Don Ignacio Sagastume nació en la Villa de Amesqueta; según consta en el libro de bautismos comenzado el día 19 de junio de 1753, Folio N° 30, de la Iglesia de San Bartolomé Apóstol de esa Villa que dice: “El día veinticinco de marzo del año mil setecientos cincuenta y cuatro, nació Ignacio Antonio, hijo legítimo de Thomas de Sagastume y de Doña Ana Josefa Artola, y el mismo día lo bauticé yo, el Teniente, siendo padrinos, Marcos Antonio de Ataiz y Josefa Zuriarrain, quienes fueron advertidos del parentezco espiritual que contrajeron y demás obligaciones. Abuelos paternos: Bartholomé de Sagastume y Josefa de Zuriarrain. Abuelos maternos: Ignacio de Artola y Ana Josefa de Zuriarrain en cuya verdad firmo (firmado). Antonio de Artola”.
En el año 1773 ante gestiones realizadas por don Thomas Sagastume, padre de Don Ignacio Antonio, le certifican la “Limpieza de sangre”, lo cual significaba que habían probado no descender de moros, judíos ni herejes. Los declaran “Caballeros Nobles” con Limpieza de sangre y se ordena inscribirlos en el registro de la Nobleza.
Joven habría llegado a estas tierras, Don Ignacio Antonio contrayendo matrimonio en Concepción del Uruguay con Maria del Pilar López, de Buenos Aires, hija legítima de Buenaventura López y Juana Aregoitía, el día 14 de mayo del año 1788; fueron padrinos: Gaspar de la Plaza y Juana Francisca Aregoitía. (Libro 1°-Folio: 29).
Buenaventura López era hijo de Pascual López y Micaela Ocampo. Para ese entonces ya Sagastume poseía una importante extensión de campo al norte de la Villa; por el sur llegaba hasta el actual puerto y por el norte, hasta cerca de lo que hoy es la ciudad de Concordia; el actual campo de San Joaquín de los Miraflores, propiedad hoy del Ejército Argentino, era parte de la extensa propiedad. La estancia de Don Ignacio tenía por nombre: “La Amesqueta”, en recuerdo de su lejana Villa de nacimiento.
El matrimonio Sagastume estaba emparentado con la familia Urdinarrain, siendo Don Agustín Urdinarrain casado con una hermana de Doña Pilar López de Sagastume, siendo hermana también del padre Basilio López, Cura Párroco por mucho años de la Inmaculada Concepción y hermana de Sebastián López, Cabildante en 1805 y por varios años Alcalde de nuestra Villa, ya que lo encontramos legitimando escrituras en los comienzos del siglo XIX.
Don Ignacio Sagastume fue Cabildante en el año 1786 y en 1811, en momentos de la contrarrevolución, cuando Juan Ángel Michelena vuelve a tomar las Villas de Gualeguay, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú para el poder español, éste nombra un Cabildo integrado por españoles; don Ignacio, como monárquico que era, integra este cuerpo.
La descendencia del matrimonio Sagastume-López, fue numerosa: en 1789, nace José Joaquín Césaro, (Libro 1°-Folio: 65); en 1790, Pedro, (Libro 1°-Folio: 77); en 1792, María Josefa Florencia, (Libro 1°- Folio: 102); en 1794, María Joaquina Leandra, (Libro 1°- Folio: 142); en 1795, Ana Exequiela (Libro 1°-Folio: 177); en 1797, José Joaquín, (Libro 1°- Folio: 237), en 1800, María Andrea, (Libro 1°-Folio:311); en 1802, Ana, (Libro 1°- Folio: 361); en 1805, Manuel Silverio, (Libro 2° Folio:114); María Olegaria, (Libro 2°- Folio: 210); en 1807; María Eduviges, (Libro 2°- Folio: 329); en 1810, José María Fidelio (Fidel), (Libro 3°- Folio: 8).
