La Fábrica de Paños
Son estas antiguas casas de las que hoy sólo se pueden adivinar detalles de su configuración original (mayólicas, cornisas, etc.) el lugar dónde funcionó la fábrica de paños que el General Urquiza instaló con la firma Ubach y Roca. Las máquinas a vapor fueron traídas de Europa.
La fábrica se instalo en uno de los grandes locales de las casas de Urquiza y el acto de inauguración contó con la presencia del General Urquiza y de varios de sus ministros, “La multitud presente se abrió en dos alas, sobre las aceras para dejando libre la calzada de tierra. Descendió el general de su caballo y sin que perdiera su rostro aquella gravedad noble y autoritaria (…) abrazo al valiente industrial”. Las dos cuadras siguientes hacia el sur de estas casas fueron destinadas al cultivo de plantas tintóreas para uso de la fábrica de paños. La muerte del general Urquiza trajo muchas complicaciones a este emprendimiento, que aún en 1872 seguía funcionando bajo la dirección de la viuda del General Urquiza, pero cerraría poco tiempo después por las grandes dificultades económicas y comerciales por las que pasaba.
Las casas de Urquiza: A dos cuadras al sur de la plaza “Columna” estaban dos manzanas de terreno (Perón y Moreno, entre Dra. Ratto y Echeverry) y edificadas en mampostería (ladrillos) que eran conocidas como “Las casas de Urquiza”. Estas casas estaban construidas de acuerdo a los antiguos planos coloniales, todas las piezas siguiendo el perímetro rectangular del terreno, con un amplio patio y un aljibe en el centro (…) “La parte media de las manzanas difiere un poco de las externas, el rectángulo es el mismo, pero en lugar de piezas para habitaciones tienen extensos locales corridos, sin divisiones interiores. Todo el edificio estaba revocado en cal. Las habitaciones estaban empapeladas sobre tela, pisos de tablas y zócalos de madera y cielorraso de yeso. El zócalo de la calle era de azulejos de muy buena calidad, de color azul y blanco. Los patios embaldosados con baldosas de Marsella (…) el aljibe revestido con los mismos azulejos que también cubrían las paredes y los fogones de las cocinas y servicios. (…).
”Con aquellas casas Urquiza cubría el problema de la vivienda paralelo al crecimiento de la población. Estaban ocupadas por trabajadores, empleados y jornaleros. Uno de los inquilinos era José Ubach, a quien hizo venir Urquiza desde su Cataluña natal, haciéndolo socio de su fábrica de Paños. (Entrecomillados extraídos de: Babuglia, Antonio, “Verilogías y Satirazos. En serie con Armonías y Rebencazos de 1904 y Reincidencias de 1909”, Buenos aires, 1945)