepcioneros, este nombre es desconocido. El Tte. Francisco Ibáñez nació en San Juan en el año 1927. Inicio su carrera militar graduándose en 1949, se especializo en alpinismo, actuando en el regimiento de Artillería de Montaña en Uspallata (Mendoza), aficionado al deporte de montaña escalo el cerro Fitz-Roy. En la ciudad de Chamoix (Francia) hizo un curso de esquí y alpinismo y en 1952 se le autorizo a realizar la difícil empresa de escalar el Himalaya. En este intento sufrió congelación de los pies, falleciendo a consecuencia de esto y de una neumonía en la ciudad de Katmandú (India) el 29 de junio de 1954, a los 27 años de edad.

Calle N° 119: Lorenzo Jordana

Al imponer el Municipio, el nombre de Jordana, a una calle, lo hizo con el propósito de rendir justiciero homenaje a este educador español, nacido en el año 1832. Llego al Rio de la Plata durante el régimen rosista y se afinco en Concepción del Uruguay, dedicándose a la enseñanza. Fundó un colegio, que con el correr del tiempo, serviría de base para la creación de nuestro Colegio del Uruguay “Justo José de Urquiza”. Jordana escribió varios textos de Historia, Geografía, como así también un sistema de Caligrafía. En la ciudad de Buenos Aires, siendo Prof. De la Universidad, falleció un 4 de abril de 1872. Anteriormente esta calle llevaba el nombre de Chaco.

Calle N° 126: La Fraternidad (Actualmente Av. Costanera Norte “La Fraternidad”)

“Socorro a los estudiantes que por supresión de las becas o de otra circunstancia no pudieran seguir sus estudios”, bajo ese lema se dio vida a esta más que centenaria asociación. Se fundó el 14 de mayo de 1877, en una mañana en que un grupo de estudiantes, profesores y ciudadanos de la ciudad se reunieron en el ya desparecido teatro “1° de Mayo” para establecer un internado, anexo al Colegio nacional del Uruguay bajo un solo lema: “Fraternidad”. Ahí, en el primer piso del teatro se labró el  Acta que daba nacimiento a esta institución, para los estudiantes de pocos recursos, no solo de nuestra ciudad , sino de todo Entre Ríos que con el correr del tiempo se extendería a toda la Argentina y aún hasta el extranjero.. Su inicio fue un modesto rancho ubicado en la esquina sur oeste de 9 de Julio y Ugarteche. En agosto de 1887, la municipalidad le cedió gratuitamente una manzana, dónde más tarde se levantó el actual edificio construido con el aporte de la nación, la Provincia y de ciudadanos particulares. En 1945, un ex interno, el Dr. Bartolomé vasallo le deja como legado un campo de 9.000 hectáreas ubicado en el departamento Tala con cuyas rentas atiende el internado.  A partir de 1968, “La Fraternidad” puso en marcha la escuela de Técnicos Viales, mas tarde incorporada a la enseñanza  pública oficial, hoy denominada “Héctor Buenaventura Sauret”. En 1971 crea la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU) la que fuera reconocida mediante el Decreto 1305/71 por el PE de la Nación.

Calle N° 118: Alberto Larroque

A principio del siglo XX, la calle Tucumán, cambia su denominación imponiéndosele el nombre de Alberto Larroque. Este educador francés que nació en 1819 en Bayona, hizo sus estudios en la ciudad natal y se graduó posteriormente de abogado en la Universidad de París. En 1841 llego al Río de la Plata, permaneció algún tiempo en Montevideo, donde ejerció la docencia. En 1849 dirigió el Colegio fundado en Buenos Aires por el Jesuita Francisco Majeste. En 1854 fue nombrado rector del colegio del Uruguay en donde dejo sus sabias enseñanzas llamando a su rectorado “Época de Oro”. Volvió en 1864 a buenos Aires en donde ejerció la profesión de abogado. Supo en nuestro colegio despertar la pasión por el estudio y muchos de sus discípulos alcanzaron gran notoriedad intelectual y política. Falleció en Buenos aires el 8 de julio 1881, a los 62 años.

Calle N° 132: Onésimo Leguizamón

Nació en Gualeguay, 15 de febrero de 1837, fueron sus padres Martiniano Leguizamón y Paula Rodriguez. Figura entre los primeros alumnos del Colegio del Uruguay, posteriormente se titula como Doctor en Jurisprudencia en la Universidad de Buenos Aires.

Fue Oficial mayor y Ministro de Gobierno de entre Ríos, Profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Buenos aires, Diputado nacional entre 1873 y 1875 y Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública de la Nación entre 1875 y 1877. Nunca tuvo la instrucción pública en nuestro país un incremento más significativo que durante su gestión.

Fue autor de la ley sobre inmigración y colonización. Presidente del Primer Congreso Pedagógico Sudamericano. Desde 1877 hasta 1882 fue miembro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En 1866 fue uno de los fundadores del diario “La razón”, la muerte lo sorprendió siendo director de dicha publicación. El gobierno de la Confederación le confió el desarrollo de las cátedras de Filosofía y Literatura en el Colegio del Uruguay.

Cuando en 1870 estallo la guerra civil tras el asesinado de Justo José de Urquiza, Leguizamón que la había condenado, se retiro a Buenos aires, donde falleció el 20 de agosto de 1886

Calle N° 11: Lucilo B. López

EL Dr. Lucilo B. López nació en Gualeguaychú el 11 de junio de 1870. Siendo muy joven se trasladó a nuestra ciudad e ingreso interno a La Fraternidad, a fin de estudiar en el Colegio Nacional. Graduado de bachiller, paso a la facultad de Derecho de Buenos aires, donde recibió el título de Doctor en derecho y Ciencias Sociales. No bien terminado sus estudios, fue nombrado por el Gobierno de Entre Ríos Agente Fiscal en nuestra ciudad, puesto que desempeño con independencia y laboriosidad.

Más tarde recibió un merecido ascenso: el de Juez de Instrucción en Primera Instancia. En el desempeño de estos cargos se destacó como magistrado expeditivo, recto y contraído al estudio. El último cargo lo desempeño hasta 1904.

En el campo político fue elegido Diputado por el Círculo Uruguay-Colon en 1911 hasta 1914. Después fue electo Senador por el Dto. Colon en 1916, permaneciendo como miembro de esa Legislatura hasta 1917. En 1918 la Concentración popular lo llevo a ocupar la banca de Diputado Nacional. Fue el Dr. López un decidido propagandista de la Instrucción Publica ocupando una cátedra de nuestro colegio siendo respetado y admirado por sus alumnos. Ocupo la presidencia de la Sociedad Educacionista La Fraternidad, en oportunidad de celebrarse los 25 años.

El Dr. López falleció en nuestra ciudad el 31 de agosto de 1918, cuando apenas contaba con 48 años. Nuestra comuna merecidamente le puso su nombre a una calle que antiguamente se llamó Comercio.

