La tumba de Don Delio Panizza (1893-1965), quien fue doctor en leyes, poeta, investigador, coleccionista, que amo y defendió el pasado de nuestra provincia, tiene una particularidad o curiosidad, podemos decir. En la lápida de su última morada, que se puede ver en el cementerio municipal, reza su deseo de que “quiero que me sepulten de pie, como he vivido”.
No es el único en nuestro país, que ha sido sepultado de pie. En la ciudad de Aristóbulo del Valle, Misiones, siendo presidente del Centro Cultural “Dr. Aristóbulo del Valle”, Don Rogelio Ramírez, manifestó lo mismo que el Dr. Panizza.
El mismo construyo su tumba, pidiendo a familiares y amigos que lo enterraran de pie.
En la lectura de su testamento decía: “En la década del 50 adquirí una chacra y, al conocerla elegí el lugar más alto de toda la zona, resolví en el acto algún día mi sepulcro. Ahora creo que ha llegado el momento de prepararme para tan hermoso viaje y para ello realicé una pequeña obra y una resolución irreversible EL PALENQUE. Construido llevo unos 6000 kg., de material y en el, una cavidad especial donde mis más queridos amigos depositaran una caja también especial donde deseo estar firme de pie, por lo menos mil años. La razón, tengo tres enemigos sobre la tierra: la mosca, la rata, y la cucaracha, por lo tanto, no quiero que esos inmundos bichos se sirvan de mis ojos, mi cerebro y mi corazón.
La cúpula con la cruz pesa 3000 kg., y van dedicadas al caballero más grande que ha pisado la tierra. Él se llamó, se llama, y se llamara eternamente, JESUCRISTO; la segunda parte va dedicada a todos los gauchos del mundo que deseen atar en él un chúcaro, no interesa la especie.
La tercera parte va dedicada a todas las personas que sintieron por mi algún aprecio. El campito se llama José Hernández y para no estar tan solo, ubique a uno de los grandes federales, el Gral. Jose Francisco Ramírez, cuyo busto y pedestal pesan 3000 Kg.
Gregorio, “Gaucho por autodefinición, comerciante de a ratos, militante radical siempre, maderero, burrero, tradicionalista, político empedernido cumplió roles además como comisionado municipal, concejal, intendente y hasta legislador provincial.
Nacido en Concepción del Uruguay el 18 de noviembre de 1914, vivió sus años jóvenes en General Artigas (Paraguay). Comercializó madera paraguaya y misionera en su provincia y a la vuelta traía tropas a Misiones. A comienzos de 1953 se radicó definitivamente en Aristóbulo del Valle, involucrándose en diversas actividades: un aserradero y una ferretería llamados El Carretel, la posta El Jagüel, y hasta un cine. Con poca suerte para los negocios, se metió de lleno en la política hasta ser intendente. Falleció el 1 de agosto de 2002”.
Fuente: Civetta, Virginia, “Breve Historia y guía del Cementerio de Concepción del Uruguay” y Diario La Calle, 05/02/2003, pág. 2 y “El Territorio” de Misiones