Iemanjá, una de las primeras comparsas Uruguayense

Griselda Barreto y Jorge Maristain

Hasta fines de la década de 1970, el carnaval Uruguayense se debatía entre su formato tradicional de murgas, carrozas, máscaras sueltas y la presentación de las comparsas alrededor de plaza Ramírez, un género nuevo, cuyos orígenes podemos encontrar en los carnavales de Brasil y luego asentadas en la ciudad de Corrientes desde fines de la década de 1960, y más tarde; entre otras localidades de Entre Ríos, en Gualeguay y Gualeguaychú, actualmente considerada ciudad capital del Carnaval del país.

En esos tiempos de transición entre el carnaval tradicional, con mucho entusiasmo y pocos recursos, y el moderno que demandaba más recursos que entusiasmo; entre el viejo carnaval más familiar y participativo, y el nuevo, que se asemeja más a una obra de teatro que a un desfile carnavalesco. En todo ese tiempo de transición desfilaron por plaza Ramírez agrupaciones de Brasil, de Gualeguay, de Gualeguaychú y de Corrientes. Algunas buenas y otras no tanto, pero que sin dudas, atraían la presencia de numeroso público que las iba a ver en el circuito detallado anteriormente.

Para comienzos de la década de 1980, mas precisamente a fines de 1980 surge la inquietud de un grupo de empleados del Banco Institucional Cooperativo (BIC) de llamar a una convocatoria a personas interesadas en formar una comparsa local. Al realizarse la reunión, que se llevó a cabo en el salón de la ex Caja de Créditos Uruguay Limitada de calle Rocamora, cedida por las autoridades de BIC, se hizo presente un gran número de personas, que resultaron tantas, que al final terminaron formándose no una, sino dos comparsas Uruguayenses, las decanas: Iemanjá y Tupinambá.

Ambas formaron sus propias Asociaciones civiles. La primera experiencia de ambas  fue muy breve, sólo cuatro años. Iemanjá terminó, y para siempre, su participación en los carnavales de 1985. De igual manera, aunque por motivos diferentes, hizo lo propio Tupinambá, aunque volvería, ya sin su brillo habitual, en 1997, compartiendo el escenario de plaza con Emperatriz y Aimará y ganaría el carnaval de 1998 compitiendo con Emperatriz (segunda) y Urugua-í

Iemanjá

En este punto comenzaremos a desarrollar la historia de una de ellas, Iemanjá. Luego de la reunión donde había sido creada esta agrupación, se formó una comisión encargada de los múltiples aspectos que incluye poner en la pista una comparsa, desde la convocatoria a los futuros integrantes, pasando por el diseño del vestuario, la financiación, y la coreografía.

La compra de los elementos necesarios para vestir y ornamentar a todos los jóvenes a quienes habían convocado para desfilar, se hacían en Porto Alegre (Brasil), ya que se conseguía calidad y buen precio. Siempre había un auto que se ofrecía para realizar el viaje y dos o tres personas dispuestas a viajar. Pero no era esto solamente, también había quienes se dedicaban a la costura de los trajes, la fabricación de los espaldares y los coreógrafos. Para esta primera salida, por ejemplo, Raúl Erramuspe y “Pico” Sanz se trasladaron a Buenos Aires y en una conocida casa de zapatos de la Av. Santa Fe, compraron calzados para todas las bailarinas y pasistas de la agrupación.

Todo el esfuerzo de este grupo de trabajo se vio reflejado en febrero de 1982, cuando los casi 200 integrantes irrumpieron en el corsódromo de plaza Ramírez con toda la fuerza en el carnaval Uruguayense. Había más de un año de intenso trabajo, sobre todo el de recaudar fondos que solventaran todo los costos que una empresa de este tipo exigía.

Ahí se vio por primera vez a nuestros jóvenes danzar al ritmo de música y batucada. Eran algunos estudiantes del Profesorado de Educación Física, otros alumnos del Colegio Histórico, algunos de la Escuela Normal y trabajadores de la ciudad. Una parte se había reunido para programar esta salida en el patio de Escuela Avellaneda y otra parte en Costanera Paysandú, en los viejos galpones de la Aceitera y Algodonera del Litoral, donde usualmente ensayaban y habían practicado la coreografía, con el tema elegido, a veces los viajes eran al quinta de la familia Díaz, por la vieja estación de servicio de Mangia. Las encargadas de marcar los pasos fueron: “Mili” Rey y la “Negra” Gómez, que además fueron las primeras bailarinas junto a Laura Leonetti.

