Sobre la mano norte de la Av. Italia, equidistante del Monumento a “La Loba” y del Club Regatas Uruguay, medio escondido unos metros hacia adentro, se encuentra en un estado de abandono lo que fuera, en su momento, uno de los únicos refugios de la cultura y la música ciudadana y de nuestro litoral.
Tal es así, que el día 24 de noviembre de 1996, fue declarado de “Interés Municipal y Provincial”, por el entonces Presidente Municipal Enrique Bermúdez y el Gobernador Jorge Busti, por su rol en la cultura de nuestra ciudad.
Allí por más de 30 años, 33 para ser más precisos, funciono el restaurante “La Costera”, donde, además de poder degustar platos caseros, se podía también ir a bailar o simplemente a escuchar unos tangos y folclore del litoral, con artistas locales y algunas veces provenientes de otras latitudes de nuestro país, e incluso de la República Oriental del Uruguay.
Inexplicablemente, hace unos años, en el 2015 para ser más precisos, la Municipalidad, a cargo de Carlos Schepens, concreto su desalojo y por lo tanto su cierre definitivo, privando a muchos Uruguayenses y visitantes la posibilidad de escuchar a músicos locales, y a estos de un lugar dónde poder desarrollar su arte para muchos ávidos seguidores. Y decimos inexplicablemente, porque a casi 6 años de ese desalojo forzado, el local se halla totalmente abandonado y sin que el municipio le haya dado uso alguno.
Hoy vamos a contarles la historia de este recordado sitio de cultura uruguayense.
Este establecimiento comercial nació en el año 1982, cuando Ricardo Dupin y Valentín Flores, estando trabajando como electricistas en la Junta Nacional de Granos, deciden abrir un comedor para mejorar sus ingresos. Fue Valentín Flores, quien propuso denominar al lugar como “La Costera”, sin razón alguna, solo porque les pareció un buen nombre y luego de proponer, entre ambos, varios de ellos que no alcanzaron a gustarles.
Ricardo relata que siempre fue una persona que gustó de la música y recuerda que “era muy chico, tal vez 12 o 13 años cuando, en el “Rancho” de “Tito” Tófalo ayudaba a los músicos que ahí se presentaban a acarrear sus instrumentos, hasta la terminal (ubicada en Rocamora y Colón), como por ejemplo a “los Iracundos” que se trasladaban, en esa época, en colectivo”. Desde ese entonces, soñó con poder proporcionar él mismo un escenario para que fundamentalmente los artistas, sobre todo los de tango, locales y regionales, tuvieran un lugar dónde desarrollar su música. Es así, que desde sus comienzos “La Costera” brindó, además de la comida, espectáculos musicales.
Al momento de elegir un lugar dónde funcionar, se decidieron por un galpón que pertenecía al Centro de Camioneros de Concepción del Uruguay (CCETACU), casi en el mismo lugar que más de 10 años antes diera lugar al origen de otro ícono de la gastronomía local: La Delfina, de la familia Pag.
Comenzaron recibiendo a camioneros y estibadores que trabajaban en nuestro puerto, aunque tardaron un tiempo en ser conocidos. Los comienzos fueron duros para la joven pareja que recién estaba conformándose, Ricardo recuerda que en esos duros momentos, fue Mercedes, quien lo impulsó a continuar con el emprendimiento.
La sociedad original, de Ricardo y Valentín, duro sólo unos pocos meses, continuando con el emprendimiento Ricardo y su incondicional compañera, Mercedes. En la cocina, los ayudaba Dora Rodríguez, dueña de la receta de los mejores ravioles que se han podido comer en nuestra ciudad, esa receta ha seguido en la familia, ya que luego paso a su hija y hoy es su nieta quien los prepara, con la receta tradicional, en el comedor que Ricardo y Mercedes tienen en el Palacio San José.
Como todos en la vida han tenido idas y venidas, pero nunca abandonaron el servicio que se habían propuesto brindar. Con el tiempo fueron creciendo y de comedor, ya pasaron a brindarle a los comensales, música. Es así, que podías almorzar o cenar y escuchar música. Este negocio abría todos los días, si hasta, en Navidad y Año Nuevo y nunca faltaban sus fieles clientes, como el Dr. Lavarello y su familia, recuerda Ricardo.
Cuando el Señor Dupin gana la licitación del comedor del Museo Palacio San José, el servicio de comida se siguió brindando por las noches, los sábados y domingos eran los días de espectáculos musicales y de baile. Su vida en esos tiempos era muy sacrificada, ya que cerraban el comedor del palacio, volvían a la ciudad y a la noche trabajaban en “La Costera”, pero nunca se quejaron, ya que “La Costera” era parte de su vida.