Calle N° 115: Dr. Mariano López

Nació en esta ciudad en 1857. Contrajo enlace en primeras nupcias con Encarnación Mantero y en segundas nupcias con Elvira Salvatierra. Fueron sus hijos Mariano Wenceslao, Ámilcar Dámaso, Rosa Carmen, Abel Salvador, Wenceslao, Dámaso y Elvira Teodora.
Fue bachiller y abogado cuando en el Colegio del Uruguay funcionaba la Escuela de Derecho. En 1881 instala su estudio en Concepción del Uruguay, al año próximo es Prosecretario de la Cámara de Diputados de la Provincia. En 1887 es Diputado Provincial y Juez del Crimen de esta jurisdicción. En 1903, Ministro de Justicia, Hacienda e Instrucción Pública del gobernador Echagüe, también estuvo a cargo de la misma cartera durante el gobierno de Enrique Carbó. . En 1906 es Diputado nacional por Entre Ríos y al año siguiente, 1907, ocupa la vice gobernación de Entre Ríos. En 1910 ocupa por última vez el cargo de Diputado nacional, ya que terminado su mandato reabre su estudio en esta ciudad.
Durante sus gestiones se creó el Juzgado Federal local, se sancionó una ley de ampliación del puerto ultramarino de la ciudad, la creación de un Hotel para Inmigrantes (Que nunca fue construido), la ley adquiriendo el Palacio San José para instalar en él una escuela superior agropecuaria, la ley de creación de la Zona Franca en el puerto de Concepción del Uruguay, la nacionalización de la Escuela Profesional de Mujeres, se ascendió a Escuela de Profesores a la Normal de Maestros de nuestra ciudad, la ley que modifica la ordenanza del Banco Hipotecario, abriendo sucursales en Concepción del Uruguay, Concordia, Gualeguay y Victoria, sanción del proyecto de construcción de un puente sobre el río Gualeguaychú y ampliación del susidio a La Fraternidad.
En el puerto, se encuentra emplazado un busto de Mariano López realizado por la escultora local María Angélica Álvarez. En 1957, al cumplirse 100 años de su nacimiento la ciudad le tributó un merecido homenaje colocando una placa en su panteón en el cementerio local. Una calle de la ciudad, la N° 115, lleva su nombre

Calle N° 30: Pablo Günther Lorentz

Nació en Sajonia, el 30 de agosto de 1835, su esposa fue Juana Herminia Franz, oriunda de Pirna (Sajonia).

Fue profesor de la Universidad de Munich dónde su nombre cobró dimensión universal. Fue contratado en 1859 por la academia de Ciencias de Córdoba, pero por razones circunstanciales no pudo hacerse cargo de su cátedra y se instaló en Concepción del Uruguay como profesor titular del Colegio del Uruguay.

Fue el primer botánico que actuó en la docencia secundaria argentina. Desde Concepción del Uruguay inició el estudio de la flora del noreste argentino que constituye la primera obra botánica de nuestro país.

Sus herbarios y colecciones asombran aún hoy por el rigor científico de sus estudios. Los mismos se conservan en el museo de Farmacología de la facultad de Medicina de Buenos Aires, inicialmente pertenecieron al Colegio del Uruguay. Otras muestras se conservan en Córdoba, Filadelfia y París. Fue el primer investigador exhaustivo de la flora del Palmar Entrerriano y de Montiel, dónde el número de especies clasificadas es abrumador.

Falleció el 6 de octubre de 1881. Su lugar de descanso fue declarado Tumba Histórica por Decreto 3281 del 11de Junio de 1959 del Ministerio de Gobierno y Justicia de Entre Ríos. Una calle de esta ciudad lo recuerda.

Calle N° 7: Sebastián Malvar y Pinto

Esta calle, llamada antiguamente “Gualeguay”, lleva hoy el nombre de un distinguido prelado, al que se le debe la erección canónica de la Parroquia del Arroyo de la China en 1780, es decir, tres años antes de la fundación de la villa de Concepción del Uruguay.

De origen español, Malvar y Pinto llego al Rio de la Plata en 1778, en carácter de Obispo de Buenos aires. En cumplimiento de sus funciones pastorales recorrió gran parte de su jurisdicción, de resultas de lo cual se erigieron varias nuevas parroquias, entre ellas la del Arroyo de la China.

A raíz de algunos conflictos con el Virrey Vértiz y con el Cabildo de Buenos Aires, Malvar y Pinto volvió a España, donde ocupo la Silla Metropolitana de Santiago de Compostela.

 

Calle N° 144: Juan José Millán

Juan José Millán nació en nuestra ciudad el 4 de marzo de 1873, en el solar de la calle Alberdi casi España. Aprendió sus primeras letras en la escuela de Doña Flora, ubicada en Vicente H. Montero y Almafuerte, para posteriormente ingresar en el colegio Justo José de Urquiza. Se graduó como profesor Normal en Paraná en 1892. Inicio sus actividades docentes en Gualeguay en 1893. Desempeño sus cátedras en nuestro Colegio donde llego a ejercer funciones de Vice-rector junto a Enrique de Vedia.

En 1902, concurso en la primera Conferencia anual de Prof. Realizada en Buenos Aires. Se destacó como periodista, fundando lo periódicos “El Independiente” y “El Civismo”, colaborando en las revistas “Sarmiento” de Paraná. Al dejar en 1910, el Prof. Ernesto Bavio el puesto de secretario de las Escuelas Normales, Juan José Millán pasó a ocuparlo para luego, en 1912, ser designado Imp. Gral. De las Escuelas Normales. Su afán por llevar  la cultura al pueblo como así también su independencia de carácter le impidió su ascenso al Rectorado del colegio Nacional Justo José de Urquiza.

Falleció en Victoria (Bs AS), el 1 de marzo de 1939.  Por ordenanza 1160 del 24 de octubre de 1949, el Municipio le impuso su nombre a la antigua calle Catamarca. En intersección con la calle 9 de julio se lee la placa “Juan José Millán” Eximio Profesor, talento, probidad y cultura.

Calle N° 161: Victoriano Montes

Poeta y educador nació el 8 de junio de 1855, accidentalmente en Montevideo, lugar desde donde su familia se trasladó a Concepción del Uruguay. Ingreso al colegio Nacional justo José de Urquiza, egresando como bachiller, para luego graduarse de abogado en la Facultad de Buenos Aires. En su proficua labor educativa ejerció la cátedra en Tucumán y en Capital Federal. Al fundarse la Escuela Normal de Dolores, fue nombrado Director de la misma.

Cultor de nuestras glorias patrias compuso versos que revelan un espíritu pleno de sensibilidad como la “Tejedora de Ñanduty” “Mi ahijado Mauricio” y otras.

Falleció en Buenos Aires el 31 de marzo de 1917. En Florencio Varela (Bs As) se levantó un monolito para dar nombre a una avenida. Existe en nuestra plaza Gral. Ramírez un busto obra del escultor Luis Perlotti.

 

Calle N° 151: Montoneras

El porqué de esta denominación el Ex Bulevar Interior del Oeste, se halla resumida en la placa emplazada en la intersección con 9 de julio y que dice: “Montoneras, la municipalidad de Concepción del Uruguay cuna de Francisco Ramírez, el Supremo, honra a su montonera, fiel ejecutora de los postulados de mayo y afirmación rotunda de argentinidad noviembre 11 de 1961”. Este es un homenaje más a nuestro Pancho Ramírez, mártir del Federalismo, que con sus montoneras muere trágicamente en rio Seco, Alta Cruz (Córdoba), el 10 de julio de 1821. Montoneras fue el ejército de valientes gauchos, que amaban fervorosamente a su Provincia y la defendieron hasta entregar sus vidas.

 

Calle N° 21: 8 de Junio

El 8 de junio de 1810, el cabildo de Concepción del Uruguay, presidido por el Alcalde de primer voto doctor José Miguel Díaz Vélez, resolvió adherir al nuevo gobierno instalado en Buenos Aires el 25 de mayo de aquel año.

Mediante este acto, que tuvo lugar a tan solo catorce días de los trascendentes acontecimientos ocurridos en la capital del antiguo virreinato, la institución capitular Uruguayense se convirtió en el primero de los cabildos entrerrianos que tomo la importante decisión de reconocer al primer Gobierno Patrio.

Antiguamente esta calle se denominó Rioja o La Rioja.

 

Calle N° 2: Emilio Pereyra

Está situada en el lugar donde el Ing. Pereyra, desplego su actividad profesional. Nació en Bs As el 16 de setiembre de 1876, donde cursó estudios secundarios y Universitarios. Cuando contaba con 27 años se incorporó al entonces Ministerio de Obras Públicas, División Rio Uruguay, donde llego a ejercer la Jefatura para desplegar una vasta actividad por más de 30 años. Bajo su supervisión se proyectaron los nuevos talleres, el montaje de la Usina de gas fluido este que alimenta a las boyas. Participo de la construcción de todos los puertos de esa zona, como también de profundización de los Pasos Hervidero y Corralito.