Nadie cobraba sueldo para trabajar o por salir a bailar. Para sustentarse, los encargados hicieron rifas, socios y hasta alquilaron el boliche “Al Garete” a su dueño, Ulises Rodríguez, que por un año se llamó “Iemanjá Club”, inaugurado el 14 de julio de 1982 con un “Carnaval de Invierno”. Además se organizaron campeonatos de “Fútbol 5” en la cancha del Club Rocamora, algo no muy conocido en la ciudad en ese tiempo, festivales artísticos, etc.

El nivel alcanzado por las dos comparsas locales, tanto en música, coreografía como en vestuario, hizo que el carnaval de C. del Uruguay, rápidamente trascendiera nuestras fronteras y fueran contratados para actuar en Paysandú (ROU), Bella Vista (Corrientes), 9 de Julio, Olavarría, San Justo (Bs. As.), entre otros lugares. “Iemanjá” viajaba en tres micros, un camión y diferentes automóviles, por la cantidad de integrantes y el volumen de los atuendos de la comparsa.

Es importante destacar que el carnaval de Corrientes,  “el” carnaval del país” de ese momento tuvo un hecho trágico cuando en septiembre de 1978, una de las dos comparsas de esa ciudad, “Ará Berá”, fue protagonista de un luctuoso suceso cuando a la altura de “Las Flores” en la provincia de Buenos Aires el colectivo en que eran transportados chocó de costado contra un camión cisterna, falleciendo en esa oportunidad ocho integrantes de la comparsa. La conmoción por este trágico suceso hizo que estos carnavales, perdieran el brillo y la convocatoria, hasta desaparecer, siendo su lugar ocupado por Gualeguaychú, hasta que los tradicionales carnavales de Corrientes reaparecen en 1995 pero nunca logran volver a ocupar el lugar que tenían antes del mencionado accidente.

Es imposible recordar a todos los colaboradores, Raúl Erramuspe, Carlitos Díaz, Enrique “Pico” Sanz, Mabel Vinzón, Eduardo “Cuqui” Silva, Mario Lorán, Luis Bonato, Jorge Maristain, Diana Bouchet, Norma y Carlos Ramella, María Teresa Benedetti y muchos más que dieron vida a esta comparsa, Raúl Picart, Rosita y Marisa Aranda Fernández, Pedro Corazza, la Prof. Araceli Ré Latorre, quien los ayudaba en cuestiones formales, como la presentación de notas y la Dra. Silvia Castro de Paolazzi, quien los asistía en cuestiones legales y trámites oficiales.

El nombre

Fue Eduardo Silva, enamorado de la cultura y la alegría Brasileña, quien propuso ese nombre. Iemanjá es la señora del mar, símbolo de la femineidad, que vive en su fondo con el fin de recoger todas las ofrendas que sus fieles le tributan. Al amanecer Iemanjá emergerá de sus dominios para recoger todas sus ofrendas y conceder los deseos pedidos la noche anterior.

El debut

“Iemanjá” debutó en el carnaval de Concepción del Uruguay el domingo 21 de febrero de 1982 a primera hora, luego lo haría también su hermana, la comparsa “Tupinambá”. El lunes 22. “Iemanjá” hacia su primera presentación internacional desfilando por la calle 18 de julio de la ciudad de Paysandú, desde el centro hasta la zona de la costanera. El jueves 25 de febrero, ambas hacían su segunda presentación en nuestro medio. En su primera la agrupación estaba formada por tres escuadras, una carroza  y la batucada. La agrupación era encabezada por el hechicero, al cual le seguía la primera escuadra vestida con colores de fiesta, portando estandartes con símbolos del mar, a medida que iba avanzando sus colores se volvían blanco y azul hasta terminar con el blanco, significando la pureza de la Reina. La segunda escuadra estaba integrada por la Bahianas cortas y la tercera de Bahianas largas. La carroza muestra el mar y sus oferentes en busca de la esperanza prometida. Estaba recubierta de una capa blanca y plateada, llena de pequeños peces y estrellas.