José Joaquín, el primogénito
Uno de los hijos de Don Ignacio (El primero), llamado José Joaquín, se dedicó al comercio y fue hacendado, uno de los pioneros del progreso; particularmente de los campos entrerrianos. Ocupó el cargo de juez en Concepción del Uruguay, ocupando el mismo cargo cuando fue Gobernador de Entre Ríos el General Urquiza.
José Joaquín, casó en Buenos aires con Indalecia Irigoyen y Segurola, cuya partida transcribirnos: “Don José Pacífico Alcobet, Canónico Honorario de esta iglesia Catedral Metropolitana, en el Tomo 10 de matrimonios de esta Parroquia a mi cargo bajo el N° 175 del año 1833, se halla la partida siguiente: “En 18 de agosto de 1833, a las seis y media de la noches, el Dr. Don Saturnino Segurola autorizado por el Sr. Provisor Dr. Mariano Escalada, autorizó el matrimonio que Don José Joaquín Sagastume, natural de Entre Ríos, e hijo legítimo de Don Ignacio Sagastume y de Doña María del Pilar de Pilar López, cuya representación hizo como apoderado Don Juan José Irigoyen, con Doña Indalecia Irigoyen, natural de esta ciudad, hija legítima de Don josé Antonio Irigoyen y de Doña Eusebio Segurola, advirtiendo a la esposa que no pasase a cohabitar con el contrayente sin que primero notificase su consentimiento ante el Cura de la Parroquia del territorio a que pertenece. Habiendo antes corridas las tres conciliares proclamas sin resultar impedimento y habiendo oído y entendido los mutuos consentimientos de ambos que fueron recíprocamente preguntados por dicho Presbítero, siendo testigos don Dionisio y Doña Cipriana Irigoyen, hermanos de la consorte. Por verdad lo firmo“. Licenciado José Augusto Albarracín.
Está conforme con el original a que me refiero y a petición del interesado expido el presente que firmo y sello con el de esta Parroquia. Buenos Aires. Abril 30 de 1888. Firma José Bonifacio Alcobet. Sello: Parroquia de la Catedral al Sud de San Ignacio.
Dona Indalecia Irigoyen y Segurola era hija de don José Antonio de Irigoyen y Doña María Eusebia Segurola y Lezica, la cual a su vez era hija de Maria Bernarda Lezica y Alquiza y Francisco de Segurola y Oliden. María Bernarda era hija de juan Lezica y Torrezuri y Elena de Alquiza.
Don Juan Lezica y Torrezuri, fundador de la familia Lezica, en el Río de la Plata, fundó la Villa de Luján y edificó la Iglesia de Santo Domingo en la Capital Federal, donde descansan sus restos. Falleció el 11 de Abril de 1764.
Del matrimonio de Indalecia Irigoyen y Segurola con José Joaquín Sagastume nacen: José Antonio, que casa en primeras nupcias con María Quinodóz y en segundas nupcias con Josefina Bombin. Eusebia que casa con Federico Guido. Emilia Teodosia casa con Baldomero García Quirno. José Joaquín, casa con Medarda Urquiza (Hija natural del General con Cándida Cardozo).
José María Fidelio
Otro hijo de don Ignacio Sagastume, Don José María Fidelio, a quien siempre llamaron Fidel, casado con Doña Marina Fonrrouge, fue el primer jefe político de Uruguay y se encuentra en el desempeño de esa jefatura el 21 de noviembre de 1852 cuando ocurre la invasión del General Madariaga organizada por el gobierno insurgente de Buenos Aires para hacer fracasar la reunión del Congreso General Constituyente que debía realizarse en Santa Fe. La defensa fue organizada por el Comandante López Jordán ayudado por Fidel Sagastume y otros ciudadanos en unión con el pueblo. Lucharon valerosamente para defender la ciudad. Gracias a la Defensa que hizo huir a los invasores, se salvó el Congreso General Constituyente.