Falleció en nuestra ciudad el 5 de agosto de 1946. Una placa de bronce colocada en el edificio de la actual Universidad tecnológica Nacional dice: “Avenida Ing: Emilio Pereyra” “Ordenanza 1444” “del 30 de Octubre de 1950”.

 

Calle N° 4: Alejo Peyret

También nuestra comuna rindió homenaje a extranjeros que tuvieron destacada actuación en nuestro medio. Alejo Peyret nació en Seres (Francia) en el año 1826 llegando a nuestras tierras en 1852, habiendo participado en su país del movimiento revolucionario de 1848. Al producirse el golpe de estado de Napoleón II, emigro a nuestro suelo junto  a Moussy, Jacques y otros tantos.

En 1855 acepto una invitación del Rector Alberto Larroque, y paso a ocupar la cátedra de Historia en nuestro Colegio, desde ella y con su pluma defendió la causa de la Confederación Argentina.

Gran amigo del Gral. J.J. de Urquiza, organizo en 1856 la colonización de San José, volcando en su empresa toda su experiencia. Vasta fue la obra que realizo y los cargos que ocupo este genial francés.

Falleció el 27 de julio de 1902. El salón principal de nuestro colegio lleva su nombre, y en él se encuentra un busto en mármol de carrara, cuyo autor es el famoso escultor Lucio Correa Morales.

Esta calle se llamó anteriormente La Paz.

 

Calle N° 147: Lucas Piris

Nacido en Concepción del Uruguay el 18 de octubre de 1806, poco tiempo después se trasladó en compañía de sus padres a la Banda oriental, donde se radico definitivamente.

Enrolado desde muy joven en las milicias, participo en la guerra contra Brasil. Su posterior adhesión a la causa de Oribe, motivo que ante el derrocamiento de este, Lucas Piris fuera desterrado a Cuba.

En oportunidad de la Guerra Grande (1843-1851), Piris volvió a la lucha al lado de su antiguo Jefe, y poco después, fue designado Jefe del Salto. Cuando la revolución promovida por Venancio Flores, entre los años 1863 y 1865, estuvo al servicio de los presidentes uruguayos Berro y Aguirre. Participo entonces en la heroica defensa de Paysandú, a las órdenes de Leandro Gómez, el 1 de enero de 1865, un día antes de que los sitiadores ocuparan la ciudad, una bala enemiga termino su vida.

 

Calle N° 22: Gervasio Antonio de Posadas

La antigua calle “Libertad”, se llama actualmente “Gervasio A. de Posadas”, en homenaje a quien fuera el Primer Director Supremo de las Provincias Unidas del Rio de la Plata, bajo cuyo gobierno se dictó el decreto del 10 de setiembre de 1814, por el que se creó la provincia de Entre Ríos y se fijó como capital, a la villa de Concepción del Uruguay.

Posadas nació en Buenos Aires en 1757, estudio latín y filosofía en el Convento de San francisco. Si bien los sucesos de mayo de 1810 no lo tuvieron como protagonista, no permaneció indiferente ante la nueva situación y son conocidos sus donativos para la causa revolucionaria. Gobernó durante un año como Director Supremo, tiempo en el cual realizo una importante labor. En 1815, ante la caída de Alvear, de quien era tío, sufrió la cárcel y el destierro.

Ya retirado de la vida pública, escribió sus Memorias, de indudable valor por las informaciones que contiene, particularmente las referidas a os sucesos de 1815. Gervasio Posadas falleció el 2 de julio de 1833.

 

Calle N° 8: Dra. Teresa Ratto

En el panteón de la familia de Ángel Ratto se encuentran los restos de la doctora Teresa Ratto.

Nació en esta ciudad en 1877, en la casa que perteneciera a su padre, don Ángel Ratto, y que aún hoy se conserva tal como era entonces, en calle Teresa Ratto Nº 589.

Recibida de maestra en la Escuela Normal, continúa sus estudios en el Colegio del Uruguay obteniendo el título Bachiller, siendo la primera mujer entrerriana que obtiene esa graduación.

Recomendada por el entonces rector del Colegio del Uruguay, Dr. Benjamín Zubiaur, mediante una carta, a la Dra. Cecilia Grierson -primera médica del país-, ésta la toma bajo su tutela brindándole todo su apoyo y protección. Es así que en la Facultad de Medicina de la Capital Federal obtiene su título de Doctora en Medicina y Cirugía convirtiéndose a los 26 años de edad, en la primera médica de la Provincia y la segunda del país.

Al sentir que se agravaba su enfermedad, regresó a Concepción del Uruguay para morir rodeada de sus familiares.

Al momento de su muerte se encontraba ocupando un importante cargo en la casa central de la Asistencia Pública de la Capital Federal.

En la fachada del panteón que guarda sus restos se puede observar su placa profesional que dice simplemente “Dra. Teresa Ratto Médica”.

Falleció de peritonitis a los 29 años, el día lunes 2 de Abril de 1906 a las 18,30 hs.

Desde hace algunos años la calle que pasa frente al que fue su domicilio, lleva su nombre.

Es la segunda arteria a la cual la Municipalidad le impone el nombre de una mujer “La Municipalidad de Concepción del Uruguay a la Señorita Teresa Ratto” “Primera presencia femenina en el Colegio Nacional” “Justo Jose de Urquiza” “Primera Doctora Uruguayense: En el Año Internacional de la Mujer” “Diciembre De 1975”

Anteriormente esta calle se llamaba Washington.

 Calle N° 148: Dr. Martín Reibel

“Alsaciano de nacimientos, francés de corazón, emigro a América cuando la suerte de las armas le fue adversa a Francia en la guerra Franco-Prusiana

“Además de ser un buen médico tenía la rara condición de ser uno de esos filántropos cuya alma sensible no puede ver el dolor ajeno sin sentirse herida, razón por lo que lo prodigaba todo,  servicios profesionales, cuidados, dinero, privándose muchas veces de lo necesario para contribuir al bienestar del prójimo” (Periódico “El Comercio” de la ciudad de Colón).

Fue fundador de la biblioteca “Fiat Lux” de Colón. De él decía ”El Industrial” de la misma ciudad, el 11 de agosto de 1895 “Como hombre progresista, sembrador de ideas fecundas, entre las que se encuentra la biblioteca “Fiat Lux”, el Club Industrial que presidió, como la biblioteca varios años y esta hoja periódica a la que dedicó sus afanes durante toda su primera época”.

En el histórico Colegio del Uruguay, desempeñó desde 1866 hasta 1899 las más variadas cátedras “con dignidad de educador y capacidad de sabio” escribe Delio Panizza. En julio de 1893estuo al frente del Colegio  por delegación de su rector, el Dr. José B. Zubiaur con motivo de alejarse con sus alumnos en un viaje de estudios.

Le cupo inaugurar el Registro Civil, en Argentina. El primer Acta de matrimonio confeccionada en el país se asentó en la ciudad de Colón y ella fue la del Dr. Martín Reibel con doña Diana de Donati, el 24 de agosto de 1874.