Para esta primera oportunidad Iemanjá presentó una agrupación con 120 integrantes y una batucada de 48 personas, ésta es dirigida por Valdir Fernández y la coreografía estuvo a cargo de Juan Pío García (ex primer bailarían de “Kamar”) y Marisa Fernández de Picart. El famoso tema de la comparsa fue compuesto por  Laura Bertochi y estuvo interpretado por el grupo “Alfa” y sus estrofas, que han quedado grabados para siempre en la memoria de los habitantes de la ciudad decían: “Va llegando la madrugada/y el rocío va cayendo/cae, cae, rocío sin parar/que Iemanjá está durmiendo/déjala dormir en paz/que una noche no es nada/no despiertes a Iemanjá/rocío de la madrugada”

La “Rusa” Garnier, Jorge Maristain (Rey negro) y Mauro Frossard

Ese año, 1982, además del desfile de las comparsas en torno al perímetro de plaza Ramírez, hubo también lugar para el corso tradicional ya que se presentaron, como siempre, carrozas, más caras sueltas, murgas y cabezudos. Además se contó con la participación de las comparsas: “Sapucay” de Corrientes (13/2), “Copacabana” de Corrientes (22/2), “Carú Curá” de Esquina, Corrientes (23/2), “Macumba” de Gualeguay (26/2) y “Si Si” de (27/2), la noche de cierre desfilaran las dos comparsas locales.

Las noches previstas para fiesta fueron los días 21, 22, 23, 26, 27 y 28 de febrero de 1982, más una noche de pre carnaval. Además de  producirse el debut de las  dos comparsas locales, estaba prevista la presencia de seis más contratadas al efecto. El costo de la entrada era de $ 1.000.000 y se sortearía un televisor color en cada noche y en el cierre un auto 0 km. El perímetro de la plaza  fue iluminado por un sistema de luces amarillas, rojas y azules diseñado por Roberto Cossani. El carnaval de 1982 fue organizado por la Comisión de Turismo, que estaba a cargo de Leandro Rivas como presidente y Robert Argachá como vicepresidente.

Además de producirse ese año la aparición de las dos primeras comparsas locales, también se sumó a la grilla “Tupinmanjá” una agrupación de características satíricas que decidió presentarse ya que ninguna de las dos comparsas quiso aceptarlo con sus propias vestimentas.

María Inés Trigos, reina de Iemanjá en el año 1983

En 1982 el carnaval de C. del Uruguay fue competitivo en todos los rubros, incluido el nuevo, de las comparsas, ya que por primera vez dos locales se medirían en la plaza. El resultado fue muy ajustado (41,9 a 41,4), y esta vez el triunfo le perteneció a “Tupinambá” que se coronó en una noche donde hubo más de 45.000 personas en el escenario de Plaza Ramírez. La reina del carnaval fue, en cambio, para “Iemanjá” y es así que su representante, Norma Maxit se convirtió en la reina del carnaval de 1982. Norma había sido electa como reina de Iemanjá en un concurso que se había llevado a cabo en el boliche “Sarao” el 14 de febrero de ese año, donde fue coronada por el presidente de la Asociación Civil Iemanjá, Enrique “Pico” Sanz.

1983

Este año comenzó con mucha incertidumbre sobre la realización de los carnavales Uruguayenses, en una reunión llevada a cabo entre el presidente municipal Alí Argachá, la Comisión de Carnaval y representantes de las dos comparsas Uruguayenses, no hubo acuerdo sobre los montos que percibiría tanto Tupinambá como Iemanjá, el municipio les había ofrecido 80 millones de pesos a cada una por su participación.

Eduardo Silva y Laura Willams

Al no haber acuerdo y luego de varias reuniones, en las que se barajaron diferentes formas de la organización el Departamento Ejecutivo Municipal (DEM) anunció, el 13 de enero, que no habría corsos ese año en la ciudad, sobre todo por temas económicos, insólitamente salieron a respaldar esta decisión diferentes grupos de la Acción Católica que pretendían que esos fondos se distribuyeran entre los que “menos tienen”, aunque dejo abierta a puerta a que los carnavales podrían llegar a realizarse, aunque sin el brillo de años anteriores, si alguna institución se hacía cargo del costo del espectáculo, léase de las dos comparsas locales.

