Proyecto del Policlínico Regional del Litoral “Justo Jose De Urquiza”

Lámina completa del proyecto del Policlínico Regional que apareció en el libro de referencia

En el año 1925, en nuestro país, siendo presidente el Doctor Marcelo T. de Alvear, se hicieron varias obras de salud pública, entre ellas, se crearon dos policlínicos.

Uno en el norte de nuestro país, más precisamente en  la ciudad de Güemes, Salta, que serviría para estudio y profilaxis del tratamiento de paludismo, que proliferaba en esta zona argentina.

Y el otro policlínico, en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, destinado para todo tipo de dolencias comunes.

Hemos accedido al discurso que diera el Dr. Domingo Cabred, Presidente de la Comisión Nacional de Hospitales, al colocarse la piedra fundamental de nuestro policlínico, que hoy llamamos el “Hospital” Viejo, el día 4 de abril de 1925

Tapa del libro, como se puede ver es de tapa dura con letras en relieve y doradas

Este hospital, que por muchos años nos acompañó como tal, fue creado por el Gobierno Nacional por Ley nº 11049, donde se aprueba el lugar, su trazado y se aprueban los planos de lo que sería Policlínico Regional del Litoral “Justo José de Urquiza”.

La Comisión Asesora de Asilos y Hospitales Regionales, responsable de estos nuevos hospitales estaba conformada por el Dr. Cabred y lo acompañaban los  Doctores Alfredo Lanari y Benjamín González.

La piedra fundamental fue colocada el 4 de abril de 1925. Se designó al Sr. Presidente Dr. Marcelo T. de Alvear y a su esposa Sra. Regina Pacini, como padrinos de esta obra. Y no podía ser menos, ya que el entonces Presidente argentino era descendiente del Ministro de Relaciones Exteriores que tuviera el Gral. Justo José de Urquiza en su gobierno, Dr. Emilio de Alvear.

En el acto se encontraban presentes, representando al Sr. Presidente, los Señores Ingeniero Freycinet, el biólogo Dr. Paul Bert, Senador Nacional Dr. Martín Torino (autor de la Ley y Presupuesto del terreno donde se construiría el hospital y las partidas de dinero que llegarían para la obra).

En este discurso dado por el Dr. Cabred, se prometía la finalización de la obra en dos años, cosa que no sería así ya que el policlínico fue inaugurado el 29 de noviembre de 1931

El mismo estaría formado (tal como se ve en la ilustración que acompaña la publicación) por 14 amplios y hermosos pabellones, de techos de tejas rojas, ubicados en orden disperso y orientados a medio rumbo, de esta manera recibirían sol sobre todos los frentes durante el día.

Ilustración con las referencias de sus diferentes instalaciones: 1. Pabellón enfermedades internas hombres. 2. Pabellón enfermedades internas mujeres. 3. Pabellón enfermedades quirúrgicas. 4. Pabellón niñas y niños. 5. Pabellón Maternidad 6. Pabellón infecciosos. 7. Cocina, administración y farmacia. 8. Lavadero y desinfección. 9. Pabellón autopsias y Laboratorio. 10. Casa del Director. 11. casa para el personal de servicio. 12. Cochera. 13. casa existente. 14. Portería

Los planos fueron realizados por el Arquitecto Eugenio Balduino, dirigió la obra el Jefe de la sección de Construcciones de la Comisión Asesora Arq. Jacques Braguinsky.   

El complejo hospitalario se construiría en un terreno de 30 hectáreas ubicado al norte de la ciudad, limitado por el Arroyo Molino, cerca del río Uruguay a 2 kilómetros del puerto, con el que se comunica por la línea del ferrocarril N.E.A.

El sitio elegido es un lugar con excelente acceso y también histórico. Este lugar fue elegido por el Gral. Urquiza para formar lo que se llamó “Chacra de los Colegiales”, lugar donde fue un sitio de verano creado para los alumnos del Colegio del Uruguay.

Este hospital que hoy nos mira con nostalgia fue creado “para 350 enfermos de ambos sexos, de todas las edades y de distintas clases de dolencias. Cuenta con pabellones separados, para enfermedades internas, quirúrgicas, infecciosas, para maternidad, para niños, consultorios externos y laboratorios para Rayos X, etc., edificados con materiales de primera clase”.

Tenía agua fría y caliente, energía eléctrica, lavadero, desinfección y otros adelantos de la época.

El costo de la construcción  se estimó en $1.205.278,00, dinero que se recaudaría con los recursos de la Ley 4953.

