El primer propietario de la manzana, acorde a escrituras localizadas por la historiadora local María del Carmen Miloslavich de Álvarez fue Bartolomé Ferrer (en algunos documentos Ferre) el que se encuentra entre los primeros pobladores de la entonces Villa del Arroyo de la China quien fue varias veces cabildante de la ciudad y de destacada actuación publica, que desde su cargo, le fue posible acceder a la adquisición de un terreno público.
Bartolomé Ferrer contrajo matrimonio con Dona Francisco Morillo.
El molino a viento o atahona
En el predio aludido, en la esquina de las actuales calles Artigas y San Martín (frente a la delegación de la Policía Federal Argentina haciendo cruz con el viejo hotel Grumete, Ferrer mando a construir, lo que se considera el “primer molino o Atahona” accionada por el viento, que tuvo la ciudad y que podes observar en antiguas fotografías del álbum del fotógrafo Samuel Massoni.
El Molino o Atahona de Ferrer, como se lo conocía por su haber sido su constructor y dueño, lamentablemente debió ser demolido en el año 1874 por su ruinoso estado, pero merecía que se lo conservara para la posteridad por haber servido de cantón de la defensa de la ciudad en 1852, cuando la invasión de los generales Hornos y Madariaga y durante las sublevaciones del General Ricardo López Jordán (h) en los años 1870 y 1873.
División de la manzana de Bartolomé Ferrer
La mitad norte de la manzana propiedad de Bartolomé Ferrer es vendida, antes de 1829 a Joaquin Sagastume reteniendo la propiedad de los solares del lado sur.
El predio motivo de esta investigación, en oportunidad, de la asignación de los nombres, a las calles de la ciudad, por orden del Comandante Militar de la misma, Teniente Coronel D. Ricardo Lopez Jordán (h), en el año 1850, la actual calle Juan Perón se le impone el de Federación Entrerriana en toda su extensión, no cambiando el nombre en la calle De la Representación o Representación, (actual 9 de Julio), esquina de Del Tonelero o Tonelero (actual San Martín), manteniéndose estos nombres en los planos del arquitecto Augusto Picont de 1853 y en el del “Proyecto de Urbanización de la Ciudad de Concepción del Uruguay“ elaborado por el agrimensor Juan Leo en el año 1857 a pedido del General Justo Jose de Urquiza.
Al fallecer el matrimonio Ferrer-Morillo, queda como única y universal heredera, su hija Maria Josefa Ferrer, residente en Paysandú, quien vende los solares heredados y el 4 de octubre de 1861 a Manuel Ferreyra o Ferreira.
Cuartel del batallón de la Guardia Provincial de Entre Ríos, creación de la infantería de marina
En el plano de la defensa y fortificaciones de Concepción del Uruguay del año 1872 mandado a levantar por el 2do jefe de las fuerzas nacionales de guarnición en la ciudad, Teniente Coronel Jose Garmendia, realizado por el agrimensor Victorino Guzmán, puede apreciar que en los solares investigados tenía su asiento el “Cuartel del Batallón Guardia Provincial de Entre Ríos”, existiendo sobre la calle Catamarca (actual San Martín) una construcción identificada como “casa con techo de paja” asiento de la jefatura de la unidad y que se puede apreciar en antiguas fotografías de la ciudad.
En la esquina de las entonces calles Catamarca (San Martín e Independencia, hoy Artigas, se menciona el “Cantón del Molino” en alusión al antiguo molino o atahona que Bartolomé Ferrer había construido en dicho lugar.
En el año 1880, por decreto de fecha 5 de noviembre, el Presidente de la Nación General Julio Argentino Roca dispone en base a los méritos que había acumulado en diversas campanas el “Batallón Guardia Provincial de Entre Ríos”, crear en Concepción del Uruguay un Batallón de Infantería de Marina compuesto de 330 plazas constituido en base a los soldados de la referida unidad que se encontrasen en las condiciones prescriptas en la ley de materia, encomendándole la organización y jefatura de la unidad al Coronel Carlos Maria Blanco.
La Provincia de Entre Ríos procedió a transferir a la Nación una de sus mejores unidades, con su armamento, mochilas, banda de música y su lujoso uniforme de “parada completo y flamante. El Batallón de infantería de Marina, tuvo su asiento en el predio donde en la actualidad se encuentra el “Palacio Corbella” (esquina de San Martín y Juan Perón) por espacio de seis años hasta que fuera disuelto en 1886 por orden del Ministro de Guerra y Marina Dr. Carlos Pellegrini.
Según crónicas periodísticas de la época, el Batallón de Marina, siempre recibió los aplausos del público Uruguayense que se congregaba para presenciar sus ejercitaciones diarias, donde se destacaba su gallardía y precisión de los movimientos que ejecutaban o cuando vestidos con uniforme de parada, desfilaban marcialmente en las celebraciones patrias.
Esta esquina de nuestra ciudad, es más que histórica al haber sido “cuna de nuestra Infantería de Marina”.
Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Texto extraído de: Rousseaux, Andrés, “El Palacio del Dr. Corbella (Donde tuvo su asiento el primer regimiento de Infantería de Marina)” del libro “Concepción del Uruguay, edificios con historia”, Tomo I