Ubicado en la esquina Noroeste de las calles Rocamora y Salta (actual Combatientes de Malvinas), fuera del “casco histórico” de la ciudad, aún se levanta un edificio de dos plantas cuyo terreno original ocupaba -un solar- equivalente a un cuarto de manzana, representó por varios años “el fortín de las luchas obreras y sindicales” de los trabajadores uruguayenses conocida en la jerga popular como “El Despertar del Obrero” o “La Federación”.
Lamentablemente, no se han podido obtener, al menos hasta éste momento, los antecedentes del terreno y edificio con anterioridad al año 1906.
El 9 de junio de 1906, por mandato judicial del Juez en lo Civil y Comercial de Primera Instancia de Concepción del Uruguay, el solar de terreno (1/4 de manzana) de 33,80 metros de frente sur y norte sobre calle Rocamora y 35,70 de fondo sobre calle Salta (hoy Combatientes de Malvinas) propiedad que pertenecía al Sr Santiago Felio, no se habla de construcción alguna, es sacado a remate llevado a cabo por el Banco de Italia y del Rio de la Plata en nuestra ciudad, el día 5 de julio del mismo año, siendo adquirida en la suma de $1700 m/n, por el Sr Manuel Regueyra, interviniendo en la escrituración el Escribano Fulgencio López.
Con fecha 29 de agosto de 1906, el Sr Regueyra vende el terreno, un solar, como ya se había mencionado, al Sr Lucio Báez, en la suma de $ 2000 m/n, interviniendo en el acto notarial el Escribano Francisco Martoq.
El 16 de septiembre de 1911, por escritura pública realizada ante el escribano D. Wenceslao Gadea, el Sr Lucio Báez vende la propiedad, terreno, con todo lo edificado y plantado, libre de todo gravamen a Manuel Fernando Martinez de la ciudad de Concordia (en algunos documentos lo dan como de Villaguay) en el precio de $ 8500 m/n.
Del análisis de las escrituras referidas, podemos determinar que D. Lucio Báez realiza la construcción del edificio original entre los años 1906 y 1911, que ocupaba la esquina noroeste de las calles Rocamora y Salta teniendo en ésas circunstancias solamente planta baja.
La Unión Obrera Departamental
El 30 de junio de 1918, se funda “La Unión Obrera Departamental” que fuera conocida popularmente como “La Federación” cuyo nombre representó en su momento, uno de los centros de trabajo y pensamiento donde se encolumnaron las aspiraciones reivindicatorias más incisivas de nuestra sociedad entre las décadas de 1920 a 1950.
Memorables fueron sus luchas y conflictos de este baluarte obrero que se fue expandiendo por toda la provincia. Aquellos luchadores obreros se constituyeron en las avanzadas de las conquistas gremiales en una época, que a parte de los discursos de barricadas, muchas veces se llegaran a la acción violenta con consecuencias trágicas.
El 18 de octubre del mismo año, la Unión Obrera Departamental, a los efectos de brindar ayuda a los trabajadores, reduciendo los costos de la canasta familiar, habilita al público una panadería para el abastecimiento de los productos tradicionales (pan y galleta) a un precio por debajo de los comercios del ramo en la calle Mariano López entre Alberdi y Sarmiento-vereda oeste, con el nombre de “El Despertar del Obrero”.
El edificio propio
Las reducidas dimensiones del local y terreno que ocupaba la panadería obrera, lleva a sus directivos a buscar en la ciudad, terrenos y/o edificios más amplios donde tuvieran la posibilidad de mayores comodidades y ampliar sus actividades comerciales. En ésa búsqueda, se selecciona el edificio y terreno, de propiedad del Sr Manuel Fernando Martínez ubicado en la esquina noroeste de las calles Rocamora y Salta (actual Combatientes de Malvinas) el que es adquirido el 6 de septiembre de 1924 en la suma de $20.000 m/n con todo lo edificado, plantado, cercado etc., por Ludovico Filippini, interviniendo el Escribano Wenceslao Gadea.
Al edificio original de “planta baja”, se le efectúan importantes mejoras y ampliaciones, para adecuarlos a las necesidades comerciales y gremiales de “La Federación”, entre ellos, el salón de ventas de la esquina, ampliaciones para panadería de gran capacidad, hornos, depósitos de harina etc. construyéndose en una planta alta, para la instalación de la imprenta, oficinas y biblioteca la que está a disposición del público y estudiantes.
