Viaducto y puerto “Exterior”

 
Vista de la Aduana y del viaducto desde las Isla de las Garzas
 
En 1852 se reglamentaron las Aduanas Nacionales y se dictaron las normas para la libre navegación y comercio en los ríos Paraná y Uruguay. En ese entonces, en la provincia de Entre Ríos existían diversos puertos naturales, como los de Bajada Grande, La Paz, Puerto Ruiz y el de Concepción del Uruguay. Dentro de la misma zona de la Villa del Arroyo de la China, había distintos lugares de embarco y desembarco, denominados “puertos”, como lo eran Las Carretas, Calvento, Almirón, Las Piedras y Santa Cándida. Este último establecimiento, propiedad del general Justo José de Urquiza, era sede de un saladero y comenzó sus actividades portuarias en 1847; contaba con muelle, puente de madera y un ferrocarril para facilitar el embarque de los productos hacia puertos europeos y americanos.
En 1869 el Gobierno nacional firmó con Pedro Beare y Cía un contrato para la construcción de “un muelle de fierro en el puerto de Concepción del Uruguay, en el paraje situado enfrente de la Casilla Colorada, un poco más abajo del puerto de Las Carretas”. En 1875 la Legislatura de Entre Ríos sancionó una ley acordando privilegio y garantía para la construcción de “un puente y muelle sobre el gran ramal del Uruguay”. Para poder acceder al puerto, “se construiría un puente a estacada en hierro, el que saliendo del puerto de Las Piedras, atravesará el brazo del río (riacho Itapé) y la isla frente al puerto hasta llegar al punto indicado”. La ley disponía, además, que el puente tendría una doble vía férrea para ida y vuelta en la extremidad del terraplén que cruzaba la isla y sobre el río Uruguay. La doble vía no llegó a concretarse y se construyó una sola. Las obras comenzaron en 1882.
 
Vista de los muelles del puerto “Exterior” sobre el río Uruguay, a la altura de la actual “toma de agua”

 

El 5 de diciembre de 1887, con la presencia del presidente de la Nación, Miguel Juárez Celman, y de los ministros de Guerra, Eduardo Racedo, y del Interior, Eduardo Wilde, tuvo lugar la inauguración de los muelles del puerto de Concepción del Uruguay. En 1887 el puente sobre el riacho Itapé sufrió graves deterioros a raíz de la creciente del río, por lo que se debieron efectuar reparaciones. En 1906, dada la creciente actividad del puerto y gracias a la gestión del diputado Mariano López, el Gobierno nacional remitió al Congreso un proyecto de ley, que fue finalmente sancionado por el Legislativo, a través del cual se dispuso una partida de 836 mil pesos “para la ejecución de las obras de ampliación del puerto de Concepción del Uruguay”. Las obras comprendieron el ensanche parcial del muelle de hierro existente en el puerto exterior, sobre el río Uruguay, y la profundización de 15 pies de la zona adyacente al río.
La canalización de la Isla de las Garzas fue aprobada en 1893, luego de gestiones de autoridades municipales y de un grupo de vecinos dónde se destacaba el Ing. Julio Henry. Al principio el corte no fue suficiente, debiendo realizarse numerosos trabajos y varios dragados para que finalmente el vapor de la carrera “Rivadavia” pudiera amarrar en el puerto interior. Por este motivo y el deterioro sufrido por la gran creciente de 1888 que lo deterioró, el muelle “exterior” desapareció por falta de utilidad práctica. Finalmente, en 1915 se dispone su demolición y desguace. Los materiales del viaducto y los muelles fueron utilizados en el ensanche de las dársenas y la construcción del muelle de alto nivel que aún se conserva.

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