Finalmente, dos instituciones elevan al DEM una propuesta para hacerse cargo ellas mismas de la organización de los carnavales de 1983, el Club Rivadavia y la Mutual de Río Uruguay, formalizada esta propuesta, que incluía que la entrada sería de $ 15.000, las dos primeras noches, y $ 20.000 las dos últimas en las que se sortearían dos televisores color. El DEM propuso que las entradas costaran $ 10.000 y $ 15.000 respectivamente. Esto puso nuevamente en duda la ejecución de esta tradicional fiesta local, pero finalmente, ambas partes llegaron a un acuerdo y, en fecha 30 de enero, recién se confirma la realización de los desfiles de comparsas organizado por el Club Rivadavia y la Asociación mutual de los empleados de Río Uruguay (AMERU).

Este año no habría espacio para los carnavales tradicionales de murgas, cabezudos, carrozas y máscaras sueltas que tanto disfrutaron los Uruguayenses durante tantos años, y solo se llevaría a cabo el desfile de comparsas. Tampoco hubo, como si había pasado el año anterior, una competencia entre las dos comparsas de la ciudad, que solo desfilarían en el perímetro de plaza Ramírez.  

El 21 de enero de este año, Iemanjá se presentó en la ciudad de Colón, aunque con el espectáculo del año anterior.

El carnaval de 1983 fue la segunda presentación de Iemanjá, este año su tema fue “Candombe” y contó ese año con 140 integrantes y su orquesta era animada por el colonense Eduardo Pedro González. Por su parte “Tupinambá” contó este año con 146 integrantes. El programa tenía previsto la presentación de la comparsa “Carú Curá” de Esquina, Corrientes, de “Si-Si” de Gualeguay, “Guristos” de Basavilbaso y “La banda divertida” de Gualeguaychú. El cierre estaba previsto para el 20 con la presentación de las dos comparsas locales

La apertura de los corsos de 1983, el sábado 12 de febrero, estuvo a cargo de Tupinambá, la ganadora de 1982, quien debió hacer su show en una noche muy fría. La segunda noche, se presentó Iemanjá quien logro desarrollar su espectáculo de manera satisfactoria, aunque un chaparrón caído a la medianoche, cuando comenzaba su segunda pasada, la obligo a retirarse antes del tiempo previsto. La tercera noche, llevada a cabo el 14 de febrero tuvo la presencia, nuevamente de la comparsa de Esquina, Corrientes “Carú Curá” que no pudo actuar en plaza Ramírez, ya que llovía ese día y si lo hizo en el Club Rivadavia, logrando desfilar en plaza Ramírez en 16 de febrero. El viernes 18 desfiló en plaza Ramírez, la comparsa Si-Si de Gualeguay, el tema de esta edición era “Hollywood”. El sábado 19 se presentan “Gurisitos” de Basavilbaso, con 150 integrantes y “La barra divertida” de Gualeguaychú, Una murga convertida en comparsa. Para el domingo 2 estaba prevista la noche del cierre de los carnavales de 1983, la que debió suspenderse por dos días seguidos, luego cuando se pretendía organizar la última noche para el miércoles 23 de febrero, los organizadores se anoticiaron de la existencia de un Decreto, el 928/82 que lo impedía. En vano fueron los llamados, los telegramas entre el municipio y el gobierno de la provincia, no hubo forma de poder hacerlo, pese a que otras localidades, como Colón o Victoria, no lo respetaron. De esta manera, el carnaval de 1983, se quedó sin la noche de cierre. Terminaba así uno de los peores carnavales de la época moderna, por causa del tiempo, pero también de la desorganización del Municipio local.

Laura Williams, reina de Iemanjá del año 1985

La Reina del deslucido carnaval de 1983, que fue elegida en una fiesta llevada a cabo en el club “Rivadavia”, resultó ser la representante del club “Gimnasia y Esgrima·, Mónica Bedogni, primera princesa Silvia Liliana Campaioli (Centro Recreativo Río Uruguay) y segunda princesa María Inés Trigos, representando a la comparsa “Iemanjá”. Días después, la soberana local, resultó electa en la ciudad de Victoria, como reina del Carnaval Entrerriano.

1984

En este año, y organizado por una Comisión de Carnaval, de la que formaban parte Raúl Erramuspe por “Iemanjá” y Eduardo laurito por “Tupinambá” volvieron los tradicionales Corsos a nuestra ciudad, en cada noche se presentaban las murgas, carrozas y cabezudos y luego hacían su presentación las diferentes comparsas según estaba programado.