En 1929, el edificio y terreno que había sido adquirido por D Ludovico Filippini, con su peculio pero en realidad con destino a la Unión Obrera Departamental” de la cuál fuera uno de sus fundadores y más fervientes defensores y con el propósito de regularizar la situación notarial, vende el inmueble, el 11 de octubre de 1929, a Pedro Guarina, Martín Santiago García, Juan Balsechi y Santiago Alberto Gargano, para la Sociedad Unión Obrera Departamental y quienes declaran que la compra se efectúa con dinero y para la referida sociedad, la casa y terreno ubicado en la esquina noroeste de las calles Rocamora y Combatientes de Malvinas, interviniendo en la escritura el Escribano Wenceslao Gadea.
Para el año 1938,”El Despertar del Obrero”, como se lo conocía, a través del nombre de la reconocida panadería, elaboraba 25 bolsas de harina diarias, habiendo llegado a tener 34 sucursales en la ciudad y campaña, contando además con almacén y carnicería y la imprenta que aparte de los trabajos propios, realizaba tareas para terceros.
Los tiempos difíciles que corrían entre los años 1945 y 1950, para “La Federación” al hallarse enfrentada política y sindicalmente con el gobierno peronista, lleva a la necesidad de poner a buen resguardo los bienes que tanto habían costado obtener, efectuando “la venta” de la propiedad, muebles y máquinas de “La Unión Obrera Departamental” (La Federación) a la Sociedad “El Despertar del Obrero SRL” el 27 de marzo de 1949, operación que se efectúa con arreglo a la Ley N° 11.867, interviniendo la Escribana M. Lema de Cortiñas.
En el año 1961, la “Sociedad El Despertar del Obrero”, dona, en forma gratuita, parte del inmueble ubicado sobre calle Rocamora (Finca N° 2847) a la Municipalidad de Concepción del Uruguay, acorde decreto N° 1607/1961 y Ordenanza N° 2801/1969 para la construcción de las oficinas de la COPUL (Cooperativa de Obras Públicas Limitada) siendo inscripta en el Registro de la propiedad el 20 de junio del mismo año interviniendo la escribana Teresita Rivera Alzamora.
En 1981, el terreno aledaño al edificio original, sobre calle Rocamora es vendido por la “Sociedad El Despertar del Obrero” a la “Asociación Bancaria”, para la construcción de sus sede social y farmacia.”
Cierre del “Despertar del Obrero”
El fallecimiento o retiro de la firma, de los viejos luchadores y la situación económica del país, lleva a que el comercio baja decayendo, cerrándose la imprenta primeramente, manteniendo en 1985 solamente la panadería y almacén en el edificio original.
En julio de 1985, se cierra definitivamente la panadería “El Despertar del Obrero” después de 67 años de honesta trayectoria comercial.
A pesar de los intentos de resguardar el patrimonio histórico de luchas obreras, por parte de la Concejal Verónica Magni, quien en 2012 se presentó un proyecto de ordenanza en el Concejo Deliberante de Concepción del Uruguay pidiendo la incorporación del antiguo edificio donde funcionó “El Despertar del Obrero” al Patrimonio Cultural e Histórico de la ciudad de Concepción del Uruguay, la iniciativa no se discutió nunca y de esta los reclamos cayeron en saco roto por parte de la Municipalidad local y de las instituciones obreras, estando hoy ese viejo edifico totalmente “modernizado”, constituyéndose así en otra pérdida significativa del patrimonio de la ciudad de Concepción del Uruguay.
Desde 2014, por iniciativa del mismo bloque que se negó a tratar la declaración de “Patrimonio Cultural e Histórico de la ciudad”, se promulgó una Ordenanza que impone el nombre de “El Despertar del Obrero” a la calle nominada “Calle del Ciervo”, ubicada en el acceso a la ciudad. La nueva denominación se extenderá desde su nacimiento en el acceso a la ciudad, ex 32 del Oeste Sur, en la intersección del Bulevar Juan José Bruno y en toda su extensión.
Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente: Rousseaux, Andrés, “El Despertar del Obrero”, Edificios con Historia, Tomo II