Calle N° 111: Juan José Rizzo

Este apreciable convecino nació en nuestra ciudad el 8 de febrero de 1889, en el seno de una honorable familia de ascendencia italiana. De vida laboriosa, Don Juan José Rizzo desplego una intensa actividad en el campo de la construcción, destacándose por su dedicación, inteligencia y corrección. Respetado por todos los vecinos de nuestra comunidad, lo propusieron para Intendente por intermedio de la UCR, Movimiento de Renovación e Intransigencia. Durante su gestión 1948/1950, realizo una ejemplar Administración, ya que muchas fueron obras, destacándose la fundación de la Caja Municipal de Jubilaciones y Pensiones, aumento del Salario Familiar y escalafón del personal, creación de la Asistencia Pública, adquisición y pago de los materiales para la pavimentación del acceso al Hospital de Zona Justo José de Urquiza, donación de los terrenos para los edificios de las Escuelas Nª 36 y 76, subsidios a los Colegios Sagrado Corazón , biblioteca de las Escuelas Urquiza, Avellaneda y Viamonte y muchas otras más.

Al fin de su gestión quedo un superávit en las arcas Municipales. No se puede dejar de destacar la acción desarrollada por Don Juan José Rizzo en el seno de la colectividad italiana ya que durante 20 años fue su presidente de la Sociedad Italiana “La Benevolenza”.

Su muerte se produjo el 22 de junio de 1953 a la edad de 64 años.

Calle N° 20: Tomás de Rocamora

Una importante calle lleva el nombre del fundador de nuestra ciudad, que nació en Guatemala en 1740. Siendo muy joven se inició en la carrera de las armas, alcanzando hacia 1772 el grado de ayudante mayor del Regimiento de Dragones de Almanza.

Después de cumplir importantes actividades militares en España, se trasladó al Rio de la Plata con la expedición de Pedro Ceballos. El Virrey Vértiz le encomendó la fundación de varios pueblos en lo que es el actual territorio de Entre Ríos.

Durante el transcurso de 1783, Rocamora dio cumplimiento a su misión, fundando las villas de Gualeguay, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú. En lo que respecta a nuestra ciudad, el 25 de junio de aquel año elevo un oficio al virrey en el que le informo haber dado fin al reparto de 133 sitios y a la construcción del primer cabildo, proponiendo el nombre de Concepción del Uruguay para la flamante villa, todo lo cual fue aprobado por resolución del virrey del 12 de julio de 1783.

Después de cierto tiempo, Rocamora se alejó de Entre Ríos, cumpliendo diversas funciones. Al retirarse del servicio activo, en 1812, fue distinguido por el Superior Gobierno, mediante una nota en la que se testimoniaba el reconocimiento por los importantes servicios prestados a lo largo de su carrera. Falleció en Buenos Aires el 17 de marzo de 1819, a los 79 años de edad.

Calle N° 32: Santa Teresita

Una calle de un populoso barrio donde se erige la capilla que venera a esta Santa, lleva el nombre de Santa Teresita. Esta virgen nació el 2 de enero de 1873 a las 11 y medias de la noche en Lisieux (Francia) y fueron sus padres José E. Martin y Celia Guerrin. Se educó en Bedeliña de Lisieux y su vida fue como una flor perfumada de pureza y de candor que se extinguió a los pocos años, ya que murió a los 24 años en el convento el Carmelo. En el dejo una estela luminosa de callado heroísmo y de perfumes celestiales que se señalaban a las almas el camino de la vida espiritual incalculable. Pio IX, que la canonizo el 17 de mayo de 1925, la declaro 2 años después PATRONA de las Misiones Católica junto a San Francisco Javier.

Son muy pocos los santos que han alcanzado tan rápida y grande popularidad. Sin cesar derrama desde el cielo la prometida lluvia de rosas. Su “Historia de alma” ha hecho un bien.

Calle N° 29: Lorenzo Sartorio

Nació en el año 1885, el 14 de diciembre de 1899, es decir cuando solo contaba con 14 años de edad fundó el periódico “La Juventud, que como su nombre lo indica fue una expresión periodística juvenil. Aunque fue un modesto órgano de difusión en sus inicios, los uruguayenses “lo esperaban ansiosos los martes, jueves y sábados para conocer las noticias y sociales de su querida ciudad” En ese tiempo nos existían los modernos medios masivos de comunicación con que contamos en la actualidad, esa era una de las razones por la cueles era muy leído. Desde esas páginas Lorenzo Sartorio propició el funcionamiento de una escuela para adultos en horas de la noche, ese fue el origen de la escuela nocturna municipal que hoy lleva su nombre.

Lorenzo Sartorio falleció en Buenos Aires el 25 de febrero de 1921, siendo sus restos traslados a la ciudad por tren. Su periódico, “La Juventud” dejó de aparecer entre los años 1953 a 1955

Calle N° 33: Pablo Sceliga

Situada al norte de la ciudad la arteria lleva el nombre de este sacerdote, que el día 8 de mayo de 1960, puso en marcha la obra de la Casa Salesiana, en el popular barrio de Santa Teresita. Nació el padre Sceliga en la ciudad pampeana de Uriburu el 29 de diciembre de 1913. Sus padres fueron Andrés y su madre María Gramiak, ambos polacos. Inicio sus estudios en Buenos Aires, trasladándose luego a Bernal y finalmente a Córdoba. Fue ordenado sacerdote el 23 de noviembre de 1941. En ese mismo año ejerció la dirección del Colegio de San Nicolás de los Arroyos. Estuvo en Colegios Salesianos de Bs As., Paraná, Ramos Mejía y San José, en la pcia de Misiones.

Como director del Colegio de nuestra ciudad fue ejemplo de trabajo, de bondad y de servicio, aunque su figura no traslucía, Sceliga tenía una resistencia admirable, esfuerzo para mitigar el mal que los aquejaba.

Profesor de Matemáticas gano el aprecio de sus alumnos. Intervino en las inquietudes del barrio orientando a sus vecinos en el trabajo y al progreso. Incremento la atención católica de la Capilla de San Roque, San José, San Isidro y Hospital de Zona. En el año 1968 fue trasladado a Resistencia- Chaco.

El reverendo padre Sceliga perdió la vida en un acto heroico de caridad el 2 de diciembre de 1908, a los 55 años de edad: trato de salvar la vida de otro sacerdote en la ciudad de Corrientes, quien había caído al agua del Rio Paraná. El hecho conmovió a todo el país y en especial a nuestra ciudad, a la cual estaba muy ligado. Todas las instituciones rindieron tributo al Presbítero desaparecido.

A esta calle antes se la llamo República del Líbano.

Calle N° 150: Dr. José Scelzi

En mayo de 1949 por el voto unánime de todos los miembros del Consejo Deliberante, se impone a la calle “A” el nombre de Dr. José Scelzi.

El Dr. Scelzi nació el 7 de setiembre de 1844 en Sasso-Catalda en la provincia de Potenza-Italia. Estudio en Italia, donde se diploma de Doctor en Leyes. El joven abogado decide venir a la Argentina. En Buenos Aires conoció a un compatriota Don Luis Scapatura, quien había abandonado su patria por razones políticas y ocupaba la Vicerrectoría de nuestro Colegio. Accede el Dr. Scelzi a venir a Concepción del Uruguay, que por aquel entonces era la capital de la provincia. La vida administrativa y judicial le ofrecía al joven abogado grandes posibilidades. El gobernador capto prestamente sus condiciones intelectuales y morales. Eran escasos los profesionales y la provincia necesitaba los servicios de jóvenes entusiastas. Se le confió al Dr. Scelzi el cargo de Agente Fiscal de esta circunscripción. Su prueba de fuego fue el famoso dictamen, en una causa que apasionaba a la opinión pública. Se trataba nada menos que de aquella que los deudos del Gral. Urquiza entablaron contra José M. Mosqueira, el único detenido en la partida siniestra del 11 de abril de 1870. El joven abogado afronta airosamente la prueba y su dictamen es consagratorio.

El Dr. Scelzi consagro también su vida a la Sociedad Italiana “La Benevolenza”, presidiéndola en 1883-84-87-93 y 97 también trato de solucionar los problemas de sus compatriotas.