En esta oportunidad el tema central de Iemanjá fue “Candombe” Afro-Argentino y Afro-Uruguayo y el de su tradicional rival Tupinambá fue “Fantasías del antiguo Egipto”.

Escuadra de las “Bahianas”

El programa de ese año presentó una noche de pre-carnaval, el 23 de febrero, con la actuación de “Papelitos” de Gualeguaychú y “Babiyú” de Santa Elena. El 25 de febrero se dio por inaugurado el Carnaval 1984 con el desfile de Iemanjá, que al igual que el año anterior no pudo terminar correctamente su desfile ya que se levantó un fuerte viento que obligó a muchos de sus integrantes a quitarse los espaldares. Al otro día le tocaba debutar a Tupinambá, quien no lo pudo hacer porque se desató un aguacero, que hizo postergar dos veces su debut. El miércoles 29 de febrero desfiló Tupinambá. El 2 se presentó la comparsa “Malibú” de la localidad Hasenkamp. El 3 se presentó Tupinambá; y el domingo 4 fue el cierre de los Corsos oficiales 1984, nuevamente con las dos comparsas locales.

La Reina de Iemanjá fue Silvia Bouchet, quien resultara electa primera princesa de los carnavales 1984. Este año fue elegida reina, la representante de Tupinambá, Sandra Suarez, quien luego, también, se quedó con el cetro de Reina Provincial del Carnaval.

Adriana Bidal

Como dato anecdótico diremos que esa edición del Carnaval de C. del Uruguay, cuyo balance estaba listo para mediados de marzo, arrojó una utilidad de $a 186.553,52. Siendo la noche de mayor venta de entradas, la última, con una recaudación de $a 171.460. La entrada general estaba fijada en $a 10.

La Comisión de Carnaval no quiso tener problemas nuevamente y consagró ganadores en el rubro “Comparsas mayores” a ambas, por lo que lo que tanto “Iemanjá” como “Tupinambá” resultaron campeonas de los Corsos de 1984

1985

Este se presentó auspicioso, tal vez, como ningún otro en la historia de “Iemanjá” y del carnaval Uruguayense. Salvados los errores cometidos, ya el 6 de enero, la Comisión de carnaval, encabezada por Juan Carlos Colombo y Atilio Yancovich tenían definido el calendario de realización de evento y habían acordado con las comparsas un adelanto de $a 200.000 a cuenta de los 900.000 que recibirían por su participación y, además, se había incorporado una nueva comparsa a las dos tradicionales: “Arco Iris”, surgida por iniciativa de un grupo de empleados del banco de Entre Ríos y que tenía como su principal integrante a Carlos “Calilo” Minatta. También entre las seis fechas previstas, solo en una se presentaría una agrupación de fuera de la ciudad, mientras que las otras noches actuarían las comparsas locales más “Marí Yandá”, comparsa de niños y la agrupación “Tupinmanjá”.

Una de las escuadras de “Iemanjá”

Este año, cada noche, antes del desfile de comparsas se realizaría el “Carnaval Tradicional” de murgas, carrozas, cabezudos, etc. y  se volvía a la competencia en el rubro de Comparsas mayores, este año la ganadora surgiría de las tres comparsas locales: “Iemanjá”, “Tupinambá” y “Arco Iris”. A diferencia de años anteriores, el jurado no estaría en el palco principal y en cambio, estaría distribuido por todo el perímetro de plaza Ramírez.

Iemanjá ese año se presentó con más de cien integrantes y el tema elegido fue “Alegoría Brasilera Samba Show” El tema, con ritmo de samba, decía: “Vivir/sin pensar en el tiempo/para ser feliz/Cantar/la belleza de ser/una tierra feliz/Yo sé/que la vida debía ser/venerada y será / más eso no impide/que repita/que es bonita/en bonita/ y es bonita… La reina de esta edición fue Laura Williams.