El terreno fue donado por la Nación por Ley 11.049. En su discurso el Dr. Cabred afirmaba que sería un Policlínico “hermoso, completo y económico”, que prestara servicio no solo a nuestra ciudad, sino también a las ciudades de Concordia, Colon y otras ciudades vecinas.

Vista del Policlínico ya habilitado, puede verse como se ha respetado el proyecto original

El Dr. Cabred todo un visionario, adelantándose casi 100 años a la carrera de medicina de la UNER,  también sugería en su discurso: “Las generaciones del presente, como un imperativo del progreso, tienen el deber de continuar y completar la obra de Urquiza y para ello debe crearse en esta misma ciudad sobre la base de la Institución, que hoy se levante, una escuela de medicina y farmacia, en la que los egresados del Colegio del Uruguay, que deseen seguir la carrera de médico o de farmacéutico, tengan, por lo menos para el estudio de los primeros años, las facilidades deseables, sin necesidad de trasladarse a centros universitarios muy distantes de esta ciudad.

A este propósito se contaría, para el estudio de Anatomía normal y patológica con un pabellón especial de autopsias, para el de la histología, fisiología y bacteriología, con sus distintos laboratorios.

Se disponía de pabellones separados. Es decir con todos los elementos de una escuela practica”.

Leyendo este discurso, no dejamos de admirar el pensamiento de un adelantado como el Dr. Cabred, que ha visto en esta tierra y como él lo dijo, que los entrerrianos llevaríamos adelante la idea del Gral. Urquiza, quien quería combatir el curanderismo, legalizando la medicina, creando en 1848 un Tribunal de Medicina.

Dr. Domingo Felipe Cabred

Dr. Domingo Cabred

Nació en Paso de los Libres (Corrientes) el 20 de diciembre de 1859. Realizó sus estudios primarios en la ciudad de Buenos Aires y se recibió como Doctor en Medicina en la Universidad de Buenos Aires en 1881, con una tesis titulada “Contribución al estudio de la locura refleja”, especializándose en psiquiatría, bajo la tutela de Lucio Meléndez.

Trayectoria profesional

Fue practicante durante tres años y, posteriormente, médico interno en el Hospicio de las Mercedes; el 16 de abril de 1886 ascendió a sub-director, cargo que ejerció hasta el 10 de octubre de 1892, fecha a partir de la cual fue director de la institución hasta su retiro, por razones de salud, que tuvo lugar el 23 de noviembre de 1916. Además, trabajó en la docencia universitaria a partir de 1887 como profesor suplente de Patología Mental, y luego profesor titular en 1893, sucediendo a Meléndez, en ese cargo y en la Dirección del Hospicio. Con el apoyo del diputado y médico Eliseo Cantón, logró, en 1897, que se aprobara la creación de una Colonia Nacional de Alienados de puertas abiertas.

En 1888, viajó a Europa y estudió el funcionamiento de los hospicios y de los institutos para sordomudos de Alemania, Italia, Austria y Francia. Un año más tarde, en 1889, fue el representante argentino y Presidente de Honor del Congreso Internacional de Medicina Mental, realizado en París.

En 1896 representó a la Argentina en el Congreso Nacional de Antropología Criminal realizado en Ginebra (Suiza). Fue allí donde propuso una moción, la cual fue aprobada, en la que sostenía que los alienados delincuentes no debían ser alojados en secciones especiales de las cárceles, sino que debían ser tratados en hospicios y en instituciones especializadas.

Creó un departamento con esas características en el Hospicio de las Mercedes, que sería el primero en su tipo en Sudamérica.

En el año 1900 creó el Instituto de Psiquiatría, que posteriormente fue anexado a la Facultad de Medicina. En 1903, fundó la Liga Argentina de Lucha contra el Alcoholismo.

En 1908, fundó la Colonia Nacional de Alienados, conocida con el nombre de Colonia Open Door; difundiendo, así, en el país y en el continente en los Congresos Médicos Latinoamericanos realizados en Río de Janeiro (1909) y Lima (1913) los criterios de tratamientos en psiquiatría más modernos para la época. Además, impulsó una gran obra de infraestructura hospitalaria desde su puesto como Presidente de la Comisión Nacional de Hospitales.

Falleció en la ciudad de Buenos Aires el 27 de noviembre de 1929.

Texto: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente “Asilos y hospitales regionales en la República Argentina”, Segunda serie, período 1922 a 1926. Agradecemos a Laura Bobett y Leandro Marcó, el habernos permitido consultar tan importante obra.

 

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