Ocupo el 20 de abril de 1887 el cargo de intendente Municipal de nuestra ciudad, por el voto unánime de los convecinos. El domingo 30 de noviembre de 1902, a las 3 de la tarde falleció a los 58 años en nuestra ciudad.

Calle N° 106: juan Francisco Seguí

Jurisconsulto y constituyente en 1853, nació en Santa Fe el 16 de noviembre de 1822. Estudio en Córdoba, donde se recibió de abogado después de haber abandonado la carrera eclesiástica. Perseguido por el régimen rosista, emigro del país, y a su regreso se desempeñó como secretario del Gral. Urquiza, y fue el encargado de redactar el manifiesto del Primero de mayo de 1851. Asistió como Auditor de Guerra y al año siguiente actuó en la Asamblea Gral. Constituyente del año 1853. Luego se desempeñó durante dos periodos como Ministro Gral. Del Gobierno de Santa Fe. En 1860 fue designado Ministro de Relaciones Exteriores. Fue electo para la convención de Santa fe, en representación de Entre Ríos.

Ejerció el periodismo, estando al frente de “EL Nacional diario que defendía los postulados de la Confederación.

Escribió el libro “Memorias para servir a la Historia de la Revolución”. Falleció en Buenos Aires el 20 de diciembre de 1863. Su nombre perdura en una calle de nuestra ciudad.

Calle N° 100: Comandante Miguel Samuel Spiro

Miguel Samuel Spiro era natural de la isla de Hydra en Grecia. Cuando en el año 1813 el Gobierno del Rio de la Plata decidió crear una escuadra a fin de afrontar los ataques de la armada española que en ese momento mantenía el control de las aguas del Plata, entre los varios marinos extranjeros que se presentaron a formar la naciente escuadra, se hallaba Miguel Spiro. Después de comandar varias naves, e intervenir en varios combates, se le asignó el mando de la balandra cañonera “Carmen” que montaba 1 cañón de 12 mm y 4 de 6 mm. En la escuadrilla que persiguió al realista Jacinto Romarate y que estaba al mando de Tomas Notter, se encontraba “Carmen”. Romarate los espero en las proximidades de nuestro Arroyo de la China, en posición de combate, el 28 de marzo de 1814. Después de 3 horas de fuego, la batalla fue desfavorable a nuestros marinos. Los enemigos iban a abordarla y fue cuando Spiro en rasgo de valor, le prendió fuego a la Santa Bárbara y voló hecho pedazos con su buque pereciendo heroicamente.

La Municipalidad mando erigir un monolito en las inmediaciones del Balneario Itapé donde se leen las siguientes inscripciones: “En estas aguas tuvo lugar El Combate Naval del 28 de marzo de 1814 La Municipalidad rinde homenaje a los caídos 1938”.

Calle N° 124: Supremo Entrerriano

Francisco Ramírez el “Supremo Entrerriano”, como se le llamo, nació en Concepción del Uruguay, el 13 de marzo de 1786. Fueron sus padres Juan Gregorio Ramírez y Tadea Jordán, criollos de ilustre ascendencia. Poco después murió su padre y su madre contrajo enlace con Lorenzo José Francisco López, matrimonio del que naciera José Ricardo, compañero de armas de Ramírez.

Producido el movimiento de Mayo, Francisco Ramírez sirvió de enlace entre los patriotas de Entre Ríos, por lo que se le ha denominado el “chasquero de la Revolución”. Sus condiciones personales, su valentía y sus aptitudes militares le convertirán con el correr de los años en el máximo caudillo de Entre Ríos. Paladín del federalismo, junto a Estanislao López, venció las tropas directorales en Cepeda y, poco después, estampo su firma en el famoso Tratado del Pilar.

En setiembre de 1820 creó la república de Entre Ríos, de la cual fue Jefe Supremo, hasta que como resultado de las luchas que debió enfrentar, cayo para siempre en los campos de Rio Seco, el 10 de julio de 1821.

Antiguamente esta calle se llamó “Independencia”

Calle N° 121: Eduardo Tibiletti

En 1905, esta calle llevaba el nombre de San José, cambiándose posteriormente por el de este jurisconsulto, político y educador, que nació en nuestra ciudad el 5 de octubre de 1871. Curso sus estudios secundarios en Concepción el Uruguay para graduarse posteriormente de Abogado en Buenos Aires. Alterno su profesión con la docencia, dictando cátedras en el Colegio Nacional. Ejerció el periodismo como lo había hecho en su juventud. Desde 1910 ejerció el rectorado del Histórico Colegio hasta 1920 año este en que se jubiló. La Unión Cívica Radical, partido al que pertenecía, lo consagro Gobernador de Entre Ríos por el periodo 1935-1939. En sus múltiples actividades, se destacó como Presidente de la Soc. Educacionista “La Fraternidad”, en la Asociación Entrerriana Gral. Urquiza en Buenos Aires, lugar donde falleció el 4 de octubre de 1940.

En la intersección de esta arteria con la 9 de julio se colocó una placa que dice: “Homenaje de la Municipalidad de Concepción del Uruguay al Gobernante y Maestro Dr. Eduardo Tibiletti” “1871-1940”.

Calle N° 166: Celia Torrá

Esta es la primera calle de la ciudad que lleva el nombre de una mujer. El 22 de noviembre de 1968, le fue colocado este nombre a  la calle 7 del  Oeste Norte. Celia Tomasa Torrá Ubach nació en Concepción del Uruguay el 18 de septiembre de 1884, era hija de de una familia de origen catalán. Era nieta de José Ubach y Roca, industrial español  quien asociado con Justo José de Urquiza instaló una fábrica de paños en Concepción del Uruguay. Realizó parte de sus estudios en la Escuela Normal de Profesoras. Cabe destacar que años más tarde escribió el Himno a la Escuela con letra de Evelina Parodié mantero, profesora de Ciencias y Letras.

Inicio sus estudios musicales en el Conservatorio Williams de Buenos aires, teniendo como maestro de piano, Teoría y Solfeo a Alberto Willams y a América Montenegro y Andrés Gaos como maestros de violín. Celia se destacó rápidamente en la ejecución de este instrumento siendo una de las alumnas más sobresalientes de dicha casa de estudios. En 1909, becada por la Comisión nacional de Bellas  Artes viajo a Bruselas y Budapest a fin de completar sus estudios. Jeno Hubar, director del Conservatorio real fue su padrino artístico. Al comenzar la Primera Guerra Mundial se dedico en Europa a dar conciertos a beneficio de la Cruz Roja Internacional. Recorrió toda Francia entre los años 1914 a 1918. A su regreso a Buenos Aires, donde se radica en 1921, se dedica a realizar una serie de recitales. Entre 1921 y 1923, realiza estudios de composición con Athos Palma, y en 1934 le dedica a su maestro la única obra que compone para piano como instrumento solista, la Sonata en La Menor. En 1930 formó en Buenos aires la Asociación Coral Argentina y en 1938 la Asociación Coral Femenina. Alterno su tarea de compositora con la docencia ya que dictó la cátedra de música en el Liceo Nacional de Señoritas N° 1 y compuso varias obras para violín, entre ellas: “Rapsodia Entrerriana; “Suitte Incaica”  “Canciones infantiles”, entre otras.

Falleció en Buenos Aires el 16 de diciembre de 1962, a los 73 años de edad.