La comparsa se dividía en dos grandes grupos, formaban parte del primero un portaestandarte con el cartel “Iemanjá Samba Show”, precediendo a un grupo de pasistas y escuadras que representaban al Brasil de ese entonces, luego le seguía un grupo de coristas con mallas de boas y plumas, acompañadas por pasistas que simbolizaban el ritmo y el movimiento del  brasileño. Luego sigue la carroza que transporta los músicos. El segundo grupo representaba la historia de Brasil, que recordaba a los emperadores con típicos trajes, cerraba este grupo la carroza que transportaba a la reina, simbolizando la salida del mar de Iemanjá. A continuación desfilaban un grupo de bahianas, para cerrar con un grupo de pasistas que le devolvían la vida al carnaval acompañadas por la batucada de la comparsa. Todo el diseño, confección y ornamentación de la comparsa, trajes, estandartes y carrozas fueron hechos por un grupo de vecinos dirigidos por Eduardo Silva y Luis Bonato. 

Las fechas y presentaciones de ese año fueron las siguientes, todas en el mes de febrero: el 15, “Iemanjá”, abriendo los corsos oficiales y “Marí Yandá”, comparsa de niños de club Almafuerte; el 16 “Arco iris” y “Tupinmanjá”; el 17 se presentó “Tupinambá” junto a “Marí Yandá”; el 21 “Si-Si” de Gualeguay con 170 integrantes y el tema de ese año era “La Odisea”; el 22 “Tupinambá” y “Arco Iris”; el 23 “Iemanjá” y “Tupinambá” y la noche de cierre fue el domingo 24 de febrero, con la presentación de las dos comparsas favoritas: “Tupinambá” y “Arco Iris”.

Esa noche fue la noche de mayor venta de entradas, de ese año, con 20.898 entradas vendidas, con un total de 109.720 entradas contabilizando todas las noches. En cuanto al resultado de la competencia del rubro “Comparsas mayores”, resultó ganadora la debutante “Arco Iris”, con 376 puntos; segunda “Tupinambá” 332 y tercera “Iemanjá” con 283 puntos en total. El jurado estuvo integrado por los señores: Adolfo Lanza, Silvia Cabral, Carlos Pedreira, Miguel Silvestrini Raúl Requena, Alcira Ojeda, Dora Udriot y  María Valentina Uranga. Este fallo como se dijo despertó muchas polémicas y ocasionó que “Tupinambá” no se hiciera presente en los corsos de 1986. La reina fue Fabia Castro, representante, también de “Arco Iris”, primera princesa resultó Silvia Campaioli de “Tupinambá” y tercera Laura Williams de “Iemanjá”.

De esta manera terminaba, tal vez el mejor año del carnaval de C. del Uruguay, récord de entradas vendidas, todas las noches pudieron desarrollarse sin problemas climáticos, solo algunas quejas por las demoras en la salida de las comparsas y la conducta de los chicos que invadían el circuito, y sobre todo porque se presentaron tres comparsas de C. del Uruguay y casi todo el carnaval estuvo destinado a ellas. El año próximo sería el primero de la cuesta bajo de los corsos Uruguayenses.

Patricia Colombo

El fin

Los temas económicos siempre fueron una preocupación, no solo para Iemanjá sino también para Tupinambá. Ya desde el primer año en que ambas salieron, mostraron su disconformidad sobre cómo se manejaba la Comisión de Carnaval, en dos temas centrales: la composición del jurado, que pretendían que sea calificado profesionalmente y la fijación del monto de los premios, que representaba solo el 10% del costo de cada comparsa, y ellas aspiraban a que haya un  reparto, más allá del monto de los premios. Esto, que se sucedió en los años anteriores, hizo eclosión en el año 1985 y 1986.

Para noviembre de 1985, la comparsa Iemanjá a pedido de la municipalidad local presenta su propuesta económica para salir en los corsos del año próximo, es decir de 1986. El monto solicitado, y en el cual estaban de acuerdo las tres comparsas de ese momento, además de Iemanjá, estaban Tupinambá, las dos decanas y Arco iris, aparecida en el carnaval del año 1985.

Este pedido de apoyo económico se concretó en la tercera reunión llevada a cabo durante noviembre de 1985, en las dos primeras, este tema no apareció, pero si cuestiones organizativas. En la primera estuvieron presentes el Intendente y la Secretaria de Acción Social y el pedido para las agrupaciones fue que cada comparsa integrara personas a la Comisión Municipal de Carnaval, ya que se pretendía organizar una nueva que; por diferentes problemas surgidos en la anterior celebración, todos sus miembros habían renunciado a la misma. En la segunda reunión cada comparsa presentó propuestas para mejorar la fiesta, incluido la posibilidad de un nuevo recorrido, estos puntos de vista les habían sido solicitados en la primera de las reuniones.