Fidel Sagastume en su carácter de Presidente de la Legislatura de la Provincia de Entre Ríos, firmó el 2 de abril de 1868, la Ley que declara electo al General Justo josé de Urquiza Gobernador Constitucional de la Provincia, ley que lleva también como secretario la firma de otro destacado hombre público de Concepción del Uruguay, el Dr. Benito C. Cook.
Siendo también Presidente de la Legislatura, asesinan al General Justo josé de Urquiza, el 11 de abril de 1870, y en su carácter de Presidente de ella asume el Gobierno de la Provincia en esos difíciles momentos en nombre de los entrerrianos e interpretando su sentir resiste la intervención federal. Por ese motivo fue apresado y encadenado y fue llevado en barco a Buenos Aires; después de un tiempo regresa a su Provincia. Fue hombre de gran actuación pública y de prestigio social; actuó en todas las actividades de la comunidad de su época.
Fallece a los 62 años, el 27 de enero de 1872 (Libro 59-Folio: 223). Sus despojos mortales descansan en el Cementerio local en el panteón mandado a construir por él.
Siguiendo la línea genealógica de los Sagastume, un hijo de Don josé Joaquín e Indalecia Irigoyen, llamado José Antonio, casó con María Quinodóz y en segundas nupcias con Josefa Bombin (suiza) de las familias fundadoras de la Colonia San José. De este segundo Matrimonio descienden: Joaquina Medarda casada con Eduardo Emanuel Nadal; Nicomedes, soltero; Pilar, casada con Arturo Bonafini; María Antonia, con Gustavo Presas y Carlos, con Juana Agesta.
Eduardo Nadal desciende de: José María Nadal y Murillo (taquígrafo de las cortes de España que fuera contratado junto con Escobar por el gobierno de Las Heras, para registrar las actas de los Constituyentes Argentinos). José María Nadal era casado con Dámasa Granada (hija del Coronel Nicolás Granada y María Francisca Huergo y Alcacer. De este matrimonio nacen: Dolores Nadal que casa con Otamendi, Sixto y el coronel Eduardo Nadal que casa con María Ramona Con’Klihnm, hija de Leonel Con’Klihnm (inglés) y María Barbosa. (Oriental).
De este matrimonio nace entre otros hijos el Teniente Coronel Eduardo Nadal que casa con María Medarda Sagastume y Bombin. Los hijos de Joaquina Medarda y Eduardo E. Nadal; Eduardo José Augusto; Antonio Epifanio; Carlos; María Matilde y José Joaquín.
Los hijos de José Augusto Nadal, que casó con Josefina Seib son José Augusto; José Joaquín; Enrique Ignacio; Mario Antonio; Ana Margarita; Ángel Eduardo; Josefina América, Tarticio julio; juan Sebastián; Joaquín Domingo y María de las Mercedes.
Un párrafo aparte merece Don José Augusto Nadal Sagastume, fallecido el 2 de septiembre de 1984, quien fuera custodio del Archivo Parroquial, repositorio único y de gran importancia que se conserva en Concepción del Uruguay.
Don José Augusto Nadal Sagastume, ha trabajado largos años en este Archivo, realizando los índices de bautizos, matrimonios y fallecimientos de todas las personas que figuran en esos Libros que comienzan en el año 1781, dos años antes de fundada Concepción del Uruguay, cuando la Parroquia de llamaba: “San Sebastián”, en honor del primer Obispo que pasó por estas tierras: Sebastián Malvar y Pinto y cuando el primer grupo de pobladores formaba la Villa del “Arroyo de la China”.
Historiador de su terruño al que amaba entrañablemente, fue autor de muchísimos artículos históricos aparecidos en diarios y revistas de todo el país, conferencista y autor de una importante obra sobre la vida de nuestra Iglesia de la Inmaculada Concepción, titulada: “Nuestra Parroquia” (Apuntes para la Historia).
Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Texto extraído de: Miloslavich de Álvarez, María del Carmen; “Hace un largo fondo de años, genealogía Uruguayense”, 1988.