Calle N° 129: Tres de Febrero

Con esta fecha, se denomina a otra importante calle de nuestra ciudad. El 3 de febrero de 1852, fue un día clave para la organización de nuestro país. Ese 3 de febrero se libró la batalla, entre el Ejercito grande comandado por el Gral. Justo José de Urquiza y las fuerzas de Buenos Aires, a las órdenes de Rosas. El ejercito que había realizado en diciembre de 1851 el cruce del rio Paraná, se dirigió hacia la provincia de Buenos Aires. El Gral. Urquiza al mando del ejército de 24.000 hombres. Continúo su avance en la madrugada del 3 de febrero, atravesando sin dificultad el arroyo Morón y extendió sus líneas frente a la posición que ya ocupaba Rosas, a la altura de Caseros (Hoy estación El Palomar) a 3 leguas de Buenos Aires. Urquiza observo que el punto más vulnerable de las fuerzas rosistas era el flanco izquierdo y contra el envió las tropas de caballería que consiguieron imponerse. Desde ese momento las acciones se concentraron en la tenaz resistencia puesta por el Coronel Chilavert, quien se rindió y fue tomado prisionero. El triunfo del Gral. Urquiza fue completo y Rosas huyo del campo de batalla y se embarcó en un buque inglés, el cual lo condujo a Inglaterra donde falleció a los 84 años de edad. Con esta batalla termino el largo periodo de la dictadura y comenzó la organización definitiva del país.

Calle N° 158: Valentín Isaías Torres

Desde el 22 de octubre de 1956 por ordenanza 1744, se cambia el nombre de la calle 3 del oeste, por la de Valentin Isaías Torres, como reconocimiento de la comunidad a este abnegado maestro, hijo de nuestra ciudad nacido el 6 de diciembre de 1896. Después de recibir la enseñanza primaria, ingresó a la Escuela Normal Mixta, donde cursó sus estudios secundarios, para egresar en 1918 con el título de Maestro Normal. Se dedicó íntegramente a la enseñanza, ocupando su primer puesto en San José de Feliciano en la Escuela “Cornelio Saavedra”. Luego fue trasladado a la 4 de Colon, para pasar en 1923 a la Dirección de la 63 “Tucumán” de nuestra ciudad. Como un reconocimiento a su labor en 1939 fue designado Visitador de las Escuelas Láinez. En 1949 los embates de la política lo trasladaron a la “Colonia Los Desparramados” en el Departamento Villaguay, lugar donde se jubiló en 1950. Merece destacarse muchas obras realizadas por Valentín Isaías Torres, pero la más importante, quizás sea la que dono a nuestra comuna y que para muchos uruguayenses le es desconocida. A raíz de una iniciativa suya y todo el personal de la Escuela 63 con la colaboración del Dr. Luis María Campos Urquiza, entregaron en donación el mástil que se encuentra en nuestra plaza Francisco Ramírez. También la primera bandera que fue izada por primera vez el 25 de mayo de 1935. La base de este mástil es una columna de alumbrado de la ciudad de Buenos Aires pudiendo apreciarse el ovalo de su escudo en cada una de sus cuatro caras. Una modestísima placa recuerda este hecho.

Don Valentín Isaías Torres falleció en nuestra ciudad el 24 de mayo de 1953 a los 57 años. En el año 1956 la ordenanza que le impuso su nombre a la calle dice entre otras cosas “Se hará justicia de que una de las calles que el tanto año y que pasa al costado de la escuela llevase su nombre”.

Calle N° 122: Alberto Ugarteche

Este médico y educador, nacido en Lujan (Provincia de Buenos Aires.), en 1850, se trasladó desde muy joven con su familia a Concepción del Uruguay. Ingreso en 1864 a nuestro Colegio Nacional, para una vez conseguir el título de bachiller, seguir sus estudios de Medicina en la Facultad de Buenos Aires, graduándose en 1879. Ejerció su profesión en nuestra ciudad, siendo médico del Hospital de Caridad y de varias instituciones de beneficencia. También dicto cátedras de Ciencias Físico Culturales, Historia y Química en el Histórico Colegio. Fue en la Asociación Educacionista “La Fraternidad” uno de los fervientes animadores, presidiéndola en tres periodos.

Ejerció el periodismo, siendo redactor del entonces diario “Del Uruguay”, junto a Leguizamón, Cigorraga y otros. El 13 de agosto de 1890 falleció en nuestra ciudad, a los 40 años. En 1897 esta calle se llamaba Concordia.

 

Calle N° 107: Carmen Uribe

La escritora local Lorenza Mallea consideró que por su trayectoria ciudadana merecía que una calle de nuestra ciudad llevara su nombre. A tal efecto el 30 de octubre de 1987, se dirigió a la Municipalidad de Concepción del Uruguay, solicitando que:”siempre que encuentre mérito para ello, determinar una calle de las que no tienen nombre el de Carmen Uribe, por haber sido destacada personalidad de nuestro medio ciudadano”
Esta sugerencia fue aceptada el 31 de Octubre de 1991, instituyéndose el nombre de Carmen Uribe a la calle numerada 107.

Carmen Uribe, en ocasión de la invasión de Madariaga organizó un hospital de sangre que atendió junto a su criada de color Irene Jurado y un familiar suyo Teresa Villanueva de Jurado. Fue, además una de las primeras maestras de la ciudad. Al fallecer el 17 de octubre de 1902 el diario local “Radical” publicó una nota en cuyos conceptos rescata: ”…una de las antiguas maestras de escuela de aquellas que el Uruguay 50 años atrás, empleaban los mejores años de su vida difundiendo los conocimientos que en su esfera le fuera posible en pro de la humanidad…muere pobre, pero querida y respetada por todos los que la conocieron; su muerte enluta a varios hogares a los cuales les deseamos resignación cristiana, y eterna para la tumba que fue en vida tan buena”. Sus restos descansan en nuestra necrópolis

Calle N° 130: Justo José de Urquiza

Esta calle que pasa por delante del Colegio del Uruguay, lleva el nombre de su fundador, el Gral. Justo José de Urquiza, que nació en el Talar del Arroyo Largo (hoy Urquiza), a unos 20 km de nuestra ciudad, el 18 de octubre de 1801. Curso las primeras letras en Concepción del Uruguay y luego continúo sus estudios en el Colegio San Carlos. Tenía 25 años cuando se inició en la vida pública, al ser elegido diputado por Uruguay al Congreso Entrerriano.

Más tarde se desempeñó como comandante del 2ª Departamento Principal (Uruguay), destacándose rápidamente por sus excepcionales aptitudes militares. En el largo y doloroso pleito entre unitarios y federales, adherido a la causa de estos últimos, combatió en numerosas batallas: Pago Largo, Cagancha, Don Cristóbal, Sauce Grande, India Muerta, Laguna Limpia, Vences, etc.

Pronunciado contra rosas en 1851, un año más tarde lo derroto completamente en Caseros, iniciándose así el tan ansiado proceso de la organización nacional. Por fin el gran anhelo de Urquiza se vio cumplido. El Congreso reunido en Santa Fe sanciono la Constitución Nacional de 1853. No obstante, la actitud adoptada por Buenos Aires, al separarse de la Confederación Argentina, determino nuevos enfrentamientos: Cepeda y Pavón, hasta que llego a la unión definitiva del país.

Gobernador de Entre Ríos durante varios periodos y presidente de la Confederación entre 1854 y 1860, Urquiza realizo una notable acción de Gobierno. El 11 de abril de 1870, una banda asesina que asalto la residencia de San José, troncho su vida. Sus restos descansan en la Basílica de la Inmaculada Concepción de nuestra ciudad.

Calle N° 135: 21 de noviembre

Lleva como nombre una importante calle de nuestra ciudad, una fecha muy significativa para los uruguayenses. Era el 21 de noviembre de 1852 un día resplandeciente, se respiraba una atmósfera pura y los rayos del sol se destacaban luminosos sobre el pueblo de Concepción del Uruguay. Poco después sus habitantes fueron sorprendidos por el estrépito del cañón y el redoble de los tambores. El Gral. Juan Madariaga trataba de tomar la ciudad, a fin de obstaculizar la instalación del Congreso Constituyente de Santa Fe. Pero sus heroicos pobladores repelieron la invasión. Luego de varias horas de lucha el río quedo teñido con la sangre de los derrotados. Jugaron un papel sobresaliente los alumnos de nuestro Colegio, cuyo edificio sirvió de cantón.