Griselda Barreto

En la tercera participó el secretario de hacienda, se elevó la propuesta consensuada entre las tres agrupaciones de solicitar 18.000 australes para poder salir, el municipio respondió que estudiaría el pedido, pero pasaron varios días y los integrantes de Iemanjá no tuvieron respuesta, recién a fines de diciembre, llegó la respuesta esperada, pero ésta fue negativa, el municipio consideró que ese monto era muy elevado y se comprometió a  conseguir dinero, pero menos de esa cantidad. Eran momentos de alta inflación, por lo que ese monto solicitado dos meses atrás ya no alcanzaba para cubrir los costos de la comparsa y que; para ese entonces, era necesario contar con al menos 30.000 australes ya que los costos de los materiales, importados desde Brasil habían tenido un importante incremento.

Iemanjá necesitaba imperiosamente contar con ese aporte, ya que su situación económica era muy complicada pese a los esfuerzos y aportes de sus socios y amigos por recaudar el dinero necesario, para peor, en el mes de marzo de 1985, la comparsa había organizado una carrera de la Fórmula Entrerriana en la cual habían resultado con una gran pérdida.

Entonces, como respuesta a la desorganización que ellos atribuían a la Comisión de Carnaval y a la falta de apoyo económico, es que se toma la decisión de no participar del carnaval de 1986, proponiendo a la Coordinadora de Turismo que su futura participación en los carnavales de 1987 se produciría si se conforma una nueva Comisión y se genera un sistema parecido al de Gualeguaychú en ese momento, donde parte de la recaudación se re invertía en las comparsas que participaban del evento.

El espíritu de los integrantes de esta comparsa pionera en nuestra ciudad, era volver a salir en el carnaval del año 1987, lo que finalmente nunca sucedió y esta agrupación se perdió en los pliegues del tiempo para reaparecer solamente en el recuerdo de tantos Uruguayenses que la vieron desfilar, deslumbrante, por plaza Ramírez.

Paradójicamente, ambas comparsas que animaron el primer carnaval moderno de la ciudad, estuvieron solo cuatro años, ya que ambas dejaron de salir en el carnaval de 1986, Iemanjá por cuestiones económicas y de organización y Tupinambá por un fallo bastante polémico del que resultó derrotada frente a Arco Iris, la nueva comparsa que había aparecido en el año 1985. Es por esto que en los corsos de 1986, solo participó como comparsa local solamente esta última. De esta manera se cerraba, muy rápidamente la exitosa primera parte del carnaval de C. del Uruguay, que luego languidecería muchos años sin alcanzar el brillo y la adhesión de aquellos momentos. Muchos de aquellos artífices de Iemanjá y de Tupinambá, luego se trasladarían a Gualeguaychú a aportar su experiencia en lo que luego sería denominado “El carnaval de país”    

Esa década del 1980, que emoción haberla vivido y que tristeza todo lo que se perdió. Recordamos un Balneario Camping Banco Pelay, a puro sol y lleno de gente, turistas y lugareños. Una carpa junto a la otra, 1200 carpas un 20 de enero de 1982. Un Banco Pelay inigualable, con la máxima categoría en camping, con seis cuerpos de sanitarios, cantinas, proveeduría, enfermería… y ¡mucha sombra!         

Por ese tiempo, Concepción del Uruguay, se posicionaba en turismo como una de las mejores ciudades del interior, denominándose Municipio Turístico, junto a Cataratas del Iguazú, Mar del Plata, Carlos paz y Buenos Aires.

Y un carnaval de tanto lujo y prestancia que inspiro a ciudades vecinas a re fundar el suyo. ¿Qué nos pasó? ¿Por qué o por quienes perdimos el ánimo de trabajar por y para Concepción del Uruguay? Tal vez despertemos y volvamos a ser Concepción del Uruguay, Entre Ríos, Capital de la alegría y del turismo. Hoy, nuestro carnaval lucha por superarse cada año y entre todos debemos apoyarlo.                                                                                                                               

Raúl Erramuspe y Jorge “Negro” Maristain, durante la entrevista

Texto: Carlos Ratto y Virginia Civetta, Fuentes: Entrevista con Jorge Maristain, Raúl y María Teresa Erramuspe y archivo diario “La Calle”. Fotos: Gentileza de Jorge Maristain

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