La industria de Concepción del Uruguay en 1889 y la destilería de Martín Reibel

 

En el ángulo superior izquierdo puede verse la destilería de Martín Reibel (“La Uruguaya”)

 

Por gentileza de nuestra amiga Yolanda Santoni, hemos accedido al libro de Cayetano R. Ripoll (1889) “La provincia de Entre-Ríos bajo sus diversos aspectos” Tomo I, obra que, en dos tomos, describe los múltiples aspectos de la provincia de Entre Ríos hacia fines del S. XIX. Áreas como la hidrografía, la fauna, la geología, la ganadería, las poblaciones, etc. son minuciosamente analizadas y descriptas en estos volúmenes.

De todos ellos, en esta oportunidad, transcribiremos lo referente a las industrias, específicamente de la ciudad de C. del Uruguay, haciendo eje en la destilería del Dr. Martín Reibel.

Esta había sido fundada en el año 1886 por Reibel, en una sociedad con varios vecinos uruguayenses, entre los que encontraba Pedro Barnetche. La empresa fue registrada bajo la razón social de “Reibel y Cía.” recibiendo la denominación de “Fábrica de Aguardientes y Licores La Uruguaya”.

La fábrica entró en pleno funcionamiento en el mes de septiembre de 1888, produciendo una variada gama de bebidas alcohólicas, entre las que podemos citar: grapas, diversas clases de aguardientes, ginebra, coñac, ron, anís, bitter, whisky y diferentes clases de amargos que se consumían como aperitivos en esa época.

Para el año 1898, la fábrica comenzó a experimentar una notoria decadencia, abrumada por los quebrantos económicos de las deudas hipotecarias que sobre ella pesaban, más una abultada deuda con el fisco provincial, por falta de pago de los “impuestos internos”, que la llevó a una situación insostenible, sumándose a ello, el fallecimiento el 10 de abril de 1899, del que fuera “alma mater”, el Dr. Francisco Martín Reibel.

Para fines del año 1899, la fábrica estaba totalmente paralizada, habiendo pasado a manos del Banco Hipotecario Nacional, por la deuda impaga, quedando como cabeza visible de la sociedad el Sr. Barnetche. La fábrica salió a remate durante muchos años, hasta que en 1905.

El 16 de mayo de 1906, sale nuevamente a remate, quedando otra vez desierta por falta de interesados lo que lleva al banco a rebajar la base, finalmente el remate tiene éxito y es adquirido Augusto S. Rivero.

Su nuevo propietario, teniendo en cuenta la gran cantidad de obreros que estaban trabajando en las obras del “puerto nuevo o dársena interior”, hace remodelar las instalaciones de la fábrica,  en departamentos para ser alquilados, transformándose en una casa de inquilinato (conventillo en la jerga popular).

En marzo de 1928, Mateo Fabani junto a sus hermanos, propietarios del molino  hidráulico, ex Maury, del arroyo Urquiza adquieren a Augusto S. Rivero, el terreno y edificios de la ex-destilería “La Uruguaya”, ese mismo año comienza la demolición de la vieja  fábrica de aguardiente y el 26 de noviembre de 1929, se inaugura el moderno molino, cuyos propietarios deciden llamarlo “Concepción” en homenaje a la ciudad donde estaba emplazado. 

Hasta acá una introducción sobre el origen y el final de este gran emprendimiento uruguayense, a continuación lo que aparece en el libro antes mencionado y que nos da una idea de cómo era la vida en la ciudad en esos años y de lo significativo que fue esta empresa para C. del Uruguay:

El Uruguay Industrial

En la actualidad este departamento, según planillas que tenemos a la vista, cuenta con 98 establecimientos industriales, si excluimos unas 54 carbonerías que (…) dan ocupación a 239 personas.

Sus establecimientos son: Fideerías 2, colchonerías 2, talabarterías 2, cervecerías 2, zapaterías 12, velerías 2, saladeros 1, sombrererías 2, sastrerías 6, licorerías 2, panaderías 8, platerías 4, molinos 2, de los que uno es a vapor y de agua el otro, representando ambos un capital de 100,000 pesos, imprentas dos, herrerías 8, carpinterías 14, hojalaterías 5, ladrillerías 6, barracas 7, cigarrerías 2, confiterías 4, 2 mueblerías y 1 destilería.