El 21 de noviembre de 1852, el pueblo todo unido de esta benemérita ciudad salvo la instalación del Congreso Constituyente. En el balneario municipal, se erigió un monolito, con una placa que dice: “Pueblo, Municipalidad y Comisión de Lugares y Monumentos Históricos de Concepción del Uruguay; a los defensores de la ciudad; que permitió la gran tarea constituyente de 1853, en la ciudad de Santa Fe” “1852- 11 – 1968”.

Calle N° 109: Virrey Vértiz

El segundo virrey del Rio de la Plata da nombre a una de las calles de nuestra ciudad, puesto que una de sus medidas de gobierno se derivó la misión cumplida por, Rocamora en territorio entrerriano, de resultas de la cual fueron fundadas las ciudades de Gualeguay, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú.

Natural de Yucatán (México), Juan José de Vértiz y Salcedo se constituyó en uno de los gobernadores más progresistas del periodo de la dominación hispánica. A él se debieron numerosas iniciativas que produjeron el adelanto material y cultural de Buenos Aires.

Gobernó hasta 1784 y fue eximido del juicio de residencia en merito a su buen gobierno. Falleció en España hacia fines del siglo XVIII.

Calle N° 156: Pbro. Andrés Zaninetti

Nacido en Italia, vino muy joven a nuestro país, cursó estudios en Santa Fe. En el año 1920, asumió el curato de nuestra ciudad. Desplego una intensa acción educativa, dicto cátedras en el Colegio Nacional y Escuela Normal. Por su iniciativa se fundó el Circulo Católico de Obrero y la Biblioteca “La Buena Lectura”, centro parroquial y de catequesis. Después de ser por más de treinta años párroco de nuestra Basílica, busco refugio en su casa de campo “San Felipe”, junto al arroyo de la China. Desempeño la Intendencia Municipal, y en uno de los viajes a su Italia natal, falleció el 25 de agosto de 1948.

Calle N° 104: José Benjamín Zubiaur

Nació en Paraná  el 31 de marzo de 1856, fueron sus padres Mariano Zubiaur y Dolores Pujato. Fue un estudiante extraordinario, cursó sus estudios en Paraná y en el Colegio del Uruguay. Fue celador, bibliotecario, y profesor sucesivamente. Terminó sus estudios de leyes en la Universidad de Buenos Aires

El 1877 fundó y presidió la Asociación educacionista “La Fraternidad”, el 1886 fundó la Asociación Nacional del Profesorado junto con la revista pedagógica “La educación”. En 1881 comienza su carrera administrativa y técnico-docente en el Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública. En 1892 es rector y profesor de filosofía del histórico Colegio del Uruguay.

Su rectorado se caracterizó por sus acción progresista, con él se inicia la admisión de niñas en los establecimientos de enseñanza, audaz innovación para aquel tiempo. Ingresa entonces al Colegio del Uruguay, Teresa Ratto, su primera alumna, posteriormente graduada como doctora en medicina en la Universidad de Buenos Aires.

En 1897 es vocal del Consejo Nacional de Educación. En 1899 viaja a Europa representado al Gobierno nacional y a los de Entre Ríos y Corrientes en la exposición Universal de paría, allí estudia los sistemas educativos de Francia, Suiza, Bélgica y Alemania, que completa con un nuevo viaje a Estados Unidos y Canadá, estos conocimientos fueron plasmados, lugo, en diferentes libros, cartas e informes.  Finalmente es designado Presidente del Consejo Nacional de Educación.

Fallece el 6 de septiembre de 1921 en la ciudad de Buenos Aires.

Mes de Mayo

1. (1851) Se lee en la histórica Plaza Mayor de Concepción del Uruguay por don Juan Francisco Seguí el Bando del Pronunciamiento de Urquiza contra Rosas. El primero de mayo de 1851 es la fecha del decreto firmado por el gobernador de Entre Ríos
desde el Palacio de San José, que también lleva la firma de su secretario, doctor Juan Francisco Seguí y es conocido como “El Pronunciamiento” (Guía Turística de Concepción del Uruguay, 1971)

(1853) El Congreso Constituyente reunido en Santa Fe sanciona la Constitución Nacional.

(1956) El Presidente Provisional de la Nación, General Pedro Eugenio Aramburu, promulga nuevamente desde ese lugar histórico la Constitución Nacional de 1853. (Guía Turística de Concepción del Uruguay, 1971)

2. (1801) Servicio de postas de la “Carrera del Uruguay”. En 1801 se inició el servicio de postas de la “Carrera del Uruguay”, línea de postas que pasaba por la costa del Uruguay. Desde Buenos Aires hasta la Colonia, el trayecto se realizaba en las tartanas denominadas chasqueras; desde esta última población, continuaba por Las Víboras, Espinillo, Santo Domingo Soriano, Mercedes, Paysandú, atravesaba el Uruguay hasta Concepción del Uruguay, Gualeguaychú, llegando a su término en Gualeguay, con un correo quincenal. Desde Colonia hasta Gualeguay había 107 leguas.
El Real Paso del Río Uruguay se atravesaba por canoeros. En Concepción del Uruguay, el correo estaba administrado por José Miguel Días Vélez y la posta a cargo de Antonio Mirón. En Gualeguaychú se puso al frente del correo a Miguel Bayo y la posta a cargo de Antonio Gómez. En tanto en Gualeguay, en 1801 se puso al frente del correo a Jaime Gasset, y como maestro de posta a Cornelio Barragán. (Archivo General de Entre Ríos – Secretaría de Cultura)

(1860) El General Urquiza traslada desde Buenos Aires a Concepción del Uruguay los restos de sus padres y hermanos. Con tal motivo hace numerosos donativos a templos y hospitales de Buenos Aires. (Guía Turística de Concepción del Uruguay, 1971)

7. (1872) Creación de la Escuela de Maestras de Concepción del Uruguay. El 7 de mayo de 1872 la Legislatura de la provincia sanciona la ley de creación de la Escuela de Maestras en Concepción del Uruguay, en tanto que se aprueba el Reglamento y Plan de Estudios correspondientes, elaborados por el doctor Martín Ruiz Moreno y por el doctor Agustín M. Alió.
Finalmente, en octubre de 1872 queda concluida la construcción del edificio.
El domingo 16 de marzo de 1873 se procedió a la solemne inauguración de los cursos bajo la dirección de Clementina Comte de Alió. (Archivo General de Entre Ríos – Secretaría de Cultura)

9. (1862) En terrenos donados por él mismo funda el General Urquiza sobre el río Uruguay, la Villa de Colón (hoy ciudad). (Guía Turística de Concepción del Uruguay, 1971)

10. (1778) Disponen levantar la primera capilla en Arroyo la China. El crecimiento de la población del lugar impone la necesidad de crear una capilla, cuyas gestiones en Buenos Aires realiza el vecino don León Almirón, que viaja a ese efecto. El Cabildo Eclesiástico, en sede vacante, resuelve favorablemente el pedido, confirmado por el virrey Ceballos, el día 27. El primer teniente cura de la capilla es el reverendo Fray Pedro de Goitía. La población de Uruguay se calcula en ese entonces en treinta familias españolas y otras tantas naturales. (Archivo General de Entre Ríos – Secretaría de Cultura)

(1818) Ocupación y saqueo de Concepción del Uruguay, plaza defendida por Ramírez, por las huestes portuguesas de Bento Manuel, después de haber destruido las baterías emplazadas en Perucho Verne y Paso Vera. Mientras la escuadrilla portuguesa amenaza a la villa de Arroyo de la China, Bentos M. Riveiro cruza en la noche el río Uruguay con 1.500 hombres al norte de la barra del Perucho Verne y ataca sorpresivamente por la espalda a las baterías y flotillas artiguistas comandadas por Francisco Ramírez. Los portugueses entran a Uruguay y la saquean, imponiendo a la población una contribución de guerra de cuatro mil pesos y se llevan un gran número de caballos. (Guía Turística de Concepción del Uruguay, 1971)