Son muchos los artistas que pasaron por su escenario, a los que podemos recordar, de una lista demasiado extensa, entre otros, a:
Héctor Apeseche, (fue quien inauguro el local), Cacho Sarrot, Kaplán, Totó Rodríguez, Los Hermanos Sánchez, Telmo Follonier, Poroto Missorini, Alberto Morán, su hija, Roxana Morán, Guillermo Fernández, María José, Alberto Castillo, Chiqui Pereyra, Oscar Ferraris, Chaca Benavidez, Pedro Larroque, Teresita Godoy, el “Chileno” Asín, el Flaco Güidoni y muchos más. Para poder traerá a muchos de los artistas consagrados, conto con el apoyo de su gran amigo de la familia, “Rorry” Bruchez, quien lamentablemente falleció hace algunos días.
También paso por este emblemático lugar de la cultura uruguayense “Argentina Tango Folk”, que luego triunfaría en el exterior, así es el artículo del diario “La Prensa Federal que recuerda ese momento: “Una compañía de música, canto y danzas argentinas integrada por artistas de varias provincias argentinas estará en nuestra ciudad. “Argentina Tango Folk” es una compañía nacida en Rafaela (Santa Fe), e integrada por músicos y bailarines de varias provincias argentinas, que bajo la dirección del maestro Sergio Grazioli ha paseado su espectáculo por escenarios europeos, producto de las seis giras realizadas por el viejo continente.
“En esta oportunidad, y en el inicio de los preparativos y ensayos para una futura gira, Argentina Tango Folk brindará su show el día viernes en una convención de magistrados que se llevará a cabo en el club social, y el sábado, en una cena show que se desarrollará en el restaurante-parrilla La Costera, que nos tiene acostumbrados a presentar música para que los asistentes escuchen é incluso bailen.
“La orquesta (…) está integrada por los maestros: Sergio Grazioli (Guitarra), Juan Carlos Leiva (Piano), Carmelo Luis Silva (Bandoneón) y Luis Aníbal Herling (bajo), siendo el cantante, Luis Ricardo “Pico” Silva”.
Este lugar que hoy recordamos, guarda historias personales que no se olvidaran jamás. Algunas, las más destacadas son:
En días en que el Director de la Escuela de la isla Juanico, venía a la ciudad con los alumnos, generalmente para participar de los corsos de la ciudad, en este lugar se les brindaba sin cargo un almuerzo y una cena, y al retirarse, los niños agradecían a Mercedes y Ricardo con un beso a cada uno.
Otros de los muchos que se vieron favorecidos con algún almuerzo o cena y música fueron los ancianos alojados en el Hospitalito, los que además eran agasajados con la actuación solidaria de los músicos asiduos al restaurante.
Muchos pasaron por este lugar festejando cumpleaños, algún aniversario o un casamiento. Fue un lugar muy querido y prueba de esto, son las más de 2000 firmas que se juntaron para solicitar al Concejo Deliberante de nuestra ciudad, que no se cerrara. Nada se pudo hacer frente a la intransigencia municipal.
En su edición del 18 de octubre de 2014, la “Prensa Federal” titulaba “Polémica por el cierre de “la Costera”” y el artículo expresaba: “Después de 32 años de trabajo y de albergar el paso de tantos hacedores de la cultura, el propietario de “La Costera” debió entregar la llave del lugar que será destinado al Juzgado de Faltas y las oficinas de Emisión de Carnets.
“Ricardo Dupin fue notificado que debía desalojar el comedor y la casa familiar, sin que las autoridades municipales se hayan interesado por la situación del lugar que hoy está cumpliendo 32 años.
“Aseguran que tampoco hubo comunicación alguna de parte del director de Cultura, Fernando Tropini. Recordamos que por este lugar emblemático pasaron artistas locales y de nivel nacional, siendo el punto de encuentro y de inicio de tantos artistas de nuestra ciudad. También vale destacar que tal como reza en el ingreso del ahora ex comedor, el lugar había sido declarado “De interés cultural musical” por el gobierno de Entre Ríos, razón por la cuál sorprende aún más esta decisión y especialmente la escasa comunicación de las autoridades municipales con los responsables de este espacio.”
No sabemos cuál habrá sido, en ese momento, el grado de avance del proyecto que hasta este momento no se concretó, y por el cual perdimos este lugar tradicional, donde se podía juntar la gente no tan joven y escuchar música, bailar, comer y charlar un rato.
Volvemos a repetir, apoyamos todos los proyectos que nazcan en la ciudad y que la hagan importante y moderna. Pero solicitamos que en esos proyectos consulten a la población, ellos saben lo que necesita Concepción del Uruguay.
Hoy, Ricardo y Mercedes siguen brindando su servicio de comida casera en el parador del Palacio San José, sin olvidar lo que para ambos significó su etapa con “La Costera” y el dolor que les causó el desalojo por parte de la municipalidad en el año 2005, y guardan, por qué no la ilusión de volver a levantar un lugar como lo fue “La Costera”, que sin dudas ha dejado un lugar que no se ha podido llenar en la cultura Uruguayense. Quédense tranquilos Ricardo y Mercedes, la cuidad tampoco los olvida.
Texto: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Datos y fotos aportados por Ricardo Dupin y Mercedes Acosta