Si entramos a considerar el valor que todos estos establecimientos representan tenemos que ellos suman 826,500 $ m/n. los que dan ocupación a 639 personas, estando equilibrado en dicha cantidad el elemento nacional y extranjero. Los caballos que como motores tienen empleados estos mismos establecimientos suman 636.

Destilería de Reibel y Cía.

Siendo la destilería del señor Dr. Martin Reibel y Cía., el establecimiento industrial más importante con que cuenta el Uruguay, por cuanto es un agente poderoso del desenvolvimiento de la agricultura, he creído mi deber consagrarle algunas líneas, haciendo su descripción a grandes rasgos.

La fábrica de aguardiente de los señores Reibel y Cía. fundada en 1886 ocupa 4 hectáreas de terrenos al Este de la ciudad del Uruguay, sobre la margen izquierda del arroyo La China (N del E: Riacho Itapé).

Los edificios allí levantados para los sótanos, los depósitos de cercales, los molinos, las calderas, los alambiques, los cocedores, las bombas, etc., ocupan un espacio de más de mil metros cuadrados de superficie.

La elegante chimenea de 34 metros de alto, la construcción peculiar de las paredes de piedras labradas y ladrillos con juntas, los terraplenes nivelados, las casas anexas para habitaciones, tonelería, herrería, carpintería, licorería; el tambo instalado en la parte inferior con vacas lecheras a pesebre, que comen los residuos de la fabricación y dan una leche sabrosísima у abundante forman un conjunto que regocija la vista y dá aliento al espíritu, deseoso de ver trabajar y progresar á los pueblos de Entre Ríos.

Una quinta huerta, perfectamente trabajada, contribuye a dar un agradable aspecto a la instalación de la fábrica. Los gastos de instalación de esta fábrica alcanzan a 120.000 pesos m/n., no habiéndose olvidado un solo detalle para que ella sea al mismo tiempo más elegante y productiva.

Los sótanos cavados en la roca misma, tienen paredes de piedras del país, labradas, pisos de macadam, piletas de fermentación de una capacidad de cuatrocientos mil litros; los depósitos de cereales, con piso de madera cepillada, pueden contener cómodamente 500.000 kilos de maíz; los alambiques de una cantidad de sesenta pipas, pueden destilar el producto de cincuenta fanegas cada 24 horas. El molino cilindro puede moler hasta sesenta fanegas diariamente, mientras que el aplastador de malta puede dar abasto a todos los cereales necesarios para la sacarificación.

Las tres calderas a vapor de fuerza de sesenta y dos caballos, empujan un motor de veinte y cuatro caballos de fuerza que dá movimiento a cuantas bombas, molinos, cocedores, aplastadores, etc. hay en la fábrica, dando además calor a los cuatro alambiques y a los dos cocedores.

Para la agricultura, esta fábrica tiene su importancia real; en los tiempos ordinarios elabora mil doscientos cincuenta litros de alcohol en las veinte y cuatro horas, con cincuenta fanegas de maíz, cebada o trigo. El consumo anual llega a 1.500,000 kilógramos de cereales. Los agricultores pueden sembrar con toda confianza, no les faltará quien les compre sus cosechas, y les libre de las especulaciones comerciales que anteriormente hacían bajar los precios de un modo perjudicial para el trabajador.

Las Cámaras Provinciales, bajo el progresista gobierno actual, han exonerado de patentes por nueve años, la destilería de Reibel y Cía., tratando de favorecer el establecimiento de industrias semejantes en la Provincia. El personal empleado en esta fábrica lo forman 30 personas.

Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuentes: Rousseaux, Andrés René “Desde la fábrica de aguardiente “La uruguaya” al molino harinero “Concepción” y Ripoll, Cayetano R. (1889) “La provincia de Entre- ríos bajo sus diversos aspectos” Tomo I,

 

 

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