(1973) Creación la Universidad Nacional de Entre Ríos. La Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) se crea el 10 de mayo de 1973. Su establecimiento debe enmarcarse en el denominado “Plan Taquini” que crea dieciséis universidades nacionales entre mayo de 1971 y mayo de 1973. La intención de este proyecto es redimensionar las universidades existentes, sobre todo las localizadas en los principales centros urbanos, así como propender a la regionalización del sistema universitario.
La UNER es el fruto de intensas gestiones de la comunidad entrerriana, en donde tienen un papel protagónico los vecinos de Concepción de Uruguay, que a lo largo de más de un década acariciaron el anhelo de una universidad propia. (Archivo General de Entre Ríos – Secretaría de Cultura)

13. (1944) Creación de la Dirección Provincial de Turismo. En 1944 se crea la Dirección Provincial de Turismo con el convencimiento que el turismo constituye una fuente de ingresos económicos y de impulso en una sociedad. El nuevo organismo fue organizado por Osvaldo J. Calvo en carácter de ad honorem. Al momento de su creación estaba dirigido por una Comisión Asesora ad-honorem, quedando con las facultades de crear delegaciones en la ciudad de Buenos Aires e instalar agencias en otras ciudades del país. (Archivo General de Entre Ríos – Secretaría de Cultura)

Primer edificio de “La Fraternidad”

14. (1877) Un grupo de alumnos del Colegio Histórico del Uruguay funda el internado “La Fraternidad” como alto ejemplo de solidaridad juvenil, a raíz de perder sus estudios varios estudiantes pobres por haberse suprimido las becas nacionales. Eran los días en que el Presidente Avellaneda pronunciaba aquellas famosas palabras: “Hay que economizar sobre el hambre y la sed de la República”. A través de los años, “La Fraternidad” ha reafirmado el viejo espíritu que inspiró su fundación y es, actualmente, uno de los internados modelo de Sud América. Su edificio fue construido en el año 1888 en un predio donado por la Municipalidad local en la esquina sudeste de Ugarteche y 8 de Junio, edificio que actualmente se conserva. Posteriormente al verse superado en la cantidad de chicos que concurrían al internado se trasladó a un nuevo edificio que ocupa una manzana, y que se comenzó a edificar en el año 1920 y terminado en el año 1927 en virtud de un subsidio nacional. (Guía Turística de Concepción del Uruguay, 1971)

(1905) Se inaugura un busto de Alejo Peyret. Los discípulos de Alejo Peyret en el Colegio Histórico toman la iniciativa para recordar su memoria a través de un monumento. A la ceremonia inaugural concurren delegaciones de Buenos Aires y otras localidades, asistiendo, también, los ministros provinciales, Mariano E. López y Alberto Méndez Casariego que se encontraban entre aquéllos.
Alejo Peyret había nacido en Francia. Fue discípulo de Voltaire y expulsado de su patria por Napoleón III, en 1851. Dotado de gran inteligencia y de un corazón bondadoso, se radica en Entre Ríos, actuando como educador, en el Colegio Histórico, con Larroque y Clark. A la par de Carlos Souriges, colabora en la obra colonizadora de Urquiza. Es autor de numerosos libros y folletos.
En el acto inaugural del busto, el doctor Juan B. Zubiaur lo define como un “educador y propagandista de ideas liberales y positivas”. (Archivo General de Entre Ríos – Secretaría de Cultura)

15. (1870) La Legislatura de Entre Ríos adquiere en 400 onzas de oro el famoso cuadro de Urquiza ecuestre que un año después, a raíz de la trágica jornada del 11 de abril de 1870, destruyen los jordanistas en el mismo edificio de la Legislatura, que funcionaba en el extremo nordeste del Colegio Nacional, haciendo cruz, en la actualidad, con la confitería RIS. (Guía Turística de Concepción del Uruguay, 1971)

18. (1818) Saqueo de Concepción del Uruguay. Los portugueses que invadían la Bando Oriental, a principios de mayo de 1818 ingresaron por río Uruguay en las inmediaciones de Concepción del Uruguay. El 12 de mayo se encontraron navegando cerca de la villa entrerriana, a la altura de Paso Vera y fueron sorprendidos por el fuego de una batería que se hallaba instalada en el lugar. Se desató un combate que duró tres cuartos de hora, la batería resultó dañada y la embarcación también.
A la mañana siguiente los portugueses recibieron el auxilio de la caballería al mando de Francisco Xavier Curado y atacaron nuevamente a la villa. Ingresaron y la saquearon durante varios días. Pasada esta desagradable instancia los invasores pasaron el Uruguay. (Archivo General de Entre Ríos – Secretaría de Cultura)

24. (1874) Fundación de la Sociedad Italiana de Concepción del Uruguay. Los numerosos italianos residentes en la ciudad deciden fundar la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, para lo cual se reúnen el 24 de mayo de 1874 y proceden a elegir una comisión provisoria que tendrá a su cargo redactar los reglamentos. Son elegidos presidente: José Donatti y secretario Aniello Giuliano. Un mes después se lleva a cabo la primera Asamblea General Ordinaria que procede a elegir los miembros de la Comisión Directiva, aprueba el reglamento que regiría a la institución, que se denomina “Sociedad Italiana de Unione e Benevolenza”. En diciembre de 1900 queda inaugurada la sede social propia. (Archivo General de Entre Ríos – Secretaría de Cultura)

25. (1853) Urquiza promulga la Constitución Nacional. El Director Provisorio de la Confederación, Justo José de Urquiza, dando cumplimiento a disposiciones del Acuerdo de San Nicolás, firmó un decreto, en San José de Flores, promulgando la Constitución Federal y ordenando que se la tuviera por ley fundamental en todo el territorio de la Confederación Argentina. Dirigió una circular a los gobernadores de provincias enviándoles copia de dicho documento para su juramento, que debería hacerse el próximo 9 de julio. (Archivo General de Entre Ríos – Secretaría de Cultura)

26. (1856) Blanes en el Colegio del Uruguay. El rector del Colegio del Uruguay Alberto Larroque propone a Juan Manuel Blanes, el pintor de la obra y las campañas militares de Urquiza, para desempeñarse como profesor de “dibujo natural y pintura” por considerarlo un “distinguido artista…, y de méritos incuestionables.” (Archivo General de Entre Ríos – Secretaría de Cultura)

29. (1822) La prisión de doña Tadea Jordán hace fracasar un movimiento revolucionario. El comandante militar de Uruguay, coronel Pedro Barrenechea, toma conocimiento de la organización de un movimiento revolucionario contra el gobierno de Lucio Mansilla, preparado por los seguidores del malogrado caudillo Francisco Ramírez, por cuyo motivo adopta diversas disposiciones y entre éstas la orden de prisión de Tadea Jordán de López, madre del Supremo y de Ricardo López Jordán.
Tadea, antes y después de la muerte de su hijo Francisco, interviene activamente en política. Dotada de un carácter enérgico y valeroso incita a sus hijos a la lucha, atribuyéndosele la inspiración de varios movimientos revolucionarios.
Su prisión de ahora, cuando ya es una persona anciana, hace fracasar el ataque a Concepción del Uruguay, en la noche del 29 de mayo, intentada por el coronel Anacleto Medina, el comandante Gregorio Piriz y otros. Con la detención de doña Tadea y de otras personas, los insurgentes pierden su agente de enlace y al carecer de noticias. (Archivo General de Entre Ríos – Secretaría de Cultura)