Estancia Villa Teresa, su historia

Casco de la estancia “Villa Teresa”

Hablar hoy de Villa Teresa, es remontarnos a la aparición de la familia Urquiza, en la provincia de Entre Ríos. Josef Narciso de Urquiza y Álzaga, nacido en Castro Urdiales, Vizcaya, en el año 1762, cuando contaba con doce años de edad partió de Portugalete, vía Coruña, al río de La Plata, donde quedo bajo la tutela de su tío Don Mateo Ramón de Álzaga y Sobrado.

Trabajó al lado de su tío, en donde aprendió el manejo comercial. A los 20 años se estableció por su cuenta con un comercio en Buenos Aires.

En 1784 se caso con una joven criolla Dña. María Cándida García y González, porteña, descendiente de Don Domingo Martínez de Irala. Tres hijos del matrimonio nacieron en Buenos Aires.

El matrimonio se radica en Entre Ríos, en el año 1789, trabajando Josef en la estancia “La Centella”, ubicada en el departamento Gualeguaychú, propiedad del señor García de Zúñiga, dedicándose a la explotación de madera y hacienda.

Más tarde regentean un establecimiento ubicado a cuatro leguas al norte de Concepción del Uruguay, propiedad de Don Pedro Duval. Llegando a comprar estas tierras en 1808, sitio donde construyen la Estancia San José. Precisamente en este lugar, nació el 18 de octubre de 1801, Justo Jose de Urquiza.

Este paraje prospera rápidamente, obteniendo en la provincia un lugar privilegiado, ya sea por su actividad ganadera y explotación de la piedra caliza, pasando a ser denominado por la población como “Rincón de Urquiza”.

En la segunda década del siglo XIX, Josef de Urquiza, deja Entre Ríos, perseguido por problemas políticos del momento (era partidario de la monarquía al ocurrir la Revolución de Mayo) y se radica en Buenos Aires, donde Falleció el 10 de marzo de 1829.

En el año 1825, estas tierras son regenteadas por Juan Jorge y luego por Cipriano de Urquiza.

Con fecha, 7 de abril de 1864, bajo la firma del Escribano de Gobierno Jose Maria Castro, se redacta un Decreto del Gobernador López Jordán, donde declara que estas tierras “son de la propiedad particular del Exmo. Gral. Urquiza”. La actividad principal de la estancia era la cría de ovino.

El 11 de abril de 1870, Justo Jose de Urquiza, fue asesinado en su casa, Palacio San Jose, su viuda y sus hijos siguen con la administración de los campos y en especial de este. Donde surgen sociedades por cuenta mitad, entre Dolores Costa y los ingleses Antonio Grieve, James Patterson y Jorge Holmes. Exportando a Europa en 1872 “dos mil vellones libres de suciedad” también por estos años se realizaban marcas de animales, de acuerdo al reglamento del año 1872.

La mantención de los edificios que componían la estancia también fue tema de preocupación de Dolores Costa, quien a pesar de la difícil situación económica por la que pasaba, hizo importantes gastos en estos y alambrados. Transformando al lugar en importante y con gran prestigio.

Ya en el año 1879, ante las ventajosas condiciones impuestas por el gobierno, la familia Urquiza, funda colonias en sus propiedades, ahorrándose los gastos de mensura de tantos campos. En campos de la estancia Rincón de Urquiza se funda la colonia “1° de Mayo”. Pero a pesar del fraccionamiento de estos campos la estancia San José en Rincón de Urquiza no perdió importancia, ya que reunía 13.684 ovejas y 8.046 corderos para el año 1888, prueba de esto es la fluida correspondencia que se encuentra en Placio San Jose, entre los puestos: Pantanoso, Rincón, Costa Crucecita, Cañada Grande, Santa Maria, Santa Ana, Santa Teresa y otros.

Si bien había mucha ganancia con estas tierras gran parte de las mismas se gastó en el prolongado juicio que realizaron los descendientes de Urquiza para demostrar la legitimidad de los títulos de la propiedad, frente a descendientes de Cipriano de Urquiza.

La mensura definitiva fue realizada en 1893 por el Agrimensor Juan Leo, pero con anterioridad Dolores Costa sintiéndose enferma había dispuesto la distribución de los campos y ganados, correspondiendo a Teresa, una de sus hijas menores, el casco llamado Santa Teresa, del que hoy nos ocuparemos.

Teresa Urquiza de Sáenz Valiente

Teresa Urquiza (1864-1945) se casa con el Vicealmirante Juan Pablo Sáenz Valiente, quien a fines del siglo XIX y principios del XX, transformaron este puesto en villa veraniega. Hasta 1986 perteneció a la familia (Sáenz Valiente), residiendo un nieto de Urquiza, Marcelo “Tito” Sáenz Valiente. Al morir este, regentean la misma los hermanos Carlos y Marcos Chaix, hasta que, en el año 1989, pasa a ser administrada por el contador Jorge Ródenas. Quien la recupera y pone en valor para el turismo. Hoy pertenece a una empresa y se usa como vivienda, estando limitada su visita.

Las comodidades de puestos de estancias, en el siglo XIX, fueron: Una casa de material, techo de paja, de 14 x 16, dividida en dos piezas y corredores, teniendo dos piecitas dentro del corredor. Un cuarto para baño. Un galpón techo de paja con paredes de zinc y tablas de 17 x 10 mts. con cocina al lado oeste. Un corral palo a pique de 20 x 20 mts. Un cuadro de alfalfa de 100 x   100 mts. Una quinta de árboles de 40 x 40 mts. Una chacra alambrada de 3 cuadras. Un galpón techo de paja de 11 x 8 mts., para esquilar, con un chiquero correspondiente. Un arado, una carretilla de mano, 29 caballos, una yegua madrina, 2597 ovejas de la Sociedad con Felipe Sheridan.

El puesto Santa Teresa, llamado así desde el año 1876, antiguamente denominado Rincón de Urquiza, ubicado, sobre el Arroyo El Cordobés en su confluencia con el arroyo Las Achiras, poseía estos elementos y características, basados en una construcción anterior con características de una arquitectura típica de estancias en el litoral, durante la primera mitad del siglo XIX.

Texto: Bourband, Néstor Ruben y Civetta, Tec. Virginia

Bibliografía: Archivo de Palacio San Jose: Sucesión testamentaria del Gral. Urquiza. Bosch, Beatriz, “Urquiza y su tiempo” y Domínguez Soler, Susana “Genealogía del Gral. Urquiza” (capitulo 24).

 

 

 

 

 

Facebooktwitterredditpinterestlinkedintumblrmail

Dejá un comentario